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Sermones sobre el Cantar de los Cantares (I) - ¿Están viviendo como objetos del afecto de Dios?
Sermones sobre el Cantar de los Cantares (I) - ¿Están viviendo como objetos del afecto de Dios?
Sermones sobre el Cantar de los Cantares (I) - ¿Están viviendo como objetos del afecto de Dios?
Libro electrónico246 páginas16 horas

Sermones sobre el Cantar de los Cantares (I) - ¿Están viviendo como objetos del afecto de Dios?

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Los que han sido salvados de todos sus pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu deben saber que pueden disfrutar del amor especial del Señor en sus vidas al hacer el trabajo de la salvación del Señor.
Como creyente del Evangelio del agua y el Espíritu, no puedo evitar confesar que, durante todos los años que he estado trabajando por este Evangelio, el amor especial del Señor siempre ha estado conmigo en mi ministerio.
Así que les pido a todos los que creen en la justicia de Dios y la predican que disfruten de Su amor especial en sus vidas, como yo he hecho.
A medida que empiezan a leer mis sermones sobre el Cantar de los Cantares en este libro y piensan en la Palabra del Señor, podrán sentir Su amor aún más.

IdiomaEspañol
EditorialPaul C. Jong
Fecha de lanzamiento22 jun 2018
ISBN9788928222384
Sermones sobre el Cantar de los Cantares (I) - ¿Están viviendo como objetos del afecto de Dios?

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    Sermones sobre el Cantar de los Cantares (I) - ¿Están viviendo como objetos del afecto de Dios? - Paul C. Jong

    El Cantar de los Cantares también se llama la Canción de Salomón o la Alabanza de Alabanzas. Según la interpretación tradicional del judaísmo, el Cantar de los Cantares es una alegoría del amor de Dios por Israel a lo largo de la historia. Por otro lado, la interpretación cristiana del Cantar de los Cantares es una metáfora del amor santo de Cristo por Su Iglesia. Y algunos teólogos también ven a Salomón como un pastor. Según esta interpretación, el protagonista de esta canción es un pastor que no es Salomón.

    Quiero que estén de acuerdo con la última opinión. ¿Han recibido el amor especial del Señor en su s vidas? COmo personas que creen en la Palabra del Evangelio del agua y el Espíritu, esoty absolutamente convencido de que no solo yo estoy viviendo en el amor del Señor, sino que todos los obreros de Dios que trabajan conmigo también están viviendo en el amor especial del Señor.

    Los obreros del Señor son miembros de la Iglesia de Dios y estoy convencido de que, si hacen la obra del Señor, disfrutarán de Su amor especial en sus vidas. Esto se debe a que los justos están experimentando el amor del Señor mientras sirven a Su Evangelio.

    Y los que disfrutan este amor del Señor pueden esperar y orar para que más personas crean en el Evangelio del agua y el Espíritu, el amor del Señor y reciban el amor del Señor aún más abundantemente.

    Rev. Paul C. Jong

    SERMÓN 1

    ¿Han besado al Señor?

    < Cantar de los Cantares 1:1-17 >

    "Cantar de los cantares, el cual es de Salomón. ¡Oh, si él me besara con besos de su boca!

    Porque mejores son tus amores que el vino.

    A más del olor de tus suaves ungüentos,

    Tu nombre es como ungüento derramado;

    Por eso las doncellas te aman.

    Atráeme; en pos de ti correremos.

    El rey me ha metido en sus cámaras;

    Nos gozaremos y alegraremos en ti;

    Nos acordaremos de tus amores más que del vino;

    Con razón te aman.

    Morena soy, oh hijas de Jerusalén, pero codiciable

    Como las tiendas de Cedar,

    Como las cortinas de Salomón.

    No reparéis en que soy morena,

    Porque el sol me miró.

    Los hijos de mi madre se airaron contra mí;

    Me pusieron a guardar las viñas;

    Y mi viña, que era mía, no guardé.

    Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma,

    Dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía;

    Pues ¿por qué había de estar yo como errante

    Junto a los rebaños de tus compañeros?

