Propósito de los últimos tiempos

Por Loide Santiago López

Estudio bíblico con referencia a la escatologia bíblica con el enfoque primeramente enel propósito por el cuál Dios determínó los eventos del fin de la era como la conocemos, para así poder ordenar y comprender lo que sucederá en el futuro como se muestra en el libro de Apocalipsis.
 

• Idioma: Español
• Editorial: Loide Santiago Lopez
• Fecha de lanzamiento: 16 dic 2021
• ISBN: 9798201325381

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CAPÍTULO 1

ISRAEL Y LA IGLESIA

La Biblia no se puede interpretar sin tomar en cuenta a Israel, es más, no debería leerse sin considerar al pueblo elegido por Dios desde el principio. Recordemos que fue con Israel con quién comenzó todo, y todo el Antiguo Testamento fue escrito para esta Nación. Escatológicamente hablando es de la misma manera, no pueden interpretarse los textos bíblicos acerca de los últimos tiempos sin tomar en cuenta a Israel, y en este capítulo voy a decirte por qué.

La historia nos muestra que Israel ha sido odiado desde el principio de los tiempos, Israel ha sufrido persecución, cautividad, muerte, exilio, y hasta el día de hoy se siguen levantando enemigos en su contra. La historia y las noticias acerca de Israel en este tiempo nos hace preguntarnos: si Israel ha sido desgajado como dice la Biblia ¿por qué Satanás insiste en seguirlos atacando? La historia también nos muestra que los cristianos han sido perseguidos y odiados como ningún otro grupo, más que en la historia de esclavitud de la raza negra, pues los cristianos no solo eran perseguidos, torturados y muertos, sino que, a la fecha esto sigue sucediendo en distintos lugares del mundo, principalmente en El Medio Oriente y seguirá sucediendo hasta el fin.

De igual manera, la Biblia ha sido y es uno de los libros más odiados y el único prohibido en algunos lugares del mundo, y no hay ninguna casualidad con todo esto. Es más, por si la historia de Israel y la Iglesia pareciera poca en 2013 la ONU declaró que los cristianos son los enemigos número uno de los derechos humanos. (Badillo, 2013)

Así que, para estudiar escatología es necesario que la Iglesia conozca correctamente quién es Israel, por qué es tan importante, y cuál es el propósito que Dios tiene para esta nación en los últimos tiempos. Por eso, hay que eliminar de nuestra mente y corazón la TEORÍA DEL REEMPLAZO que consiste en que la Iglesia ha remplazado a Israel, o que la Iglesia es el Israel espiritual, esto no es así. Pablo escribió a los romanos acerca de esto. Israel no ha sido sustituido, ni reemplazado, ni puesto al olvido.

Romanos 11:1 DIGO pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy Israelita, de la simiente de Abraham, de la tribu de Benjamín.

1° Samuel 12:22 Porque el SEÑOR, a causa de su gran nombre, no desamparará a su pueblo, pues el SEÑOR se ha complacido en haceros pueblo suyo.

Salmo 94:14 Porque el SEÑOR no abandonará a su pueblo, ni desamparará a su heredad.

Lamentaciones 3:31 Porque el Señor no desecha para siempre;

Israel no ha sido desechado para siempre, y mucho menos ha sido reemplazado, pero era necesario que fuera hecho a un lado para que la Iglesia pudiera nacer y pudiera reinar la gracia. Dios cumplirá todas las profecías de RESTAURACIÓN a su pueblo, ISRAEL, les devolverá su tierra, hará pacto perpetuo y nunca más se acordará de sus iniquidades, los perdonará para siempre y les dará lo mejor del trigo y de la miel. Hay muchas promesas donde Dios le promete a Israel un reino LITERAL de paz, seguridad, abundancia, protección, y perfección.

Isaías 49:14-16 Pero Sion dijo: Me dejó Jehová, y el Señor se olvidó de mí.15 ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti.16 He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros.

Aun cuando hemos sido injertados, adoptados, hechos parte de la familia de Dios y ahora somos hijos de Dios, debemos repensar el estado de nuestro corazón hacia Israel, el hijo pródigo por así decirlo, deseamos que siga en perdición, o compartimos los mismos anhelos de Dios para con ellos. Hay una canción de Marcos Vidal que dice:

toca a tu pueblo otra vez Señor, no los dejes morir, hazlos sentir otra vez momentos de amor, vuelve a hacerlos vivir, no los deseches en ira cruel, son tu pueblo tu Israel, toca a tu pueblo Señor otra vez (1990).

Existen varias diferencias entre Israel y la Iglesia, no solo hablo del Israel geográfico, sino el bíblico.

Estas diferencias no quieren decir que haya una división entre Israel y la Iglesia, pero si quiere decir que HAY UN PLAN PARA ISRAEL y OTRO PLAN PARA LA IGLESIA. Un ejemplo claro que no hay división, pero sí que hay distintos propósitos como lo vemos con Abraham, con Moisés, con David, etc., Dios tenía un plan para cada uno de ellos, en distintos tiempos de la historia y se cumplieron al pie de la letra. El plan para Israel se tiene que cumplir letra por letra y el plan para la Iglesia también, pero en distintos tiempos o dispensaciones, porque son planes diferentes; y para entender estos dos grandes planes es necesario conocer el propósito de Dios para cada uno de ellos que ya están escritos en la Biblia.

