El Gran Problema Existencial de Albert Einstein

Por Rolando José Olivo

Por una parte, Albert Einstein, el autor de la Teoría General de la Relatividad, es reconocido como el mejor científico de la humanidad, marcando un antes y después de la física: la de Newton y la de Einstein. Y por la otra, persisten dudas razonables acerca de su orientación religiosa, que conllevan a formular estas preguntas: ¿Cuáles eran las creencias religiosas de Einstein? ¿Cuál era el gran problema existencial de Einstein?

A grandes rasgos, Einstein asumió una posición religiosa difusa (entre ateísmo, agnosticismo y judaísmo), que se debía a sus dudas sobre la existencia de Dios.

Cabe destacar que a pesar de su carácter conflictivo y rebelde, él fue cauteloso y moderado, evitando en lo posible exponer su posición religiosa, lo cual ha acrecentado este misterio. Lo que sí es seguro es que Einstein no le dio mucha importancia a la religión, negó al Dios judeocristiano y aceptó al panteísta, planteado por Spinoza. No obstante, vivió sufriendo un gran problema existencial, al cual no pudo conseguirle respuestas definitivas.

• Idioma: Español
• Editorial: Rolando José Olivo
• Fecha de lanzamiento: 29 may 2019
• ISBN: 9780463178355

Rolando José Olivo

[e-mail] Instagram: @rolandojolivo Systems Engineer with 3 postgraduate degrees: Master's Degree in Applied Economics, Diploma in General Management and Specialization in Management of Social Programs (Summa Cum Laude). Work experience in companies in the oil sector, occupying these positions: Planning and Logistics Manager, Project Coordinator, Financial Advisor and Consultant. Consultant in the economic and financial area. Writer of books on economics, management, self-help, novels and Christianity, among others.

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I. INTRODUCCIÓN

Mucho se ha hablado y escrito sobre el activista político, científico, escritor, filósofo, físico, inventor, investigador, matemático y profesor universitario alemán, suizo, austríaco y estadounidense, descendiente de judíos, Albert Einstein (1879-1955), considerado como el mejor científico de la humanidad, y ampliamente conocido por la formulación de la Teoría General de la Relatividad. Sus logros académicos fueron excepcionales, logrando superar a la física newtoniana y estableciendo las bases para el desarrollo de la energía atómica y de los viajes espaciales.

Además de su genialidad, demostró un carácter conflictivo y controversial, que se extendió a su vida familiar y profesional. Aunque al convertirse en una celebridad (en el año 1919 hubo una comprobación parcial de la Teoría General de la Relatividad, y en el año 1922 es galardonado con el Premio Nobel de Física 1921), él se volvió más cauteloso, cuidadoso y moderado con sus opiniones (también estaba harto de tantos enfrentamientos con familiares y colegas).

A pesar que sus ideas, axiomas y teorías han sido objeto de análisis exhaustivos, innumerables debates y posteriores investigaciones (siendo el apellido Einstein un sinónimo de genialidad y su cara un símbolo conocido en la cultura contemporánea), destacándose por descubrimientos sensacionales en el área de la física, y por haber cambiado la manera como los científicos comprenden el universo y la relación entre el espacio y el tiempo, es relevante resaltar que hay un aspecto de su vida, que ha despertado la curiosidad de algunos académicos e investigadores:

¿Cuáles eran sus creencias religiosas?

Esta pregunta es difícil de contestar y la misma conlleva a vislumbrar otra interrogante:

¿Cuál era el gran problema existencial de Einstein?

En términos generales, Einstein asumió una posición religiosa difusa, proveniente de la infancia y la adolescencia, que se desplaza entre ateísmo, agnosticismo y judaísmo, la cual estaba motivada por sus dudas acerca de la existencia de Dios.

Mientras que el científico inglés Sir Isaac Newton (1642-1727), el mejor físico moderno antes del establecimiento de los paradigmas de Einstein, sí tenía una visión religiosa precisa: era un fiel cristiano que no dudaba de la existencia del Creador.

Paradójicamente, estas posiciones antagónicas constituyen la gran diferencia entre Newton y Einstein, y de cierta manera, las mismas acentuaron el grave problema existencial de Einstein, al cual no le halló respuesta definitiva durante su vida. Más