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Esta España nuestra
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Libro electrónico364 páginas5 horas

Esta España nuestra

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Este es un libro que hará que su lector pueda ver con mayor claridad lo que nos está pasando, encontrando al leerlo las verdades encubiertas de los políticos y la realidad de esta nuestra España.
Aparte de llamar su atención, le hará ver los verdaderos motivos de lo que estamos padeciendo. Unas consecuencias provocadas por las alevosías de nuestros gobernantes y sus amigos. Realidades que nadie se atrevió a decir. Realidades que a duras penas se dejan contar.


Su lector, verá el por qué y el cómo se ha evadido más de un billón y medio de euros a paraísos fiscales, dejando al estado sin dinero suficiente en circulación, siendo éste el principal motivo de cobrar menos salario, subir el precio de productos básicos, pagar más impuestos o tener más recortes sociales.
Dispondrá de toda la información, preguntas y respuestas que esperaba y que nadie hasta ahora, se ha atrevido a rebelar. La verdadera realidad de cómo estamos y los porqués de cómo han sucedido las cosas no deben ser ocultados.
Muchas verdades de muchos asuntos que a todos nos interesan o deberían de interesar.
Un libro que resuelve enigmas y pone las cosas "en su lugar".
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento14 sept 2017
ISBN9788417139865
Esta España nuestra
Autor

Antonio Regueiro López

Desde su tierna infancia hasta hoy, su vida está llena de transcendencias y anécdotas. Dejó la escuela a los doce años, pero tenía el certificado de estudios primarios por haber aprendido todo lo que podía haberle enseñado su buen maestro. Durante esta etapa, descubrió que le apasionaba la música y estudió solfeo, entre otros aspectos musicales. En su juventud aprendió el oficio de carpintero hasta especializarse en Francia y trabajar como oficial de primera, entre otros oficios, donde adquirió experiencia como soldador e incluso como director de obras. Más tarde entró en el servicio militar donde se hizo buzo profesional. Se casó en Inglaterra y tuvo dos hijas y un hijo. Esta etapa fue su etapa de máxima polivalencia: trabajó como mariscador, encofrador, ferrallista, encargado de obras de edificación, buceador, etcétera. Hasta constituyó una empresa.«Obrero muy polifacético» sería un buen término para definirlo y «orgulloso» es como se siente al ser descendiente de una familia muy humilde.

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    Esta España nuestra - Antonio Regueiro López

    Antonio Regueiro López

    Esta España nuestra

    Esta España nuestra

    Antonio Regueiro López

    Esta obra ha sido publicada por su autor a través del servicio de autopublicación de EDITORIAL PLANETA, S.A.U. para su distribución y puesta a disposición del público bajo la marca editorial Universo de Letras por lo que el autor asume toda la responsabilidad por los contenidos incluidos en la misma.

    No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del autor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal).

    © Antonio Regueiro López, 2018

    Diseño de la cubierta: Equipo de diseño de Universo de Letras

    Imagen de cubierta: ©Shutterstock.com

    universodeletras.com

    Primera edición: marzo, 2018

    ISBN: 9788417139575

    ISBN eBook: 9788417139865

    Aquí tienes el libro crítico que estás buscando, un libro que para el autor es literario y crítico al mismo tiempo, que les hará ver muchas verdades que no sabemos y otras que si las sabe, pero no con la atención de cómo están escritas en este libro. Al mismo tiempo que les hará reflexionar su contenido también sacaran conclusiones sobre las verdades de las cosas que no sabemos, de cuáles son las causas por las que estamos retrocediendo socialmente: aquí verán fehacientemente el porqué y el cómo se ha evadido más de un billón y medio de euros a paraísos fiscales, dejando al estado sin el dinero suficiente en circulación, siendo éste el principal motivo, de cobrar menos salario, subir los productos básicos, pagar más impuestos, y tener más recortes sociales.

    Muchas preguntas y muchas respuestas; algunas soluciones y algunos consejos.

