La cantidad de instituciones educativas privadas que enseñan Derecho, va a la alza. Hay más abogados que perros en la calle, afirma Tito. En este contexto, en el que la licenciatura en Derecho es altamente demandada en las instituciones de educación superior en México, y en el que los conflictos parecen irresolubles por una falta de cultura de paz y, por ende, se requiere a la abogacía para coadyuvar para ese efecto, llama la atención que un investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la unam publique un título que parece un llamado a no estudiar la profesión.
A propósito de esta reciente publicación, conversamos con Tito Garza, quien habló sobre la experiencia detrás de este libro, así como de las múltiples problemáticas que, con un lenguaje coloquial y valiéndose de muchas referencias de la cultura pop, permiten adentrarse a uno de tantos propósitos de la obra: la revisión de la función social de los abogados.
Háblanos un poco acerca de tu libro.
Antes que todo vale la pena decir que éste es el primer libro que publico que no es propiamente académico: se trata de un texto con vocación de divulgación pensado para un público al que el gremio jurídico no suele tener tanta consideración, que son los miles de estudiantes de Derecho. En este sentido, entonces tiene una visión muy desmitificada y