La Constituyente revolucionaria: Historia de la fundación del MIR chileno

Por Marco Álvarez Vergara

La Constituyente Revolucionaria es un trabajo que aporta información desconocida sobre diversos aspectos de las organizaciones revolucionarias y los procesos de unidad que anteceden a la fundación del MIR, caracterizando con objetividad las tensiones de su periodo originario. Otro aspecto muy relevante del libro es la presentación y análisis que hace de la concepción, lineamientos y realidad práctica de la política militar de este periodo inicial del MIR. Por una parte, entrega nueva información sobre los antecedentes de dicha política antes de la fundación del MIR. Por otra, realiza su interpretación con una profundidad, un respaldo documental y una objetividad en el análisis que ningún otro trabajo histórico sobre ese periodo del MIR ha logrado. Ello es posible por el hallazgo de documentos claves que estaban perdidos hasta ahora: las Tesis político-militares de los años 1965 (Congreso de fundación) y 1967 (III Congreso), escritas por el propio Miguel [Enríquez].

• Idioma: Español
• Editorial: LOM Ediciones
• Fecha de lanzamiento: 2 ene 2016
• ISBN: 9789560006172

Vista previa del libro

Marco Álvarez Vergara

La Constituyente Revolucionaria

Historia de la fundación del MIR chileno

LOM PALABRA DE LA LENGUA YÁMANA QUE SIGNIFICA SOL

© LOM Ediciones

Primera edición, 2015

ISBN: 978-956-00-0617-2

A cargo de esta colección: Julio Pinto

Todas las publicaciones del área de

Ciencias Sociales y Humanas de LOM ediciones

han sido sometidas a referato externo.

Motivo de portada: El Mir en la Unidad Popular,

fotografía de Armindo Cardoso, ca. 1970.

Diseño, Composición y Diagramación

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A mi hijo Luciano.

A los miristas que dieron su vida por el aún vigente sueño de un nuevo Chile.

Prólogo

A 50 años de la fundación del MIR.

Hace unos años, Carmen Castillo me pidió que fuera a la casa de sus padres, Fernando Castillo y Mónica Echeverría. Ellos estaban mudándose de su casa en la Quinta Michita, donde vivieron desde antes del Golpe Militar de 1973, a un amplio departamento en un pequeño y hermoso edificio que Fernando había construido en un terreno vecino. Durante este traslado apareció un «barretín», un escondrijo secreto, en el living de la antigua vivienda de sus padres, a quienes Carmen, ante la inminencia del golpe, les había pedido que guardaran el archivo personal de Miguel Enríquez. El barretín con los diarios de vida de un Miguel adolescente, sus cuadernos con apuntes políticos de joven dirigente estudiantil, borradores manuscritos de sus textos e intervenciones como secretario general, documentos internos y publicaciones del MIR desde su fundación en adelante (algunos de los cuales se creían perdidos), correspondencia con los compañeros cubanos, en fin; un tesoro de la memoria política revolucionaria, que sobrevivió silencioso durante los diecisiete años de dictadura, sorteando reiterados allanamientos y exhaustivas revisiones del hogar de los Castillo por los cuerpos represivos castrenses, para hundirse luego en el olvido durante más de dos décadas del período concertacionista.

Esa tarde en que Mónica y Carmen me hicieron entrega del barretín de Miguel, subí emocionado las cajas de cartón rebosantes de papeles a mi camioneta y me dirigí a casa para revisarlas durante toda la noche. Al amanecer tomé conciencia de que tenía en mis manos un invaluable patrimonio mirista que había que preservar y poner al servicio de la reconstrucción histórica de la vida de la organización y la de todos los revolucionarios, que con Miguel a la cabeza entregaron su vida en la lucha por su pueblo, para contribuir a la apropiación crítica de esa gesta por las nuevas generaciones, con sus logros y derrotas, sus errores y virtudes. Pero, ¿a quién encargar el resguardo, el ordenamiento y conservación técnica del archivo de Miguel? Pasaron varios años en que mantuve reserva sobre el tesoro que guardaba en mi casa sin encontrar una solución que me convenciera.

El lector se preguntará, ¿qué tiene que ver este cuento con el libro La Constituyente Revolucionaria, cuyo autor, Marco Álvarez, me ha pedido prologar? Paciencia. Sigo con mi relato.

