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Las identidades nacional populares: De la resistencia noventista a los años kirchernistas
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Libro electrónico341 páginas4 horas

Las identidades nacional populares: De la resistencia noventista a los años kirchernistas

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La asunción de Kirchner al gobierno nacional en 2003 trajo consigo la implementación de una política transversal que incluyó algunos movimientos “piqueteros” en sus filas y abrió un período signado por importantes cambios en las acciones y alineamientos de varias organizaciones. Este libro estudia la evolución de tres de esas organizaciones: el Movimiento Evita, el Movimiento Libres del Sur y el Movimiento de Unidad Popular, variantes de una identidad “nacional-popular” que convergen y resignifican diversas tradiciones políticas. El autor hace un recorrido por la historia de dichas organizaciones, por las mutaciones internas que se produjeron ante distintas coyunturas y por la particular reconfiguración de esas identidades “nacional populares” proponiendo repensar, en el contexto actual, las formas de articulación entre las diversas identidades “de izquierda” y el peronismo.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento9 may 2016
ISBN9789876991155
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    Las identidades nacional populares - Mauricio Schuttenberg

    Bibliografía

    Agradecimientos

    Las identidades nacional populares. De la resistencia noventista a los años kirchneristas es la conversión a libro de mi tesis doctoral en Ciencias Sociales realizada en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO, Sede Argentina) y defendida en 2011. Tras varios años de trabajo, para los cuales recibí una beca del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) quisiera expresar mi agradecimiento a distintas personas que colaboraron y que fueron importantes en las distintas etapas que atravesé en esta tarea.

    En primer lugar, quisiera agradecer a los referentes de las distintas organizaciones por su tiempo y la buena predisposición con la cual me atendieron, contestaron los extensos cuestionarios y me facilitaron documentos y publicaciones de cada una de ellas.

    Quiero destacar especialmente a los doctores Aníbal Viguera y Martín Retamozo quienes, como director y codirector, fueron fundamentales en todas las etapas de la investigación. A ellos, estaré por siempre agradecido por el acompañamiento y la dedicación que tuvieron con mi trabajo.

    Extiendo mi agradecimiento a mis compañeros de la Cátedra de Historia de las Ideas y los Procesos Políticos de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata. En especial, al Dr. Guillermo Quinteros y a la Prof. Sandra Santilli por todos estos años de trabajo conjunto, amistad, proyectos, asados, viajes y debates.

    No quiero dejar de mencionar y dedicar este libro a mis compañeros de la Universidad Nacional Arturo Jauretche. Saludo a todos los integrantes de la cátedra de Problemas de Historia Argentina, en especial a la Directora del Instituto del Ciclo Inicial, la Dra. Carolina González Velasco, por la oportunidad y la confianza depositada, y a los compañeros Juan Pablo Rosendo y Gabriela Gómez.

    A los compañeros con los que hemos intercambiado lecturas, materiales y discusiones en distintos momentos: Ana Natalucci, Juan Ignacio Lozano, Germán Pérez, Eray Arce y Emiliano Gambarotta. A los compañeros de cursada de FLACSO, en especial a Lorena, Andrea, Luis Felipe, Nicolás y Juan Bautista.

    En el plano personal, quisiera dedicar el libro a una gran lista de amigos de todos los palos: Pablo, Martín, Isidoro, Juan Pedro, Nicolás, Eloy, Facundo, Hernán, Jorge, Gustavo, Federico V., Federico C., Federico D., Julián, Carlos, Mario, Damián, Martín U. A mi hermana Virginia y mis cuñados Juan y Martín. A Rita por su apoyo y confianza incondicionales, a Herman a quien siempre recuerdo y a María Laura, mi gran compañera, por su ayuda invalorable y su amor.

    A mis hijos Federico y Emilia.

    Prólogo

    Dante Panzeri escribió en 1967 un libro ya clásico Fútbol: dinámica de lo impensado y de allí se hizo frecuente evocar esta frase para intentar dar cuenta de lo inexplicable dentro de un campo de juego, como los goles de Diego a los ingleses o, mejor, el de Cani a Brasil en 1990. Esa dinámica de lo impensado es una característica que se puede aplicar al proceso político argentino, en especial en los momentos de aceleración de la historia. Lo impensado no es tal sólo porque resulta sorpresivo –y vaya si el devenir kirchnerismo lo fue–, sino también por las dificultades de pensarlo una vez constituido y en proceso abierto a las indeterminaciones, es decir, bajo la seductora forma de lo dándose.

