Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Cómo se construye un policía: La Federal desde adentro
Cómo se construye un policía: La Federal desde adentro
Cómo se construye un policía: La Federal desde adentro
Libro electrónico282 páginas4 horas

Cómo se construye un policía: La Federal desde adentro

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

¿Policía se nace? Más allá del trabajo que realizan, ¿qué diferencia a un policía de quien no lo es? Lejos de una mirada maniquea que opone "ciudadanos buenos" a "policías malos que le pegan a la gente", Mariana Galvani examina cómo los policías construyen su saber hacer y ejercen su profesión inmersos en una sociedad contradictoria: les exige protección respecto de un "otro" amenazante y luego los acusa de una violencia que no admite como propia.

Fruto de una investigación audaz que combina el análisis de los medios de comunicación de la Policía Federal y entrevistas en que los protagonistas revelan sus propias expectativas y representaciones, este libro muestra cómo en los discursos y en las prácticas cotidianas la vocación, la entrega, el sacrificio y la muerte como horizonte siempre presente configuran una identidad y una subjetividad específicas. También indaga en la relación, central y siempre conflictiva, que los policías establecen con las normas que deben hacer cumplir y que a veces se permiten eludir. Así, el "loco", como figura paradigmática que llega a suspender la ley para defenderla, puede convertirse en un héroe o resultar expulsado como un indeseable que mancha a la policía.

Atenta a la perspectiva de los propios protagonistas y a la voz de la institución, así como a los prejuicios que deben enfrentar, la autora le restituye a la sociedad la responsabilidad de una fuerza de seguridad construida a la medida del orden que se desea proteger y también de quienes se desea excluir. De este modo, Cómo se construye un policía sacude el lugar común que separa a "la Fuerza" del resto de la ciudadanía y reclama, con lucidez pero además con la contundencia de la palabra documental, una reflexión madura para decidir qué fuerzas de seguridad necesitamos.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento20 nov 2019
ISBN9789876296953
Cómo se construye un policía: La Federal desde adentro

Relacionado con Cómo se construye un policía

Libros electrónicos relacionados

Antropología para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Cómo se construye un policía

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Cómo se construye un policía - Mariana Galvani

    Índice

    Tapa

    Índice

    Colección

    Portada

    Copyright

    Prólogo

    Introducción

    Agradecimientos

    1. ¿Querés ser policía?

    ¿Por qué policías? ¿Por qué federales?

    Policía, ¿se nace?

    ¿Por qué te hiciste policía?

    Vocación e institución

    La vocación, ¿se aprende?

    2. Respeto y muerte

    Una sociedad que no valora el trabajo policial

    La imagen lo es todo

    Falta de respeto

    Un problema histórico

    Orden, ley (dios, patria), familia, respeto

    El buen uso de la muerte

    Morir por la sociedad, abrazados a dios y a la familia policial

    3. ¿De quién defender a la sociedad?

    Vagos

    El delincuente

    Los lunfardos

    Los anarquistas

    El terrorista

    Jóvenes delincuentes

    Defender a la sociedad

    Epílogo. Respuestas que serán más preguntas

    Bibliografía

    colección

    sociología y política

    Mariana Galvani

    CÓMO SE CONSTRUYE UN POLICÍA

    La Federal desde adentro

    Galvani, Mariana

    Cómo se construye un policía: La Federal desde adentro.- 1ª ed.- Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2016.- (Sociología y política)

    E-Book.

    ISBN 978-987-629-695-3

    1. Sociología. 2. Policía. I. Título.

    CDD 363.2

    © 2016, Siglo Veintiuno Editores Argentina S.A.

    Diseño de portada: Peter Tjebbes

    Imagen de portada: Fotografía de María Eugenia Cerutti (maniquí expuesto en el Museo Policial de Buenos Aires)

    Digitalización: Departamento de Producción Editorial de Siglo XXI Editores Argentina

    Primera edición en formato digital: septiembre de 2016

    Hecho el depósito que marca la ley 11.723

    ISBN edición digital (ePub): 978-987-629-695-3

    Prólogo

    Sabina Frederic

    De un tiempo a esta parte los estudios sobre las policías han ido ocupando un lugar destacado en el campo de las ciencias sociales, tanto en nuestro país como en América Latina. Este nuevo libro de Mariana Galvani revela sus contornos, formulando las preguntas y nombrando a los académicos y a las instituciones que dieron vida al debate sobre esta temática. De este modo, se ubica entre las piezas necesarias, en esta última década de intensa discusión intelectual y política, para el análisis de la policía.