A principios del año pasado se constituyó la Fundación Miguel Enríquez, con ocasión del 40° aniversario de su muerte, con el propósito de contribuir a preservar la memoria histórica mirista y ponerla al servicio reflexivo de los jóvenes revolucionarios del presente. Entre los muchos compañeros que concurrieron para ayudar al desarrollo de la Fundación se encontraba Marco. Yo lo había conocido cuando estudiaba Derecho en la Universidad ARCIS y animaba junto a otros jóvenes su colectivo político, una de muchas otras agrupaciones que hoy se caracterizan como «neomiristas» porque reconocen algunas de sus raíces en la matriz político-cultural del viejo mirismo. Me enteré entonces de que Marco, junto a un grupo de jóvenes estudiantes y egresados de Historia y otras carreras afines, estaban trabajando en la recuperación de documentos, publicaciones y testimonios de memoria histórica del MIR para la conformación de un archivo, apoyando a aquellos que realizaban sus tesis de grados y otros estudios sobre el mirismo. El entusiasmo, el rigor técnico, el compromiso intelectual y político de Marco y sus compañeros, me convencieron de que había llegado el momento de instituir formalmente, en el marco de la Fundación, el Archivo Miguel Enríquez, alentando a la comunidad mirista a aportar materiales históricos que muchos compañeros y compañeras atesoran, para poder clasificarlos, tratarlos técnicamente y digitalizarlos, para luego asegurar la conservación pública del material original a través de un convenio actualmente en gestión con la Universidad de Santiago de Chile (USACH). Finalmente, traspasé a la Fundación el contenido del ya legendario «barretín de Miguel» como piedra fundante del Archivo homónimo y con el cual el grupo de Archivo y Memoria de la institución, liderado por Marco Álvarez, avanza en un sacrificado y muy serio trabajo voluntario de ordenamiento y conservación.

Ese joven estudiante de derecho, sin estudiar formalmente la disciplina de la historia, se ha transformado en el tiempo, con su pasión y esfuerzo metódico, no sólo en el principal «archivero joven» del MIR (siguiendo en esto la senda del «maestro archivero mirista» Pedro Naranjo, creador del archivo de la CEME establecido en Suecia), sino además en un novel y relevante historiador sobre el movimiento revolucionario chileno. Además de muchos artículos, publicó el año pasado el libro La Ruta Rebelde¹, y ahora nos entrega La Constituyente Revolucionaria.

Estos antecedentes permiten constatar por qué el presente libro, referido a los inicios de la historia del MIR (1965 a 1967), destaca respecto a otras publicaciones sobre dicho periodo, por la rigurosidad de sus fuentes y la exactitud de los sucesos y controversias políticas que informan su relato historiográfico. En este sentido, esta obra que prologamos se distancia de otros trabajos que se autoproclaman como «desmitificadores de la historia del MIR», pero en realidad constituyen interpretaciones sesgadas, pues están basados en testimonios subjetivos aislados y no comprobados; además, entregan información inexacta, irreal, o ignoran del todo hechos, actores y planteamientos políticos que fueron relevantes. Por último, realizan afirmaciones y expresan juicios sin entregar las pruebas que los respalden, o desconocen documentación de la época que es capital para una caracterización más objetiva de los procesos y acontecimientos claves de esa etapa inicial del MIR. Por ejemplo, el supuesto protagonismo e influencia de las corrientes anarquistas y cristianas en la fundación y periodo inicial del MIR², mitos que Marco Álvarez desarma fundadamente en su presente obra.

La Constituyente Revolucionaria es un trabajo que aporta información desconocida sobre diversos aspectos de las organizaciones revolucionarias y los procesos de unidad que anteceden a la fundación del MIR, caracterizando con objetividad las tensiones de su periodo originario. Para ello se apoya en la recuperación –vía entrevistas– de testimonios coincidentes de muchos compañeros que fueron protagonistas importantes de esa fase, pero que han sido invisibilizados en la mayor parte de la historiografía mirista.

