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Sermones Sobre Levítico: Dios Ha Resuelto Todas Sus Transgresiones
Sermones Sobre Levítico: Dios Ha Resuelto Todas Sus Transgresiones
Sermones Sobre Levítico: Dios Ha Resuelto Todas Sus Transgresiones
Libro electrónico399 páginas7 horas

Sermones Sobre Levítico: Dios Ha Resuelto Todas Sus Transgresiones

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El Libro de Levítico explica el sistema de sacrificios a través del cual el pueblo de Israel recibió la remisión de los pecados cuando pecaba contra Dios o el hombre. Para resolver el problema del pecado para todos los seres humanos, Dios está enseñando en detalle cómo podemos obtener la remisión de los pecados ofreciendo un sacrificio específico según los requisitos del sistema de sacrificios establecido por Dios. En el Antiguo y Nuevo Testamento pueden encontrar la Verdad que ha resuelto el problema de sus pecados. Por tanto, solo tienen que hacer una cosa más y es recibir la remisión de todos sus pecados al creer en la justicia de Dios y la misericordia y amor justo que ha cumplido por ustedes.

IdiomaEspañol
EditorialPaul C. Jong
Fecha de lanzamiento26 nov 2018
ISBN9788928213344
Sermones Sobre Levítico: Dios Ha Resuelto Todas Sus Transgresiones

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    Sermones Sobre Levítico - Paul C. Jong

    Prólogo

    La gente de hoy en día está sufriendo cada vez más por las transgresiones que cometen por sus debilidades.

    Es común ver a muchos pastores arruinando sus ministerios por los pecados que cometen por sus debilidades. Aunque se arrepienten y le piden a Dios que les perdone, frecuentemente acaban cayendo en el mismo pecados una y otra vez. Este fenómeno no es un problema que solo tengan los líderes de la iglesia. Es un problema que tienen todas las congregaciones, incluyendo a todos los miembros de la iglesia. Como resultado, la fe cristiana se ha convertido en algo ridículo en el mundo. Esta tendencia se observa en todos los miembros de la iglesias del mundo entero. Como todos nacieron siendo obradores de iniquidad desde el principio, cometen pecados y sufren espiritualmente a los ojos de Dios como resultado.

    La cultural sexual está fuera de control hoy en día y está llevando a todo el mundo a sufrir mucho dolor y confusión. Las familias cristianas están pasando por una crisis severa por culpa de la cultura sexual permisiva y la gente religiosa del mundo está buscando desesperadamente un líder espiritual que les guíe por el buen camino. En los Estados Unidos, se calcula que las chicas tienen su primera experiencia sexual a los 16 años o antes, mientras que los chicos tienen su primer encuentro sexual a los 15, y no debemos olvidar que la homosexualidad está en auge. Esta tendencia perturbadora no solo afecta a los Estados Unidos, sino que está propagada por todo el mundo, incluyendo Corea. En el momento en que los coreanos llegan a la adolescencia, la mayoría se ha esforzado mucho para ser atractivos sexualmente. Pero sus padres no tienen ni idea de cómo tratar la sexualidad de sus hijos y los crímenes sexuales cometidos por adolescentes están en auge.

    Aunque muchos padres cristianos intentan educar a sus hijos con la Ley de Dios, esto no sirve de nada. Esto también se aplica a los cristianos adultos. Hoy en día, incluso los cristianos adultos piensan que es casi imposible controlar sus deseos sexuales latentes y pecan constantemente como resultado. Como consecuencia, los cristianos también sufren por sus pecados y se lamentan constantemente. Sin embargo, la triste realidad es que los líderes cristianos de hoy en día no pueden tratar estos problemas de los pecados y transgresiones con el Evangelio del agua y el Espíritu.

    Sin embargo, debemos darnos cuenta de que hay un Dios vivo que puede resolver todos los problemas que nos hacen sufrir. Sabiendo que los seres humanos pecarían contra Dios y el hombre, Dios había preparado el Evangelio del agua y el Espíritu para resolver este problema perfectamente. Al resolver todos los problemas del pecado, Dios hizo posible que todo el mundo fuera ante Su presencia santa. En particular, el Libro de Levítico, en el Antiguo Testamento, al describir el sistema de sacrificios establecido por Dios, explica cómo los seres humanos puede tratar sus transgresiones cuando las cometen y apunta hacia la remisión de los pecados para todos los seres humanos. En realidad, no podemos evitar darle gracias a nuestro Dios misericordioso.

