Política A La Italiana

Por Luca Tlleri

La astucia y las competencias comunicativas seguramente ayudan a encontrar el camino más corto para llegar al corazón del elector. La verdad es que este tesoro a menudo no se comprende, intercambiando la política por la comunicación política. Así, nos encontramos personajes faltos de contenidos serios, incluso a menudo desinteresados en los contenidos serios, pero muy hábiles en la persuasión de masas. No importa lo que sea verdad, o lo que no sea verdad, lo que cuenta es lo que el personaje consiga emocionar al público. La buena noticia es que el pueblo italiano es creativo y después de Berlusconi, Grillo y Renzi, ya inventará algo nuevo sin lugar a dudas.

• Idioma: Español
• Editorial: BadPress
• Fecha de lanzamiento: 4 dic 2019
• ISBN: 9781071506684

Vista previa del libro

PREMISA

Esta que sigue es una recopilación de apuntes y artículos publicados a lo largo del año 2013.

Nace de la exigencia y de la curiosidad de profundizar y comprender los motivos del éxito que la antipolítica y el populismo encuentran en estos tiempos. Releyendo los apuntes tomados durante las últimas campañas electorales me he dado cuenta que las respuestas son a menudo tenues y modestas. Sin embargo, tienen la virtud de intentar ser profundas. La clave es la siguiente: estoy convencido de que la astucia y las competencias comunicativas seguramente ayudan a encontrar el camino más corto para llegar al corazón del elector. La verdad, guste o no guste que te la digan, es que este tesoro a menudo se confunde, intercambiando la política por la comunicación política. De esta manera, encontramos personajes carentes de contenidos serios, incluso a menudo desinteresados en los contenidos serios, pero habilísimos en la persuasión de las masas. Políticos que han aprendido a moverse y a hablar como actores. El uso recurrente de palabras clave e incluso contradictorias entre ellas pero que sirven para llevarse a casa algunos consensos, palabras que se repiten incluso ante la prensa (conservadores, futuro, limpieza, hijos), evidencia discursos preparados para las cámaras y para el streaming de Facebook, así como para el interés de la comunidad. Comunicar para convencer y no para informar. Ante estas habilidades utilizadas con tanta malicia, el terreno de la verdad del espectador/elector se anula. Ya no importa lo que sea verdad o lo que no lo sea, cuenta lo que el showman consiga emocionar al público. Esta política es un florilegio de superficialidad, como cuando tu compañero en una partida de brisca se lo juega todo en la primera mano. La completa narración de los sucesos políticos se limita al medio y, por lo tanto, al mensaje, pasando por alto cualquier forma de contenido. Pero hay una buena noticia, ¡no desesperéis! La buena noticia es que el pueblo italiano es creativo y que después de Berlusconi, Grillo y Renzi, algo nuevo intentará con toda seguridad.

Luca Tlleri

ELEMENTARE WATSON

Transformar Razzi[1] en Obama.

Ok, después me he despertado.

¿Cómo te construyo la verdad?

Guía para resultar simpático a tu peor enemigo.

Ocurre a menudo escuchar a un político repetir el mismo asunto muchas veces. Repiten los mismos mensajes incluso cuando no tienen nada que ver con la cuestión para la que han sido invitados a hablar. Incluso algunos periodistas repiten la misma opinión día tras día. ¿Puede toda esta repetición ser verdaderamente convincente?

Una vez, hace muchos años cuando todavía creía que saberme todo sobre Kant me iba a ayudar a llegar a las braguitas de las jóvenes estudiantes de empresariales, me habría parecido demasiado simplista imaginar que la simple repetición de un mensaje persuasivo pudiera aumentar su efecto. Sin embargo, esto es exactamente lo que las investigaciones psicológicas confirman. La repetición es uno de los métodos más simples y más extendidos de persuasión. Efectivamente, es tan obvio...

Las personas valoran las afirmaciones que se han repetido más de una vez como más válidas o verdaderas respecto a las afirmaciones oídas por primera vez. Y, como por arte de magia, las mismas personas valoran las declaraciones como más verdaderas cuando el que las ha emitido ha sido repetidamente desmentido (Begg, 1992). Toda referencia a empresarios televisivos de éxito y de Milán que intentan tirarse a vuestras sobrinas es puramente casual.

El hecho es que cuando pensamos que una argumentación es verdadera, tendemos también a persuadirnos más de ella.

Fácil de comprender = Verdadero

Esto es lo que alguno llama la ilusión del efecto verdad y sucede porque a todos nos gusta la familiaridad, o sea, lo que