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La primera partida del mundo
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Libro electrónico154 páginas2 horas

La primera partida del mundo

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Se trata de una novela histórica, que va estar compuesta de ocho libros, donde nuestro protagonista principal, va hacer en el espacio y en el tiempo un viaje literario de ida y vuelta entre Europa, partiendo justamente de la Península Ibérica para rodear todo el continente africano pues él ya había sido allá un escritor precoz cuando vivía en Árica y fruto de terroríficos cambios (geo)políticos, añadidos con dramáticas guerras civiles, tuvo a marchas forzadas que dejar de ser escritor y poeta...yendo nuevamente en búsqueda de su verdadera identidad como unipersonal centro del universo. El tipo de letra es courier news pues se asemeja al tipo de letra de su antigua máquina de escribir Olivetti.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento30 ene 2018
ISBN9788469790670
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    La primera partida del mundo - José Manuel da Rocha

    José Manuel da Rocha Cavadas

    Créditos

    ISBN: 978-84-697-9067-0

    Queda prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio -salvo pasajes breves para reseñas o citas, siempre y cuando se citen las fuentes- de esta obra sin la autorización expresa del autor.

    A Franz Kafka

    Entropía 1

    ––––––––

    Había, por aquel entonces, un mundo que se encontraba demasiado contaminado, por una  gran e inhóspita incertidumbre, al mismo tiempo, se iba moviendo como telaraña globalizada, en una correlativa e invisible interdepedencia, enérgicamente, movido, por cuantiosos e indescifrables resortes, que además poseían todos ellos, un aura de mucha fragilidad y de tantísima indefensión humana... a través de una dínamo de muy gran aceleración, en una muy fluida y caótica cadencia... rápida, rápida... lenta, lenta...  donde todos los átomos, todas las infinitas células, toda la muy licuada vida, toda la dantesca materia, toda la dubitativa y muy manipulada historia, todos los malcontentos e impalpables sueños, fluían y (re)fluían, de forma inexorable, hacia tiempos de forzoso cambio... donde todo ya no era lo mismo, un segundo después, porque en términos metafóricos, de forma inexorable, connotado con ese muy correoso y simbólico río de Heráclito, donde nadie se podía bañar dos veces seguidas, en ese imaginario y alegórico río, que era, al fin y al cabo, un torrente viviente, siempre corriendo y no dejando nunca de correr, en la incesante corriente demasiado turbia de la materia... trasmudándose, cómo si fuera un muy impetuoso y abigarrado "río de la vida", siempre atiborrado de muchos e inextricables interrogantes dialécticos, que se desdibujaban, languidamente, en el vertiginoso túnel del gran espectáculo de la descomunal historia humana...cuyo légamo se iba confundiendo, casi siempre, con la muy tenue memoria... era como si fuera una gran e intermitente paradoja, siempre desempolvando ingentes torbellinos de nuevos e irregulares confines, donde todas las cosas se iban literalmente confundiendo, unas con las otras, fragmentándose, casi siempre, en unas nuevas espirales imaginarias y otros revueltos confines, que iban poniendo en contacto, lo que antes se encontraba literalmente separado, separando, lo que antes había estado en permanente contacto... en un mundo triste y descorozanador.

    En esa dada época, el crucial "mainstream", que determinaba la exponencial corriente del mundo... se encontraba integralmente reflejada, en una susodicha primavera árabe... era como si fuera una simbólica "Revolución del Jazmín", porque había una gran eclosión de muchos cambios, tal vez democráticos, tal vez reformistas y que eran alentados por los nuevos y masivos medios de comunicación social, bajo una gran explosión de inmediata creatividad, ya que ellos intentaban echar abajo, toda la estructura anquilosada de ciertos poderes omnímodos... basados en una descomunal prepotencia... accionados con despiadado despotismo, que estaba asiente en la nefasta mentira y en una virulenta corrupción demasiado rapante.

    En una dada topografía geográfica... situada muy cerca, había entre muy indignados bastidores, una pancarta que decía literalmente "Los jóvenes salieron a la calle, y súbitamente todos los partidos envejecieron"... que también representaba simbólicamente toda nuestra soledad, toda nuestra absurda fragilidad, frente a los misterios más elementales del universo, pues había mucho temor, y el estimulo a seguir adelante, muy enflaquecido estaba... muy sencillamente, de poder descubrir otro cíclico, fresco y rejuvenecedor SENTIDO DE LA VIDA... porque habría que replantear todos los limites del derecho moral, reivindicando sumamente otro nuevo, que pudiera ser  más sobrio y más respetuoso, con las múltiples y nuevas formas estatutarias, que había adquirido la acelerada vida humana, en una tierra demasiado trepidante y superpoblada... 7.000.000 millones de habitantes.