    El contenido del libro para el lector es importante pero también lo es la filosofía del autor en como lo escribe, para que éste sea agradable al leerlo, aunque son ustedes, señores lectores, los que juzgan, creo sinceramente que lo que les entretendrá, aparte de hacerles conocedores de muchas verdades que no sabían porque no interesa que se sepan.

    El autor, para diversificar un poco el contenido del libro hace un ensayo. Las historias palaciegas, que completan en gran parte el contenido de lo que está escrito y que llevan implícitas dos picarescas amorosas, que seguro serán también del agrado de ustedes como lo fueron para el autor el escribirlas.

    Sea usted, señor lector, un demócrata y no se deje llevar por la pasión de ningún partido político, porque los políticos son nombrados por el pueblo, se deben a su pueblo y deben de trabajar para el pueblo y no lo contrario.

    Prólogo

    Es un placer dirigirme a ustedes como mi entender requiere con el mayor respeto y humildad; no sin antes pensar que una vez más como en tantas ocasiones a lo largo de mi vida llena de contenido de anécdotas, todas ellas arriesgadas de valentía, que pongo también en esta aventura de escribir mi primer libro Esta España nuestra, llena de tantas cosas.

    Esta España que siempre ha sido así de arraigada; con su forma de vida conformista, que para unos es muy buena, para otros, simplemente buena, y para el resto, que es la mayoría, ahora mismo, un poco penosa, fruto de los acontecimientos que nos acarrean las acciones políticas preguntándonos para que nos sirven ahora los políticos si ellos mismos están solo para que nadie les nombre; ni para bien ni para mal, sabiendo y conociendo los defectos, se pueden corregir los males. Encontrarán en el libro argumentos de reflexión y algunos opinables consejos analizados con la consideración que deben ser tenidos en cuenta.

    Seguramente habrá cosas que al mismo tiempo que las lean les pueden malhumorar; no escribo para ningún devoto de la política ni de la religión, aunque este libro es un reflejo de estos que son los que teniendo el don del poder y de la sabiduría por haber estudiado y llegado hasta donde están, nos imponen una vida marcada por los mismos acontecimientos de desaciertos heredados de un poder muy establecido desde muy antaño, y que están caprichosamente en contra de los ciudadanos, provocando desasosiego e inquietud en el vivir del día a día.

    Los jueces, dejan pasar de puntillas los casos de corrupción de gente de interés público reconocido o amiga, haciendo un flaco favor a la causa de la justicia, siendo la opinión ciudadana la que no comulga con ella; porque los tratos de favor, hacen agravios comparativos a los demás ciudadanos.

    ***

    No era mi intención hacerme escritor con este libro; pero el conocimiento del autor sobre lo que nos acontece hace que tenga el atrevimiento de escribirlo. Sé que hay mucha gente que no le pueda satisfacer por ser un libro crítico, pero no es mi intención ser fiel devoto para todo el mundo, qué más quisiera, por lo tanto, sé que habrá personas que se sientan incómodas al leerlo; porque lo bueno siempre es contrario de lo malo, pero también es cierto que nunca llueve a gusto de todos. Mis ilusiones como escritor están puestas en otros libros que estoy a punto de editar por estar alguno bastante avanzado.

    Me gustaría ser más elocuente, pero creo que el vocabulario de la calle en este libro debe ser el que es; trato de serlo en algunas partes de las Historias Palaciegas; pero no soy yo el que tiene la bondad de saberlo; pertenece a ustedes, en principio señores lectores/as el comprobarlo.

