Sorí, Una Gitana Apocrifa

Por Roberto Gómez Garcïa

Soy Sor hija de Maye, nacida en el seno de una
tribu Roman (pueblo al que ustedes llaman
Gitanos), hace poco ms de 30 aos.
Nac a medioda, cuando el sol se hallaba en
lo ms alto del cielo lo que es una seal, un
mensaje, un augurio, la clave y la llave de su
futuro indicaron los sabios.
La primera noche de mi vida los ancianos se reunieran alrededor del
fuego para leer en las estrellas mi nombre y mi destino: Sor la han
nombrado nuestros Dioses porque toda ella ser alegra dijeron a mi
Padre; ahora s que lo vieron en la luz de mis ojos y mi sonrisa, que me
acompaa desde que tengo recuerdos.
Mis hermanos fueron formados en las tradiciones ancestrales: primero
la herrera para que conozcan la fragua y el poder del fuego (las
pasiones); la resistencia del yunque (el mundo externo), el manejo de los
instrumentos (el conocimiento) y, sobre todo, El Esfuerzo -As forjarn
su vida y con ella la de todo nuestro pueblo.
Tenemos una entretenida novela corta de Roberto Gmez Garca,
quien public en esta misma editorial sus Cuentos para Disfrutar
que ha recibido excelentes comentarios, lo que motiv esta segunda
aventura, que como la anterior se caracteriza por poder ser leda slo
para disfrutar o para aprender de una enigmtica mujer.
El autor agradece sus comentarios por correo electrnico en:
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• Idioma: Español
• Editorial: Palibrio
• Fecha de lanzamiento: 30 ene 2014
• ISBN: 9781463376413

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Copyright © 2014 por Roberto Gómez García.

Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2014900019

ISBN:   Tapa Dura               978-1-4633-7643-7

            Tapa Blanda            978-1-4633-7642-0

            Libro Electrónico   978-1-4633-7641-3

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Esta es una obra de ficción. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Todos los personajes, nombres, hechos, organizaciones y diálogos en esta novela son o bien producto de la imaginación del autor o han sido utilizados en esta obra de manera ficticia.

Fecha de revisión: 27/01/2014

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R ecuerdo el mensaje; pero he perdido las expresiones exactas, siempre poéticas, con que Jorge Luis Borges nos ilustra y muestra el juego de los hermeneutas, quienes nos dieron en la palabra Apócrifo la clave para descifrar lo cierto de lo falso y lo efímero de lo eterno.

Apócrifo –dice Borges desde la inmortalidad- proviene del latín apocry̆phus, y éste del griego ἀπόκρυφος que significa Oculto; así, desde la antigüedad las enseñanzas y textos apócrifos se referían a los que contenían conocimientos profundos, la quintaesencia de la sabiduría, lo místico, el vínculo con Dios y la naturaleza, la trascendencia.

Los hombres (en su eterna envidia) lograron tener acceso a textos sagrados de la Cábala, la Torah, los Evangelios y el Corán; así como a las artes mágicas del Zodíaco, la Dialéctica, la Música y la Alquimia; corriendo ellos y sus familias graves riesgos cuando se aplican sin conocerlos, con avaricia o en busca de poder material.

Para resolver este problema, los sabios aplicaron su misma ciencia y permutaron el significado de Apócrifo por su antónimo, y lo hicieron pasar por ella.

Por eso ahora -para los hombres que no fueron seleccionados- Apócrifo significa: Falso, cayendo, así, en el engaño.