    De forma helicoidal, en vertiginoso sentido vertical, había una gran libélula voladora misteriosa, impalpable y sumamente esplendente, zambullida en un recóndito, etéreo y ecológico vuelo, plagado de una potente proyección de futuro... allá arriba, alguien oía los "sonidos del sol", en un rutilante impulso solar... continuaba habiendo, muy cerca de acá... de forma soterrada, estaba habiendo tantísimas revoluciones inacabadas, donde casi siempre todos los historiadores, prestaban muy poca atención a todos los cambios registrados, en la propia tecnología, que iba connotada con una fuerte incidencia en la amplia mundialización de las  comunicaciones,  mantenidas en una "nubeconnotada con la red de redes, pero que infelizmente estaba siempre bajo los auspicios del conocido balance "gatopardiano", de que todo cambiaba, para que todo, al fin y al cabo, siguiera igual como dantes.

    De forma orgánica, todo continuaba fluyendo y (re)fluyendo, inexorablemente, hacia cuantiosos mapas mentales de índole absurda, con tantísimos e indescifrables signos... dominado por cuantiosas y mercantiles metáforas. Era, en suma, el supremo reflejo, del global y sumamente neoliberal "axis mundo", que se encontraba reflejado, a la izquierda y a la derecha, de unas formidables paradojas dialécticas... siendo allí mismo, donde toda la alienación espiritual, ya iba despojando al sufriente hombre, de su más evanescente espíritu y lo iba reduciendo solamente a  diminutas combinaciones, de meras e ínfimas partículas... que iba desembocando, en una nueva y tumultuosa construcción, de nuevos y soslayados mapas de índole social... donde, ante todo, se deseaba que fuera demasiada humana...de forma secuencial, eran casi siempre impulsados, por flujos y reflujos de alternancias de pico, depresión y nuevamente de pico. Unas veces las crisis cíclicas y esporádicamente en otras ocasiones, había ciertas crisis, que siempre venían demarcadas por enrevesados cuadrantes de naturaleza sistémica.

    Todo esto no ocurría, sólo en el ámbito económico, mas sino en casi todos los contornos de la  multifacetada vida... la literatura y el arte,  la filosofía y todo el pensamiento y toda la política,  por fin, todos los inverosímiles y muy dubitativos derechos y deberes... por entre bastidores, subrepticiamente, ya peligraba el primero derecho humano, que era el derecho ligado a la alimentación, pues muchos alimentos o eran muy caros o había una considerable carencia de los mismos... se empezaba a sentir, una cierta tendencia a la sobriedad, ante el masificado consumo, que se comenzaba a extenderse de la mano del cambio económico, forzando de forma inexorable, a todas las marcas mercantiles, a intentar de forma vital, la ansiada calidad de todos los productos, ya que se parecía estar (re)descubriendo, otra vez, la equilibrada filosofía del "menos es más", que había sido hasta aquel entonces, una cierta reminiscencia de toda la filosofía arquitectónica, que había sido creada, por el genial arquitecto, llamado, Ludwig Mies Van der Rohe.

    ––––––––

    En esa turbulenta época, "in itínere", la radiante espiritualidad de la materia, era sesgadamente animada, sin tener cualquier criterio, sin poseer cualquier sensibilidad, sin donde saber poner buenos sentimientos, ni dóciles y benignos pensamientos, ni extraños desasosiegos espirituales, porque ya se iba extendiendo de forma envolvente... era como si fuera un ávido pulpo, hacia el mismo borde de un aterrador abismo y que singularmente, era muy áspero y muy aberrante... que se encontraba asiente, en una sintomática complejidad, e iba tejiendo fulgurantes crisoles, imbuidos de tantísimas crisis (multi)disciplinares, que se fraguaba sin ningún tipo de control... el ocaso de una decadente y turbulenta era (pos)moderna y (pos)histórica... justo cuando ya bullía en toda su vibrante amplitud fenológica, de forma abrupta, la gris y estática estación del muy crudo invierno.

    ––––––––

    Mientras tanto, en una otra dimensión... el dilatado tiempo, se iba sucediendo y se agotaba de manera ininterrumpida, bajo un universo tan entero, al mismo tiempo, tan irreal... era como si fuera un indefinido cosmorama, donde toda la vida, era ante todo, lo que hacíamos de ella, siempre repleta de muchas experiencias existenciales, que consistían muchas veces en restringir el contacto con la propia realidad, al mismo tiempo, de forma categórica, aumentaba el análisis de ese incisivo contacto,  porque en nosotros, se encontraba siempre, el semiótico significado-significante, de la incisiva percepción cognitiva del TODO.