    Sé que el éxito no se consigue solo con la ilusión, aun sabiendo que para el escritor es el fundamento esencial de todas sus intenciones. Admiro a muchas personas y muchos escritores que saben poner su carácter y sus formas filosóficas que les hacen diferenciarse de los demás, me gustaría acercarme un poco más a donde estos llegaron. Pero mi deseo ahora es; que lo que escribo en este libro llegue al pueblo para sacarles de sus dudas de malestar y de opiniones de incertidumbre encontradas en todas las tertulias que escucho impávido por la diversidad de opiniones más bien de simpatizantes forofos, que de simpatizantes con el don de la razón; presintiendo que lo que está escrito en este libro, les va a servir de información generalizada para ser conocedores de lo más cotidiano y tener una opinión ciudadana al respecto sin quedarse corto. Y si el contenido les entretiene y si les sirve para saber la verdad de lo que nos está pasando, para mí será un gran honor el haberles servido, sintiéndome un ciudadano feliz como deseo que lo sean también todos ustedes.

    Agradezco el interés sincero que pongan no esperando otra cosa que el comentario crítico razonable que a ustedes les pueda merecer.

    ***

    Como es el autor; A. R. López

    Desde mi tierna infancia hasta hoy en día, mi vida está llena de transcendencias y de anécdotas; dejando la escuela a los doce años, con el certificado de estudios primarios, por haber aprendido todo lo que me podía haber enseñado mi buen maestro, que lo había sido también de mi padre; estudiando música dos años más bien teoría de la música y solfeo mientras estuve en la escuela.

    Ayudando buenamente en lo que podía en las tareas y quehaceres del campo como todas las familias de la misma condición y entorno de aquel entonces. Aprendí el oficio de carpintero. Y a los dieciséis años estaba trabajando en Francia como oficial de primera carpintero; y por quererlo así las circunstancias del momento, tuve que trabajar familiarmente con mi padre y hermano mayor a destajo, aprendiendo el oficio de soldador y oxicorte en todas las modalidades, al mismo tiempo que me hacía conocedor de interpretar planos, ayudando en las tareas de dirección de obra. A los dieciocho años, ya de retorno en España, aprendí a soldar a argón (aluminio), hasta entrar a hacer el servicio militar; donde allí me hice buzo profesional.

    Me casé en Inglaterra con mujer española teniendo allí; hijo e hija, y otra hija después en España. Tuve que hacer muchas cosas todas ellas entre las que destacan; mariscador, encofrador, ferrallista y encargado de obras de edificación, buceador, hasta constituir una empresa, primero para cultivos marinos con concesión de batea de ostras en plan experimental, al mismo tiempo que me dedicaba a hacer todo tipo de obras marítimas, tanto públicas, como privadas, acontecimientos estos que duraron treinta y cinco años, llevando las tareas de la dirección de la empresa y también la dirección de las obras.

    En realidad, soy un humilde obrero muy polifacético, descendiente de una familia muy humilde, siendo el segundo de ocho hermanos y padre de tres hijos, pasando por variadas y distintas formas y modos de vida muy diversas que relato en otros muy interesantes libros que saldrán pronto a la luz, y que espero también os sean de vuestro agrado después de haber leído éste, que aparte de informaros; estoy seguro que os sorprenderá y entretendrá por su diverso contenido, sin olvidarme de las Historias Palaciegas, que en realidad hablan en buena parte del contenido del libro, que a buen seguro serán también de vuestro agrado como lo fueron del mío al escribirlas.

    Esta España nuestra

    Críticas y realidades que atañen a la sociedad, en un país maravilloso desastrado por la corrupción política

    Capítulo I

    Quien quiera que seáis que yo no os conozco, os agradezco las muestras de cortesía que vais a tener conmigo. Quisiera encontrar el modo y la voluntad en que yo os pudiera servir y compensaros vuestro buen acogimiento hacia lo que vais a leer, quedando agradecido de vuestro buen entender o por el contrario echar en suerte la que me corresponda de vuestra buena voluntad.

    De mi parte, espero compartir con vosotros mis buenos deseos, no queriendo dejar de pensar que podría haber algún género de remedio que fuese más bueno, que yo supiera ir a buscarlo y poderos así satisfacer en las razones de aquellos que las tienen cerradas a todo género de dudoso consuelo, y acompañaros con mi libro para que se os abran las dudas que tengáis en los asuntos aquí expuestos, e ir juntos con la ilusión de como mejor yo pudiera haceros ver, que en las aventuras y en el dolor aún hay quien se duele de ellas. Y si de mi entusiasmo quedáis agradecidos, juro no dejar de serviros en la obligación que me corresponde de lo que aquí vais a encontrar; esperando también ser recompensado si al leerlo veis las razones y los motivos con la claridad que yo les escribo.