    El kirchnerismo es la dinámica de lo impensado de nuestro tiempo. Se ha constituido en la encarnación del hecho maldito y ha dominado la escena política durante los últimos diez años. El inesperado ejercicio de la presidencia por parte de Néstor Kirchner y la puesta en movimiento de un gigante invertebrado –dado por extinto por connotados paleontólogos– tomó por sorpresa a la mayoría de los ciudadanos, las organizaciones sociales y también a los analistas políticos. No a todos, por supuesto, cabe mencionar la mirada lúcida de Nicolás Casullo cuando identificó hacia el año 2002 que Kirchner hablaba de otros setenta, donde la militancia política y un proyecto de construcción colectiva tenían primacía sobre la política dominada por la vanguardia y los fierros. La relación del kirchnerismo con esos setenta; los unos y los otros, los que se habían recomendado olvidar y los aún persistentes, constituyó uno de los leitmotiv de trabajos y debates.

    Pero, a decir verdad, la comprensión del kirchnerismo todo (como proceso, proyecto y sujeto) se convirtió en una obsesión. Toneladas de papel, miles de blogs, horas de radio y televisión se han dedicado a explicar la anatomía del –para evocar el cuento de Borges y Bioy Casares– monstruo y sus nuevas fiestas. Con intereses a veces divergentes y a veces convergentes, las militancias políticas de diferentes extracciones ideológicas se abocaron a caracterizar la experiencia política que se fue constituyendo desde 2003. Algunos, desde sus empolvados manuales conductores de derrotas, otros desde las reediciones de posicionamientos históricos, otros desde la perplejidad o el pragmatismo. Es que actuar en la política, desde 2003 en Argentina, es posicionarse en referencia al kirchnerismo. Ningún espacio permaneció virgen a la irrupción de lo inédito.

    En el campo académico, sucedió algo similar. La agenda de los estudios políticos contemporáneos sufrió un cimbronazo que obligó a replantear líneas de trabajo. No se trató sólo de abordar un nuevo período, sino de desentrañar nuevas formas en que se construye lo específicamente político de la sociedad argentina, al menos a escala nacional. Representación, ciudadanía, partidos políticos, movimientos sociales, políticas públicas, geopolítica internacional y democracia son algunos de los temas que se tensionaron con la llegada del kirchnerismo. Este libro es parte de esos debates.

    La controversia sobre la naturaleza y los efectos del kirchnerismo giró fundamentalmente en torno a tres ejes. El primero, constituido por la discusión sobre los elementos de continuidad y los de ruptura con el orden neoliberal. Algunos pusieron la mirada en el modelo de acumulación y en el régimen político, otros en los posicionamientos geopolíticos y los modos de integración. También, la direccionalidad de las políticas sociales tuvo su debida atención. Sin embargo, tal vez haya sido el lugar del Estado –como cristalización de relaciones de fuerza y como institución– el que capturó las mayores atenciones. El regreso del Estado como actor sociopolítico ocupó una centralidad ineludible, tanto entre las preocupaciones académicas como en la contienda política.

    El segundo aspecto que podemos destacar del debate es la pregunta por los alcances de la experiencia kirchnerista como proyecto político, particularmente su relación con la democracia, la ciudadanía y la movilización política. La recuperación de la política como campo de decisión sobre los asuntos de la polis es un dato insoslayable más allá de la discusión sobre el tipo y los efectos de las decisiones políticas. Allí, los contrapuntos se dan entre las posiciones que enfatizaron la nueva gramática del kirchnerismo –promoviendo espacios de participación a sectores excluidos de la vida política– y quienes hacen hincapié en la concentración de poder en el ejecutivo, denuncian actos de autoritarismo y promoción de intereses de grupos tradicionales de poder –especialmente económicos–.

    Finalmente, reapareció el viejo espectro del peronismo para plantear los interrogantes de esta nueva encarnación. Luego de traiciones, renuncias y exequias –como retorno de lo reprimido– el peronismo sacó a relucir de su arcón sus mitos y su máquina de fabricarlos. La matriz plebeya, subalternizada como identidad en la estructura del Partido Justicialista y sonámbula en experiencias sindicales y de movimientos sociales, reapareció con una capacidad de interpelación que no estaba en los papeles. El peronismo y la épica nacional-popular, que permaneció en cierta medida marginal entre las organizaciones sociales que resistieron al neoliberalismo fueron encontrando un caudal y un cauce imprevisible. En ese terreno simbólico, el kirchnerismo produjo un doble movimiento: reactivó una lectura del peronismo como experiencia y comenzó a producir sus propios mitos.