Una vez manifestadas estás diferencias entre Israel y la Iglesia, que tiene que ver con el plan de Dios, quiero añadir un pequeño comentario. Imagina que Dios te envía a Israel a una misión de evangelismo. Estás allá y tienes la oportunidad de platicar con un israelita y comienzas a hablar del Evangelio: El Mesías ya vino, él te contestaría rápidamente ¿y dónde está la promesa de su reino? Muy inocentemente tú le dirías este es su Reino, es espiritual, o podrías contestar falta que venga por segunda vez a establecer su Reino. Aquí el israelita comenzaría a dar vistazos dudosos hacia ti y te contestaría Dices que el Mesías ya vino, pero no trajo su reino con Él. ¿Es eso posible? Dios le prometió a Abraham, Isaac, Jacob y a todo Israel un reino literal, ¡está escrito!, entonces ¿la Torá miente? Tu comenzarías a entender un poco su confusión, entonces muy ingenuamente tú le contestarías lo que pasa es que Él vino y ustedes lo rechazaron, y lo mataron. Ahora, ese reino es nuestro, de la Iglesia, para todos los que creemos en Él. Hasta este momento, el israelita con el que hablas pega un salto y seguramente, ofendido y hasta enfurecido te dirá ¿Estás diciendo que el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob nos ha desechado; que no solo rompió su promesa con Abraham, sino que nos despojó de todo lo que era nuestro por herencia, y que se los dio a ustedes, ¿pero de forma invisible?

¿Te imaginas el gran lío que acabas de crear? Este mismo lío se crea cuando nosotros decimos o pensamos que hemos reemplazado a Israel pues hacemos a Dios mentiroso. Dios le prometió a Israel UN REINO TERRENAL donde el Mesías los apacentaría y Él borraría sus transgresiones PARA SIEMPRE. Y aunque es verdad que la Iglesia ha sido injertada, no quiere decir que sea el mismo plan pues como podemos observar en las diferencias, el plan que Dios tiene para nosotros ES UN REINO CELESTIAL.

Efectivamente, en el Antiguo Testamento principalmente en los profetas se encuentran todas las promesas que Israel sigue esperando, una de ellas, la principal y motivo por el cual no recibieron a Jesús hijo del carpintero, es porque a ellos les fue dada la promesa de UN REINO DEL MESÍAS LITERAL, el cual efectivamente no ha llegado. Nosotros sabemos que este REINO LITERAL es conocido como el MILENIO y es un evento del futuro.

Dios no miente, si Él dijo que lo haría, y si Él lo prometió a Israel, es porque así lo hará. Dios hizo un PACTO PERPETUO (eterno) con Abraham y lo ratificó a Isaac, Jacob, Moisés, David, todos los profetas y todo el pueblo judío, si es eterno quiere decir que no tiene fin. El hecho de que Israel haya sido desgajado no quiere decir que haya sido reemplazado, sino que la misma Biblia afirma que, por causa de su pecado, Dios lo iba a disciplinar hasta el tiempo que diera a luz la que ha de dar a luz pero de este alumbramiento hablaré más adelante. (Ver capítulo 6. Tribulación)

EL VALLE DE LOS HUESOS SECOS

Ezequiel 37:1-14 La mano de Jehová vino sobre mí, y me llevó Jehová en espíritu y me puso en medio de un valle que estaba lleno de huesos. 2Y me hizo pasar cerca de ellos por todo en derredor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera. 3Y me dijo: Hijo de hombre, ¿pueden revivir estos huesos? Y respondí: Señor Jehová, tú lo sabes. 4Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová. 5Así dice el Señor Jehová a estos huesos: He aquí que yo haré entrar espíritu en vosotros, y viviréis. 6Y pondré tendones sobre vosotros, haré crecer sobre vosotros la carne, os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy Jehová. 7Profeticé, pues, como me fue mandado; y se oyó la voz del Señor mientras yo profetizaba, e inmediatamente un terremoto; y los huesos se juntaron, cada hueso en su sitio. 8Y miré, y he aquí que había tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; pero no había en ellos espíritu. 9Entonces me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así dice el Señor Jehová: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán. 10Así que profeticé como me había mandado, y entró el espíritu en ellos, y vivieron, y se pusieron en pie; un ejército grande en extremo. 11Me dijo luego: Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. He aquí que ellos dicen: Nuestros huesos están secos, y se ha perdido nuestra esperanza; y estamos cortados del todo. 12Por tanto, profetiza, y diles: Así dice el Señor Jehová: He aquí que yo voy a abrir vuestros sepulcros, pueblo mío, y os haré subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel. 13Y sabréis que yo soy Jehová, cuando haya abierto vuestros sepulcros, y os haga salir de vuestras sepulturas, pueblo mío. 14Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os instalaré en vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.

Este pasaje, en el original en HEBREO dice que, la MANO (יַד־) de YAHWEH (יְהוָה֒) LO LLEVÓ (וַיּוֹצִאֵ֤נִי) en el ESPÍRITU (v.1), así que Ezequiel es llevado de la mano, en el espíritu no el cuerpo, a un VALLE lleno de HUESOS. Y cuando Ezequiel profetiza lo que se le pide que profetice, la escritura dice que la voz del Señor ק֤וֹל (qō-wl) se escuchó al mismo tiempo que él profetizaba, hablando de la unidad entre el hombre y Dios, entonces y HUBO UN TERREMOTO (v.7); esto quiere decir, que hubo una remoción de lo terrenal con esta unificación de Dios, la palabra y el hombre. Y también tiene relación con el terremoto mencionado en Apocalipsis 11:13 después de la muerte y resurrección de los dos testigos, pero de esto hablaré más adelante.

En ese momento, después del terremoto, los huesos se comenzaron a unir hasta formar cuerpos enteros. Después Ezequiel vuelve a profetizar y entra hálito de vida y viven. Recordemos que todo esto es en el espíritu y no en la carne, por lo que habla de un hecho profético, que tiene un significado que encontramos ahí mismo en ese pasaje. Esta PROFECÍA y este HALITO DE VIDA también está íntimamente ligada a la profecía de Joel 2:28-29 que habla del derramamiento del Espíritu Santo, pero de igual forma, lo expondré más adelante.

A este pasaje, como a muchos otros en la Biblia, se le han dado varias aplicaciones dentro de la Iglesia, lo cierto es que la Biblia puede aplicarse de forma profética, pero también, toda la Biblia tiene una aplicación LITERAL.