    Tal vez, esto que escribo no sea con el adorno y el decoro que una ocasión como esta me merecen, pero no es la experiencia precisamente la que me lleva a hacerlo, anticipo mis disculpas al no estar seguro de si voy a tratar a todos los sujetos con el debido respeto, pero es mi forma de entender el contenido de lo que escribo haciéndolo de la mejor forma que yo sé en las distintas cuestiones que lo componen.

    Trataré el contenido de mi escritura con el merecimiento que mi crédito merece y que así sea ante tan claras verdades, porque siempre las verdades hacen sentirse bien al que las escucha en contra del que se siente mal porque las padece; las maldades siempre están faltas de buenas razones, siendo esta una de las causas de mi decisión a escribir este libro, esperando que sean más los que las disfruten en contra de otros que las puedan padecer.

    No se puede poner silencio a las habladurías de la gente cuando esta se encuentra descontenta, se debe de poner letra a los acontecimientos; la presencia de estas, enmudece la intención más determinada; porque muchas veces el silencio turba el atrevimiento si no se consigue con corrección el don de la palabra; y si en un lado te parece que te encuentras mejor que en el otro; si no te has posicionado en los dos, no puedes tener toda la razón ni son lógicos los aciertos; más cuando no se sabe todo de ellos; por mi experiencia de haber estado lo suficientemente en todos, pongo mi empeño con el cuidado de que lo que aquí está escrito se relaciona con la verdad de lo vivido, observado, leído, visto, y escuchado.

    Muchos de los que aquí se nombran, han pecado de ser ignominiosos e inteligentes más que de precavidos y sabios, pensando que lo que estaban haciendo era de gente lista, dejándose pensar que lo que hacían era más de inteligente que de delito, al no saber dar el alcance que tenían sus actos de vividores, abusando ingenuamente al no saber guardase del pecado que cometían con su atrevimiento.

    Los defectos y las virtudes de nuestros comportamientos

    Los españoles nos diferenciamos por nuestra conducta al resto de los europeos o de otros países y razas al no tener en cuenta algunas de las virtudes que debieran de estar presentes en nuestro comportamiento, y ensalzamos otras que no lo debieran de ser tanto, deberíamos tener un mínimo más de cuidado ante la notoria dejadez de valores que se fueron perdiendo sin darnos cuenta, y que nos deben de importar porque nos atañen en nuestra vida.

    La dejadez en la conducta desde que se instauró la Democracia, dándonos como es lógico el más amplio sentido de libertad ciudadana, arrastró a mucha gente a no saber adaptarse porque ésta conlleva el respeto a los demás. Somos animales racionales, pero cuándo no sabemos razonar dependemos de cómo el animal que llevamos dentro se comporte, sabemos que quien busca el peligro aparece en él, así que no es bueno tentar a Dios y no cometer hechos de los cuales nos tengan que señalar como no debiéramos. Y no me estoy refiriendo a los acontecimientos de abusos machistas con desenlaces horribles, los cuales dejan destrozadas las vidas de los concernientes.

    Vamos a procurar decir las cosas siempre por su nombre, sabiendo guardarse de decir lo que luego no tiene remedio, porque la mejor palabra es siempre la que no se dice. Somos dueños de nuestro silencio, pero esclavos de nuestras palabras; debemos ser conscientes de lo que decimos, porque hay palabras que ofenden; pedir perdón es de valientes, y dar honra a los que lo piden también; pero si se tiene que pedir perdón, es porque hicimos algo que no debiéramos de hacer y se nos mueve el pesar y se nos ablanda el corazón.