    El Libro de Levítico explica el sistema de sacrificios a través del cual el pueblo de Israel recibió la remisión de los pecados cuando pecaba contra Dios o el hombre. Para resolver el problema del pecado para todos los seres humanos, Dios está enseñando en detalle cómo podemos obtener la remisión de los pecados ofreciendo un sacrificio específico según los requisitos del sistema de sacrificios establecido por Dios. En el Antiguo y Nuevo Testamento pueden encontrar la Verdad que ha resuelto el problema de sus pecados. Por tanto, solo tienen que hacer una cosa más y es recibir la remisión de todos sus pecados al creer en la justicia de Dios y la misericordia y amor justo que ha cumplido.

    Rev. Paul C. Jong

    SERMÓN 1

    ¿Qué es el verdadero

    Evangelio?

    < Levítico 1:1-9 >

    Llamó Jehová a Moisés, y habló con él desde el tabernáculo de reunión, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Jehová, de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda. Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová. Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya. Entonces degollará el becerro en la presencia de Jehová; y los sacerdotes hijos de Aarón ofrecerán la sangre, y la rociarán alrededor sobre el altar, el cual está a la puerta del tabernáculo de reunión. Y desollará el holocausto, y lo dividirá en sus piezas. Y los hijos del sacerdote Aarón pondrán fuego sobre el altar, y compondrán la leña sobre el fuego. Luego los sacerdotes hijos de Aarón acomodarán las piezas, la cabeza y la grosura de los intestinos, sobre la leña que está sobre el fuego que habrá encima del altar; y lavará con agua los intestinos y las piernas, y el sacerdote hará arder todo sobre el altar; holocausto es, ofrenda encendida de olor grato para Jehová.

    Esta tarde me gustaría responder la siguiente pregunta: ¿Qué es el Evangelio?. Hace tres días llegué a Seúl y hoy he ido de compras. Quizás por eso mi vista está un poco nublada, porque he visto muchas cosas.

    Cuando era un niño escuché que había que pagar para mirar los rascacielos de Seúl, así que nunca me paraba delante de ningún edificio alto. Por supuesto, alguien me había tomado el pelo, pero era un niño inocente y me lo tomé en serio. Así que nunca me paraba a mirar ningún edificio alto. Tenía miedo de que alguien viniese a pedirme dinero diciendo: ¿Hasta qué planta has mirado? ¿Saben cuánto cuesta mirar un solo piso?. Pronto me di cuenta de que no había que pagar dinero para mirar los rascacielos. Así que miré el edificio más alto de Seúl entonces, que se llamaba Edificio 63 por el número de plantas que tenía y conté todas las plantas hasta la última. Me mareé intentando contarlos todos. Sin embargo, en mi corazón, estaba claro que el Señor había eliminado todos mis pecados. Esta tarde me gustaría que centrásemos nuestras mentes y corazones en Dios y considerásemos juntos qué es el verdadero Evangelio.

    En estos últimos días encontramos a muchas personas que creen en Jesús como su Salvador. Y también sabemos que muchas de ellas predican solo el camino de la Cruz de Jesús para la salvación. Como resultado, muchas personas dicen que están sin pecados gracias a esta fe. Sin embargo, el problema es que sus pecados siguen intactos en sus corazones a pesar de creer en Jesús como su Salvador. Muchos cristianos creen que, aunque pasaron su pecado original a Jesús al creer en Él como su Salvador, sus pecados personales siguen intactos en sus corazones. El problema más grave para los cristianos de hoy en día es que, aunque creen en Jesús, sus corazones siguen teniendo pecados. Entonces ¿es correcto que los cristianos tengan un corazón pecador, aunque crean en Jesús? No, por supuesto que no. Si alguno de ellos sigue teniendo pecados en sus corazones incluso después de creer en Jesús, está claro que la fe de esa persona en Jesús es incorrecta. Puedo dar testimonio de esta situación grave basándome solo en las Escrituras. Hoy me gustaría hablar de por qué toda esta gente cree en Jesús incorrectamente. Así que, para ello me gustaría explicarles el verdadero Evangelio.

