Aunque fue el creador del Estado mexicano moderno —“el más longevo del siglo XX en el ámbito internacional”—, el general Álvaro Obregón no cuenta con el carisma que ha preservado la memoria de otros caudillos revolucionarios, como Emiliano Zapata y Francisco Villa, quienes se han convertido en insignia de movimientos sociales y antisistémicos de nuestros días.
Sin embargo, a decir del sociólogo e historiador Felipe Ávila, el sonorense es el gran estratega de la Revolución mexicana y el único general invicto. Y para responder a una pregunta de Proceso, afirma sin temor a equivocarse que Obregón y el generalísimo José María Morelos y Pavón son “los más importantes jefes militares en la historia de México”.
Obregón, al igual que Morelos, no estudió en el Colegio Militar, no tuvo una formación académica militar, pero entendió muy bien que la guerra no se aprende en una escuela, sino haciéndola. Con su estrategia logró vencer incluso a “la poderosa máquina de guerra que era la División del Norte, derrotó a Villa”, su dirigente:
“Supo que la guerra es un arte y un oficio que se va desarrollando y perfeccionando a medida que se la ejecuta. Y en eso demostró capacidades excepcionales. No solamente tenía genio e intuición militar, estudiaba concienzudamente cada una de sus batallas, llegaba desde antes al lugar que había escogido para su desarrollo, estudiaba