    Esta conducta de pasotismo donde nos da igual todo, donde lo único que nos importa es pasarlo bien incluso pasándolo mal. El botellón es un claro ejemplo de ello, no nos damos cuenta de que es un comportamiento que aparte de estar sometidos nosotros a él, al dejarnos hacerlo nos están dando a entender que también nos están dejando imponerlo como bueno nuestros gobernantes, al permitir que éstos lo hagan sin los cuidados de una normativa al respeto para nuestros jóvenes.

    La escasez y la pobreza nos hacen ver la realidad al estar haciendo una acampada sin estar bien techados y mucho más razonablemente cómodos. Esta es una cultura más que ya tenemos, puesto que todo lo que mueve masas de gente lo es.

    ¿Por qué el Gobierno no potencia la protección a nuestros jóvenes poniendo unas carpas para tales eventos, y poniendo bebidas acordes con el presupuesto que estos tienen, sin tener que ir por los supermercados a comprar la bebida?; que el hecho en sí mismo, da una verdadera imagen de pobreza. Éste es el fiel reflejo de nuestra sociedad presente y futura, puesto que nos las tenemos que arreglar con lo poco que tenemos, unos, porque ganamos poco, y otros, porque dependen de sus padres o abuelos. Ésta es una moda decadente en esta España nuestra que nos viene dada por un país desastrado por los dirigentes políticos que hemos tenido y tenemos. Y que muchos de nosotros aun criticándolo lo aceptamos como si nos viniera como anillo al dedo; así el mal para quien lo busque, como si lo que le pasa a la chavalería no nos influyera a nosotros; porque las cosas que son públicas, son de todos y a todos nos deben de concernir sin olvidamos de cuidarlas y ponerles remedio, donde siendo continuados los defectos, los criticamos, pero los damos por buenos sin hacer nada, siendo el amén, el consuelo de los que lo padecen y consienten, dejándonos a la buena de Dios.

    De cualquier forma espero que este libro tenga alguna anécdota para que el risueño se acreciente, que el normal no se enfade, que el discreto admire el contenido, y el prudente deje de serlo para sacar una conclusión sana de esta lectura. Me gustaría que saliera a la luz todo esto que escribo, de los hechos y reflexiones que aquí hallaréis, haciendo de cronista de esta España nuestra, tan maravillosa por donde quiera que se vaya y llena de gente amable con culturas y tradiciones diferentes, que de momento son la insignia de nuestra propia identidad y que nunca debemos renunciar; al contrario, porque arraiga y ensalza nuestro orgullo de raza que nos hace ser a cada cual de donde pertenece; estamos apegados a la tierra que nos vio nacer, donde la diversidad del conjunto de todas las regiones que la forman incluidas nuestras maravillosas islas, hacen que España sea única en el aspecto; histórico, monumental, paisajístico, folclórico y costumbrista; diferenciados, pero acercados entre nosotros por la amabilidad de sus gentes y por una muy buena gastronomía propia, diferenciada de cada región, que hacen de esta España nuestra el país más visitado del mundo para el disfrute de los que nos visitan y el orgullo nuestro.

    Se hace camino al andar

    La mayor parte de los seres humanos sin darnos cuenta pasamos desapercibidos durante el transcurrir de la vida, sin pararnos a pensar en lo que hemos hecho, tanto de lo bueno como de lo malo. Hay que dejar que la pesadez de nuestros recuerdos fluya para recordar y comentar como nos ha ido hasta aquí, narrando tal y como sucedieron los acontecimientos, dando paso a las emociones alegres y tristes, que de todo hay. Y que el bien que tengamos sea para todos y el mal para quien fue a buscarlo; caminando se hace camino al andar, pero cuántos pasos debe una persona andar hasta encontrar su camino; según se va caminando también se va intentando poner las cosas de la vida en su sitio; las aventuras y desventuras nunca comienzan por poco. La vida es una continua lucha donde todos son palos y más palos, estando siempre en desventaja el que está debajo, y casi siempre son recibidos hasta donde llega en gusto del enemigo abusando de su aventajada posición; pero no nos importe como nos los den, debemos aguantarlos hasta que Dios quiera que nos los den de otra forma. Estamos tan acostumbrados que a veces las cosas no nos parecen tal como realmente son, y nos acomodamos a lo que nos toque con resignación, pasándonos la vida los malos buscándonos y los buenos tratando de que no nos encuentren para evitar sus maldades.