    Estoy seguro de que todos saben que hay otras frases típicas que los cristianos utilizan tanto como el Evangelio. Probablemente no haya ninguno entre ustedes que no conozca el significado de esta palabra, Evangelio. Entonces ¿qué es el Evangelio? Muchas iglesias y pastores en este mundo celebran reuniones de resurgimiento y las anuncian por todas partes. El Señor nos pidió que predicásemos el Evangelio por todo el mundo. Así que, los líderes cristianos celebran reuniones de resurgimiento para transformar sus ciudades respectivas en lugares santos.

    Buscan la santificación de la ciudad y les piden a sus seguidores que evangelicen a sus ciudadanos. Una vez vi un anuncio de una reunión de resurgimiento que decía: Llevemos a esta ciudad a la estación de Cristo. Prácticamente todos los líderes cristianos de hoy en día les piden a sus seguidores que prediquen el Evangelio de Cristo y que extiendan el Reino de Cristo hasta los confines de la tierra y traigan la estación verde de Cristo, etc., para convertir a los que no creen. Sin embargo, la pregunta es que si los que dicen estas cosas saben lo que significa predicar el Evangelio como los siervos de Dios que lo predicaron antes. Por desgracia, solo hay un puñado de personas que están predicando el Evangelio con un conocimiento claro de su verdadero significado. Aunque hay muchos cristianos hoy en día, pocos conocen el significado de la palabra el Evangelio cuando la usan.

    Cuando leemos Mateo 7:21 vemos que Jesús dijo: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. ¿Qué quiso decir Jesús aquí con el que hace la voluntad de Mi Padre? Dios Padre hizo algo al enviar a Su Hijo a este mundo y esto es el Evangelio. La obra que el Señor hizo para salvar a la humanidad de los pecados es el Evangelio, pero pocas personas creen en esta obra correctamente. Entonces ¿quiénes son los que hacen la voluntad de Dios Padre? Son los que creen de corazón que Dios Padre ha eliminado todos los pecados de este mundo para siempre al enviar a Su Hijo a este mundo y predican el Evangelio. Al planear Su voluntad, Dios Padre ha salvado a la humanidad de sus pecados al enviar a Su Hijo con el Espíritu Santo. Así nos ha dado a nuestros corazones la convicción de nuestra salvación. Quien crea en esto y predique esta salvación hará la voluntad de Dios Padre. La voluntad del Padre es que los seres humanos creen en Jesús como su Salvador y que sus corazones no tengan pecados. Por desgracia muchas personas no saben esto. Por tanto, es muy importante que entendamos el origen etimológico del verdadero Evangelio.

    La PalabraEvangelio es"euangenion" en griego

    Esta palabra significa buenas noticias. También está relacionada con la palabra dunamis, que significa dinamita. Cuando volvemos al Antiguo Testamento vemos que el pueblo de Israel libró muchas batallas. Israel fue invadido una y otra vez por sus vecinos. En uno de esos casos Siria invadió a Samaria con su ejército masivo y asedió la ciudad. Como el ejército invasor era tan poderoso, los israelitas no se atrevieron a abrir la puerta de la ciudad para encontrarse con el ejército sirio en un campo abierto. Así que se quedaron en la ciudad y se empezaron a quedar sin comida y temblaron de miedo. La situación dentro de la ciudad era cada vez peor y al final no había nada de comer. Rodeados por el ejército sirio, se quedaron sin provisiones y si dicho ejército no se retiraba, no habría manera de recibir más provisiones para sobrevivir.

    Cuando pasamos a 2 Reyes 6:24-33 y 7:1-20 en el Antiguo Testamento, leemos acerca de los cuatro leprosos en la entrada a Samaria. Aunque había guerra en su tierra natal, estos leprosos no podían entrar en la ciudad para refugiarse. Eran mendigos, expulsados de la ciudad y viviendo con las sobras de los demás.

