Democracia y socialismo en Chile
Por Tomás Moulian
()
Información de este libro electrónico
Lee más de Tomás Moulian
El consumo me consume Calificación: 2 de 5 estrellas2/5Contradicciones del desarrollo político chileno 1930-1990 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Relacionado con Democracia y socialismo en Chile
Libros electrónicos relacionados
El alba de una revolución: La izquierda y la construcción estratégica de la “vía chilena al socialismo”. 1956 – 1970. Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDe nuevo la sociedad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl pensamiento político de Jaime Guzmán: (2a. Edición) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHijas e hijos de la Rebelión. Una historia política y social del Partido Comunista de Chile en postdictadura (1990-2000) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El deseo de otro Chile Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La alcaldización de la política: Los municipios en la dictadura pinochetista Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa alcaldización de la política: Los municipios en la dictadura pinochetista Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHistoria del Comunismo en Chile Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFiesta y drama: Nuevas historias de la Unidad Popular Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa rebelión contra el orden: Octubre de 2019-presente Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa política en el neoliberalismo: Experiencias latinoamericanas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa idea de comunismo: The New York Conference (2011) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl MAPU durante la dictadura: Saberes y prácticas póliticas para una microhistoria de la renovación socialista en Chile Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLargas sombras de la dictadura: a 30 años del plebiscito Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNacionales y gremialistas: El "parto" de la nueva derecha política chilena, 1964-1973 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Constituyente revolucionaria: Historia de la fundación del MIR chileno Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl movimiento obrero y el Frente Popular (1936-1939) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCon viento a favor. Volumen I: Del Frente Popular a la Unidad Popular Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAnatomía de la derecha chilena: Estado, mercado y valores en tiempos de cambio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Constitución tramposa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAugusto Pinochet: 503 días atrapado en Londres Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPiedras, barricadas y cacerolas: Las jornadas nacionales de protesta Chile 1983-1986 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa revolución chilena Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Los tenaces Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMireya Baltra: del quiosco al ministerio del trabajo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDel poder constituyente de asalariados e intelectuales: (Chile, siglos XX y XXI) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEn el nombre del poder popular constituyente (Chile, Siglo XXI): (Chile, siglo XXI) Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Así se murió en Chile: Reformismo y Revolución en la trágica experiencia de la Unidad Popular Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLuis Emilio Recabarren. Una biografía histórica Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl despertar de la sociedad: Los movimientos sociales de América Latina y Chile Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Ideologías políticas para usted
El fracaso de la derecha: Libertarianismo y liberalismo económico: críticas basadas en la evidencia científica Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El engaño populista Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El Capital Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Manifiesto comunista Calificación: 4 de 5 estrellas4/5LA DOCTRINA DEL FASCISMO: Benito Mussolini Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un mundo feliz de Aldous Huxley (Guía de lectura): Resumen y análisis completo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Psicología de las masas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Generación idiota: Una crítica al adolescentrismo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Teorías de Conspiración que han Impactado al Mundo: Descubre las Teorías Conspirativas que más han Hecho Dudar a la Humanidad Calificación: 3 de 5 estrellas3/5¿Qué es el populismo? Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Teoría del Estado Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Sobre el anarquismo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Manifiesto Comunista Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El mundo escindido: Historia de la Guerra Fría Calificación: 4 de 5 estrellas4/5AMLO en el poder: La hegemonía política y el desarrollo económico del nuevo régimen Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El populismo jesuita: Perón, Fidel, Chávez, Bergoglio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El libro negro del comunismo chileno Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La guerra de guerrillas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los derechos del hombre Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La era del conspiracionismo: Trump, el culto a la mentira y el asalto al Capitolio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Categorías relacionadas
Comentarios para Democracia y socialismo en Chile
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Democracia y socialismo en Chile - Tomás Moulian
masas.
Primera parte: Historia
Lucha política y clases sociales en el periodo 1970-1973*
* Este artículo fue escrito entre octubre y noviembre de 1973. Para ser publicado como Documento de Trabajo de FLACSO en 1976 se corrigió la redacción de la versión original. Para incorporarlo en este volumen se eliminó la primera parte y se volvió a retocar el estilo.
Las contradicciones de la línea de la Unidad Popular y los problemas generales de dirección
1. La importancia de la dirección política
Inicialmente la Unidad Popular tenía, más allá de diferencias de perspectiva y de línea político-coyuntural, un discurso común, resumible en la tesis de que con el «gobierno popular» se creaba la oportunidad de la conquista del poder desde dentro del Estado. Esta idea (donde se expresa una concepción del marxismo sobre la relación poder-Estado y transición al socialismo, bastante común desde el XX Congreso), contiene un supuesto estratégico, sin cuya realización sería imposible la meta fijada. Ese supuesto era que el ejercicio del poder obtenido permitiría la acumulación de fuerzas necesaria para la transformación cualitativa del proceso, como un tránsito desde una situación en que se controla una parte del aparato estatal hasta el control del Estado en su conjunto. La perspectiva estratégica fijada y las condiciones en que debería desarrollarse la acción del gobierno planteaban como requisito esencial la adecuada dirección política.