Este pasaje tiene como aplicación literal LA RESTAURACIÓN DE ISRAEL y el RECOGIMIENTO DE LOS ESCOGIDOS, que sucederá en el fin y es parte del PROPÓSITO de estos tiempos. Explícitamente, este verso dice: estos huesos secos son la casa de Israel, los traeré, los instalaré en su tierra. El cumplimiento de esta profecía en sentido literal no se trata de gentiles siendo avivados o resucitados, sino de la casa de Israel y tiene todo que ver con los últimos tiempos como lo dice la profecía de Daniel (véase más adelante) y con el terremoto después de la resurrección de los dos testigos (véase más adelante), esta profecía de los huesos secos tiene su increíble aplicación en lo que está por suceder, donde este hecho ya no solo será profético sino histórico.

Aquí hay que aclarar dos cosas: la primera es que la palabra profética de Dios siempre se cumple; y la segunda es que el cumplimiento de esas profecías es de una manera espiritual y otra, única, literal. La manera espiritual de cumplirse las promesas se debe a la multidimensionalidad de Dios y que su palabra actúa en nosotros en diferentes tiempos, momentos y situaciones. Dios nos habla todo el tiempo y de muchas maneras (Heb. 1:1). La forma literal del cumplimiento de las profecías es que tiene un año, mes, día, hora y segundo en que se cumplirá de manera literal y para siempre.

Entendiendo estás dos aplicaciones de las profecías podemos ver que, la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento habla de la resurrección de los muertos, pero Ezequiel 37 dice: entonces sabrán que yo soy el Señor y lo cumpliré; involucrando todas las promesas de restauración LITERAL únicamente para la nación de ISRAEL. Ellos son los que esperan y a quienes les pertenecen todas las promesas de restauración, porque la Iglesia no persigue la restauración sino la resurrección o transformación como dice 1° de Cor. 15:12-58.

Esto probablemente te esté generando algo de conflicto puesto que es una verdad que todas las promesas son para los hijos de Dios, y como lo mencionaba anteriormente en sentido espiritual lo son; pero en sentido literal, como es el cumplimiento de las profecías de todo el Antiguo Testamento que no se han cumplido y que pertenecen únicamente a Israel. Estas promesas tienen su razón de ser en el plan que Dios trazó para Israel, y como lo dije anteriormente, el plan de Dios para la Iglesia es muy diferente pues no es terrenal ni en esta era, sino que tiene todo que ver con lo espiritual y con la era venidera, donde reinaremos con Cristo con cuerpos 100% redimidos que nunca más verán la muerte y corrupción, reinaremos sobre Israel. (Véase más adelante en el cap. 8,El Milenio)

Por otro lado, esta porción de Ezequiel 37 también tiene una aplicación profética espiritual en cuanto a la ESPERANZA DE SALVACIÓN para la Iglesia y para todo el mundo; pero el cumplimiento literal de esta profecía significa que el FINAL DE SATANÁS está cerca. Es muy importante tomar la Biblia de manera literal y también profética porque así es la palabra de Dios, no tiene fecha de caducidad, pero NUNCA debemos sacarla de contexto, la Biblia nunca se contradice así que debemos aprender a interpretarla con la misma Biblia.

Los israelitas hasta el día de hoy son esos huesos secos sin esperanza, ellos todavía están esperando la llegada del Mesías, ellos aún no creen que Jesús, al que crucificaron, es hijo de Dios, sino que esperan la llegada del Mesías que se profetiza en Isaías y con ello la restauración completa de su Nación para recibir ese reino literal lleno de perpetua paz y prosperidad que se les prometió. Es por esto que hasta el día de hoy hay una guerra por la tierra prometida, tienen enemigos que buscan su aniquilación, y ellos siguen aferrados a la promesa esperando su cumplimiento; del mismo modo, es la razón por la cual Satanás sigue peleando en su contra, porque si Dios ya los hubiera desechado ¿qué tanto odio podría tenerles para seguir persiguiéndolos?

Así que, leyendo el pasaje de Ezequiel, tomando en cuenta lo que ya he mencionado anteriormente, hay que seguir examinando lo que dice la Biblia al respecto:

Se escucha la voz de Dios y hay un terremoto. Este pasaje puede cruzarse referencialmente con Joel 2:18, Mateo 24:14 y 29, Ap. 11:13. Los terremotos son señales sobre lo que sucede en lo espiritual. Hubo un terremoto cuando Cristo murió en la cruz y muchos muertos resucitaron (Mt. 27:51-66), y habrá terremotos al final de los tiempos que representan que todo lo terrenal será conmovido.

Los cuerpos reviven. No habla de una resurrección física, sino una resurrección espiritual que tiene que ver con que Israel despertará y reconocerá a Cristo como el Mesías. Tiene que ver con la 70° semana de Daniel (9:24-27), con Apocalipsis 12, y con Mateo 24. Ellos tendrán un nuevo nacimiento, un despertar y sus ojos serán abiertos para ver al único Dios; razón por la que huirán al desierto y se mantendrán escondidos por 1260 días y Dios los sustentará como en Éxodo. También tiene su referencia en Oseas 2:18 yo la llevaré al desierto y hablaré a su corazón… y la haré mía para siempre.

Ellos sabrán quién es Jehová. Esto significa el cumplimiento de las promesas en Oseas, Joel, Miqueas, Nahúm, Zacarías, Amós, Sofonías, Ezequiel, Daniel, Isaías, Jeremías, etc.

En este mismo capítulo viene una porción (v.15-28) donde profetiza la unificación de Israel donde Dios hará un pacto perpetuo.

Ezequiel 37:26-28 Y haré con ellos pacto de paz, será un pacto perpetuo con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. 27Habitaré en medio de ellos, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 28Y sabrán las naciones que yo Jehová santifico a Israel, cuando mi santuario esté en medio de ellos para siempre.