    Estos tres ejes son abordados por el libro de Mauricio Schuttenberg. La entrada que ofrece el libro es sugerente puesto que permite recuperar la historicidad del kirchnerismo. Interrogarse por la relación de organizaciones sociales marcadas por la resistencia al neoliberalismo y el kirchnerismo supone reconocer las condiciones históricas y las experiencia previas a la irrupción K, sin las cuales cualquier intento de comprensión es estéril. El devenir de lo nuevo no puede pensarse como un acontecimiento ahistórico, aunque; como decía Derrida, rasgue la historia. En consecuencia, la hegemonía kirchnerista no se comprende sin un análisis de las fuerzas sociales presentes en el campo político, algunas –como las que trata este libro– originadas en la negatividad del neoliberalismo y condensadas en experiencias organizativas de diferente índole que habitaron el campo político argentina en la década del noventa.

    El ejercicio del poder del kirchnerismo –en un juego de potencia y potestad– ha encontrado en su vínculo con los movimientos sociales uno de los capítulos más ricos y polémicos. Ello fue así dado que, particularmente, el corazón de la experiencia que se propone como proyecto nacional y popular no proviene del campo de los movimientos sociales y ni siquiera fue un factor relevante en el enfrentamiento a la dominación neoliberal. Sin embargo, no hubo campo movilizado (ni sindical, ni piquetero, ni de derechos humanos, ni estudiantil, etc.) que no haya sido reconfigurado por el kirchnerismo. La evaluación de esta dinámica de lo impensado condujo a diferentes explicaciones políticas y sociológicas. Los acercamientos e incorporaciones de movimientos y cuadros de las organizaciones al kirchnerismo despertaron la atención (decepción o esperanza) de un conjunto de investigadores. La relación de los movimientos de desocupados con el kirchnerismo, en particular, admitió múltiples lecturas y este libro ofrece una investigación sobre ella.

    Los movimientos de desocupados –impulso de las organizaciones trabajadas por Schuttenberg– tuvieron efectos desestructuradores del neoliberalismo al instalar demandas excesivas en el espacio público. Excesivas no por desmesuradas, sino por ser imposibles de resolver en el orden neoliberal vigente durante los noventa. Además, brindaron experiencias de organización y repertorios de acción a sectores que habían sido, en cierta medida, despojados de sus terrenos políticos conocidos (y también de sus identidades políticas). En este contexto, la reconstrucción de una hegemonía debía lidiar con la presencia espectral del movimiento real de las organizaciones.

    Este libro se ocupa de este vínculo y lo hace con una mirada que busca dar cuenta del modo en que tres organizaciones se acercaron al kirchnerismo: el Movimiento Evita, inscripta en el peronismo revolucionario; Libres del Sur, proveniente de la izquierda nacional y el Movimiento de Unidad Popular, de origen en el anarquismo y/o socialismo libertario. La selección de los actores permite mostrar diferentes tradiciones políticas que se incorporaron en algún momento al kirchnerismo como proyecto político. El estudio de los discursos es una entrada eficaz para responder a las preguntas de cómo determinadas organizaciones fueron interpeladas por el kirchnerismo sin adscribirles un papel pasivo, cooptado o manipulado. De allí que uno de los aportes del libro sea precisamente mostrar las condiciones de recepción del discurso kirchnerista desde identidades políticas preexistentes, sus continuidades y transformaciones.

    La restitución de la tradición nacional y popular con sus alusiones constitutivas al Estado como redentor y al sujeto pueblo en el marco, además, de un viraje a la izquierda en América Latina será una de las claves para comprender el acercamiento de las organizaciones al reconocer que algunos de estos elementos se encontraban sedimentados en las identidades de las organizaciones. La atención prestada le permite al autor observar qué elementos fueron facilitadores de la interpelación, qué otros fueron incorporados como novedosos y cuáles bloqueaban la incorporación de las organizaciones al proyecto nacional.

    El lector que hojee estás páginas y, por necesidad o azar, llegue a estas palabras se preguntará ¿otro libro sobre el kirchnerismo? La respuesta es sí, uno que propone un modo de entender el vínculo entre organizaciones del ‘campo popular’ y el gobierno nacional y lo hace echando mano a las herramientas que brindan las ciencias sociales. Si lo está mirando de parado en la librería, le sugiero que vaya a la caja y abone el –seguramente módico– precio que la Editorial de la Universidad Nacional de Villa María dispuso. Si ya lo ha hecho –o se lo han prestado o está en la biblioteca– avance con la lectura. Tiene en sus manos un libro que ayuda a comprender un engranaje de la dinámica de lo impensado y que merece ser leído.

