HECHIZOS ÉLFICOS

esistirse al hechizo de los elfos no es nada fácil, como se pone de manifiesto en Elvehøj, una antigua balada, una colina donde moran los elfos. En ese ambiente onírico, impregnado de sueños, comienzan a surgir de la colina varias mujeres elfas. Con el fin de seducirle, entonan melodías y canciones que doblegan a la mismísima naturaleza. En algunas versiones el río se detiene a escuchar, en otras los peces bailan exaltados. Él trata de resistirse y se aferra callado a su espada, porque sabe que nada bueno vendrá de todo aquello. En otra versión, también danesa, del siglo XVI, una de las elfas es su hermana, que fue raptada tiempo atrás por el pueblo élfico. Ella le da consejos para poder escapar. Por fin, el canto del gallo anuncia el amanecer, el hechizo se rompe y las elfas desaparecen. La balada termina aconsejando a los jóvenes que no se detengan en las colinas habitadas por los elfos.