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La Insólita Historia De Carmen: Relatos Y Algo Más
La Insólita Historia De Carmen: Relatos Y Algo Más
La Insólita Historia De Carmen: Relatos Y Algo Más
Libro electrónico177 páginas2 horas

La Insólita Historia De Carmen: Relatos Y Algo Más

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Información de este libro electrónico

Carmen decidi cambiar radicalmente cuando dej de encontrarle sentido a su vida. Lo mejor de todo, fue que en el proceso se divirti como una loca.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento31 ene 2012
ISBN9781463316631
La Insólita Historia De Carmen: Relatos Y Algo Más
Autor

Alicia A. Villarreal Brictson

Nací en Cd. Mante Tamaulipas, pero he vivido la mayor parte de mi vida en Tampico Tamaulipas México. Empecé a escribir a los 14 años como una afición en la clase de español de la maestra Margarita Zorrilla en el Colegio Felix de Jesús Roogier. He seguido escribiendo desde entonces a través de mi adolescencia y de mi vida adulta. Fui maestra de Literatura clásica y moderna durante muchos años en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Tampico, lo que me mantuvo siempre muy cerca de los libros. Enseñar a leer a mis alumnos es una de las cosas más satisfactorias que he hecho en mi vida.

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    Vista previa del libro

    La Insólita Historia De Carmen - Alicia A. Villarreal Brictson

    Índice

    Prólogo

    1

    2

    3

    4

    5

    6

    Nadie nos prepara para Morir

    Invictus

    El valor del Perdón

    Creer o no creer he ahí el dilema…

    ¿Y porque Harry Potter?

    Leer es un paisaje Gratuito

    para la Imaginación

    Al maestro con cariño

    Abriendo Puertas

    El alcohol no siempre cura

    Todo empezó con un correo electrónico

    Crónica de una visita al mercado municipal

    Don Carmelo

    Una foto un recuerdo.

    Karma Rocks…

    Bety la Fea, Salma Hayek y yo

    De regreso y sin pasaje…

    ¿A qué hora te parece bien?

    Hacerla y hacerla bien

    Aromatiza, Limpia y Desinfecta

    Yo te quiero con limón y sal….

    Morena mía (a ritmo de Miguel Bosé)…

    Zoom, Zoom, Zoom la vida se nos va….

    De arrugas esta hecho el mundo

    Casarse, trabajar y tener hijos; no casarse, trabajar y tener hijos; trabajar, no tener hijos, y no casarse; que confusión…

    Qué onda con el IFE

    ¡UPS! Encontre un cadáver

    ¡Qué Suerte!

    Amor a la Mexicana

    Internet es lo de hoy

    Solo los guajolotes mueren en la víspera

    Carta al niño Dios

    Preparándose para celebrar…

    Navidad, navidad, navidad llegó.

    Ojo…mucho ojo.

    Amor, amor, amor….nació de Dios,

    para los dos…nació del alma

    ¡Feliz año nuevo, chorizo con huevo!

    A cumplir promesas…

    Hablar de política es cool hoy en día

    ¡Qué Suerte!

    Entre votos nos veremos.

    Don Quijote y yo

    Algo sobre Mamá

    Un final diferente

    Alicia frente al espejo

    Sabor a Sal

    La noticia

    Una historia de Amor.

    Un día más

    Los verdaderos héroes, son gente común que realiza cosas insólitas en situaciones extraordinarias y que comúnmente son olvidados. Carmen vivió cosas insólitas en situaciones extraordinarias y nadie la olvido.

    Prólogo

    Yo soy la relatora de los cuentos

    En mi anidan mil historias

    Mil caballeros con sus glorias

    Degustando banquetes suculentos

    Dragones, hadas y gnomos

    Que imagino y plasmo en mis textos

    Fragmento.

    A. Villarreal

    Al igual que Carmen, Alice, como la llamamos con cariño algunos de los que la conocemos, es una persona fuera del estándar o lo que la mayoría llamaríamos común y corriente. Con un entusiasmo que contagia, cuando menos te lo imaginas te envuelve y te convierte, si no en protagonista, al menos en uno de los personajes de sus increíbles historias y experiencias de vida.

    Todas esas letras, imágenes y palabras acumuladas durante años en la mente de Alicia, al final vieron llegar el momento de verse plasmadas en este libro, donde imprime su sello personal, de tal manera que por momentos podría sentirse que Carmen y Alicia se funden en una sola.

    Carmen, una mujer que fue capaz de inventarse y reinventarse muchas veces para adaptarse y sobrevivir a las circunstancias que en la vida le tocó vivir, enfrentó las adversidades y no se dejó vencer.