    Estos cuatro leprosos estaban aislados del resto de sus compatriotas y también pasaron hambre durante esta hambruna. Se habían quedado sin comida por completo y pensaron que era inútil quedarse donde estaban porque se morirían. Así que, pensando que iban a morir de hambre o a manos de los sirios, decidieron rendirse ante el ejército sirio y arriesgarse. Se fueron despacio al campamento sirio esperando que sus vidas fueran perdonadas para conseguir algo de comida. Sin embargo, cuando llegaron al campamento enemigo vieron que los sirios habían huido y no había nadie allí. Así que los leprosos fueron al campamento y llenaron sus estómagos hambrientos primero, pero pronto se dieron cuenta de que, si no llevaban estas noticias maravillosas a Samaria, serían castigados. Así que volvieron a llevar las buenas noticias a Samaria.

    La gente dentro de la ciudad, hambrienta y temblando de miedo por creer estar rodeada por los enemigos y sin saber cuándo moriría, se llenó de gozo al escuchar las buenas noticias que trajeron estos leprosos; y al escuchar estas noticias salieron y se llevaron todo lo que los sirios habían dejado cuando huyeron y se acabó el hambre. Este es el Evangelio, las buenas noticias y la dinamita de la que habla la Biblia.

    Todo el mundo que vive en este mundo tiene pecados en sus corazones y morirá seguro por sus pecados. Pero, al enviar a Su Hijo a este mundo, Dios ha eliminado los pecados de la gente con el Evangelio del agua y el Espíritu. ¿Cómo no va a ser esto una buena noticia? Por eso el Evangelio se llama las Buenas Noticias. El poder del Evangelio es como dinamita. Como seres humanos, todos teníamos pecados a los ojos de Dios y por tanto teníamos que ser arrojados al infierno para pagar la condena de nuestros pecados; sin embargo, Dios Padre ha eliminado todas nuestras iniquidades, todas y cada una de ellas, al enviar a Su Hijo al mundo. Este es el Evangelio y las Buenas Noticias.

    Con el asedio del ejército sirio en Samaria, todo el mundo en esa ciudad se estaba muriendo de hambre, pero Dios llevó el sonido de un gran ejército a los sirios, y al escucharlo tuvieron mucho miedo y huyeron. Esta era la obra de Dios, porque la Biblia dice: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible (Mateo 19:26). Dios había llevado un sonido ensordecedor del ejército celestial al campo de batalla. Hizo que los sirios escucharan el sonido de un gran ejército con carruajes y caballos, provocando tal miedo en ellos que huyeron, dejándolo todo atrás. Cuando los sirios escucharon el sonido de muchos carruajes y caballos acercándose, era tan poderoso el sonido que pensaron para sí mismos: Israel debe haber formado una alianza con otros países para atacarnos. Así que huyeron para salvarse, dejando todas sus pertenencias en el campamento.

    En aquel entonces, la gente de Samaria estaba muriendo de hambre, pero gracias a la obra especial de Dios, se vistieron de Su gracia para vivir de nuevo. ¿Cómo ocurrió esto? Ocurrió gracias al sonido ensordecedor que causó Dios. Dios había hecho que los sirios tuvieran miedo al escuchar este sonido y abandonasen su asedio y se fueran a su tierra. Gracias a Dios, la gente de Samaria había ganado la guerra sin luchar ni una sola batalla. Esto todo fue gracias a la obra de Dios y la victoria en esta guerra fue una bendición para la gente que vivía en Samaria. Habían sido salvados de una muerte segura, del hambre, la miseria y las maldiciones que habían pasado. Este es el Evangelio.

    ¿Qué es el Evangelio? Es euangelion en griego y significa dinamita. El Evangelio tiene un poder explosivo, como la dinamita que puede derrumbar un edificio antiguo dejando una montaña de escombros. Así de poderoso es el Evangelio. Algunos de ustedes pueden estar pensando: ¿Quién no sabe para que se utiliza la verdadera dinamita? No hay nada nuevo. No es el único que lo sabe. Yo también lo sé. Pero les hablo de la dinamita por una razón.

    Lo que quiero decir es que hay muchas personas en este mundo que cometen pecados innumerables y cuando Jesús vino a este mundo eliminó todos estos pecados al ser bautizado por Juan el Bautista y derramar Su sangre en la Cruz. El problema es que, a pesar de esto, muchas personas todavía tienen pecados, aunque crean en Jesús. ¿Qué sugiere este problema? Muestra que muchos cristianos no conocen el Evangelio del agua y el Espíritu, aunque digan creer en Jesús como su Salvador. Lo que es tan trágico es que, aunque la palabra Evangelio se escuche a menudo hoy en día, pocas personas conocen su significado.