Otro aspecto muy relevante del libro de Marco Álvarez es la presentación y análisis que hace de la concepción, lineamientos y realidad práctica de la política militar de este periodo inicial del MIR. Por una parte, entrega nueva información sobre los antecedentes de dicha política antes de la fundación del MIR, basándose en las entrevistas antes mencionadas. Por otra, hace una presentación con una profundidad, respaldos documentados y objetividad en el análisis que ningún otro trabajo histórico sobre ese periodo del MIR ha logrado. Ello es posible porque en el «barretín de Miguel» fueron hallados documentos claves que estaban perdidos hasta ahora: las Tesis político-militares de los años 1965 (Congreso de fundación) y 1967 (III Congreso), escritas por el propio Miguel.

La Tesis Político Militar de 1965 privilegiaba una concepción foquista guerrillera rural, mientras que la de 1967 deja de lado el énfasis foquista, resaltando más la necesidad de una acumulación de fuerza política y de masas revolucionarias, pero siempre considerando el papel estratégico que correspondería al campo y el campesinado en el desarrollo de la lucha guerrillera, así como la concentración de fuerza militar y la consolidación de una dualidad de poder en zonas liberadas rurales. Es muy interesante la información que entrega sobre la fundamentación teórica con que Miguel Enríquez respaldó su concepción política militar, y sobre las tensiones internas y demás factores que entrabaron la implementación práctica de esos lineamientos estratégicos.

Es conveniente alertar que la concepción político-militar que presenta este libro, como el mismo autor lo precisa, es propia de esa fase originaria del MIR. En etapas posteriores, aunque el MIR siempre mantuvo la vigencia de su concepción «político-militar» de la política revolucionaria, fue adaptando sus lineamientos estratégicos militares a las cambiantes condiciones políticas particulares de cada nuevo periodo histórico y de sus propias condiciones orgánicas para implementarlas. Claro que no podemos exigir al autor que se explaye sobre este tema, porque ello sería materia para otro libro que esperamos nos quiera entregar en el futuro.

Marco Álvarez es una de las expresiones más destacadas de la camada emergente de jóvenes historiadores que trabajan la temática de los movimientos sociales y políticos revolucionarios, un número importante de los cuales ha escogido al MIR como foco de estudio. Este interés por la experiencia mirista alienta a la Fundación Miguel Enríquez, porque indica que su sacrificio y el de muchos queridos compañeros y compañeras no ha sido en vano. Nuestra preocupación es que su experiencia y ejemplo sean rescatados basándose en la recuperación de una memoria histórica fidedigna, sin sesgos dogmáticos ni mitos. Sólo así esa historia puede constituirse en un instrumento que ayude a los nuevos revolucionarios a una mejor comprensión de la realidad presente de nuestra sociedad, abriendo camino a logros revolucionarios futuros.

La Constituyente Revolucionaria es una importante contribución en esa dirección. En nombre de la Fundación Miguel Enríquez, entregamos a Marco nuestro reconocimiento por su excelente obra, tan atingente en este año en que se cumple el 50° aniversario de la fundación del MIR. Agradecemos a la LOM ediciones por publicarla.

Andrés Pascal Allende

Presidente de la Fundación Miguel Enríquez.

Ex Secretario General del MIR (1974-1985)

1 La Ruta Rebelde. Historia de la Izquierda Revolucionaria. Concepción: Escaparate, Diciembre de 2014.

2 Palieraki, Eugenia. ¡La revolución ya viene! El Mir chileno en los años sesenta. Santiago: LOM ediciones, 2014.

Presentación

Dicen que me arrastrarán por sobre rocas

cuando la revolución se venga abajo,

que machacarán mis manos y mi boca,

que me arrancarán los ojos wy el badajo.

Será que la necedad parió conmigo,

la necedad de lo que hoy resulta necio:

la necedad de asumir al enemigo,

la necedad de vivir sin tener precio.

Silvio Rodríguez

, «El Necio».

Medio siglo ha transitado desde la fundación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y 40 años de la caída en combate de su máximo líder, Miguel Enríquez Espinoza. La fuerza de los hechos históricos y su continuidad con nuestra historia reciente nos obligan a reflexionar críticamente sobre la trayectoria de la organización política revolucionaria más destacada de la historia de Chile.