Actualmente muchos aseguran que esta promesa pertenece al Israel espiritual que según es la Iglesia, pero repito, la Biblia NUNCA ENSEÑA que hemos sustituido a Israel; más bien enseña que nosotros los gentiles hemos sido adoptados, injertados y nos hemos hecho una familia con ellos, no al revés. Tenemos que orar y leer las escrituras y pedir al Espíritu Santo que hable a nuestros corazones sobre lo que esta profecía quiere decir exactamente.

Gálatas 3:26-29 Así que, todos son hijos de Dios por medio de la fe en Cristo Jesús 27 porque todos los que fueron bautizados en Cristo se han revestido de Cristo. 28Ya no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay varón ni mujer; porque todos ustedes son uno en Cristo Jesús. 29Y ya que son de Cristo, ciertamente son descendencia de Abraham, herederos conforme a la promesa.

Pablo escribió a los gálatas una revelación que tuvo. Él era judío y en 2° Corintios 5 dice que, si alguien se puede jactar y de algo se pueden jactar, es él por ser judío, y cumplir la ley en todos los sentidos. Pero en la epístola de Gálatas, la porción anterior, habla de esta gran familia de Dios (v.28), donde Pablo, a pesar de ser judío dice que ya no hay esa separación donde solo los judíos eran el pueblo especial, sino que hemos sido llamados descendientes de Abraham, o sea, pertenecemos al pueblo elegido, fuimos adoptados y añadidos a esta familia, y eso significa que este pueblo sigue siendo una prioridad para Dios y sus planes en el futuro. En otras palabras, no quiere decir que el pueblo de Dios haya dejado de existir para que nosotros pudiéramos ser parte de la familia, sino que nosotros nos volvimos parte de ellos, y ellos siguen siendo el pueblo especial, y en este caso el hijo pródigo.

Esta misma porción es la que se ha malinterpretado para asegurar que ahora la Iglesia es el Israel espiritual, diciendo que ser judío ya no significa nada, y por eso creen que todas las promesas del Antiguo Testamento pertenecen a la Iglesia. ¡Qué locura! Somos nosotros los que fuimos adoptados, injertados al olivo, añadidos por gracia para que nadie se crea más que el otro. Así que nunca debemos olvidar de dónde venimos.

Romanos 9:1-5 Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo, 2que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón. 3Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne; 4que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; 5de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.

Es más, Pablo mismo dijo que la situación de Israel le dolía continuamente al grado que prefería ser anatema (separado de Cristo) por amor a sus hermanos, los israelitas, ya que todo les pertenecía a ellos. Esto nos muestra que Pablo tenía el mismo anhelo del Padre en su corazón, que ellos sean restaurados y reciban la promesa. Pero no quiere decir que ellos hayan sido reemplazados, sino que, por la dureza de su corazón y su terquedad, en este momento ellos estaban separados.

Por otro lado, no hay que olvidar que ese mismo verso de Gálatas 3 dice no hay judío ni griego, no hay ni hombre ni mujer, y no se trata de un reemplazo literal, ya que si fuera literal ¿por qué entonces sigue habiendo hombre y mujer? Porque no se refiere al mundo terrenal sino al espiritual, específicamente hablando de la Iglesia y la Novia. Así que, por consiguiente, ese verso de Gálatas no debe ser tomado para decir que Israel ha sido reemplazado.

Romanos 11:17-24 17 Y si algunas de las ramas fueron desgajadas y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado entre ellas y has sido hecho copartícipe de la raíz —es decir, de la abundante savia del olivo— 18 no te jactes contra las demás ramas. Pero, aunque te jactes en contra de ellas, no eres tú quien sustentas a la raíz sino la raíz a ti. 19Entonces dirás: Las ramas fueron desgajadas para que yo fuera injertado. 20Está bien; por su incredulidad fueron desgajadas. Pero tú por tú fe estás firme. No te ensoberbezcas sino teme; 21 porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. 22Considera, pues, la bondad y la severidad de Dios: la severidad ciertamente para con los que cayeron; pero la bondad para contigo, si permaneces en su bondad. De otra manera, tú también serás cortado. 23Y ellos también, si no permanecen en incredulidad, serán injertados; porque Dios es poderoso para injertarlos de nuevo. 24Pues si tú fuiste cortado del olivo silvestre y, contra la naturaleza, fuiste injertado en el buen olivo, ¡cuánto más estos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo!

En esta porción de Romanos es muy específico que no debemos jactarnos sino tener temor de la severidad de Dios. Somos hijos y Dios no va a cambiar de opinión respecto a nuestra adopción, pero la Biblia es muy clara, Dios mismo endureció a Israel para que nosotros pudiéramos entrar a esta familia, y esto debe hacernos clamar por la redención de ellos.

Ahora, si lo vemos de una manera más visual, imaginemos lo siguiente: hay un matrimonio que tienen tres hijos propios, y por causa de la misericordia que sienten por otros, deciden adoptar a otros tres hijos huérfanos. Al adoptarlos quiere decir que los rescatan de un orfanato, les dan un nuevo nombre, los llevan a vivir a una nueva casa cambiando por completo su destino de huérfanos a hijos. Toda va bien, hasta que uno de sus hijos naturales decide abandonar su hogar, ir por un camino de adicciones y perdición, ¿puede el padre olvidarse de este hijo natural y reemplazarlo por otro? ¡DEFINITIVAMENTE NO! El padre, aunque amará a los nuevos hijos adoptados y no los abandonará, siempre seguirá esperando por el regreso de este hijo. De la misma manera Dios sigue esperando que Israel vuelva a Él, y tampoco nos apartará de su lado, simplemente este tiempo en que Israel está lejos nos ha permitido romper con toda la orfandad, y todas esas marcas de rechazo para conocer el amor del Padre y entender que hemos sido INJERTADOS. Somos TODOS una gran familia.