    El sermón de hoy explica qué es el Evangelio. Si todavía tienen pecados en sus corazones, aunque digan creer en Jesús como su Salvador, esto significa que el Evangelio en el que creen ahora no es el Evangelio del agua y el Espíritu. Las Escrituras incluyen el Antiguo y Nuevo Testamento y es la vara con la que medimos la salvación. Es la base de la remisión de nuestros pecados. En otras palabras, lo que las Escrituras dicen que Dios ha hecho para salvarnos de los pecados es la base de nuestra salvación. La obra de salvación que Dios ha hecho para salvarnos de nuestros pecados está escrita en Su Palabra, es decir, en las Escrituras, y por eso podemos averiguar cómo se ha cumplido nuestra salvación en la Biblia. Debemos leer las Escrituras detenidamente paso a paso.

    Tengo una historia graciosa que contarles, así que antes de empezar, voy a contársela.

    Una parábola acerca del conocimiento

    Un joven del campo fue a una gran ciudad para recibir educación y después de recibir un doctorado en filosofía volvió triunfante a su pueblo. Se había ido de su pueblo cuando era joven, pero cuando volvió tenía más de treinta años. Por eso no es sorprendente que muchas de las personas que conocía de joven hubiesen envejecido y algunas incluso tuvieran el pelo blanco. Pero para llegar a su pueblo tenía que cruzar un río en barca. El propietario de la barca era un hombre anciano al que este hombre conocía desde su infancia. Así que le saludó amablemente y cuando le preguntó qué había estado haciendo todos esos años, le dijo al anciano que había ido a estudiar a la ciudad y que volvía a casa después de completar sus estudios y recibir un doctorado en filosofía. Este hombre anciano le dio la enhorabuena y le ofreció llevarle a la otra orilla del río en su barca.

    El joven subió a la barca y el anciano empezó a remar. Mientras el anciano remaba, el anciano pensó: Es maravilloso que un joven de nuestro pueblo haya conseguido un doctorado en la gran ciudad. Todo el pueblo debería celebrarlo. Entonces, el joven doctor le dijo: ¿Sabe algo sobre filosofía?. No, no sé nada sobre filosofía, dijo el anciano. El joven doctor contestó: Si no sabe nada de filosofía, su vida está un cuarto muerta. Al escuchar esto, el anciano se sorprendió y se ofendió. Pensó para sí mismo: ¿Qué tontería es esta? Así que este joven tiene un doctorado en filosofía, pero eso no le da derecho a insultarme así. A pesar de sentirse insultado, el anciano mantuvo la calma y no dijo nada.

    Después de un tiempo, el doctor le preguntó de nuevo: ¿Sabe algo de literatura?. El anciano no tenía nada más que una barca durante toda su vida, así que no sabía nada de literatura. El joven le dijo: Es muy triste vivir en un ambiente tan maravilloso y no saber nada de literatura. Si no sabe de literatura, está medio muerto. Al escuchar esto, el anciano se enojó y pensó para sí mismo: ¡Qué imbécil Te conocía cuando eras un niño pequeño que se meaba en los pantalones! Ahora me estás diciendo que estoy medio muerto si no sé de literatura. ¡Qué arrogante eres!. El joven era muy orgulloso y actuaba con arrogancia por tener un doctorado. Pero, el hombre anciano aguantó los insultos, aunque no tenía ningún buen sentimiento hacia el joven.

    Se tragó los insultos en silencio y siguió remando. El joven tenía otra pregunta: ¿Sabe de astronomía? ¿Tiene algún conocimiento de astronomía?. El anciano dijo: No, no sé nada de astronomía. Como tienes tantos estudios, parece que están alardeando de tu conocimiento. Pero yo no sé nada de literatura, nada de filosofía y nada de astronomía. No sé nada, así que deja de hacerme preguntas. ¡Qué pena que no sepa nada de astronomía! Su vida está tres cuartos muerta, dijo el joven doctor. Esta vez el anciano se enojó mucho y empezó a remar erráticamente enojado pensando: ¡Basta ya! Debería darle un palo con mi remo. ¡No lo aguanto más! ¡Me está haciendo parecer un tonto!.

