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El Libro De Marcia
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Libro electrónico177 páginas2 horas

El Libro De Marcia

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Información de este libro electrónico

Despus de veinticinco aos de casada Marcia deja su hogar
y se va al mar. All ella escribe su historia, una historia de
violencia, pasin y amor. El mar, inmensidad de agua con su
arena adiamantada, all ella espera recuperar su identidad,
fortaleza y sus sueos. Cargando con una pena de su niez,
su amor de madre y pasin de mujer, se at a un matrimonio
lejos de ser un matrimonio saludable.
Carlos, un hombre carismtico, romntico, msico,
alcohlico, celoso y violento, se vale de las debilidades de
su mujer para manipularla a su antojo; hasta que ella decide
abandonarlo y su vida toma un giro inesperado.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento2 feb 2011
ISBN9781617644320
El Libro De Marcia
Autor

Marycela

Nac en Rio Bravo, Tamaulipas. Soy residente de Victoria Texas, y madre de tres hijas. Soy una sobreviviente de la violencia domstica. Mi primer paso despus de mi divorcio fue inscribirme en el Lansing Community College. Tres metas me promet el primer da de clases; hacerme ciudadana Americana, escribir y publicar un libro e ir a Europa. Con la ayuda de Dios he alcanzado mis metas. Por dos aos fui una de las tres participantes del grupo de poetas Survivinn Thrivin. Mi frase favorita es, El que persevera alcanza.

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    El Libro De Marcia - Marycela

    EL LIBRO DE MARCIA

    Marycela

    Copyright © 2011 por Marycela.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso:          2010942969

    ISBN:                 Tapa Dura                                             978-1-6176-4431-3

                               Tapa Blanda                                          978-1-6176-4433-7

                               Libro Electrónico                                  978-1-6176-4432-0

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares e incidentes son producto de la imaginación del autor o son usados de manera ficticia, y cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos, o lugares es pura coincidencia.

    Este Libro fue impreso en los Estados Unidos de América.

    Para ordenar copias adicionales de este libro, contactar:

    Palibrio

    1-877-407-5847

    www.Palibrio.com

    ordenes@palibrio.com

    299668

    ÍNDICE

    Reconocimientos

    Marcia En El Mar.

    La Horrorosa Pesadilla

    Despierto En La Cabaña Sobresaltada.

    La Luz Plateada De La Luna Se Ha Consumado.

    Todo Comenzó En Una Fiesta.

    La Recepción De Sonia E Ismael.

    Melancólica.

    Mi Matrimonio Con El Cantante, Carlos.

    La Otra Cara De Carlos.

    Estoy Confundida Con La Actitud De Carlos.

    En La Cabaña.

    El Tiempo Pasa, Todo Sigue Su Curso.

    Noticia Para Carlos.

    Carlos Nos Encuentra.

    La Fiesta Está Por Terminar.

    Carlos Trata De Conquistarme.

    El Despertador Timbra.

    La Cena De Cumpleaños.

    Sonia Pario Gemelos.

    La Tardanza De Sonia Preocupa A Ismael.

    La Noche Terminó, Y El Día Es Esplendoroso Para Sonia E Ismael.

    El Teléfono Suena En Casa De Marcia.

    El Día Está Por Terminar.

    En La Cabaña.

    La Mudanza.

    Melancolía.

    El Nuevo Hogar.

    Recuerdos.

    Día De Compras.

    Mayte Regresa A Casa.

    Maty Creció Rodeada De Cariño Y Protección.

    Sonia Me Invitó A Tomar Un Café.

    Mayte Me Informa De Su Inquietud.

    Pensamientos En Los Aspectos Del Amor

    El Comienzo Del Final

    Continúo Contando Mi Historia.

    Mi Hija Y Yo Confeccionábamos El Vestido De Novia.

    Mayte Y Yo Seguimos Con Nuestro Proyecto.

    El Día Amaneció Esplendoroso, Mayte Y Yo Despertamos Casi Al Mismo Tiempo.

    Mayte Se Fue A Su Luna De Miel.

    La Tragedia.

    En El Mar.

    RECONOCIMIENTOS

    Tengo cincuentaisiete años, mi amor por escribir nació conmigo. Esta es mi primera novela, un sueño hecho realidad gracias primeramente a mi Padre Celestial. A mis amigos en Bélgica que me refugiaron por tres meses para escribir El Libro de Marcia. Gracias, Melissa, Tomas, Tiny, Thieu Schouten. Gracias a mis hijas, Marisol, Cristal y Lili por su apoyo y cariño; hijas, los sueños pueden llegar a ser realidad con amor y perseverancia, las amo.

    EL LIBRO DE MARCIA

    ¡Mamá, mamá! ¿Dónde estás mami?

    Mayte regresó de su luna de miel y fue a ver a sus padres. Mayte necesita a su madre como nunca, pero Marcia no está en casa.