Así que, los últimos tiempos involucran tanto a la Iglesia y a Israel. Es como la parábola del hijo pródigo, tomando en cuenta que hemos sido adoptados, Israel es el hijo pródigo. Y el día que Israel vuelva el Padre hará una gran fiesta pues no ha dejado de esperar su regreso.

Algo muy importante que debemos destacar en todo esto es que el único momento y tiempo donde se habla de estos dos pueblos juntos (Israel y la Iglesia), con base a los planes y las promesas de Dios es en la NUEVA JERUSALÉN DURANTE EL MILENIO, no en esta era y estos tiempos, sino en la era venidera que corresponde al reino incorruptible de Cristo.

Durante el Milenio, la Iglesia, o sea nosotros, somos los que estaremos reinando con Cristo sobre Israel y las naciones sobrevivientes, pero para poder entender el cumplimiento del propósito, debemos ver como alegóricamente Israel es representada en la Biblia como una mujer, y la Iglesia es representada alegóricamente como otra mujer, o sea, que Israel y la Iglesia no son lo mismo, y que LA IGLESIA NO HA REEMPLAZADO A ISRAEL. Esto nos lleva al siguiente tema.

LAS DOS NOVIAS

Dios todo lo hace con un propósito. A veces perdemos de vista cuál es el propósito principal de los últimos tiempos, nos enfocamos más a los eventos que a los propósitos, y para poder comprender scatológicamente el porqué de todos los sucesos de los últimos tiempos hay que entender que, la Biblia habla de Israel y de la Iglesia como DOS MUJERES, DOS NOVIAS, o sea, DOS ESPOSAS y vamos a verlo a la luz de la palabra con sus referencias. Esto indica que también hay DOS ESPOSOS. Este tema es sumamente importante para la comprensión del propósito de los últimos tiempos, de las profecías y los sucesos. En todo esto, recordemos la multidimensionalidad de Dios, que no sólo nos habla como hijos.

No es una casualidad que la Biblia se haya dividido en DOS TESTAMENTOS (antiguo y nuevo) y DOS TRONOS (la ley y la gracia). Un testamento es un documento legal, un certificado y una HERENCIA DE UN PADRE A UN HIJO, y tiene todo que ver con que haya DOS TRONOS; el trono de la ley donde Jehová reinó sobre Israel y el trono de la gracia donde actualmente Cristo está sentado reinando sobre su Iglesia, finalmente tiene que ver con los acontecimientos del Apocalipsis.

¿Puede el Padre y el Hijo tener la misma esposa? Definitivamente no es posible, lo podemos corroborar con la ley de Moisés acerca del adulterio, y lo podemos corroborar con la naturaleza de una relación matrimonial. También en 1° Cor. 5:1, es muy claro que un hombre no puede tener la misma esposa que su padre, ya que es INMORALIDAD que ni siquiera los gentiles la practican y el que practique eso debe ser entregado a Satanás. En conclusión, si hemos pensado que Israel y la Iglesia son lo mismo, debemos arrepentirnos de pensar que Dios y Cristo practican esta inmoralidad.

Quiero aclarar que, aunque esto suena como una herejía, te pido te tomes un momento para estudiar la palabra, y como ya lo mencioné, Dios nos nombra de muchas maneras: adoptados, hijos, hermanos, sacerdotes, nación santa, pueblo adquirido, coherederos con Cristo, también nos dice que somos la novia de Cristo. En otras palabras, a pesar de todas las denominaciones o títulos con los que podemos ser llamados, a Dios le plació manifestar a la Iglesia como una mujer, llamándola únicamente la novia de Cristo. De la misma manera, Dios se expresa de Israel como sus hijos, sus escogidos, hermanos y como su mujer, una mujer adúltera; lo podemos ver en el Antiguo y Nuevo Testamento, y según la historia completa del libro del profeta Oseas la muestra como su esposa, una esposa adúltera. Precisamente por este hecho, es necesario abordar ESTE TEMA CLAVE PARA SER ENTENDIDOS EN LOS TIEMPOS.

LA NOVIA DEL PADRE

El pueblo escogido de Dios, Israel, es la novia del Padre, a quién le pertenece la LEY, y todas las promesas que se encuentran en el Antiguo Testamento. Pero no todo Israel es parte de los escogidos, ya que Dios muchas veces habló de solo un remanente escogido. Lo podemos leer en Jer 3:14 que dice que solo introducirá a una parte de ellos a Sión. Pero a continuación veremos cómo les llamará hijos y al mismo tiempo les dice YO SOY SU ESPOSO.

Jeremías 3:14 Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo: y os tomaré uno de una ciudad, y dos de una familia, y os introduciré en Sión.

Isaías 54:5-8 Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado. Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo. Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes misericordias. Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor.

Jehová es el esposo de Israel. En Is. 54 vemos que Dios mismo se llama ESPOSO DE ISRAEL, y Dios menciona que Israel es como una MUJER. También leemos que entra en pacto con ella, esto significa un pacto matrimonial, tiene que ver con el pacto perpetuo. Israel no solo es la novia, también es la esposa de Jehová, que es Dios Padre. En la siguiente porción podremos ver el gran amor del Padre manifestado por su amada.

Ezequiel 16:8-14 Y pasé yo otra vez junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez; y te di juramento y entré en pacto contigo, dice Jehová el Señor, y fuiste mía. Te lavé con agua, y lavé tus sangres de encima de ti, y te ungí con aceite; y te vestí de bordado, te calcé de tejón, te ceñí de lino y te cubrí de seda. Te atavié con adornos, y puse brazaletes en tus brazos y collar a tu cuello. Puse joyas en tu nariz, y zarcillos en tus orejas, y una hermosa diadema en tu cabeza. Así fuiste adornada de oro y de plata, y tu vestido era de lino fino, seda y bordado; comiste flor de harina de trigo, miel y aceite; y fuiste hermoseada en extremo, prosperaste hasta llegar a reinar. Y salió tu renombre entre las naciones a causa de tu hermosura; porque era perfecta, a causa de mi hermosura que yo puse sobre ti, dice Jehová el Señor.