    Con esa personalidad camaleónica, Alicia nos lleva página tras página a vivir intensamente la más encantadora locura. Locura que en ocasiones, más de uno quisiéramos experimentar; la libertad de ser quien quieres ser, de caer y volverte a levantar, la capacidad de cambiar y adaptarte a las circunstancias sin dejar de sonreír.

    Alicia ha escrito cuentos, relatos, poesía, artículos editoriales para algunos periódicos como Milenio y La Razón, ensayos académicos con influencia de autores como Gabriel García Márquez, Pablo Neruda, Rosaura Barahona y Luis de la Cuesta.

    Definitivamente, abría que leer este libro acompañado de un buen café o de una copa de vino tinto, con la certeza de que se degustará cada página como el más delicioso de los postres.

    Con todo mi amor.

    Mayte Herrera

    1

    Carmen Ríos

    El Sol de México. 30 de Marzo del 2005. Crecen fraudes a mujeres de edad avanzada en ciudades de provincia. Solo se denuncian el 5%, el gobierno imposibilitado de tomar cartas en el asunto.

    Carmen Ríos había intentado hacer una cita con un psicólogo 6 ó 7 veces, la verdad es que ya no recordaba con certeza cuantas. En ocasiones, pensaba que de necesitarlo preferiría un psiquiatra a un psicólogo por el asunto ese de que el psiquiatra podría recetarle algunas drogas de las que llaman psicotrópicas, que según ella y de acuerdo a su forma de ver SU vida la forzarían a volver a la normalidad. Otras veces, había pensado en visitar a un sacerdote, sin embargo para ninguna de las dos opciones que daban vueltas repetidamente en su cabeza, tenía suficiente voluntad. No sabía si tenía miedo de descubrir que estaba loca o que había sido una víctima de sus malas decisiones. No sabía que pensar, solo sentía un fuego que a menudo la quemaba de adentro hacia fuera, le calcinaba las entrañas, le subía por las venas a la cabeza y la hacía sentir que explotaba, hervía en su interior y no se apagaba. A menudo pensaba, que lo que más se parecía a esa sensación eran las tan padecidas agruras, pero a fuerza de peptos se había dado cuenta que era algo más lo que aquejaba su alma y su corazón.

    Carmen sabía que era dos personas diferentes; una de ellas forzada por el miedo a mantenerse oculta, otra con la que convivía a diario medio loca y dicharachera.

    Todo empezó 40 años atrás, Carmen nació en el seno de una familia como cualquiera, de clase media con una casa común y una vida común. Su papá trabajaba en un banco desde hacía años, de ahí su fascinación por el dinero. Su mamá, una mujer relativamente joven, se dedicaba a las la-bo-res del ho-gar (o a lo que esta frase tan trillada significara), tenía tres hermanos y había tenido una hermana que murió en 1984, suceso que marcó su vida irremediablemente y que la mantenía despierta durante noches enteras, durante largas horas presa, de una pesadilla que se repetía continuamente en la que soñaba que su hermana estaba perdida y que no podía encontrarla.

    Su papá era un tipo sencillo; trabajador, adicto al fútbol, al beisbol, al golf, a todos los deportes principalmente televisados. Su mamá, gozaba de ir a las tiendas y comprar todo aquello que se encontraba rebajado, le gustaba tejer bufandas y jugar a las cartas con sus amigas muy de vez en cuando, pero lo que más gozaba, lo que verdaderamente la hacía feliz era ir de compras aunque pocas veces compraba algo. Su otra obsesión, era su familia quien constituía el centro de su vida. Sus hermanos, a diferencia de la típica historia, eran trabajadores, inteligentes y luchones, todos bien parecidos y partidos prometedores (descripción integra de su madre).

    En la actualidad todos estaban felizmente casados y habían formado sus propias familias.

    Ella, una chica de esas que hay en todos lados no muy popular baja de estatura, un poco más redonda de lo que deseaba, muy inteligente y no muy comunicativa. Le gustaba permanecer horas en soledad sobre su cama, o sobre cualquier sillón de la casa, leyendo novelas de amor y de aventuras que por curiosidad empezó leyendo en la revista "Vanidades" y más tarde en pasquines como "Julia" o "Novelas de Amor".

    Sus historias preferidas eran las que se desarrollaban en la Edad Media, sobre todo las súper dramáticas que eran sus favoritas, conjuntaban todo el misterio y la magia de que su vida carecía. Sus lecturas le permitían momentos de verdadera catarsis en los que lloraba profusamente como un día de tormenta veraniega. Carmen era de esas personas que tendía a hablar consigo misma en todo momento; cuando estaba sola, mientras caminaba, pensaba en voz alta haciendo planes para su vida una y otra vez. A veces se detenía en plena calle a tomar nota de sus pensamientos, no fuera a ser que se le olvidaran al llegar a casa o al prender el radio y tararear una canción.