    Marcia se fue al mar.

    MARCIA EN EL MAR.

    El dieciséis de Junio en el mar la noche es obscura, solamente el zigzag de los relámpagos iluminan la vasta arena. El mar, enfurecido lleva enormes olas hasta la playa y estas con fuerza terminan cinco o diez metros después del margen de agua y arena. Veinte metros arriba está una vieja cabaña. Por las grietas de las paredes se filtra la plateada luz de los relámpagos e iluminan la estancia. Dos sencillas piezas de madera adornan el cuarto, un escritorio y una cama.

    Una mujer duerme, su hermosa cabellera cubre parte de su cara, un brazo le sirve de almohada, sus piernas dobladas hacia el frente entrelazan su mano derecha. Ella duerme profundamente, fue a la cabaña convencida de que su dolor y su tristeza desaparecerían en ese bello lugar. Aceptar o encontrar soluciones a sus problemas era una característica de su personalidad. Pero esta vez, su espíritu está totalmente destrozado y una gran tristeza oprime su alma. La última confrontación fue muy traumática y se siente confundida; pero tenía que dejar a Carlos, solo así ella podrá encontrarse, pues se siente perdida y en soledad.

    El peligro acecha. Un huracán azota el área y el viento está agarrando fuerza. La vieja cabaña donde duerme Marcia es la única habitada en ese lugar. Ella está a merced del tiempo, mas, no se da cuenta del peligro. La vieja construcción se extrémese por el fuerte viento, pero su techo y paredes siguen firmes milagrosamente. Una ventana se abre abruptamente y con fuerza se azota contra la pared una y otra vez hasta desarmarse completamente. Por unos momentos los pedazos de madera revolotean peligrosamente sobre el cuerpo indefenso de ella y terminan estrellándose en una esquina. La fuerza del impacto ha desclavado una de las tablas horizontales que forman la construcción de la cabaña; ahora el enfurecido viento cargado de agua entra libremente empapando el cuerpo y la cama. Marcia, apaciblemente sigue dormida, su cuerpo parece estar separado de su alma. ¿En qué condición moral y espiritual Marcia llegó a este lugar? ¿Por qué las violentas olas del mar y los estruendos del huracán no han logrado sacarla de ese cansancio emocional?

    La hermosa mujer no se despierta porque su mente está atrapada en un lugar irreal donde todo ha sido cuidadosamente seleccionado y estacionado para dar el efecto deseado. ¡El terror mortal! El cuerpo de Marcia sigue allí en la cama, sin sentido, sin defensas, mientras su cerebro la ha transportado a un lugar tenebroso del cual ella no puede salir.

    LA HORROROSA PESADILLA

    La mujer está crucificada en un bosque del infierno; en una cruz en forma de equis sus extremidades están atadas en los cuatro extremos. Ella se siente desorientada y confundida . . . Con horror me doy cuenta que soy la protagonista en esta pesadilla.

    Puedo ver arboles gigantescos y secos hasta donde mi vista alcanza. Aterrorizada, percibo que en las ramas retorcidas y sin vida cuelgan miles de corazones. El pánico me deja paralizada; mi cerebro lo siento pesado y aturdido. En un peculiar trance veo corazones chupados y deformados, estos cuelgan como pájaros de la noche silenciosos y dormidos. Otros, parecen recién arrancados de sus cuerpos y cuelgan como ofrendas en honor a la maldad. El vital líquido aún tibio pausadamente chorea y se resbala por las secas ramas. Los árboles secos y muertos resplandecen macabramente con la sangre pura de mujeres vilmente sacrificadas.

    La neblina corre vertiginosamente por encima del suelo y se mueve semejando a un mar de agua hirviendo, esto hace que ese terrible lugar sea aún más tenebroso. No hay luna, sol o estrellas, el lugar es fúnebre; los colores gris y negro dominan completamente éste bosque del infierno.

    Sacudo mi cabeza y cierro con fuerza mis ojos, trato de despertar desesperadamente, mas, no puedo. La pesadilla sin consideración alguna me sigue torturando sin misericordia. Me he quedado quieta pero mis ojos siguen cerrados. La lucha interna persiste. Pequeñas gotas de sangre se deslizan por mi espalda, estas son extraídas de mi cuerpo por los piquetes de espinas incrustadas en la cruz. El dolor es inmenso, el pánico empieza a apoderarse de mí una vez más. Un grito de dolor y terror retumba y hace eco en mi cerebro, no obstante, mis labios no se han abierto.