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"S eñor –escuché una firme voz femenina a mis espaldas- por siete monedas te leo la fortuna"

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No se dirigía a mi; pero no pude sustraerme a esa mujer madura, auténtica gitana con arracadas, collares, pañoleta en la cabeza tratando de contener el cabello que se rebelaba en su frente; vestida con mágicos colores vivos y estampados que contrastaban con su figura; tez canela, ojos como olivas, largas pestañas y cejas en arcos finamente esculpidos; nariz afilada y labios que dejaban adivinar la fuerza de sus palabras y un mar de historias por descubrir; así, que no tuve otra opción que llevar mis pasos hacia donde estaba y –temeroso- estirar la mano derecha; ella, sorprendida la bajó suavemente y tomó la que colgaba a mi lado, como ignorada

- ¿No te han dicho que se lee la mano izquierda? –parecía regañarme.

El simple contacto de su mano cargó de adrenalina todo mi cuerpo y despertó sensaciones que yacían dormidas por varios años dedicados obsesivamente al estudio, hasta lograr el Doctorado que me había abierto las puertas de una prestigiada Universidad, por lo que acababa de viajar más de 500 kilómetros para impartir la asignatura de Filosofía de la Ciencia.

Así que estaba yo en medio de la calle, vestido como verdadero extraño, con tres libros bajo el brazo y una ligera maleta de viaje para dos días en la luminosa ciudad de León, con la mano izquierda estirada y la mente obnubilada.

Observé cómo sus ojos se adentraron en las líneas de mi mano, su mente se sumió en lo más profundo de mí íntimo universo y luego, con una voz transformada en misterio me dijo:

- "Eres una extraña combinación de ciencia y poesía, tú no crees en Dios, la vida eterna, la reencarnación, el Juicio Final o simplemente en la justicia divina y sin embargo me has pedido que te diga tu futuro, tu suerte y tu camino, así que no te defraudaré:

- Veo que eres muy joven para tantos estudios, estás lleno de creatividad, inteligencia y deseos de llegar muy lejos, por lo que pronto iniciarás las más grandes aventuras de tu vida, tu futuro es prometedor y dependerá de ti si lo aprovechas"

Detuvo sus palabras soltó mi mano izquierda, tomó la derecha y la revisó con un cuidado que me pareció casi materno, luego muy seria continuó:

Hace tiempo sufriste una gran decepción amorosa de la que apenas estás sanando, ni tú mismo te habías dado cuenta de lo importante que fue esa mujer para ti, y si ella lo hubiera sabido seguramente no te habría dejado, debiste amarla sin medida; pero ahora es tarde, ella ha tomado otro camino y es tu turno seguir tu destino -agotada por el esfuerzo parpadeó varias veces y terminó:

- Eso es lo único que te puedo decir por ahora; pero te ofrezco un regalo que los gitanos sólo podemos dar una vez en la vida porque me has sorprendido gratamente: te veré cada vez que vengas a la ciudad, no me busques, yo sabré encontrarte para guiarte como al hijo que nunca tuve, tomó las siete monedas, me miró fijamente a los ojos y dijo "Adiós" dejándome confundido.

"Señor –escuché una firme voz femenina a mis espaldas- por siete monedas te leo la fortuna"

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S oy Sorí hija de Maye, nacida en el seno de una tribu Romaní (pueblo al que ustedes llaman Gitanos), hace poco más de 30 años.

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Nací a mediodía, cuando el sol se hallaba en lo más alto del cielo … lo que es una señal, un mensaje, un augurio, la clave y la llave de su futuro –indicaron los sabios.

La primera noche de mi vida los ancianos se reunieran alrededor del fuego para leer en las estrellas mi nombre y mi destino: Sorí la han nombrado nuestros Dioses porque toda ella será alegría –dijeron a mi Padre; ahora sé que lo vieron en la luz de mis ojos y mi sonrisa, que me acompaña desde que tengo recuerdos.

Mis hermanos fueron formados en las tradiciones ancestrales: primero la herrería para que conozcan la fragua y el poder del fuego (las pasiones); la resistencia del yunque (el mundo externo), el manejo de los instrumentos (el conocimiento) y, sobre todo, El Esfuerzo -"Así forjarán su vida y con ella la de todo nuestro pueblo".

Les enseñaron la agricultura "para hacer nacer los