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Desde Barcelona, con lápiz y papel. Pensamiento y reflexiones sobre algo del ayer y mucho del hoy.
Desde Barcelona, con lápiz y papel. Pensamiento y reflexiones sobre algo del ayer y mucho del hoy.
Desde Barcelona, con lápiz y papel. Pensamiento y reflexiones sobre algo del ayer y mucho del hoy.
Libro electrónico254 páginas3 horas

Desde Barcelona, con lápiz y papel. Pensamiento y reflexiones sobre algo del ayer y mucho del hoy.

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Información de este libro electrónico

Desde Barcelona, con lápiz y papel... compendia una serie de acontecimientos acaecidos a lo largo de estos últimos cinco años. De manera crítica, acerada y reflexiva el autor nos ofrece una visión de lo ocurrido. También, la observación comparativa y pormenorizada del hecho, incluido el lado metafísico en el transcurrir sutil del acontecimiento.
Nos encontramos ante un libro de los que hoy se consideran políticamente incorrectos. Temas y asuntos como la inmigración, la ideología de género, el poder en la sombra, la manipulación mediática, la ausencia de valores, el acomodamiento de la sociedad y otros más, son presentados por el autor con toda su aspereza. Eso sí, siempre desde la reflexión y el raciocinio. En buena parte del contenido ronda una proyección didáctica, tal vez influenciada por la faceta pedagógica del autor.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento24 may 2021
ISBN9781005623609
Desde Barcelona, con lápiz y papel. Pensamiento y reflexiones sobre algo del ayer y mucho del hoy.
Autor

T. Macarron García

Gran amante de la lectura y de la música. Hasta hace poco ha combinado su trabajo empresarial con otras actividades como la enseñanza, la escritura y la música.Actualmente, una vez retirado del mundo empresarial, este diplomado en CC. Empresariales y Master en Marketing, continúa volcado en sus dos aficiones preferidas: escribir y componer.Pero mejor, que sea él quien se autodefina.«Creo en la persona, en el ser individual, no tanto en la sociedad, y detesto las multitudes. Me entusiasma el cine, pero me aburren la mayoría de películas que se hacen hoy. Me fascina la música, la de siempre, y me atrevo a componer, tal vez más por osadía que por maestría.No vales por lo que fuiste sino por lo que eres. No es suficiente lo que estudiaste sino tu actual saber. No importa tu pasado sino tu presente. No vivas de lo ocurrido, pero revívelo siempre.Y permítaseme, para finalizar, una frase que cada inicio de curso repetía a mis alumnos: el día que os olvidéis de aprender, ese día, empezáis a ser marionetas de este mundo».

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    Desde Barcelona, con lápiz y papel. Pensamiento y reflexiones sobre algo del ayer y mucho del hoy. - T. Macarron García

    Prólogo

    Cuando el autor me propuso que prologara este libro, no lo dudé. Estaba seguro de su buen hacer en esto de la escritura. Hace años, allá por 2002, coincidí con él en una institución pedagógica de cierto prestigio, sobre empresa y negocios, en Barcelona. Ambos colaborábamos como profesores, impartiendo clases dentro del área de marketing.

    Pero no creo que deba ahondar más en el pasado. Me centraré, por tanto, en la labor que me ha sido encomendada. Opinar y juzgar este libro.

    Se nota en todo su contenido un aire pedagógico a la hora de exponer los temas. Sin duda, no pasa desapercibida la labor docente del autor. En cada artículo se aprecia el interés que pone en que sea el lector quien saque sus propias conclusiones.

    Puede dar la sensación de que quien escribe trata de fijar en exceso su punto de vista, pero está claro que no lo hace porque sí. A lo largo del libro el autor expone su criterio de forma razonada y, en muchos casos, documentada.

    Reconozco que hay temas sobre los que hoy día resulta complicado hablar. Incluso pensar de manera diferente puede encasillarte como sujeto conflictivo, y ser políticamente incorrecto puede convertirte en persona non grata. No obstante, es un riesgo que debe afrontar cualquier autor. Porque al final, ello redunda en beneficio de quien lee.