    Al describir la construcción de la policía con los mismos recursos que fundan el Estado argentino, el libro se constituye en un destacado aporte para su conocimiento y, además, nos muestra su dominio de una manera poco frecuente. Su gravitación sobre personas, objetos, instituciones, prácticas y discursos adquiere una dimensión que podríamos denominar estatalidad. No se trata, entonces, de un aparato objetivado y homogéneo. El análisis no se pierde en formas abstractas, ni en descripciones desligadas de la incidencia de dicha estatalidad, ni tampoco en idealizaciones sobre su negatividad o positividad, en cómo la policía actuaría o debería actuar. Pocas son las investigaciones que han sorteado esta trampa, y la de Galvani se ubica entre ellas. Así, uno de los méritos de esta obra es encontrar al Estado en los discursos de los policías y en sus formas menos racionalistas y normativas.

    Justamente, el libro muestra cómo quienes se presentan a sí mismos como miembros de la Policía Federal Argentina tienen discursos que dialogan con los preceptos institucionales, y no siempre los ratifican. El discurso del ser policial integra la norma y su aparente desvío, asume tanto el lugar de los policías como trabajadores como la marca sacrificial de poner en riesgo la vida en nombre del servicio, la salida laboral tanto como la vocación, o la negociación en torno de la definición social del otro.

    Así, las páginas de Cómo se construye un policía recorren los modos mediante los cuales los integrantes de la Federal se definen a sí mismos en tres arenas: sus medios de comunicación (revistas, diarios y libros), la entrevista con la investigadora y la normativa legal. Por consiguiente, la autora no pretende hablar de las policías como si estas fueran un todo homogéneo sin distinciones o con diferencias insignificantes. El valor de este estudio radica en identificar los principios estructurantes de la fuerza policial con mayor prestigio de la Argentina. Consideramos que el potencial comparativo de un estudio cualitativo aumenta cuanto más definidos sean los límites de la unidad de análisis y más precisa su relevancia sociológica. Ya sabemos que tomar la parte o las partes por el todo es tan falaz como su opuesto, asumir una totalidad sin someterla a criterios de validez empíricos y teóricos.

    Alejado de toda visión esencialista o maniquea, el libro no apuesta a describir ningún rasgo ni conjunto de factores propios de la policía, menos aún a pensarla como la encarnación del mal o su contrario. Y si bien esto podría considerarse un punto de partida de cualquier estudio, el libro de Galvani recuerda cuán responsables deberíamos ser sobre este punto quienes abordamos, desde el análisis científico, a actores e instituciones que han sido y son objeto de asonadas reformistas, como es el caso de las policías y fuerzas de seguridad.

    Igual de cautelosos deberíamos ser ante la habitual tentación de demonizar a la institución policial por su relación con los otros, considerando que, como constata la autora, el Estado argentino se construyó gracias a su identificación y penalización, a manos de fuerzas como la Policía Federal Argentina. Históricamente, vagos, anarquistas, delincuentes y subversivos ocuparon la atención de la policía impulsada por la definición social y estatal de los márgenes de la población que debía ser protegida. Por lo tanto, cabe preguntarse qué tan viable puede ser una política destinada a cambiar las valoraciones de los policías cuando el clima social de época impone la estigmatización o criminalización de personas y grupos más o menos definidos.

    Como argumenta Galvani, los policías tienen más en común con otros grupos sociales de lo que estamos dispuestos a aceptar, especialmente cuando esa semejanza nos remite a los sectores de bajos ingresos y al mundo de los trabajadores. Es así como la perspectiva alcanzada logra conmover la visión original de la autora sobre la policía, poniendo en cuestión la de sus pares, su grupo de pertenencia. La audacia de esta obra reside en mostrar cómo el conocimiento científico sobre estos agentes no es posible sin sacudir y alterar las más profundas convicciones del espectro político militante del cual ella es parte.

    Introducción

    ¿Cómo se construye un policía? ¿Cómo se configuran su identidad, su subjetividad y los discursos sobre sí y sobre los otros? ¿Cuáles son las formas específicas del hacer policial que permiten que unos sujetos ejerzan violencia sobre otros que además provienen, en general, de su misma clase social? Este libro emprende el análisis de la Policía Federal Argentina (PFA) con el propósito de hacer inteligible el mundo policial para aquellos que no pertenecen a él. A fin de conocer el trabajo que realizan, es preciso, en primer lugar, desandar el conjunto de juicios y prejuicios que envuelven a las fuerzas de seguridad.

