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Las Divas De Mi Barrio
Las Divas De Mi Barrio
Las Divas De Mi Barrio
Libro electrónico53 páginas45 minutos

Las Divas De Mi Barrio

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Los diez personajes femeninos de esta coleccin muestran una discordancia de la figura de la diva; aquella que con su imagen, presencia o puesta en escena es notablemente destacable o impactante y, en ocasiones, calificada como soberbia. Cada personaje presentado en estos cuentos se mueve en una situacin nica y se enfrasca en rebatir el orden de su vida ya sea alucinando, actuando frente a lo desconocido, sumergindose en lo misterioso, tomando decisiones drsticas, o luchando frente a la adversidad de su destino. Con estos cuentos el lector entrar en un viaje por el mundo de unas verdaderas divas y se animar a identificar las divas de su propio barrio.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento22 feb 2012
ISBN9781463321086
Las Divas De Mi Barrio
Autor

Carmen L. Montañez

CARMEN L. MONTAÑEZ nació en Aguas Buenas, Puerto Rico. Estudió Jurisprudencia en la Universidad Interamericana de Puerto Rico. Posee una maestría en Literatura Hispanoamericna de la Universidad de Louisville en Kentucky. Además, posee un doctorado en Filosofía y Letras de la Universidad de Kentucky. Es Profesora Emérita de Indiana State University. En la actualidad enseña Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Louisville. En 1998, publicó un estudio sobre el cuento puertorriqueño, Subversión y creatividad. Su colección de cuentos, De El Fanguito a la loza, se publicó en el 2001 en Puerto Rico. Su primera novela, Pelo bueno, pelo malo, se publicó en 2006 con Terranova Editores en Puerto Rico, con una Segunda Edición en el 2008, y la traducción al inglés, Good Hair, Bad Hair vio la luz en el 2012, publicada por XLibris en los Estados Unidos. Es co-autora de la antología, Mar y Cielo: Literatura Caribeña, publicada en 2010 con Linus Publishers en los Estados Unidos. Su última colección de cuentos, Las divas de mi barrio, se publicó en 2012 en Bloomington con Palibrio. En el 2015 publicó su segunda novela, El baúl de las tres llaves con Lúdika en San Juan, Puerto Rico. También, en el 2015 publicó su primer libro para niños, The Bilingüe Bird Goes Home, con Green Ivy Publishing en Chicago. Algunos de sus artículos de crítica literaria han sido publicados en varias revistas prestigiosas de Estados Unidos y Puerto Rico.

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    Las Divas De Mi Barrio - Carmen L. Montañez

    Contents

    1

    2

    3

    4

    5

    6

    7

    8

    9

    10

    Mi barrio

    Mi barrio, mi querido barrio,

    ¡cuántos recuerdos guardo de ti!

    Barrio, por qué te has ido

    sin la esperanza de volver a ti.

    Mi barrio ando buscando,

    mi barrio me está llamando.

    Mi barrio, mi querido barrio,

    hoy te has marchado,

    no tengo más que soñar

    con tu calles y tus callejones

    que cuando niño solía transitar.

    Mi barrio ando buscando,

    mi barrio me está llamando.

    Pero en mi barrio

    hoy sólo quedan recuerdos gratos

    y cenizas del ayer.

    Mi barrio ando buscando,

    mi barrio me está llamando.

    Héctor M. Cotto Falcón (Q.e.p.d.)

    Poesías para recordar un pasado (1996)

    En memoria de Pichi y mis padres,

    Pablo y Mayita.

    Con todo mi amor, respeto y agradecimiento

    —para mi Charlie.

    1

    Amalia la viajera

    Aquel sombrerito rosado era testigo de que Amalia había viajado al extranjero. Era un sombrerito monísimo, con unas florecitas también rosadas al lado izquierdo que le daba un aire de primavera. Junto al sombrero también guardaba los guantes cortos de un rosado pálido haciendo juego con el mismo. Siempre que añoraba viajar buscaba estas prendas, se ponía frente al espejo y se probaba una vez más el sombrero y los guantes. Este acto le servía de escape a lo cotidiano y tedios de su vida. ¿Viajar? No era su sueño cuando niña. Cuando adolescente se interesó poco a poco en viajar, ver otros mundos. Toda esta idea vino lentamente, hojeando revistas, magazines, leyendo la sección de viaje de los periódicos que ávidamente leía todos los domingos. Durante la preparatoria fue la geografía su asignatura preferida, y luego tomó cursos universitarios para ser maestra, especializándose en la amada geografía; y, maestra de geografía fue toda su vida. Una maestra que hacía que sus estudiantes, desde sus asientos, viajaran ilusionados alrededor del planeta, sin mochilas, sin dinero; sólo necesitaban ambicionar dar un viaje, tener deseos de vivir una aventura imaginaria. De esta forma, Amalia les dejaba una herencia muy valiosa: viajar sin mover un dedo, sólo su imaginación. Además, sus estudiantes llegaban a leer y conocer el mapa del mundo como sus propias palmas de las manos.

    Vivía en una casa modesta, pero llena de ilusiones y sorpresas cada vez que Amalia leía un artículo de otro país o admiraba una foto de un lugar cualquiera. No sabía desde cuando comenzó esta diversión, pero todos los domingos lucía el mejor vestido que tuviera, sin prisa se ponía sus guantes cortos y ajustaba en su cabeza cuidadosamente el sombrerito rosado. Luego, se sentaba en el balcón a saborear ese viaje imaginario que emprendía sola. No necesitaba compañía, solamente una imaginación más extensa que el mismo universo y la taza de té que se servía en unas tacitas francesas adornadas con ribetes de florecitas rosadas y amarillas, ordenadas por catálogo.

    Así viajó por toda Europa. En Londres se paseó por el Castillo de Buckingham, qué pena que no pudo ver a la Reina; luego se fue a la Abadía de Westminster. En Roma, visitó al Papa y corrió todo el Vaticano. Otro día en Francia, donde quedó deslumbrada con el Arco del Triunfo, y luego se retrató de cuerpo entero en la Torre de Eiffel, no quería perder nada.

    Otro día, Rusia, con la plaza más grande del mundo. No dejó de visitar a China y tratar de imitar a sus mujeres caminando de saltitos en saltitos; la India, con olores exquisitos en cada rincón, donde se hizo pintar un henna de color rojizo en cada mano, para imaginarse la protegida por el gran Baal. En África se fue de expedición y allí tocó las caritas de unos niños de ojos enormes y dientes de perlas.

    En España visitó todos los rincones que la historia presenta. Se sentó en las escalinatas

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