    ––––––––

    Elegía 1

    ––––––––

    Simbólicamente, a través, de tantísimas hileras de variados conceptos... la construcción de nuevos mapas mentales, en un mundo que siempre estuvo lleno de desiguales aristas sociales... acá, cada vez mucho más cerca de un indefinido punto... indagaba nuestro carismático e incansable protagonista, llamándose simplemente JM,  donde literalmente era él  transeúnte de todo, siempre estaba él  inmerso, en un agobiante movimiento existencial, siempre delineado bajo una  caótica espiral de vida... era justo cuando ya se iba ascendiendo por su muy vagante cabeza, la excitante metirapona, que se traducía en una droga que disminuya de forma significativa, todos los niveles de cortisol, pues actuaban ellos insidiosamente, como si fuera una hormona del estrés, que estaba muy vinculada, con la altiva capacidad de la memoria... era cuando ya se iba desvaneciendo, en su torrencial cerebro, todo ese subjetivo e indescifrable estudio anatómico, de sus propias manos y de su demarcado rostro y de su cuello, ya que tenía ese aire que se diría tan tangible y tan rebosado enigmáticamente, de un  imperceptible y visual "sfumato", cuando acontecía de forma subjetiva... era como si él ya pudiera usar una determinada tecnología, llamada, "motion scan", donde cada centímetro, del demarcado rostro, de nuestro carismático protagonista., era debidamente bien trazado, siendo luego inmediatamente convertido en un modelo 3D... cuando de repente y lleno de mucho simbolismo, se iba registrando, la captura de un movimiento denominado "motion capture"... nuestro entrañable protagonista, a partir de ahora, se iba a llamar de forma "kafkiana", simplemente de JM,...  era justo cuando ya empezaba a registrar, en su día a día, todas las vagas impresiones que le iban formando acompasadamente toda la sustancia exterior, de su incisiva y dilacerante conciencia... era entonces cuando caminaba él, casi siempre en un prevaleciente zigzag existencial,  siempre bajo el vértigo de desasosegantes e infinitas asociaciones libres, trenzadas ellas, de cuantiosas frustraciones, que tenían muy poca conexión, con toda la propia realidad envolvente...ya que vivía él, casi siempre, muy apartado de su sí-mismo más auténtico, porque todas sus sensaciones nacían y se mantenían ya muy analizadas... eran como si hubiera un cierto afinamiento, entre la mismísima sensación y la propia conciencia de ella misma y nunca entre la sensación y los propios hechos ya consumados... era cuando se encontraba él, bajo el insidioso influjo de una conciencia, que era muy analítica, pero que no tenía casi ninguna proyección al mundo exterior... transeúnte de todo.. era de facto, la inexorable seña de identidad, apareciendo y desapareciendo, siempre por entre la bulliciosa muchedumbre... siempre perdiéndose, en una sombra muy alargada.

    Bajo determinadas circunstancias, demasiado aleatorias, allá iba él, de aquella vez,  bien acompañado de su modulante, alargada y negruzca sombra, que se iba proyectando, oblicuamente, en el suelo o en las propias y delomitadoras paredes... los refulgentes rayos del sol, le iba acompañando, constantemente, siempre alrededor de sí mismo, por delante, por detrás, por ambos lados, según la incidencia del esplendente sol...en ciertos movimientos hieráticos, cuando pasaba él, por muchos e innombrables lugares, ya que tenía él como verdadera identidad, el de no pertenecer a ningún sitio... donde poseía él, una muy desequilibrante idiosincrasia, sin ningún tipo de asidero solido... desarraigo absoluto.. era cuando iba cuestionando él, siempre con su sesgado silencio, todo el sentido profundo de los confines físicos de su propio cuerpo... ya era cuando, bajo el solitario espacio de sus múltiples trayectos solitarios, se enfilaba él casi siempre, de forma anónima, por entre todas las múltiples y muy feroces jerarquías de la propia sociología humana, que los diversos intereses jerárquicos,  iban sembrando de forma muy férrea, por todo el entramado urbano... era exactamente cuando ya se perfilaba en toda su verdadera amplitud identitaria, a la mediterránea ciudad de Valencia, que por antonomasia, se denominaba también como la mítica ciudad de las fallas, la muy devota ciudad de las flores, que adornaban a la Virgen de los Desamparados, siendo también la ciudad de la refulgente luz, casi siempre teñida de unos  vibrantes tonos cálidos.

    Y toda esta enérgica ciudad, que se encontraba  emplazada a orillas del mar mediterráneo... que a lo largo de su milenaria historia, siempre estuvo marcada, por el incesante trasiego de  constantes e intensas metamorfosis de todo el tipo de tejido social, pues

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