    Este libro parte de la premisa de que no hay nada que diferencie a los policías de otros sujetos que no lo son, más allá de su trabajo, y se propone analizar el modo en que una sociedad (históricamente situada) construye fuerzas de seguridad de acuerdo al orden que desea proteger. Esta perspectiva requiere abandonar la dicotomía que separa la sociedad de la policía, una división que los mismos integrantes de la fuerza muchas veces dan por sentada. En efecto, es inmersos en un contexto de preconceptos sociales que los policías construyen su saber hacer y crean las herramientas para ejercer una profesión con características propias y distintivas.

    Con una perspectiva crítica, este abordaje se aparta de algunas visiones esencialistas que atribuyen a los policías ciertas características inmanentes que los harían portadores de una cultura policial autónoma; en estas visiones, los rasgos supuestamente inherentes a menudo están cargados de sentidos peyorativos. Parafraseando a Marx en su referencia a capitalistas y terratenientes, podríamos decir que las figuras policíacas

    no aparecen pintadas, ni mucho menos, de color de rosa. Pero aquí sólo se trata de personas en la medida en que son la personificación de categorías económicas, portadores de determinadas relaciones e intereses de clase. Mi punto de vista, con arreglo al cual concibo como proceso de historia natural el desarrollo de la formación económico-social, menos que ningún otro podría responsabilizar al individuo por relaciones de las cuales él sigue siendo socialmente una criatura por más que subjetivamente pueda elevarse sobre las mismas (Marx, 2015: 8).

    En este marco, desde la convicción de que cualquier transformación institucional –y más aún la de una institución que se inserta en la trama social de manera tan compleja– demanda conocimiento, se trata entonces de construir un saber específico sobre la institución policial y las personas que la integran. Abandonar y hasta desafiar los postulados del sentido común maniqueo es condición de posibilidad de ese conocimiento.

    La Policía Federal Argentina es una fuerza que, justamente por su carácter federal, puede actuar sobre todas las jurisdicciones del territorio nacional. Con este alcance geográfico, constituye un espacio privilegiado de indagación científica.

    Los estudios sobre la policía

    Hacia 2010, en el momento de la escritura de la tesis que se encuentra en el origen de este libro,[1] todavía estaba en discusión si en la Argentina había un campo de estudios sobre las policías y las fuerzas de seguridad. Algunos años después, difícilmente alguien pueda poner en cuestión su existencia, habida cuenta de la profusa producción académica sobre el tema. Hacer un poco de historia sobre el surgimiento de estos trabajos nos permite situar el objeto policía y mostrar en qué tradición nos inscribimos.

    Si bien las fuerzas de seguridad han sido estudiadas en los Estados Unidos y Gran Bretaña desde los años sesenta, en América Latina y en nuestro país estos estudios comienzan a tomar visibilidad recién a partir de los noventa. En los comienzos del período democrático, en nuestro país –y en gran parte de América Latina– las fuerzas militares, y no las policiales, ocuparon el centro de la escena.

    La cuestión militar condensó los temores del proceso de transición democrática (Kaminsky y Galeano, 2008) y concitó por eso el mayor interés por parte de los intelectuales. En el mismo sentido, en la primera etapa de la posdictadura las ciencias sociales no concentraron su atención sobre las fuerzas de seguridad en gran medida porque no aparecían como un objeto interesante ni desde el punto de vista político ni desde el científico; como destaca Waldmann (1996), eran las Fuerzas Armadas las que habían marcado de manera crucial la vida de los países latinoamericanos, y sobre ellas resultaba primordial poner el foco. Frederic (2008) agrega que sólo después de despolitizar a los militares, intelectuales y políticos dirigieron su mirada a las fuerzas de seguridad y se abocaron a la tarea de pensar cómo desmilitarizar a los policías.

    Dentro de las ciencias sociales, congresos, jornadas, foros y otras instancias de producción, circulación y discusión de conocimientos son indicadores relevantes de la configuración y estabilización de un objeto de estudio. En el caso de las fuerzas de seguridad, estos parámetros permiten establecer dos momentos significativos: los inicios en los años noventa, cuando aparecen algunas intervenciones, relativamente marginales, dedicadas a estas fuerzas, en el marco de otras dedicadas al análisis de lo militar (al que tenderán con el tiempo a desplazar); y un momento de consolidación, a principios del siglo XXI, cuando se producen eventos científicos y congresos dedicados exclusivamente a su estudio.

