LA CUEVA DE HÉRCULES MALDICIONES Y LEYENDAS EN LA CIUDAD IMPERIAL
Mientras los visigodos hacían todo lo que estaba en sus manos por destruirse a sí mismos, los árabes, después de casi cien años de exitosas campañas militares, completaban la conquista del norte de África. La suerte parecía que se había puesto de su lado, porque la caótica situación que atravesaba el estado visigodo, les invitaba a extender su dominio por el conjunto de la Península ibérica. En el año 710, un grupo de unos 500 soldados bereberes al mando del capitán Tariq puso pie en España con el fin de reconocer la zona y volver unas semanas más tarde cargados con un importante botín, algo que, sin duda, animó al ejército conquistador que esperaban al otro lado del estrecho.
Un año más tarde, en el 711, las cosas volvían a ponerse feas para los visigodos sometidos, nuevamente, a tensiones independentistas que obligaron al rey a dirigirse hacia el norte con su ejército para reprimir una sublevación de vascones en las cercanías de Pamplona. Aprovechando esta coyuntura, los musulmanes iniciaron la agresión con un contingente que en un principio no contaría con másDebilitado por su lucha contra las tribus vasconas, el rey Rodrigo no tuvo más remedio que volver grupas y dirigirse a toda prisa hacia el sur para solventar el peligro de una posible invasión árabe.
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