    Personalmente, soy de los que piensa que en la vida hay asuntos en los que no te puedes poner de perfil. Tienes que tomar partido. Eso sí, no puedes limitarte a decir lo que piensas, debes explicar por qué has llegado a esa conclusión. Algo, por cierto, que el autor trabaja de forma más que notable.

    Resumiendo, nos encontramos ante un libro reflexivo. No únicamente por lo que respecta a quien lo escribe. También, y eso es lo más importante, por lo que le toca a la parte lectora.

    Espero que el lector lo disfrute.

    Juan J. Martín Pons

    Asesor y consultor empresarial

    Ingeniería y análisis mercadotécnico

    Presentación

    Estimado lector:

    Este libro recoge una parte de los artículos más visitados, escritos por mí a lo largo de estos últimos cinco años. El más antiguo data de octubre de 2015. La serie incluye 36 textos, que abarcan temática diversa.

    Que un libro recopile una serie de trabajos que un autor ha escrito no es nada nuevo. En mi caso, las razones que me han llevado a hacerlo son básicamente dos. Por un lado, acercar al lector de manera fácil y cómoda aquello que ha tenido más aceptación por parte de los leyentes. Por otra, llegar a un público que prefiere la lectura sosegada de un libro, frente al vistazo rápido de un texto en la pantalla de un ordenador o de un teléfono móvil.

    Cuando me planteé llevar a cabo esta labor de recopilación pensé en la aceptación popular como guía que me permitiera llevar a cabo la elección. Sin embargo, me topaba con un problema: la selección no podía ser exclusivamente esa; no me parecía honesto introducir escritos que por su temática quedaban desactualizados. Se trataba, por tanto, de tamizar y discriminar, e incluir sólo aquellos a los que no les afectara el paso del tiempo. Y junto a ello, revisar, actualizar y anexar algún que otro dato.

    El lector percibirá que no se mantiene ningún tipo de orden, tanto cronológico como temático. Lo he preferido así, porque entiendo que ello hace más amena la lectura. Tampoco tenía sentido ordenar lo que de por sí no lo necesita; porque este libro carece de trama. Por otro lado, el lector que lo desee dispone –al final del libro– de un índice cronológico, junto a una pequeña reseña sobre el contenido que trata cada uno de los títulos.

    A comienzo de cada artículo, tratado a modo de capítulo, hago mención a la fecha de publicación y un brevísimo comentario sobre el mismo. Y, por supuesto, el lector dispone de plena libertad para comenzar el libro por el capítulo que quiera.

    Así, con este espíritu he concebido este libro. Espero que lo disfrute, y saque provecho de él. De antemano, gracias.

    El autor.

    Estudio comparativo de exceso de mortalidad año 2020

    He querido comenzar este libro con mi último artículo publicado. Es de fecha 10 de abril de 2021. Lo hago tanto por la actualidad del tema que trata, como por lo provocativo que resulta hoy día discrepar del mensaje oficial. Lo que sigue está basado en datos extraídos de un organismo público.

    Día tras día los medios de comunicación masiva nos vienen martilleando sobre el número de infectados por CoVid-19. Que si esta semana han bajado los contagios. Que si esta otra la cifra de contagiados ha aumentado peligrosamente. Y a todo ello se suma un nuevo dígito con el que nos indican el comienzo de una nueva ola. Así, desde hace más de un año, los cerebros de las personas se han ido moldeando con miedo. Un miedo que, visto lo visto, ha mermado la capacidad de intelecto en la inmensa mayoría de la ciudadanía. Una ciudadanía, por otro lado, que no duda de la veracidad del mensaje que recibe. Tanto, que no se hace pregunta alguna. Ni siquiera se preocupa lo más mínimo en contrastar la información que le trasmite la oficialidad. Tampoco se molesta en buscar otras fuentes ajenas al poder político establecido, porque a estas alturas ya le han succionado el seso. Simple y llanamente el pánico ha obnubilado su razón, y cual animal enjaulado se conforma con seguir vivo, sin percibir los enormes barrotes que merman su libertad.

