> Esta es su primera incursión en la ficción después de algunos libros de investigación periodística (que constituye su profesión). ¿Ha sido difícil dar el salto?
Ha sido complicado porque la escritura de ficción no tiene parapetos. Cuando escribe basándose en la realidad, el autor muchas veces aterriza en los datos y no es dueño de llevar la historia sobre un punto u otro. En el caso de la ficción dicho soporte argumental no existe, por lo tanto la construcción de ese universo es mucho más maleable, pero como autor no te puedes escudar en nada más si la estructura o la historia no funciona. Para bien o para mal, escribir una novela es una experiencia creativa sin parapetos.
> El libro contiene muchísimos elementos, desde el crimen puro y duro hasta el funcionamiento de las fuerzas de seguridad, la psicología, la música, la criptografía, el control ciudadano, los poderes ocultos que manejan el país… ¿fue difícil engarzarlos todos y que no quedara nada fuera de la lógica?