    De repente se oyó un ruido y la barca se paró. Había chocado con una roca y el agua estaba entrando por una grieta. En ese momento, el anciano le dijo al joven doctor: ¿Sabes nadar?. No, no sé nadar, dijo el joven. Ah, ¿no? Entonces estás prácticamente muerto. Estás solo. Yo me voy.

    Esta historia tiene una moraleja. ¿De qué nos sirve saberlo todo sobre filosofía, literatura y astronomía si nos estamos ahogando? Todo se acabará si morimos. Si no saben nadar, se ahogarán si se caen al río. Por mucho que sepan sobre filosofía, literatura y astronomía, ¿de qué les serviría este conocimiento si se estuviesen ahogando en un río? Necesitan una barca para cruzar un río bravo, y si se caen al agua tienen que saber nadar para sobrevivir.

    Muchos cristianos modernos son como el joven doctor de la historia. Sus barcas son su educación, pero, aunque tengan un doctorado en teología, filosofía o literatura, ¿de qué les sirve si no conocen el Evangelio del agua y el Espíritu y no pueden creer en él? Seguirán siendo pecadores a pesar de creer en Jesús. No podrán escapar de sus pecados, aunque crean en Jesús. Esta es la razón por la que intentan a toda costa eliminar sus pecados personales a través de sus esfuerzos en vano.

    Los muchos pastores y teólogos activos en las comunidades cristianas de hoy en día son incapaces de predicar el Evangelio del agua y el Espíritu que tiene el poder de eliminar sus los pecados y todos los pecados de sus muchos seguidores. Como no conocen el Evangelio del agua y el Espíritu que contiene la justicia de Dios, no pueden resolver el problema del pecado para sus congregaciones con la dinamita de este Evangelio. No importa cuántos estudios tengan estos pastores. Aunque tengan un doctorado en teología, literatura, filosofía o astronomía, si no pueden declarar a su congregación que el Señor ha eliminado todos sus pecados con el Evangelio del agua y el Espíritu, no sirven de nada a sus pecadores. Los que van a las iglesias de esta gente acabarán en el infierno seguramente, porque todavía tienen pecados en sus corazones, aunque creen en Jesús. Aunque estos cristianos crean en Jesús, su fe es incorrecta. Aunque vayan a la iglesia sin falta, sean voluntarios, respeten a sus pastores y ofrezcan muchas donaciones, no les sirve de nada.

    Es absolutamente importante que vayan a una iglesia donde el Evangelio del agua y el Espíritu se enseñe claramente, aunque sea liderada por un pastor que no sepa mucho acerca de cosas seculares. Sin embargo, por desgracia, hay muchas iglesias hoy en día que no pueden enseñar la remisión de los pecados correctamente a través del Evangelio del agua y el Espíritu. ¿De qué sirven 100 millones de iglesias en este mundo si pocas de ellas están enseñando el Evangelio del agua y el Espíritu? Esto es como tener multitud de doctores y ninguno de ellos puede sanar a los enfermos. ¿De qué sirve tener muchos doctores entonces? Por tanto, es absolutamente indispensable aprender acerca del Evangelio del agua y el Espíritu, predicar este Evangelio a todos los enfermos espirituales y eliminar sus pecados perfectamente.

    En el pasado, durante la Guerra de Corea, hubo tanto desplazamiento de habitantes que todas las ciudades grandes de Corea estaban llenas de barrios de chabolas con refugiados. Muchos trabajadores de asistencia internacional vinieron a Corea para ayudar a esta nación en la miseria. Algunos de estos extranjeros cuyos vuelos llegaban de noche se quedaban sorprendidos al ver muchos edificios altos. Habían oído hablar de la pobreza extrema en Corea y de cómo todo el mundo se moría de hambre, así que se preguntaban cómo un país tan pobre podía tener tantos rascacielos. Pero, cuando se levantaban al día siguiente y salían del hotel, veían que lo que pensaban que eran rascacielos, eran en realidad barrios de chabolas por todas las colinas. Las luces que habían visto desde el avión venían de estos barrios de chabolas, no de rascacielos. En el pasado, cuando Corea era un país pobre, había barrios de chabolas por todas las colinas, así que por la noche parecían rascacielos.