En vistas de las fechas conmemorativas que se aproximan, es posible constatar de forma abrumadora cómo se ha ampliado el interés por el estudio de la experiencia del MIR, originándose una extensa literatura al respecto. En efecto, se podría señalar que ninguna organización política revolucionaria sudamericana ha recibido tanta atención por parte del análisis histórico; aportándonos los últimos años decenas de trabajos¹ de carácter monográfico, tesis de pre y postgrado²,

recopilaciones de documentos³, biografías⁴ y registros militantes autobiográficos⁵ –en la mayoría de las ocasiones escritos por ex miembros de la organización–, que han contribuido desde su escritura testimonial a la reconstrucción de la historia del MIR.

En este territorio fértil se sitúa el presente trabajo sobre la antesala, fundación y primeros años del MIR chileno. A partir de una reflexión crítica –y evitando hagiologías y mitologías tan recurrentes en la mirología-, el libro que tienen en sus manos es parte de una investigación más amplia sobre la historia del MIR; versando en esta oportunidad sobre el proceso que envuelve la formación mirista, y que hemos denominado: La Constituyente Revolucionaria».

Frente a la avalancha reflexiva sobre la expresión nacional de la «nueva izquierda latinoamericana», es pertinente preguntarnos por qué es necesario seguir escribiendo sobre el MIR. Lo respondemos con la certeza de que aún existen innumerables vacíos y nudos en la historia del MIR chileno, distorsionados o, en su defecto, abiertamente no abordados por los estudios miristas. Nuestra intención es brindar algunas luces en torno a una etapa obliterada en la historia del MIR. Se trata de un vacío historiográfico que es necesario llenar a través de la documentación que ha ido apareciendo, así como el diálogo que podría producirse con las últimas interpretaciones analíticas sobre la experiencia política de dicha organización.

Y no obstante las consideraciones anteriores, que estimularon la investigación, fueron las pretensiones colectivas e inquietudes intelectuales personales las que impulsaron el quehacer investigativo del autor.

Un sabio y viejo proverbio africano señala que «hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador». A pesar de los avances que la historia social de los últimos veinticinco años ha realizado respecto a los movimientos sociales, aún priman en la reflexión de la sociedad civil las interpretaciones parciales y sesgadas que impusieron las escrituras oficiales, plumas que han intentado –en el caso del MIR chileno– reducir su historia a categorizaciones generales como «terrorismo», «violencia política» o, en el mejor de los casos, a «un grupo armado idealista».

Por otro lado, el actual mapa bibliográfico mirista está cruzado por las mitificaciones naturales que provoca el haber formado parte de la historia de la organización, lo que genera sesgos en los intentos de reconstrucción realizados tanto por ex militantes como por autores basados en percepciones parciales. En ese sentido, el compromiso intelectual del autor ha sido desmitificar una serie de ficciones que se han ido tejiendo en torno a la historia del MIR.

Poner el énfasis histórico en la fundación del MIR también nos transportó a la historia oculta de muchos militantes invisibilizados por la historiografía mirista que ponía su acento en las cúpulas partidarias y sus dirigentes. Fueron muchos los militantes que aportaron decididamente en la constitución de dicha organización y que –por las razones que se desarrollan en este libro– emigraron de la organización producto de una serie de diferencias y desavenencias con sus compañeros/as. A muchos de ellos/as jamás se les ha reconocido su importancia en el proceso constituyente. Nuestro objetivo es restituirles el lugar que les corresponde en la historia.

Otra de las motivaciones que impulsó esta investigación radica en la influencia que tiene la cultura política mirista en un sector importante de la izquierda chilena. La matriz político-cultural que nos legó la organización, hoy está constituida por innumerables colectivos y organizaciones políticas, que incluso ocupan las mismas siglas del «tres letras». El neomirismo está constituido por una franja importante de la izquierda postdictatorial, que encuentra un pasado común, con todas las bifurcaciones que entregaron las nuevas ideas del clarear del siglo XXI. Desde esa particularidad, es fundamental rescatar la historia del MIR, con las perspectivas de poder apostar en la construcción de una nueva izquierda transformadora para Chile.