    Si tú no lo sabes, oh hermosa entre las mujeres,

    Ve, sigue las huellas del rebaño,

    Y apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores.

    A yegua de los carros de Faraón

    Te he comparado, amiga mía.

    Hermosas son tus mejillas entre los pendientes,

    Tu cuello entre los collares.

    Zarcillos de oro te haremos,

    Tachonados de plata.

    Mientras el rey estaba en su reclinatorio,

    Mi nardo dio su olor.

    Mi amado es para mí un manojito de mirra,

    Que reposa entre mis pechos.

    Racimo de flores de alheña en las viñas de En-gadi

    Es para mí mi amado.

    He aquí que tú eres hermosa, amiga mía;

    He aquí eres bella; tus ojos son como palomas.

    He aquí que tú eres hermoso, amado mío, y dulce;

    Nuestro lecho es de flores.

    Las vigas de nuestra casa son de cedro,

    Y de ciprés los artesonados".

    ¿En quién fija su mente Dios?

    Como dice el título, el Cantar de los Cantares fue escrito por Salomón para expresar el amor inmenso de Dios por Su pueblo. Cuando leemos el Cantar de los Cantares, vemos que los obreros de Dios habían recibido la remisión de los pecados. Estos obreros están representados por la mujer sulamita. Este Libro nos demuestra cuánto quiere Dios a Sus obreros que han decidido unir sus corazones con la voluntad del Señor y vivir para la predicación del Evangelio. Cuando Dios mira a Sus obreros aprobados, le parecen tan dignos de amor que no puede esconder Sus sentimientos.

    Está escrito en el Cantar de los Cantares 1:2: "Cantar de los cantares, el cual es de Salomón. ¡Oh, si él me besara con besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino." Esto es exactamente lo que Dios nos está diciendo a Sus amados obreros. Los obreros de Dios se refieren a los que están viviendo por la voluntad del Señor. En otras palabras, los corazones y la fe de los obreros que están complaciendo al Señor. El que los siervos de Dios besen al Señor es unir sus corazones con la voluntad del Señor. Al haber recibido la remisión de los pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu, los obreros se han unido a la voluntad de Dios y ahora estamos viviendo entre Su amor y bendiciones. A los ojos del Señor, estas personas le dan felicidad a Su corazón.

    El Señor dijo que Su amor está con todos Sus obreros que hacen Su obra al confiar en la justicia de Dios. El Señor está diciendo que Su amor abunda en todos los que hacen Su obra. Debemos darnos cuenta de que Dios ama especialmente a los que se han unido a Su voluntad. Los justos que se han unido a la voluntad del Señor se han vestido de Su amor y gracia. Dicho de otra manera, las mujeres de Cristo trabajando en la viña del Señor se han vestido de Su amor especial. Los que se han convertido en trabajadores del Señor son los que han recibido la remisión de los pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu y son los que han unido sus corazones con el corazón del Señor y Su obra. Todos los santos, viejos y jóvenes, que se han vestido del amor del Señor, se han convertido en Sus obreros. Estos santos deseas hacer la obra del Señor y seguir los pasos de los predecesores de la fe.

    ¿Qué tipo de personas han unido sus corazones con el corazón del Señor y Su obra?

    Los que han unido sus corazones con la obra del Señor y Su voluntad son los que siguen la voluntad del Señor al negar sus pensamientos carnales. Estas personas son odiadas por este mundo por su devoción por la obra del Señor. En la Biblia, la viña se refiere a la Iglesia de Dios. Como lo obreros de Dios han estado haciendo la obra del Señor unidos a la voluntad de Dios, su piel se ha puesto morena. Así, aunque su piel se haya puesto morena, es decir, aunque su apariencia externa parezca dura por haber hecho la obra de Dios, siguen siendo bellos a los ojos de Dios. En otras palabras, aunque los obreros de Dios parezcan personas feas a los ojos del mundo, a los ojos del Señor son bellos como las cortinas de Salomón. Este es el corazón cálido que el Señor tiene con todos Sus santos y obreros en la Iglesia de Dios.

