Del Derecho a la literatura
Si bien el Derecho es algo que dejé atrás, formó parte importante de mi vida. Las letras me apasionaban más que la abogacía. Desde chico siempre me gustó leer; después me animé a escribir algunas cosas. Mi padre fue universitario y siempre fomentó que sus hijos estudiáramos una carrera universitaria. Él era médico, profesor de la Universidad de Buenos Aires, pero yo no tenía mucho estómago para la medicina; no era lo mío. Tampoco lo eran los números. Así que empecé a escribir. Lo más lógico es que eligiera una profesión que me obligara a leer y que tuviera que ver un poco con lo que yo hacía. Así elegí Derecho.
Estudié la licenciatura con una visión bastante idealista de la justicia y el Derecho, y como siempre fui una persona inquieta, lo que implicaba papeleo no me divertía, por lo que elegí el Derecho penal. Entré