El Padre como esposo de Israel, la vistió como novia e hizo un pacto con ella, la alimentó, le proveyó y le extendió su hermosura; pero, Israel fue infiel una y otra vez. Y como la historia nos lo dice, Israel cayó una y otra vez en idolatría, fue dura de cerviz y no le dio la gloria a Dios.

Ezequiel 16:15 Pero confiaste en tu hermosura, y te prostituiste a causa de tu renombre, y derramaste tus fornicaciones a cuantos pasaron; suya eras.

Oseas 2:5 Porque su madre se prostituyó; la que los dio a luz se deshonró, porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.

Entonces, como consecuencia, Dios le otorgó carta de divorcio. El libro de Oseas representa la vida de Israel y sus infidelidades, es por eso que Oseas se casó con una prostituta. Y en este libro Dios dice porque tuvo que rechazarla y divorciarse de ella.

Oseas 2:2 Contended con vuestra madre, contended; porque ella no es mi mujer, ni yo su marido; aparte, pues, sus fornicaciones de su rostro, y sus adulterios de entre sus pechos.

Isaías 50:1 Así dijo Jehová: ¿Qué es de la carta de repudio de vuestra madre, con la cual yo la repudié? ¿O quiénes son mis acreedores, a quienes yo os he vendido? He aquí que por vuestras maldades sois vendidos, y por vuestras rebeliones fue repudiada vuestra madre.

Jeremías 3:8 Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio; pero no tuvo temor la rebelde Judá su hermana, sino que también fue ella y fornicó.

Pero Dios en su infinito amor promete volver a recibirla, y declara que la perdonará, pero no sin antes haberla abandonado por un tiempo y haberla castigado. Jehová, su esposo promete restaurarla.

Oseas 2:13 Y la castigaré por los días en que incensaba a los baales, y se adornaba de sus zarcillos y de sus joyeles, y se iba tras sus amantes y se olvidaba de mí, dice Jehová.

Oseas 2:19-20 Te desposaré conmigo para siempre; sí, te desposaré conmigo en justicia y en derecho, en misericordia y en compasión; y te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás al SEÑOR.

Entonces, Dios envió a Jesús después de 400 años de silencio, desde Malaquías hasta que Dios habló a Zacarías, padre de Juan el Bautista, diciéndole que le daría un hijo. Aquí es muy importante esclarecer que los cuatro evangelios están situados en la era de ley, todavía no reinaba la gracia, por eso Jesús mismo dijo que él había venido a cumplir toda la ley.

Mateo 5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas: no he venido para abrogar, sino a cumplir.

Por esto mismo, el ministerio de Jesús fue exclusivamente para la casa de Israel, desde su nacimiento hasta la entrada triunfal (véase también en Las 70 semanas de Daniel cap. 3). Así que, con la entrada triunfal JESÚS CUMPLIÓ Y CONCLUYÓ SU OBRA PARA ISRAEL. Esto es muy interesante porque Jesús lo dice explícitamente de muchas formas. Primero Él dice que solo vino a Israel, y luego le dice al Padre he concluido la obra que me encomendaste.

Mateo 15:24 No fui enviado sino a las ovejas perdidas del pueblo de Israel —contestó Jesús.

Daniel 9:25-26ª Sepas pues y entiendas, que, desde la salida de la palabra para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas (…) 26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías,

Si ellos hubieran recibido a Jesús, hubieran sido purificados de sus pecados; pero Israel no recibió a Jesús, eso lo llevó a la crucifixión, y esto abre la oportunidad de que nazca la Iglesia y que exista LA NOVIA DE CRISTO, y pone en pausa a Israel y las profecías para ellos. Porque en el momento que ellos rechazaron a Cristo, quedan en pausa todas las promesas de restauración que Dios hizo como lo vimos anteriormente porque ninguna se ha cumplido a la fecha.

Juan 1:11-12 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;

Entonces, Israel rechazó al Mesías y con la muerte de Cristo nace la Iglesia, y se abre una oportunidad para nosotros los gentiles. No fue antes sino en ese momento que se abre la puerta para los gentiles. Jesús mismo dijo que todo su ministerio era para Israel (Mt. 15:24), pero justo antes de su crucifixión hace una oración diciendo dos cosas muy importantes:

JESÚS TERMINÓ LA OBRA QUE SE LE HABÍA ENCOMENDADO: Él declaró que había terminado la obra de Dios, ANTES DE LA CRUZ. ¿Por qué? Porque la cruz es para la Iglesia, y tiene que ver con el futuro gobierno de Cristo durante el Milenio.

Juan 17:4-5 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.

Después de haber terminado la obra o su ministerio para la casa de Israel, Jesús le pide a su Padre que le GLORIFIQUE. Esto es muy poderoso porque naturalmente, un padre glorifica a su hijo cuando le da una bendición o una herencia.

JESÚS ORÓ POR SUS DISCIPULOS. Si leemos cuidadosamente esta oración, con los lentes sobre la diferencia entre Israel y la Iglesia, podemos ver que los discípulos eran de Israel (pertenecían a la novia del padre), todos judíos, y Jesús dice en su oración que eran tuyos, o sea eran, en pasado, del Padre; pero el Padre se los dio a Él tuyos eran, y me los diste se los dio en presente. Esta oración se hace momentos antes de la cruz. Esta oración que Jesús hace es una TRANSICIÓN entre lo que es Israel y lo que viene siendo la Iglesia. Es una transición de una herencia, antes eran del Padre y ahora serán del Hijo. Y es así porque ellos le recibieron y recibieron la palabra.