    Cuando miramos las apariencias externas de los obreros de Dios y Su Iglesia, se parecen a los soldados en el campo de batalla. Son diferentes a la gente de este mundo porque tienen las marcas de Cristo en sus cuerpos. Como los soldados de la batalla tienen marcas que muestran lo duro que han trabajado haciendo la obra de Dios. Cuando los miramos mejor, podemos ver que son los verdaderos soldados de la fe. Su fe y su apariencia son bellas. Para la mayoría de nosotros, estos obreros de Dios parecen bellos en cuerpo y espíritu, sin embargo, no todos los vemos igual A los ojos de los santos más jóvenes que acaban de llegar a la Iglesia de Dios, estos obreros pueden aún parecer más pobres. Estas personas que son nuevas en la Iglesia de Dios suelen decir: Esta Iglesia de Dios es una asamblea de mendigos. La verdad es muy diferente. A los ojos de Dios y a los ojos de los santos maduros, los obreros de Dios son bellos.

    Estos obreros han estado haciendo la obra de Dios en Su Iglesia porque creen en el Evangelio del agua y el Espíritu y por eso tienen marcas en sus cuerpos que muestras su trabajo. He oído muchas veces cómo la gente de la fe dice que los obreros de Dios son bellos y estoy completamente de acuerdo. Esto es cierto. Aunque los obreros de Dios estén tan oscuros por el sol como las tiendas de Quedar cuando hacen la obra de Dios, pero por dentro son tan bellos que no hay palabras para explicarlo. Lo único es que los obreros de Dios nos e adornan superficialmente como la gente de este mundo. En otras palabras, no practican la hipocresía como la gente de este mundo. La verdad es que, cuando los obreros de Dios son observados desde dentro de la Iglesia, sus vidas son muy hermosas.

    El Cantar de los Cantares trata del amor

    En el pasaje de las Escrituras de hoy el Señor nos está explicando cuánto nos ama a Sus valiosos obreros. Este pasaje de las Escrituras trata del amor entre Dios y Su pueblo amado. Entre los santos están los obreros que viven con sus corazones unidos al Señor del amor y estos son los obreros de Dios. Estos obreros de Dios son todos hermosos porque están viviendo en la Iglesia de Dios y Dios está propagando Su justicia a través de ellos. Dios está diciendo que sus vidas son hermosas como las cortinas de Salomón. Estos obreros de Dios están diciendo: No reparéis en que soy morena, Porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no guardé (Cantar de los Cantares 1:6).

    Los obreros de Dios están seleccionados especialmente entre los santos en Su Iglesia. Estas personas en particular son las que el mundo odia, y son las que siguen la voluntad del Señor por fe. Separados del mundo y sus hipócritas religiosos, han sido reclutados por Dios para vivir como Sus obreros dedicados. Por eso son tan fieles a la Iglesia de Dios. Su apariencia física está dañada por el sol al que han estado expuestos mientras hacen la obra de Dios. Pero, aunque esto les está pasando a sus cuerpos, están dispuestos a vivir como obreros de Dios siempre y cuando sean amados por Dios.

    Los obreros de Dios son amados por Él, porque a Sus ojos están viviendo según Su voluntad. Como han besado al Señor y han dedicado sus vidas a Su voluntad, son amados por Dios aún más. Por eso son tan bellos a los ojos de Dios. Ante el Señor no hay nadie tan bello como estos obreros de Dios. Lo que no debemos olvidar es que nuestro Señor ama a los obreros de Dios.

    Sin embargo, incluso estos obreros de Dios pueden olvidarse de Su amor de vez en cuando. Como resultado, a veces no pueden ver cómo Dios les ama. Estas personas se han dormido espiritualmente. Demasiado a menudo estamos demasiado preocupados con nuestro trabajo diario que no podemos ni sentir el amor del Señor. Pero, a pesar de esta fragilidad, el Señor nos ama de la misma manera. Aunque de los obreros de Dios parezcan las tiendas de Quedar por fuera, desgastados por hacer la obra de Dios, el Señor los ve como las cortinas de Salomón y los ama aún más. No debemos olvidar que Dios ama a Sus obreros, cuida de ellos y los bendice. Como nos dijo el Señor, debemos creer que nos ama.