    ***

    La despreocupación de la gente

    Intentaré que el lector sea consciente del contenido al igual que lo soy yo escribiendo lo que acontece en esta España nuestra y en buena parte del mundo, que a todos nos concierne y preocupa por las muchas experiencias vividas. Trataré, si es posible de entretenerles, aparte también de informarles lo más amplio y sencillo posible de cuáles son los males que nos aquejan para buscarles alguna posibilidad de remedio y poder llevar una vida mejor sin que nos aumente la preocupación ni la incertidumbre tratando de buscarle remedio y poder vivir mejor el día a día, y poder alcanzar la abundancia de bienestar que mucha gente tenía por lo vivido anteriormente antes de la crisis. Esperemos que vuelva a ser, un buen presente y mejor futuro para todos nosotros y también para el futuro de los que nos precedan.

    El comportamiento despreocupado de la ciudadanía nos hace pensar que está resignada con los que nos gobiernan; no dándonos cuenta de que con este comportamiento nuestro, nos hacemos cómplices también de sus malas prácticas políticas al admitirlo y no intentar ponerle remedio, poniendo como excusa; que vale más lo bueno conocido que lo malo por conocer. Las consecuencias habidas por los acontecimientos que nos han impuesto por culpa de las malas prácticas políticas permisivas y abusivas de las cuales somos objeto, y que son la consecuencia de nuestra preocupación al sentirnos traicionados por haberse adueñado los políticos en su momento de nuestra voluntad, pidiéndonos en su día, con buenas palabras de charlatanería fácil pero convincente, para que les pusiéramos donde están ahora, prometiéndonos que nos íbamos a sentir a gusto con sus mandatos, pero nunca han cumplido su palabra; envileciéndose ellos mismos al recordárnoslo. Les hemos dejado ponerse tan a gusto que se olvidaron de nosotros, y ahora no quieren saber más nada que no sea en su propio provecho, olvidándose de la verdadera realidad del pueblo que les eligió.

    Los que nos gobiernan siempre nos convencen con razones que nos hacen parecer que son verdad, ellos son luchadores de su bienestar y según nos convencieron antes, tratarán de convencernos ahora porque tienen mucho tiempo para saber cómo hacerlo; al contrario de todos nosotros que cuanto más pobres seamos más esperanza y tiempo necesitamos, teniendo que ir más aprisa porque la necesidad nos obliga, y nos seguirán engañando diciéndonos «que ahora sí» nos van a conseguir las bondades prometidas; y seguirán por el mismo camino en provecho de sus intereses como llevan haciendo hasta aquí.

    El empobrecimiento de la sociedad

    Con solo escuchar a los políticos, el ciudadano se da cuenta de que están siempre justificando sus malas acciones, como por ejemplo, lo que muchas veces nos dicen; que una cosa es predicar y otra distinta es dar trigo y que no adelantemos acontecimientos, que es la justicia la que debe pronunciarse; sabiendo ellos perfectamente lo que esta justicia va a hacer; porque cuando les interesa guardarse de los asuntos que les pueden perjudicar, saben hacer de juez y parte teniendo bien blindado el que no sea de otra forma.

    Están continuamente haciendo de pregoneros de noticias, que muchas de ellas son para entretener a la sociedad, jugando al despiste de como esconder y adormilar otras que les pueden hacer más daño y que son realmente las que les podrían preocupar, tratando de dejarlas así guardadas a ver si pueden llegar a olvidarse.