    Ahora que hay muchos rascacielos en Corea, los extranjeros la llaman la Nueva Jerusalén. El protestantismo ha florecido en Corea, tanto que sus líderes ahora dicen que Corea tiene la responsabilidad de evangelizar al mundo. Hay muchos edificios por todo el mundo, pero como el Evangelio del agua y el Espíritu no está siendo predicado en la mayoría de países, no sirven de nada. Por todo el mundo encontramos millones de cristianos diciendo creer en Jesús como su Salvador, pero la inmensa mayoría tiene pecados en sus corazones, aunque sean devotos y vayan a reuniones de oraciones siempre. Entre los muchos cristianos y naciones de este mundo, se dice que Corea tiene a los creyentes más apasionados. También se dice que nadie va a las reuniones de oración tanto como los cristianos coreanos.

    Corea es el único país donde las iglesias oran en público sobre ofrendas de acción de gracias y diezmos ofrecidos por la congregación. En Corea es común que un pastor anuncie públicamente durante el culto qué miembro ha ofrecido qué y por qué razón, y entonces ore específicamente por estos miembros en público. Mientras que es loable que los creyentes den gracias a Dios, lleva mucho tiempo mencionar a todos los que hacen una ofrenda de acción de gracias. ¿Cómo va a tener el pastor tiempo para predicar el Evangelio del agua y el Espíritu entonces? Lo que quiero decir es que todas las iglesias y todos los pastores deben predicar el Evangelio del agua y el Espíritu a la congregación en primer lugar, pero esto no ocurre. He mencionado unas cuantas cosas acerca de las iglesias en Corea para resaltar esto.

    Como he mencionado antes, los cristianos coreanos van a las reuniones de oración sin perderse una. Suelen llorar fácilmente mientras adoran a Dios. No es una exageración decir que, entre todos los cristianos del mundo, los cristianos coreanos son los más llorones. Pueden llenar un mar de lágrimas durante un culto. ¿Por qué tienen estos cristianos sus pecados intactos en sus corazones sin poder recibir la remisión de los pecados cuando han orado tanto durante el culto y han ofrecido oraciones de penitencia con tanta piedad? Si ustedes son como este tipo de cristianos, ¿de qué sirve ir a la iglesia? Puede que hayan aprendido bajo un gran pastor, pero ¿de qué les sirve si siguen teniendo pecados en sus corazones?

    ¿Es este fenómeno espiritual único en Corea o es algo que esté sucediendo por todo el mundo? Es un fenómeno mundial. La decadencia espiritual que está plagando la comunidad cristiana en Corea también está ocurriendo por todo el mundo, que es la prueba de que Satanás está engañando a muchas personas con sus mentiras. Ninguno de nosotros debe sucumbir a estas creencias falsas que Satanás está ofreciendo ni debe dejarse engañar por él. Para asegurarnos de esto, les pido que lean en la Palabra escrita que la justicia de Dios está revelada en el Evangelio del agua y el Espíritu, y espero y oro que se den cuenta de esto para recibir muchas bendiciones que Dios les está ofreciendo.

    Está bien no saber nada de filosofía. ¿Qué importa si no sabemos nada de filosofía? Todavía podemos pensar claramente y defender nuestra posición perfectamente. ¿Qué importa que no sepamos de literatura? Mientras que quizás no podamos expresar nuestros pensamientos tan bien como novelistas o poetas, todos podemos apreciar la literatura cuando nos encontramos una buena historia o un poema hermoso. Aunque no puedan expresar sus pensamientos de manera tan hermosa como un poeta, esto no debería ser un obstáculo para sus vidas. No tienen que ir a la universidad para apreciar la literatura o hacerse preguntas filosóficas sobre la vida. Pueden aprender esto mientras aran el campo. Aunque el trabajo es duro para todo el mundo, no es solo una manera de ganarse la vida, sino también una manera de darle sentido a sus vidas y apreciar su belleza.