    Martín Retamozo

    Introducción

    Cuando la presente investigación comenzó a delinearse a comienzos de 2006, el estudio de las organizaciones populares, sus acciones colectivas e identidades políticas se encontraba ante el desafío de situaciones novedosas que habían recibido escasa atención de los investigadores. Durante años, las ciencias sociales en Argentina habían hecho un relato de los procesos de descomposición social y de las diversas organizaciones sociales emergentes a partir de ellos –paradigmáticamente, los movimientos de trabajadores desocupados– poniendo escasa atención en los eventuales procesos de recomposición social y en la posibilidad de articulación entre esas organizaciones y los gobiernos de turno con los cuales estaban, en principio, radicalmente enfrentadas. Sin lugar a dudas, el período abierto en el año 2001, pero más precisamente en el año 2003 con la llegada de Kirchner al poder y la reconfiguración de fuerzas políticas y sociales que se produjo en ese contexto, era un terreno tan novedoso como poco explorado que merecía una profundización.

    La crisis de 2001 se constituyó como un punto de inflexión en la historia contemporánea argentina que condensó un período previo de agregación de formas de expresión política cuestionadoras del sistema político y que, tras el momento más álgido que algunos llegaron a considerar como de crisis orgánica, dio lugar a un proceso de relativa recomposición. A partir de mediados de los años 90, podemos identificar tres etapas diferenciadas en el proceso político. En primer término, la aparición de nuevas formas de protesta que, en escalada, van erosionando progresivamente el sistema político; el quiebre de 2001 y el convulsionado 2002 conformarían el segundo período y la tercera etapa estaría definida por la recomposición del sistema político, especialmente a partir de las elecciones presidenciales de 2003.

    El período abierto en 2003 con la asunción de Kirchner y la implementación de su trama transversal que incluye a algunos movimientos piqueteros en sus filas, marca importantes mutaciones en las acciones de protesta y en los alineamientos y configuraciones identitarias de varias organizaciones. El cambio del escenario político generó, en efecto, una importante modificación en el modo de vinculación entre Estado y organizaciones de desocupados. La estrategia que desarrolló el gobierno de Kirchner fue incorporar a su proyecto político algunas de esas organizaciones; lo que a su vez potenció, reactualizó y resignificó la posibilidad de que ellas se articulen en torno a una identidad nacional-popular.

    Ahora bien, la inserción de algunos grupos en el espacio kirchnerista tendió a explicarse, en un principio, a partir de la idea de cooptación. Esa perspectiva resultaba insuficiente para dar cuenta de los posicionamientos de un importante número de organizaciones, en tanto subyacía a ella un argumento negador de la producción política de estos actores.

    Este trabajo analiza la reconfiguración de tres de esas organizaciones –el Movimiento Evita, el Movimiento Libres del Sur y el Movimiento de Unidad Popular– en torno a distintas variantes de una identidad nacional-popular a partir de la convergencia y resignificación de diversas tradiciones. Al mismo tiempo, estudia las formas de articulación de identidades políticas de organizaciones populares de distintas vertientes de la izquierda y gobiernos de carácter progresista de filiación peronista.

    Las investigaciones desarrolladas sobre el movimiento piquetero se focalizaron, en su mayoría, en analizar los formatos organizativos, las formas de protesta y, en algunos casos, la identidad social en tanto trabajadores desocupados. El presente libro apunta a pensar las identidades políticas de las organizaciones a través de recuperar su historicidad, que trasciende la representación de movimientos de trabajadores desocupados y hunde sus raíces en procesos anteriores de la historia.

    El trabajo explica cómo las identidades políticas de las diversas organizaciones apelaron a la historia, a los símbolos, a los mitos, a las experiencias previas y a los imaginarios y cómo, en ese proceso, fueron reconfigurando esos enfoques. Esas mutaciones que se observarán a lo largo del escrito se explican en cómo las distintas tradiciones identitarias procesaron las diversas coyunturas y qué elementos significantes tomaron para dotar de sentido a las situaciones y a su accionar.