    Veo a un hombre agazapado tras de un árbol. Por un momento una esperanza alienta mi corazón. ¡No estoy sola en este terrible lugar! Con quebrada voz aclamo al hombre, señor ayúdeme, ayúdeme por favor. EL hombre sale de su escondrijo y me doy cuenta de su apariencia. Su pelo es grueso y rebelde. Una manta sucia anudada en los hombros y cintura cubren su cuerpo. Carga Una bolsa de piel en su espalda. Un brazalete de bronce tallado adorna su musculoso brazo. El hombre trae un bote de lámina en su mano, de este recipiente emana un horrendo olor; pescado y carne en estado de descomposición son los repugnantes olores que percibo.

    Él se ha acercado, y veo con miedo y admiración un tercer ojo de hermoso color que el extraño hombre tiene en la frente. Sin decir palabra el sujeto comienza a danzar alrededor de mi cruz y pronuncia palabras incoherentes. Sus tres ojos miran al cielo. Él levanta y ofrece a los cuatro vientos el bote con la pudrición. El horrible lugar se penetra con el nefasto olor.

    Estoy paralizada de terror y grito, ¡la sangre de Cristo me proteja de los conjuros de este hombre! Tres veces repito mi oración para protegerme. Temblando intensamente espero lo inevitable, ya no siento dolor, solamente un terror indescifrable.

    El hombre ha terminado su danza. Tres ojos me miran intensamente. El ojo de su frente destella hermosos colores, la túnica blanca que cubre mi cuerpo refleja las luces iridiscentes. El hombre dice, Mujer acepta tu destino, no lo pelees, ya estaba escrito, tú me perteneces. El salvaje levanta su brazo y lo mueve de izquierda a derecha diciendo con apesarada voz, ve y aprende. Todas estas almas fueron sacrificadas, sus corazones son mis trofeos. Lástima por ellas, no tuvieron escapatoria.

    La furia me invade y grito, ¡hipócrita, perverso! ¿Qué es lo que pretendes? ¡Dame mi libertad! Desesperadamente quiero despertar, pero el embrujo me mantiene allí, atada, a merced de ese demonio. En oración apelo a mi Dios. Dios mío, esto es imposible, irreal. ¡Sácame de este infierno! Con los ojos cerrados espero ser liberada, pero mi Dios me ha abandonado a mi suerte.

    Desafiante y enfurecido el hombre grita, ¡Yo soy Ingagon! Por centenares he conjurado maleficios en las mujeres. Ellas son insignificantes, sin valor alguno. Algunas han querido cambiar la regla que fue escrita desde el principio y por eso han sido sacrificadas sin misericordia. ¡Te recitaré la regla de oro mujer, para que aprendas! El salvaje sin más ni más comienza su letanía. ¡El hombre tiene potestad absoluta sobre la mujer, sin hombre, la mujer no es nadie!

    Grito indignada, ¡Miserable! ¡Mentiroso! ¡Feto del infierno! ¡Yo soy alguien, y mi valor no tiene cifra! Estaba atrapada en las marañas de una ilusión, un amor que nunca fue; perdí mi dignidad y perdí mi esencia. Pero esa faceta en mi vida ha pasado. ¡Te lo demostraré! ¡Miles de mujeres se liberarán como yo!

    El hombre desfigurado por la ira al verse retado por una mujer saca de la bolsa en su espalda un machete de media luna y con el enlaza mi cuello. Sus tres ojos relampaguean lumbre. Sarcásticamente dice, Xzagoa, la estrella del cazador me guío y te encontré. Morirás como las otras, aquellas que se rebelaron, mas, su rebeldía fue sin fuerza. Pero, tengo que decirte, tu muerte no va a ser vana.

    Siento un aire frío correr en mis vertebras y cierro los ojos desesperada. Quiero despertar o perder el sentido, todo parece tan real y no quiero sentir mi muerte.

    El hombre se burla siniestramente, será muy fácil tu muerte con ésta arma. Tu mereces mayor sufrimiento. El perverso hombre cambia su arma por una daga larga y fina. Miro con horror como el hombre levanta la daga y de un zarpazo satura la piel de mi pecho. Grito de dolor y el eco de mi desgarrada voz se pierde en la lejanía . . . no obstante, todo el lugar permanece en silencio. Solo se oye mi corazón que palpita descontrolado. El hombre hipnotizado mira correr mi sangre que sale en abundancia de la herida. La túnica blanca que cubre mi cuerpo, ahora esta manchada con mi sangre. De repente, con semblante extorsionado, el salvaje arranca de mi pecho mi corazón . . . mi corazón rojo y tibio en la mano del desquiciado hombre sigue palpitando apresuradamente.

    El dolor que siento es indescifrable, miro mi corazón en las manos de mi verdugo y una ola de serenidad y paz me invade. Me siento flotar entre las nubes, mi cerebro comienza a perder lucidez. Incoherentemente y perturbada me oigo decir, toma mi corazón . . . siempre ha sido tuyo; pero recuerda . . . al final me encontré y me perdiste.

    Los tres ojos de ese demonio por un momento enseñaron compasión, pero su semblante

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