    Ya a fines de los años noventa se realizan congresos y paneles, entre otros acontecimientos académicos, en ocasiones vinculados a organismos dedicados al estudio de las políticas públicas, que bajo el título de seguridad ciudadana incluyen explícitamente a las fuerzas de seguridad como una problemática. Nos interesa destacar dos: el primero, un congreso organizado por el Centro Interdisciplinario de Estudios sobre Desarrollo Latinoamericano (CIEDLA) de la Fundación Konrad Adenauer, en Panajachel, Guatemala (1995), con la participación de académicos de nuestro país. Las exposiciones de los congresistas fueron compiladas por Waldmann en el libro Justicia en la calle. Ensayos sobre la policía en América Latina (1996). El segundo encuentro se llevó a cabo en la Argentina y fueron las jornadas organizadas por la Universidad Nacional de General Sarmiento, que tuvieron como expresión final el libro compilado por Gayol y Kessler, Violencias, delitos y justicias en la Argentina (2002), en el cual se dedica un apartado a la policía.

    Es a comienzos de los años dos mil que podemos situar la consolidación de las policías y fuerzas de seguridad como objeto. Si bien es imposible fijar una fecha precisa para el nacimiento de un campo de estudios, se pueden señalar algunos hitos en los que este es reconocido por otros actores e instituciones del ámbito local. Dos reuniones científicas, entre otras, marcan el reconocimiento para este tipo de estudios.

    La primera fue una reunión del Programa de Evaluación de Actividades Científicas y Tecnológicas de la Universidad de Buenos Aires (2002) bajo el título Seguridad y ciudadanía. Su propósito fue reunir a seis grupos que representaban a distintas facultades para proponer una evaluación de pares.[2] Cada colectivo expuso los lineamientos generales de sus proyectos, y fue allí que el grupo de Antropología Jurídica destacó la importancia del estudio sobre las fuerzas de seguridad.

    La segunda reunión científica se vincula con un reconocimiento fuera del ámbito académico; en este caso, fue el gobierno nacional el que en 2007 convocó a los investigadores a participar en el Segundo Encuentro de los Foros del Bicentenario denominado, al igual que en el caso anterior, Seguridad y ciudadanía. Su organización estuvo a cargo de la Secretaría de Cultura de la Nación. Allí debatieron representantes de los distintos espacios que tienen específicamente a las fuerzas de seguridad como objeto de análisis y reflexión. Cabe destacar que, de los tres paneles que se presentaron, dos de ellos se dedicaron con exclusividad a la policía.[3] Las discusiones que se sucedieron en ese foro marcaron las diferentes perspectivas que investigadores y académicos, representantes de organizaciones de derechos humanos, políticos y miembros de las fuerzas de seguridad tenían –y aún mantienen– respecto a la seguridad ciudadana.

    A partir de ese momento se multiplicaron las mesas y jornadas dedicadas de manera exclusiva a analizar las fuerzas de seguridad y específicamente a la policía. Durante 2008, las jornadas La Policía en Perspectiva Histórica, organizadas por la Universidad Nacional de General San Martín y la Secretaría de Posgrado de la Universidad de San Andrés, se dedicaron no solamente a los estudios históricos sobre la institución –tanto en la Argentina como en el Brasil–, sino también a dar cuenta de algunas perspectivas comparativas sobre esta fuerza en la actualidad. En el mismo sentido, el congreso de Latin American Studies Association (LASA) de 2009 tuvo, dentro de sus grupos de trabajo, uno aplicado a la metodología para abordar estas temáticas: La Policía como Objeto de Investigación en Ciencias Sociales.

    La constitución de un campo de estudios sobre las policías y fuerzas de seguridad implicó distintos modos de abordaje, de los que definimos tres. Los agrupamos a partir de los interrogantes que plantearon en sus investigaciones, por lo que un mismo investigador podría reconocerse como parte de más de un espacio o bien haber pasado sucesivamente por todos. En efecto, no nos interesan las trayectorias individuales, sino mostrar las preguntas sobre la policía y las fuerzas de seguridad y, por ende, qué cosas visibilizaron.