Durante el período de la Unidad Popular esta variable acrecentó su importancia, puesto que las contradicciones generales del desarrollo capitalista chileno (entre ellas los desajustes entre sistema político y sistema económico) se amplificaban por los efectos de un proceso de cambios a todos los niveles y por los consiguientes movimientos de desarticulación-rearticulación. Además, ese proceso de cambios, que pretendía modificar la estructura del sistema, intentaba realizarse manteniendo intacto el carácter del Estado, cuyas instituciones fundamentales no podían ser cambiadas. Así el sistema político permaneció como sistema abierto, sin que operara ninguna restricción política efectiva, ni aún respecto de las organizaciones declaradamente golpistas. Esto obligaba al gobierno a actuar dentro de un campo complejo de fuerzas, debiendo subordinar el ritmo y las características del proceso de cambios tanto a las limitaciones institucionales, emanadas de las normas preestablecidas respecto a los procedimientos de cambio, como a las limitaciones de la correlación de fuerzas. Cualquier medida debía ser evaluada no sólo en función de sus efectos sobre el rendimiento del sistema y del proceso de cambios previstos (efectos técnicos), sino, sobre todo, en sus efectos de clases. En las condiciones de un proceso de cambios acelerados y profundos, como el que se pretendía, esas limitaciones no tienen parangón histórico. Incluso los procesos como la industrialización temprana en los países europeos, prolongados además a través de las décadas, requirieron y se hicieron bajo condiciones políticas mucho más favorables, como lo recuerda cualquier análisis histórico sobre los orígenes sociales de la democracia¹.
Por lo tanto, los intentos por parte de la Unidad Popular de provocar un cambio radical enfrentaron desde el comienzo a un conjunto de obstáculos estructurales. Algunos eran de naturaleza semejante a aquellos que habían bloqueado el desarrollo capitalista en los períodos anteriores, contradicciones típicas de una economía dependiente con un desarrollo desigual entre sus estructuras. Esas contradicciones «viejas» se aceleraron durante el período, por la acción de la lucha de clases, y se combinaron con contradicciones originadas por la situación nueva, que tendía a producir efectos de desarticulación.
En este marco el factor dirección del proceso llega a ser un elemento predominante. Los mecanismos de reproducción del sistema anterior, que garantizaban una cierta perpetuación por inercia, funcionan mal o no se desea que funcionen. Una situación de cambio tan compleja, realizada en condiciones de poder institucional tan precarias y con una agudización tan intensa del conflicto social, exigía intensificar los esfuerzos de control político racional.
Por eso, casi la totalidad de los problemas, vacíos o fallas detectadas en un análisis retrospectivo de los tres años, remiten en último término a la adecuación o inadecuación de la dirección política. Pero ¿cuál es el significado preciso de ese concepto? Asignarle tanta importancia, ¿no significaría alinearse en las posiciones historicistas o voluntaristas del cambio social, que privilegian los factores subjetivos: proyecto, conciencia, heroísmo o lucidez? En realidad se cae en esa tentación si se concibe la dirección política como la imposición sobre la realidad de una idea a priori sobre su devenir y no como una operación de lectura, especialmente de la estructura de clases y de las relaciones de poder entre ellos; como la lectura que debe indicar lo necesario y lo posible en cada momento.
Durante los tres años de la Unidad Popular nunca se resolvió concretamente el problema de la dirección. Sin embargo, señalar esa carencia pasó a ser un lugar común, reconocido por todos, aunque no siempre hubo la misma coincidencia para explicar el proceso que producía el fenómeno y ni siquiera para describir sus características. Muchos insistieron, desde la reunión de El Arrayán para adelante, o incluso desde el comienzo, en la necesidad de una dirección única y centralizada; muchos señalaron los efectos perniciosos que esa ausencia provocaba, pero el problema se arrastró durante los tres años sin solución². Incluso no es fácil recordar un diagnóstico completo y en profundidad sobre los factores que producían esas fallas de dirección. La ausencia de un discurso explicativo convincente está directamente relacionada con la naturaleza del fenómeno que hubiera debido explicar.
2. La inconsistencia de las dos líneas
Los problemas de dirección del frente estaban relacionados con una crisis política en la Unidad Popular, la cual era, en alguna medida, originaria pero fue sobre todo progresiva. Esa crisis tuvo dos aspectos principales: 1) la existencia de una dualidad de línea estratégica que, a partir de un momento, se empieza a reflejar en el análisis de cada coyuntura, y 2) La incapacidad de cada una de las tendencias de establecer su predominio o su hegemonía. A través de este artículo se tratará de demostrar que el segundo aspecto fue tan importante como el primero, adquiriendo incluso, en algunos momentos, un papel