Juan 17:6-10 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. 7Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; 8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. 9Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, 10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos.

Así que en estos dos pasajes vemos LA TRANCISIÓN de la HERENCIA, lo que le pertenecía al Padre pasa a ser de Cristo. Pero observemos cuidadosamente, esto no quiere decir que estén separados, ya que en el v.9 Jesús vuelve a decir los que me diste… todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío, pero no se aparta de la TRINIDAD. Así que, aunque son dos personas diferentes, un Padre y un Hijo, NO DEJAN DE SER UNO. Y todavía lo refuerza adelante pidiendo por la unidad.

Juan 17.20-24 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. 24Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo.

Para Israel LA CRUZ significa la muerte de su esposo, por lo que Israel queda viuda y libre de la ley matrimonial para no ser llamada adúltera. (Véase más adelante en Pablo es de Israel o de la Iglesia)

Isaías 47:9 Estas dos cosas te vendrán de repente en un mismo día, orfandad y viudez; en toda su fuerza vendrán sobre ti, a pesar de la multitud de tus hechizos y de tus muchos encantamientos.

Isaías 54:4 No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.

Romanos 7:2 Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido.

Entonces, con la cruz no solo nace la Iglesia, sino que se fija un tiempo de pausa y se define una promesa futura para Israel, en LOS ULTIMOS DÍAS como dice el v.5 de Oseas de manera literal, LA RESTAURACIÓN DE ISRAEL ES PARA EL FIN. Más adelante veremos que es una promesa para los últimos tiempos y que tiene todo que ver con el Milenio.

Oseas 3:4-5 Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines. Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.

Por eso, Dios ha advertido a Israel una y otra vez sobre la tribulación y la gran tribulación, Jesús mismo les habló sobre eso (como vimos que su ministerio fue para la casa de Israel). La tierra estará de luto, esto quiere decir que, desde el inicio de la tribulación hasta el final, Israel será atraído con cuerdas de amor porque así Dios lo ha prometido. Pues hace falta que Israel reconozca a Cristo como Mesías y vuelva de mente y corazón a su Hacedor, su marido (Is. 54.5).

Oseas 6:3 Conozcamos al Señor; vayamos tras su conocimiento. Tan cierto como que sale el sol, él habrá de manifestarse; vendrá a nosotros como la lluvia de invierno, como la lluvia de primavera que riega la tierra.

Todo esto nos muestra brevemente como Israel es la mujer y esposa de Dios Padre de una manera alegórica; pero en este momento se encuentra hecha a un lado, viuda, por lo que hace falta que ISRAEL SEA RESTAURADO y VUELVA. Entonces podemos asegurarnos que uno de los ANHELOS DEL CORAZÓN DE DIOS es cumplir esta promesa, y lo hará a su TIEMPO, como ya lo ha profetizado, de esto estudiaremos más adelante. Por lo tanto, vemos claramente que la Iglesia no ha reemplazado a Israel, sino que hemos sido ADOPTADOS E INJERTADOS a la familia de Dios, lo que nos lleva al siguiente tema.

LA NOVIA DEL HIJO

La Iglesia es la novia de Cristo, desde su muerte (Jn. 17:4-5) y hasta el fin de toda esta era y el tiempo. La Iglesia tiene como REINO EL TRONO DE LA GRACIA y se encuentra en el Nuevo Testamento a partir del libro de Hechos.

A. Anteriormente con el pasaje de Juan 17, vimos cómo, ANTES DE LA CRUZ, comienza una TRANSICIÓN entre lo que es Israel y lo que es la Iglesia, que es parte de la HERENCIA DE CRISTO. Para Israel la muerte de Cristo simboliza la muerte de su marido para que no sean hallados adúlteros (véase más adelante), pero para la Iglesia significa ADOPCIÓN, REDENCIÓN, SALVACIÓN, PACTO, etc.

B. La Iglesia nació a partir de la MUERTE de Cristo, no antes; y toda la era de la Iglesia es una era de gracia, donde CRISTO es la cabeza y el ESPOSO.

Efesios 5:23-27 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.

C. Cristo murió por la Iglesia, su novia. Veremos más adelante lo que sucede con los israelitas, como los discípulos, que creen en Cristo y como vimos anteriormente, eran del Padre, pero el Padre se los dio a Cristo. Y segundo, en el momento que Cristo estaba en la cruz fue atravesado su costado (costilla), así como Eva salió de la costilla de Adán, la novia nace del costado de Cristo. Hay un solo esposo para Israel y uno solo para la Iglesia. La Biblia lo dice de tal forma que la Iglesia no puede tener como esposo al Padre y al hijo al mismo tiempo, y de igual manera Israel.

2° Corintios 11:2 Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.

D. Al ser dos mujeres diferentes lo único que está mostrando es que somos una gran familia que sigue en crecimiento. 1° de Corintios 11:2 nos confirma sobre UN SOLO ESPOSO para la Iglesia, un solo cuerpo con una sola cabeza que es CRISTO. Y tenemos que pensar, que el hecho de que sean dos esposas no quiere decir que Dios y Cristo están separados, sino que somos UNA GRAN FAMILIA. Y también significa que no hemos remplazado a Israel, y que tampoco Israel es la novia de Cristo como otros lo aseguran. Y en Ef. 2:19 podemos ver como habla que los gentiles hemos sido añadidos a la familia, como una nuera que al momento de casarse se convierte en miembro de la familia de su marido.

Efesios 2:19 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.

E. La NUEVA JERUSALÉN es la familia de Dios entera, junta por primera vez en un solo lugar y en un solo tiempo. Si revisamos todas las escrituras, hay un tiempo en que se habla de Israel, y hay un tiempo en que se habla de la Iglesia, pero NUNCA SE ENCUENTRAN JUNTAS EN TIEMPO Y ESPACIO, esto hace que creamos que son una misma. Pero, vemos en Apocalipsis como al hablar de la nueva Jerusalén, se habla por primera vez de los 12 apóstoles y las 12 tribus juntos por primera vez. El muro y las puertas (12 tribus) edificada sobre 12 cimientos (12 apóstoles).