    Nuestra fe en el amor de Dios es tan importante como la vida misma para nosotros. Es una gran bendición par nosotros vivir confiando en que Dios nos ama a todos. Si no tienen esta fe acabarán cayendo en la desesperación y saliendo de la Iglesia de Dios, aunque hayamos estado trabajando por el Señor por mucho tiempo. Por el contrario, si creen que Dios les ama, esta fe les dará una gran victoria. Como obreros de Dios, mientras tengamos fe en Dios, seamos quién seamos, en este mundo o en la Iglesia de Dios, podemos vivir una vida que está aprobada por Él. Sin importar nuestras apariencias externas, podremos vivir en la luz brillante del Evangelio del agua y el Espíritu, entre las bendiciones de Dios.

    Creemos que el Señor nos ama y que ama a todas las demás almas. El Señor ama a los obreros de Dios como el Rey Salomón amó a la mujer sulamita que aparece en el Cantar de los Cantares. Es imposible hacer hincapié completamente en lo importante que es que crean que Dios nos ama a todos. Dios dijo que nos ama, aunque parezcamos las tiendas de Quedar, y esto es cierto si lo vemos a través de las lentes de nuestra fe en la justicia de Dios. Así es como Dios ve a Sus obreros. Por mucho que pensemos los unos en los otros, a los ojos de Dios, no hay nadie en este mundo tan digno de amor y honorable como los que se han convertido en obreros de Dios.

    Dios se complace con los que han fijado su corazón en la predicación del Evangelio del agua y el Espíritu a través de sus vidas. Dios ama a estas personas y se complace sobretodo con estas personas dedicadas. Entre todos los santos combinados, Dios ama sobretodo a los que se han convertido en Sus valiosos obreros. Cuando Dios mira a los justos, no hay nada más digno de amor que los justos que se han convertido en Sus obreros leales. Desde una perspectiva humana, los obreros de Dios no parecen diferentes. Sin embargo, la perspectiva de Dios es diferente a la nuestra y Su perspectiva es contraria a la nuestra. Para los justos, el punto de vista de Dios es más importante que nada. No nos importa cualquier otra perspectiva.

    Mientras vivimos nuestras vidas en este mundo, es cierto que a menudo pasamos por tiempos difíciles mientras servimos al Evangelio del agua y el Espíritu. Pero estos tiempos difíciles ocurren cuando nuestros valores y juicios se desvían de los valores del Señor. Sin embargo, lo que está claro es que Dios nos ama y que está con todos los que confiamos en Él. Por nuestra fe en el Evangelio del agua y el Espíritu Dios nos ha ungido para ser Sus obreros. Al darnos cuenta de que Dios nos ama a todos podemos eliminar todas nuestras dudas acerca de Dios y podemos tener el orgullo espiritual de la verdadera fe. Esta fe nos da poder para seguir al Señor con orgullo espiritual.

    ¿Quieren que el Señor conteste nuestras oraciones?

    Dios nos ama tanto que, como el Señor del Evangelio del agua y el Espíritu, vino a buscarnos. Es importante darnos cuenta aquí que, aunque estamos vestidos del amor de Dios, todavía acabamos olvidando este amor de Dios. Así que, es imperativo pensar en el amor de Dios tan a menudo como sea posible y restaurar nuestra fe. ¿Cómo podemos amar al Señor siempre y hacer Su obra lealmente?

    La respuesta a esta pregunta se encuentra en el versículo 1:7-8: Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma, Dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía; Pues ¿por qué había de estar yo como errante Junto a los rebaños de tus compañeros? Si tú no lo sabes, oh hermosa entre las mujeres, Ve, sigue las huellas del rebaño, apacienta tus cabritas junto a las cabañas de los pastores.