    La primera forma de abordaje, que podríamos denominar normativa y militante, es precursora de estas investigaciones. Está conformada por intelectuales pertenecientes a los organismos de derechos humanos y al periodismo de investigación, con preguntas vinculadas al abuso policial y al cumplimiento de la norma. La segunda se relaciona con la gestión gubernamental y proviene de la investigación académica más dedicada a la gestión de las fuerzas de seguridad, lo que influye en la manera de pensarlas y en planteos asociados a su transformación y administración. La tercera está directamente vinculada a las ciencias sociales y se ha centrado en desentrañar el funcionamiento de las instituciones de seguridad y en sus agentes.

    No es casual que los primeros en analizar las fuerzas de seguridad fueran los organismos defensores de los derechos humanos, que contaban con una trayectoria de denuncia respecto de los gobiernos dictatoriales y, tras el proceso de transición a la democracia, pudieron enfocarse en quienes vulneraban estos derechos.

    Estas agrupaciones, como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) o la Corriente contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), y el periodismo de investigación fueron quienes pusieron de relieve las acusaciones sobre violencia, abusos y corrupción en el accionar de policías y fuerzas de seguridad. Periodistas y militantes hiceron estas denuncias e instalaron el sintagma gatillo fácil como sinónimo de abuso policial.

    En el caso de los organismos, sus actividades de denuncia y acciones legales se realizaron a partir de hechos de abusos de las fuerzas de seguridad que se transformaron en paradigmáticos.[4] Por ejemplo, el seguimiento del caso Bulacio por parte del CELS que lo llevó hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Walter Bulacio fue detenido y golpeado por la policía a la salida de un recital del grupo musical Patricio Rey y los Redonditos de Ricota y murió a los cinco días producto de los golpes recibidos. O el libro de periodismo de investigación ¡Al suelo señores…! de Ubertalli, que investiga y relata lo sucedido en la localidad de Budge, provincia de Buenos Aires, donde fueron fusilados por la policía bonaerense tres jóvenes –Agustín Olivera, Oscar Aredes y Roberto Argañaraz–, mientras tomaban una cerveza frente a un kiosco. Otros trabajos que se pueden considerar pioneros acerca de la legalidad y la legitimidad de las fuerzas de seguridad se hicieron desde el campo del derecho, como las obras de Zaffaroni (1984, 1993).

    Estas formas de la denuncia tienen al menos tres particularidades: la primera de ellas es que los casos anclan en la defensa de los derechos humanos; la segunda es que, para que un caso se convierta en paradigmático, no sólo debe implicar una acción ilegítima e ilegal de las fuerzas de seguridad del Estado contra la vida y la integridad de las personas, sino que también debe tener repercusión pública. Por último, se trata de casos que, en general, habían quedado impunes por parte del Poder Judicial.

    Sostenemos que lo que permite incluir dentro de una misma forma de abordaje tanto a las agrupaciones de derechos humanos como a los organismos de control del Estado y al periodismo de investigación es que todos ellos se preguntan sobre la legalidad o ilegalidad del acto cometido por alguna de las fuerzas de seguridad. Es esta perspectiva la que sostiene la acción de denuncia pública de estos actos; es decir que la atención está dirigida, principalmente, al plano normativo. Pero mientras algunos sólo denuncian el avasallamiento de derechos y la fuerza involucrada, otros van más allá y se preguntan por qué las fuerzas de seguridad no respetan los derechos de las personas y abusan de su poder, de qué modo lo hacen y cuáles son sus motivos. Este tipo de cuestiones los vincula con el grupo que a continuación describiremos.

    Como vimos, las fuerzas de seguridad empezaron a ser analizadas a partir de la denuncia de su mal funcionamiento. Entonces, varios intelectuales se interrogaron sobre las razones por las que esto ocurre. Y algunos de ellos también se preguntaron cómo se podría conseguir un buen desempeño.

    Es evidente que esta forma de cuestionar el objeto fuerzas de seguridad presupone un deber ser en su actividad. Asimismo, estas preguntas requieren, por un lado, un diagnóstico adecuado de la situación de las fuerzas de seguridad y, por el otro, la elaboración de políticas para subsanar aquellas fallas. Surge así una zona gris entre intelectuales y gobierno(s), de manera que, al ser abordada por el campo científico un área temática de sumo interés político, se producen migraciones entre la investigación y la gestión (y viceversa). Ejemplo de esto son las sucesivas reformas de las policías que encuentran su inspiración en elaboraciones

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1