Este libro consta de cinco capítulos. El primero, «La era tricontinental: contexto y fundamentos», aborda el efervescente escenario internacional y nacional que recorre la larga década de los sesenta, haciendo hincapié en los hitos que concatenaron y tuvieron implicancia medular en la formación del MIR. El segundo capítulo, «Antecedentes históricos del MIR», se preocupa de desentrañar el proceso de acumulación de experiencias y aprendizajes, en la larga caminata de la izquierda radical chilena, que antecedieron y fomentaron el proceso de la Constituyente Revolucionaria. El tercer capítulo, «La Fundación del MIR», tiene el objetivo de detallar los pormenores de la Constituyente Revolucionaria celebrada el 14 y 15 de agosto de 1965, centrando el énfasis en las resoluciones congresales. El cuarto capítulo, «El MIR Originario (1965-1967)», da cuenta de los dos primeros años de la organización; de sus contradicciones político-orgánicas y de su posterior giro generacional. El último capítulo, «Violencia revolucionaria: génesis y desarrollo del imaginario político-militar del MIR», se concentra en la trayectoria político-militar mirista, adentrándose en sus antecedentes históricos directos, su teorización y discursividad en el interregno del proceso fundacional.

En forma de anexo, se incluye la documentación emitida en el contexto del congreso fundacional del MIR chileno, mayoritariamente inédito hasta hoy. El primer documento es la «Convocatoria al Congreso Constituyente de la Izquierda Revolucionaria Chilena»⁶, que cita a las voluntades y organizaciones de la izquierda radical a construir el Partido de la Revolución. Se anexa también la Declaración de Principios⁷ y Programa del MIR⁸, ampliamente difundidos a la fecha, pero que nos sirve para contextualizar la política mirista del periodo. El cuarto documento, denominado «Imperialismo, colonialismo y revolución mundial»⁹, corresponde a la tesis internacional aprobada en el Congreso de fundación. También se acompaña el primer himno del MIR¹⁰, de carácter inédito. El último documento adjuntado: «La conquista del poder por la vía insurreccional»¹¹, tesis político-militar aprobada en la fundación, se encontraba extraviada hasta la fecha y contiene un valor único para el estudio del MIR y la violencia política revolucionaria. Quedan, pues, a merced del lector y el público especializado tan importantes materiales documentales, con el único objetivo de que puedan perdurar en el tiempo tales huellas históricas.

Los primeros agradecimientos se los quiero dar a cada uno de las y los entrevistados que pudieron hacer posible este trabajo, que muchas veces me abrieron las puertas de sus casas o me dieron un punto en algún café para conversar acerca de las historias del MIR. Su acogida y cariño a la hora de recibirme lo guardo como una gran experiencia que me ha tocado vivir. Pienso que este libro no hubiera sido posible sin su disposición y fraternidad. Sus aportes se encuentran diluidos en el recorrido de este texto. Y ellos son, también, parte importante de la autoría de esta investigación.

En el largo camino de investigación de este libro, que me costó más de un sacrificio personal, quiero agradecer a todas las y los que me han acompañado en este extenso, complejo y feliz trayecto. Sobre todo a las y los que aún me acompañan, incluso sólo en los lindos recuerdos. A mis compañeros/as y niños/as de las Escuelas Libres de Chile, que con su empeño me llevan a creer incansablemente en un Chile mejor. A mis amigos de la Fundación Miguel Enríquez, en la cual tengo el gusto de participar. A los integrantes del área Archivo y Memoria, con quienes compartimos amistad y el amor por la recuperación de la memoria histórica.

Quiero, por último, estampar unos agradecimientos personales. A la Calú, por su amor incondicional en las primeras etapas de esta investigación. A su familia, por convertirse en la mía en ese mismo trayecto. A mi abuelita, por tanto cariño y acogerme las mil veces que he quedado guachito a lo largo de mi vida. A mis sobrinos. A mi prima Francisca. A Jaime y Rolando por la amistad y las alegrías del último tiempo.

A Jaime Navarrete, Pedro Lovera, Pedro Valdés, Sergio Salinas, Franck Gaudichaud, Carlos Torres, Roberto Osses que de una u otra forma apoyaron la caminata de este libro. A Andrés Pascal Allende, por todo su apoyo.

A LOM ediciones, por confiar en este proyecto.

A la vida, por considerarme tanto.

1 Existe una