    Desde el inicio de toda esta farsa, sigo a la espera de un auténtico debate entre científicos. Un lícito debate entre aquellos a los que llaman conspiranoicos y esos otros a los que yo denomino colaboracionistas. De un lado, y del otro. Así debería ser; siempre lo ha sido. Porque gracias a ello nuestro mundo ha evolucionado. Una evolución basada en el disenso, que ha permitido a nuestra civilización llegar, científica y tecnológicamente, hasta aquí. Sin embargo, desde hace años, ese debate docto e intelectual se ha esfumado y se ha tornado político. O, lo que es peor, ha sido absorbido por millonarios sin escrúpulos. Algo que conoce cualquier persona bien informada.

    Aclaro lo de farsa, que refiero como fingimiento por el que se da a entender algo que no es cierto. Desde el primer momento la clase política nos ha cercenado la posibilidad de debatir abiertamente, tratando al disidente como si de un conspirador se tratara. Y cuando la política toma las riendas en asuntos que no le competen, la verdad se manipula a su conveniencia. El poder, político o fáctico, se apodera del todo y se cuestiona la verdad absoluta como algo relativo. Después se trocea y se tergiversa hasta el punto de convertirla en una verdad relativa que acabará en media verdad absoluta, o lo que es igual en la mayor de las mentiras.

    Dicho lo anterior, en este artículo voy a hablar de cifras. De cifras oficiales que están al alcance de todos, y que cualquiera puede confirmar. Todos los números están extraídos de la web oficial de Eurostat. Se trata, pues, de un informe elaborado con datos que provienen de un organismo público, fuente de estadísticas europeas. Para este trabajo me basaré en aquellos que, a mi juicio, resultan menos manipulables. Dejaré de lado todo lo referido a infectados y a olas, y me centraré exclusivamente en el número de defunciones, por entender que este dato es mucho más fiable. En el total de muertes, con independencia de la causa o la circunstancia que las produjo. Así, realizaré un estudio del exceso de mortalidad del año 2020, respecto a los cinco años anteriores, y comparativo entre quince países de la Unión Europea. Los resultados obtenidos nos facilitarán una panorámica de los efectos del llamado virus CoVid-19.

    Conviene aclarar, para quien no lo sepa, en que consiste lo que se conoce como exceso de mortalidad. Se trata de un método empírico con el que se mide un aumento temporal del número de muertes en una determinada población. Se utiliza en casos derivados de fenómenos ambientales, territoriales o no, como epidemias, olas de frío, de calor, guerras, hambrunas, etc. Se basa en tomar la cifra de muertes de un determinado ejercicio en el que se produce el suceso y compararla con la media de muertes de los cinco años precedentes. De tal forma que el diferencial nos indicará en qué medida ha influido un hecho concreto en la población de un lugar.

    Como quiera que el estudio va más allá de un solo país, es preciso conocer la población de cada uno de los países para ponderar los datos conforme al número de habitantes. A su vez, subdividiré el informe por semestres. Lo hago para medir la incidencia y conocer el avance que ha tenido el virus, una vez superada la crisis inicial. Ya adelanto que me sorprendió el resultado.

    Este primer gráfico (Imagen 1) muestra los datos obtenidos del mencionado sitio web. Incluye las cifras de muertes y el número de habitantes –años 2015 a 2020– de cada uno de los quince países que conforman el estudio. En un primer vistazo se aprecia que el año 2020 es en el que se produce un mayor número de muertes, con la única excepción de Noruega en el año 2015.

    La imagen 2 recoge el exceso de mortalidad en cifras absolutas y por países. Ahora bien, dado que el número de habitantes suele variar de un año a otro, he creído conveniente introducir ese dato como corrector. Así, la columna 1 muestra en números absolutos el exceso de mortalidad con relación a la media de los cinco años anteriores. La columna 2, el exceso de mortalidad teniendo en cuenta el incremento o decremento poblacional. Por su parte, la imagen 3 refleja de manera gráfica lo anterior.

    La imagen 4 detalla la incidencia porcentual, (base 100), del exceso de mortalidad sobre el total de la población. La imagen 5 lo hace de manera gráfica. Puede observarse que el país con mayor exceso de mortalidad es Polonia. El resto de los demás países no llega ni con lejos al 2 por mil.