Apocalipsis 21.9 Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero. Y me llevó en el Espíritu a una montaña grande y elevada, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, procedente de Dios. Resplandecía como la gloria de Dios, y su brillo era como el de una piedra preciosa, semejante a una piedra de jaspe transparente. Tenía una muralla grande y alta, y doce puertas custodiadas por dos ángeles, en las que estaban escritos los nombres de las doce tribus de Israel. Tres puertas daban al este, tres al norte, tres al sur y tres al oeste. La muralla de la ciudad tenía doce cimientos, en las que estaban los nombres de los doce apóstoles del Cordero.

Esto de los CIMIENTOS y la MURALLA CON LAS PUERTAS, física y espiritualmente dicen muchas cosas. Primeramente, que los cimientos y el muro son dos cosas diferentes. Puedes construir un muro, pero sin cimientos con un viento, lluvia o temblor todo se cae. Y puedes construir cimientos, pero si no hay nada sobre ellos, todo es en vano, así que físicamente nos hablan de la importancia de cada una de estas DOS PARTES de forma individual, y la importancia de la UNIDAD. Y espiritualmente tiene todo que ver con el Milenio, pues como sabemos la Nueva Jerusalén es en el Milenio.

F. La Nueva Jerusalén es como UN EDIFICIO. No quiere decir en sentido literal, pero sí hay que entender que todo lo terrenal es sol y sombra de lo espiritual, en otras palabras, todo lo que vemos, tocamos y oímos primero fue invisible, así que si lo podemos ver en esta tierra quiere decir primero fue algo invisible o meramente espiritual. Así que Dios hace referencia a un edificio porque todo es para la edificación de UNA SOLA FAMILIA. Y así como un edificio o un cuerpo tiene diversas partes, así también la familia de Dios tiene varios miembros.

1° Corintios 3:9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.

Efesios 2:19-22 Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

G. La NUEVA JERUSALÉN es la ciudad santa donde habitará Israel. Si leemos cuidadosamente sobre su construcción y edificación nos damos cuenta que cada parte, forma, medida representa algo física y espiritualmente. El hecho de que las 12 puertas tengan grabados los nombres de las 12 tribus indica algo, además de que la Biblia dice no entrará cosa inmunda. Más adelante hablaré sobre el Milenio, pero algo importante que cabe destacar es que los únicos que tendrán acceso a la ciudad serán los israelitas. Por lo tanto, la Nueva Jerusalén no es Israel porque ellos siguen con cuerpos humanos imperfectos sin resurrección (lo veremos más adelante), mientras que la Iglesia ha sido transformada con un cuerpo incorruptible porque ha sido arrebatada, y la Iglesia (que ya ha sido revestida con cuerpos incorruptibles) reinará sobre ellos y sobre las naciones. Este edificio es para que Israel vuelva a Dios como esposa y esto será en el Milenio. Los únicos que podrán entrar por las puertas de la Nueva Jerusalén son el pueblo de Israel, como en la antigüedad con el primer templo.

En conclusión, la Biblia nos enseña que Israel y la Iglesia son dos novias o mujeres diferentes como una alegoría. Así como un muro y un cimiento son dos cosas diferentes, se construye uno sobre otro, pero son dos piezas diferentes que al final se vuelven UNA SOLA EDIFICACIÓN. Así como un Padre y un Hijo no pueden tener la misma esposa, y así como se separa la Biblia en Antiguo y Nuevo Testamento, HAY DOS NOVIAS Y DOS ESPOSOS.

Ahora, esto no tiene que crear confusión o una contradicción con la Trinidad, sino que debe abrir nuestros ojos a la manera en que Dios se expresa, de una manera humana para que podamos entender de cierta forma lo espiritual. Y como lo he mencionado, la Biblia misma lo dice una y otra vez. La trinidad es una realidad, así como nosotros hemos sido UNO CON CRISTO, al ser llamados SU NOVIA no quiere decir que estemos separados, sino que a pesar de que somos dos personas hablando de Cristo y su Novia, y así como la Novia somos millones de personas, SOMOS TODOS, UNO CON CRISTO, y al mismo tiempo SOMOS UNO CON DIOS. Así como Cristo y el Padre son UNO, nosotros somos UNO CON ELLOS. Este es uno de los misterios más grandes y tiene todo que ver con la eternidad. En la eternidad ya no habrá hombre ni mujer, niño ni viejo, judío ni griego, pero el propósito en la tierra es diferente como lo acabamos de ver y seguiremos estudiando.

Por el momento debemos entender que toda la Biblia está en un lenguaje 100% humano, que nos habla de partes, personas, tiempos, pueblos, miembros, etc.; pero en la eternidad, ya no habrá nada de eso y de esto hablaré más adelante (véase en el cap. 9).

¿PABLO ES DE ISRAEL O DE LA IGLESIA?

Si hay dos novias, y Pablo era israelita, descendiente de Abraham, de la tribu de Benjamín (Rom. 1:11), y tuvo una revelación de Cristo, y es uno de los 12 apóstoles tomado en cuenta dentro de los 12 cimientos de la Nueva Jerusalén, surge la siguiente pregunta: ¿qué pasa con todos los judíos que han creído en Cristo después de su crucifixión? La Biblia también tiene la respuesta sobre este asunto, y no quiere decir que Cristo y Dios estén separados, sino que son dos personas diferentes, pero somos todos, una gran familia.

Primeramente, como vimos en Juan 17:6, cuando Jesús declara eran tuyos y tú me los diste, podemos ver claramente una transición; además, Pablo también habló sobre