    Pero ya que tengo la ocasión de pronunciarme. Les pienso corresponder y plasmar aquí la voz y el malestar que ustedes puedan sentir tratando de no defraudarles, porque son merecedores de que yo les corresponda; porque las verdades solo ofenden a los que les lastiman al escucharlas. Soy consciente y trataré con el debido respeto de mostrarles la vedad de lo que piensa la sociedad en la cual estamos todos nosotros.

    No lo está apreciando toda la sociedad. Pero desgraciadamente ya nos está pasando, fijémonos, en lo rápido que hemos retrocedido en solo tres o cuatro años donde hemos tenido un bienestar mucho más halagüeño de lo que tenemos ahora. Y si a alguno de ustedes, todavía no les atañe, fíjense un poco en su entorno como vive la sociedad y se darán cuenta de lo rápido que hemos retrocedido a pesar de las apariencias. Debemos de pensar que el mundo gira siempre en el mismo sentido y nosotros debemos dejarnos llevar con él, tal vez ya sea tarde, porque los acontecimientos habidos estos últimos años son de tal gravedad que posiblemente nos impidan la recuperación.

    Cada vez más de un tiempo a esta parte la sociedad está con menos derechos y menos libertades, nos las están quitando poco a poco como si no nos diéramos cuenta. Los abusos de poder, los contratos basura, los robos de los listillos, las restricciones y prohibiciones a la sociedad, nos están abriendo los ojos y advirtiéndonos día a día de lo que nos está sucediendo, aparte de los comentarios en los medios audiovisuales y periodísticos que así nos lo advierten y nos condenan con las Leyes que pusieron, que están así hechas para que los ciudadanos tengamos que cumplirlas, aun siendo una gran parte de ellas regresivas y abusivas, amontonándolas de tal forma que si nos libramos de una tenemos que defendernos de diez más, dependiendo quien sea la persona afectada.

    No podemos ni debemos olvidar lo vivido, ni tampoco debemos renunciar a lo que hemos conseguido, aunque el futuro siempre es incierto, queremos saber a dónde vamos o a donde nos llevan. La necesidad es una circunstancia que conlleva una obligación, cuantas más necesidades se cubran menos cosas se necesitan y con un poco de paciencia todo llegará, porque todo tiene su momento y cada momento su tiempo.

    Capítulo II

    La catadura de los injustos

    Sí, la locura es la sinrazón. Hemos oído y visto hacer tantas sandeces políticas de mal gusto de engaños de presunción de pobre inteligencia, con justificaciones de baja catadura que a ningún ciudadano le gustaría ver ni oír jamás. Vivan los que pueden contar lo que otros hicieron bien; pero vienen tan escasos a mi memoria, que además por ser buenos, son simples y no llaman mi atención o porque veo tantas cosas de las otras que no sé por dónde empezar.

    Mi honesto crédito me dice lo que otros quisieran que callara si pudieran, pero todo aquello que sea digno de escucharse, de verse, y de preguntarse; debe de satisfacerse y pregonarse sin quedarse corto, porque así debe ser la verdad y esta no debe de parecer mal a nadie, nada más que al que la verdad ofende por no tenerla.

    No me voy a meter en las políticas de liberalismos ni neoliberalismos que son los análisis de los políticos, trataré de centrarme en la preocupación y el sentir de una gran parte de la ciudadanía sobre las políticas de estos últimos años de Democracia, dejando a un lado las contradicciones y las motivaciones de si son mejores unos que otros, simplemente trataré de ser objetivo y crítico con lo que está pasando, para atajar lo más pronto posible las circunstancias que nos están llevando a una situación escandalosamente mala para la mayoría de nosotros, mayormente la clase obrera más desfavorecida, provocada por la desidia y el libertinaje político de comportamiento déspota y de corrupción al que nos están sometiendo, abusando egoístamente del poder que les hemos otorgado, con acciones que son aprovechadas más en sus beneficios propios que en los de sus ciudadanos.

    Desde la instauración de la Democracia; concretamente desde la llegada al poder de Don Felipe González hasta hoy día, los políticos junto con algunos otros se hicieron

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