    En la imagen 6 se puede ver la cifra de muertes por 100.000 habitantes promedio de los últimos cinco años y la del año 2020. Al lado, junto a ellas, el diferencial de muertes, que por lo que se ve está muy por debajo de lo que algunos pregonan. Por su parte, la imagen numero 7 recoge de manera gráfica la comparativa por países, también en relación al número de muertes por cada 100.000 habitantes.

    Estas dos últimas imágenes, 8 y 9, nos ofrecen una visión del total de muertes –con independencia de la causa– relativa al primer y segundo semestre del año 2020. Se puede apreciar, por un lado, el significativo incremento de muertes en el segundo semestre en países tales que Polonia, Hungría, Suiza y Austria. Por otro lado, en otros como España y Suecia la cifra se redujo considerablemente.

    Hasta aquí los datos, expresados en números y gráficos. Espero que este estudio arroje un mínimo de luz sobre lo que realmente ha sucedido –y sigue sucediendo–, y abra los ojos a quienes siguen conviviendo con el miedo de un apocalipsis de artificio. Por mi parte, evito añadir conclusiones propias para que sea el lector quien las saque a partir de los datos que aporto.

    No es mi intención negar la existencia del virus. Lo que trato de demostrar es que el bicho no es tan fiero como nos lo han pintado. Es más, en el caso de España, muchas de las muertes se debieron a la ineficiencia e incapacidad de nuestros dirigentes. Buena prueba de ello es el alto número de muertos en las residencias de mayores a lo largo de los meses de marzo, abril y parte de mayo. No creo que sea descabellado pensar en una cifra superior a 30.000. Unas muertes que deberían escandalizarnos, tanto por la forma como por el fondo, pero que al parecer ya han pasado al olvido. Con todo, deseo que algún día se haga justicia y paguen los responsables de todo ese gerontocidio.

    Acabo con la frase de una gran científica, Marie Curie, expresada hace más de un siglo, tras aquella pandemia mal conocida como gripe española, y que se llevó por delante a 50 millones de personas: "Nada en la vida es para ser temido, es sólo para ser comprendido. Ahora es el momento de entender más, de modo que podamos temer menos".

    Las manifestaciones que no controlan los manifestantes

    Publicado el 6 de marzo de 2018, lo escribí a modo de reflexión. Ese día se celebraba una manifestación reivindicativa del día de la mujer. Como ocurre con casi todas las manifestaciones, cuando indagas quien está detrás de la convocatoria te percatas de la manipulación habida.

    Hace mucho tiempo que dejé de acudir a manifestaciones, excepción hecha de aquellas, muy pocas, de contenido estrictamente patriótico. La inmensa mayoría de ellas son de índole político que aprovechan unos partidos para lanzarse sobre otros. No suponen la reivindicación de nada. En su trasfondo se encuentra acabar con el adversario que está en el poder y ocupar su lugar. Después, llegado a él, todo aquello que se voceaba se olvida, queda como papel mojado que se diluye en el turbión de las falsas promisiones.

    Hay infinidad de muestras que aseveran lo que digo. Sólo es cuestión de memoria, o de echar un vistazo a las hemerotecas, para confirmar cuanta demagogia se ha derramado en las manifestaciones de la pasada década. Las últimas a favor del aumento de las pensiones son una prueba de ello. Unos sindicatos, hartos de marisco, deciden que hay que sacar a la calle a los mayores para protestar por el insultante aumento –en eso llevan razón– con que el gobierno de turno ha decidido subir las pensiones un año más.

    Ocurre que muestran el problema de manera parcial, y ocultan la verdadera solución al mismo. En el fondo, se trata de pura manipulación de masas en contra de un gobierno que, aunque muy mal, no ha hecho cosa distinta de lo que hubiera llevado a cabo otro. Sin embargo, mira por donde, alguien se preocupa de las pensiones y saca a los mayores a la calle con eslóganes como estos: "Por la subida de las pensiones o Por unas pensiones dignas". Simple populismo aderezado de hipocresía.

    Saben, tanto los políticos como los sindicatos de turno, que las pensiones sólo pueden subir si se reduce el gasto político. Y eso no aparecía en ninguna pancarta, porque si se redujera ese gasto peligraría su puesto de trabajo, su chollo. Así, aun

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