GUARDIA NACIONAL Simulación, trampas y cinismo
Hace exactamente un año en Boston, en el congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos, durante una discusión académica sobre seguridad en México, un participante presumía su relación con los militares mexicanos anunciando a la Guardia Nacional como “la cuarta fuerza armada del país” (26 de mayo de 2019). La expresión del vocero oficioso del Ejército dejó entrever que nunca se le concibió como una expresión policial civil.
Así visto, el nuevo ente cuya vida legal nace con su ley orgánica (, 27 de mayo de 2019) reduce su valor a ser un apéndice funcional militar. A un año de su creación formal, la Guardia Nacional ha mostrado su valor simbiótico como ente orgánico que le permite ahora a las Fuerzas Armadas hacerse de la seguridad pública (con todo lo que ello implica en términos de aprovechamiento de recursos presupuestales, materiales y humanos) y, no menos importante y en principio, constituirse en el brazo armado de las decisiones discrecionales del
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