    Otra característica que llamaba la atención de la gente que la conocía, era su necesidad exacerbante por estar acompañada, tendía a sentirse sola la mayoría de las veces, aún estando rodeada de gente, inclusive en una de esas larguísimas filas del cine en vacaciones de verano. Carmen imaginaba a veces que caminaba entre sombras, nadie parecía verla u oírla, nadie entendía que era diferente, casi fantasmal como el personaje del aquel cuento que había leído de Luís de la Cuesta, su maestro de literatura en el colegio.

    En ocasiones, "la Chata" como solía llamarla su padre, se sentía confundida, bastaba que escuchara una canción o algún pensamiento fugaz para que las lagrimas prácticamente le saltarán de los ojos, quedaste sensible desde lo de angelita, tu hermana le decía su abuela, pero ella había llegado a pensar que era víctima de un mal mental, ¿sería acaso esquizofrenia, bipolaridad o paranoia?, o tal vez una enfermedad sin remedio, nunca lo averiguó.

    En sus tardes solitarias, entre la lectura y las palomitas de maíz que tanto disfrutaba, le gustaba ver películas tristes como aquella de Julia Roberts Cuenta conmigo en la que la ex de su novio se muere de cáncer y a ella le toca apoyarla por sobre todas las cosas, se sentaba frente al televisor y sentía como la pena la invadía, tenía la firme y rara convicción de que los que mueren no se van por completo, que caminan por ahí a nuestro lado viendo todo lo que hacemos y escuchando lo que decimos, "la Chata" sentía a Ángela cerca de ella todo el tiempo, rondando por ahí, en los ojos y en las caras de otros.

    Los padres de Carmen la sabían diferente pero se esforzaban por ver en ella lo que ellos deseaban, querían que se casara con un buen hombre, tuviera hijos y que cuidara de ellos cuando fueran mayores, que los visitara una y otra vez con unos nietecitos lindísimos que los adoraran. Después de la muerte de Ángela, su hermana menor, ellos se sentían siempre preocupados y trataban de que todos a su alrededor fueran felices, aunque a veces, en el intento daban demasiado y pedían demasiado.

    La verdad, ella había ingresado a la universidad sin ánimos de encontrar a nadie; ni pareja, ni amigos, realmente no había conocido a nadie que le interesara suficiente. No había tenido novios formales, ni íntimos, todo lo que deseaba era estudiar y ser una profesionista exitosa, decidió estudiar derecho porque siempre se sintió abogada de causas perdidas y como soñadora que era, pensaba que el mundo podía cambiarse con un poco de esfuerzo. Su carrera le parecía una plataforma ideal para iniciar su lucha.

    Después de mucho pensarlo, entró a la carrera de derecho en la UNAM, y una vez más, se perdió entre una multitud de personas que no la veían siquiera. Un día, conoció a José Antonio en su clase de Derecho Romano y se enamoró perdidamente, José Antonio Villasana nunca lo supo, ni siquiera lo sospechó, ella estaba siempre ahí para él, pero ella parecía ser una aparición que nadie podía ni siquiera intuir, siempre que había planes, invitaciones extraescolares, o cualquier cosa que no se relacionara con la escuela, Carmen no era requerida, "Juancho" como Carmen le llamaba, ni siquiera se sentía mortificado al respecto. Esto, y el hecho de que a la carrera le faltaba la pasión que ella había supuesto tenía, pronto le hicieron perder el entusiasmo por el estudio y abandonó la carrera decepcionada de sus profesores, grandes jueces y abogados que apenas tenían tiempo para dedicarle a los alumnos, y que faltaban tanto a clases que parecía que asistían a la escuela en calidad de asesores, más que de docentes.

    Había pasado mucho tiempo desde entonces, y aquí estaba 20 años después soltera, sola y viviendo en la ciudad de México, en el DF como le conoce la mayoría. Hacía 4 años que no iba a su casa en Pátzcuaro Michoacán, y hacía dos que escasamente sabía de sus padres, trabajaba en una librería en el sótano de la avenida Juárez en la que apenas ganaba para medio vivir en una vecindad perdida en el centro de la ciudad. La única razón por la que Carmen seguía ahí, viendo pasar las horas, los días y las semanas, era porque tenía cerca una librería que le servía de biblioteca personal y que como

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