    Para sus vidas, el trabajo tiene mucho más significado que cualquier literatura o filosofía que puedan aprender en la escuela. Aunque no puedan expresar sus pensamientos por escrito, esto no significa que no sepan de literatura. ¿Qué hay de la astronomía? ¿Piensan que no saben absolutamente nada de astronomía? Estoy seguro de que cuando éramos niños, muchos de nosotros mirábamos al cielo en una noche de verano y contábamos las estrellas hasta que nos quedábamos dormidos. Muchos de nosotros probablemente conocemos un par de constelaciones, como la Osa Mayor. Así que sí que sabemos algo de astronomía. Además, nadie tiene que ser un experto en astronomía para llevar una vida de fe. Después de todo, el joven doctor de la historia que les he contado, después de alardear tanto de su conocimiento e insultar al anciano por su ignorancia, no pudo hacer nada con lo que sabía de literatura y filosofía cuando la barca estaba hundiéndose y estaba a punto de ahogarse.

    ¿Qué le habría pasado si el anciano no le hubiese salvado? Se habría ahogado. De la misma manera en que deben saber cómo nadar para sobrevivir en el agua, para recibir nuestra salvación, debemos conocer el Evangelio de la justicia de Dios revelado por la Palabra de Dios, el Evangelio del agua y el Espíritu. Y debemos creer en este Evangelio. Todo lo que tenemos que hacer es mirar los dos Testamentos de la Biblia, averiguar exactamente cómo Dios ha establecido la remisión de los pecados y lo que es Su justicia, y creer en las Escrituras tal y como son. Podemos alcanzar nuestra salvación si creemos en lo que las Escrituras dicen sobre la justicia de la salvación a través de la que Dios nos ha salvado de los pecados del mundo y cómo Dios ha establecido las leyes de la salvación. Si se están ahogando, todo lo que importa es salir del peligro de cualquier manera, sea como sea, aunque tengamos que nadar estilo perro. Algunas personas se ríen de la gente que nada como un perro y dicen que no es elegante, pero este es un lujo que solo se permiten los que no están a punto de ahogarse.

    Pasemos al pasaje de las Escrituras de Levítico 1:1-9

    Examinemos los estatutos y la ley de la salvación establecidos por Dios. La palabra Leví significa unidad. Entre los doce hijos de Jacob había uno llamado Leví, y su nombre significaba unidad. Las Escrituras dicen que los que han sido salvados de todos sus pecados al unirse a la justicia de Dios son Su pueblo. El Libro de Levítico establece el método por el que Dios ha eliminado todos los pecados de la humanidad.

    Está escrito en Levítico 1:1-4: Llamó Jehová a Moisés, y habló con él desde el tabernáculo de reunión, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando alguno de entre vosotros ofrece ofrenda a Jehová, de ganado vacuno u ovejuno haréis vuestra ofrenda. Si su ofrenda fuere holocausto vacuno, macho sin defecto lo ofrecerá; de su voluntad lo ofrecerá a la puerta del tabernáculo de reunión delante de Jehová. Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya. Después de llamar a Moisés, Dios empezó a hablarle de los requisitos del sistema de sacrificios que debían seguir los israelitas. El Libro de Levítico contiene la Ley de Dios que Dios le dio a Moisés cuando lo llamó en el Monte de Sinaí.

    Dios le dio al pueblo de Israel no menos de 613 estatutos y mandamientos. Este número de mandamientos ha sido verificado por expertos bíblicos. Pero ¿puede un ser humano cumplir estos 613 mandamientos de Dios a la perfección? Si no es posible, ¿para qué nos dio Dios la Ley? Dios le dio la Ley a la humanidad para que la gente se diese cuenta de sus pecados y le hizo saber que debía ir a Jesucristo para ser salvada de sus pecados.

    En Éxodo 25 Dios habló al pueblo de Israel a través de Moisés para construir el Tabernáculo para habitar allí. Después de pedirle a Moisés que construyese Su Tabernáculo, Dios le dijo al pueblo de Israel que fuese a Él y recibiese la remisión de los pecados por fe a través del sistema de sacrificios, instituido para ellos. El Libro de Levítico habla de cómo el pueblo de Israel debía acercarse a Dios, qué tipo de sacrificios debía ofrecer y cómo debía recibir la remisión de los pecados por fe.

    Levítico 1:4 dice: Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya. Está claramente escrito que, cuando un pecador ponía las manos encima del animal que iba a sacrificar, sus pecados eran pasados a este animal y esta es la expiación. Significa que, si un pecador ponía las manos sobre un animal como especificaba Dios, sus pecados eran pasados al sacrificio. En otras palabras, cuando el pueblo de Israel ofrecía un sacrificio según los requisitos

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