    Este pasaje nos enseña que debemos orar al Señor. Al seguir la justicia del Señor por fe, a veces tenemos dificultades cuando oramos al Señor para pedirle ayuda. Si de verdad queremos que el Señor esté con nosotros en todo lo que hacemos, debemos orar al Señor por fe. Cuando oramos al Señor, no esconde Su cara de nosotros, sino que manifiesta Su justicia para nosotros. Así que, al revelarse a Su pueblo, Dios nos muestra que está con nosotros y nos da Su gracia. El Señor siempre está con Sus obreros durante todas sus vidas cuando se dedican a servir a la justicia del Señor. Buscamos la ayuda del Señor en todos los aspectos de nuestras vidas. Cuando oramos, el Señor está con nosotros en todo lo que hacemos. Todos creemos en esto.

    Los que quieren unir sus corazones con el Señor y hacer la obra de Dios deben tener fe en la justicia de Dios y vivir por esta fe

    Como Dios conoce nuestras circunstancias, quiere ayudarnos. Mientras hagamos la obra de Dios y trabajemos por los objetivos del Señor, Dios nos ayudará sin falta. Esto es lo que creemos. Si queremos caminar con el señor y si queremos unir nuestros corazones con el Señor y seguirle, necesitamos que el Señor esté con nosotros y debemos tener fe en Él. Debemos darnos cuenta de que el Señor está caminando con nosotros y ayudándonos. Debemos conocer a Dios correctamente y creer en Él correctamente. Solo entonces podemos seguir al Señor. Y para ello debemos seguir los pasos de los predecesores. Solo entonces podemos predicar el Evangelio del agua y el Espíritu a todos los que no han recibido la remisión de los pecados.

    Algunos santos, a pesar de confiar en la justicia de Dios y quiere seguirla, no pueden hacerlo porque su futuro no parece seguro. Estas personas tienen que seguir los pasos de los obreros de Dios que han ido antes que ellas. Deben dejar de lado sus metas, confiar en los líderes de la Iglesia nombrados por Dios y hacer Su obra en Su tienda. Cuando siguen la justicia del Señor con su corazón unido a la Iglesia de Dios, podrán participar en el precioso ministerio de Dios.

    De hecho, deben darse cuenta de que, si quieren seguir la justicia del Señor por su cuenta confiando en sus propias fuerzas, no podrán hacerlo. Por eso todos debemos seguir la fe y el consejo de nuestros predecesores de la fe. Si les resulta difícil intentar seguir la justicia del Señor, es porque los deseos de su carne están evitando que sigan la justicia del Señor. Sus propios deseos carnales son completamente opuestos a la justicia de Dios y por eso no tienen ninguna confianza en poder seguir al Señor.

    Sin embargo, si tienen a un pastor guiándoles, podrán seguir la justicia del Señor mucho mejor. Esto se debe a que recibirán las bendiciones de Dios cuando se unen al Señor confiando en su líder espiritual. Si de verdad quieren besar al Señor y vivir según Su voluntad, deben unirse a la Iglesia establecida por Dios y a sus líderes. Entonces podrán seguir al Señor hasta que vuelva. Aquí, nuestro Señor nos está hablando de la base de la fe.

    Cuando conseguimos la justicia del Señor por fe, todos querremos seguir al Señor

    No hay nadie entre los justos que no tenga este deseo. Esto se debe a que tienen al Espíritu Santo en su corazón, solo si han recibido la remisión de los pecados al creer en el Evangelio del agua y el Espíritu que constituye la justicia de Dios. Todo el que cree en el Evangelio del agua y el Espíritu quiere seguir la justicia del Señor por fe hasta el final. Pero ¿cómo podemos conseguirlo? La respuesta es muy fácil: Todos podemos seguir la justicia del Señor si vivimos con nuestros hermanos creyentes que tienen la misma fe en la justicia de Dios. Y podemos seguir la justicia de Dios solo unimos nuestros corazones con nuestros

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