    Se buscó comprender el modo en que cualquier nueva acción sitúa a una organización en la posición de asumir su propia recreación. No se trata solamente de la expresión o manifestación de la existencia previa, sino también –y, especialmente– de una nueva instancia de producción de identidad. Se abren allí algunos interrogantes que conforman el eje de este trabajo: ¿qué características asumieron las mutaciones identitarias en el período pos 2003 y cómo se vincularon con el pasado de las organizaciones? ¿Cómo y mediante qué operaciones políticas se entrelazaron las trayectorias de las organizaciones y el gobierno de Kirchner? ¿Cuáles fueron los quiebres en esas producciones y qué hechos las marcaron?

    La mayoría de los trabajos que abordaron la etapa posterior a 2003 dieron cuenta de una mutación de la protesta a partir de la asunción de Néstor Kirchner al poner el acento en cómo, desde el Estado, se condicionó la acción política de las organizaciones. No se indagó, en la misma medida, lo que ocurrió abajo; es decir, cómo se vivenció en las organizaciones la etapa abierta en 2003 y cómo algunas de ellas construyeron nuevos posicionamientos y rearticularon, en el camino, nuevos y viejos componentes identitarios.

    El objetivo del libro es analizar la trayectoria de un grupo de organizaciones que, habiendo sido partícipes de la oposición al modelo neoliberal a partir de mediados de los 90, se insertaron luego en el gobierno de Kirchner. El estudio se propone recuperar la historia de esas organizaciones y comprender que la dinámica política que comienza en 2003 no es necesariamente para ellas una ruptura, cooptación y abandono de prédicas revolucionarias, sino que se trata de un proceso de construcción y reconstrucción de las identidades nacional-populares, en donde se pone en juego la historicidad sedimentada de las organizaciones en un nuevo contexto. Para ello, se desarrolla una lectura de largo plazo de las mutaciones de las identidades de las organizaciones en busca de captar los elementos de continuidad y los antecedentes precursores que se corresponden con desarrollos y posicionamientos ulteriores.

    El análisis desde la perspectiva de la identidad política nos permitió acceder a la manera en que esas organizaciones (Libres del Sur, Movimiento Evita y Movimiento de Unidad Popular), surgidas en la lucha contra el neoliberalismo, construyen sus vínculos con el gobierno de Kirchner. Siguiendo este razonamiento, nos interesa revisar los procesos abiertos en estas organizaciones desde 2003 en función de sus lecturas de la coyuntura y posicionamientos, de su interpretación de la relación con el Estado, de la construcción de un otro como enemigo y articulador de las solidaridades internas, de la resignificación de su pasado (especialmente, en la producción de la identidad peronista) y de su dinámica interna a partir del período de confluencia en el período 2003-2009.

    El trabajo apunta a pensar las identidades nacional-populares no como una identidad esencial, sino como una construcción histórica en donde las organizaciones ponen en juego procesos de identificación que incluyen elementos sedimentados a partir de sus experiencias políticas previas y elementos que se activarán en cada coyuntura, reconfigurando sus marcos de interpretación. Con ese fin, buscamos en la historia y el origen de las vertientes políticas del espacio nacional-popular, pues allí se encontró lo sedimentado, que luego se pondrá en tensión en un proceso relacional frente a otras identidades.

    Como se señaló, el recorte de las organizaciones a analizar –el Movimiento Evita, ligado al peronismo de izquierda; el Movimiento Libres del Sur, con raíces en la izquierda nacional y el Movimiento de Unidad Popular, de tradición anarquista– apunta a ver la complejidad en el espacio político nacional-popular y a rastrear la heterogeneidad en términos de representaciones, imaginarios, identidades y posicionamientos políticos que se insertarán en el kirchnerismo.

    El trabajo consiste en un análisis del discurso político de las organizaciones, entendiendo por ello que, como en todo comportamiento social, la acción política no es comprensible fuera del orden simbólico que la genera y del universo imaginario que ella misma engendra.

    Para el análisis, se tomaron documentos públicos y de circulación interna de las tres organizaciones. En tanto, también se trabajó con las publicaciones que las organizaciones tuvieron en las distintas etapas: Revista Evita del Movimiento Evita, Revista En Marcha de Patria Libre y Revista Patria Grande de Libres del Sur y, con respecto al MUP, se tomaron centralmente los documentos en los diversos períodos abordados. A su vez, se realizaron entrevistas semi-estructuradas¹ a referentes de las tres organizaciones en un período que abarca de agosto de 2007 a julio de 2009.

    El libro se estructura en siete capítulos. Los dos primeros desarrollan el estado del arte y presentan los conceptos centrales del enfoque teórico, respectivamente, conformando una primera parte de carácter introductoria.

    Los capítulos III y IV se centran en el proceso de construcción de las organizaciones seleccionadas. De esta manera, en el capítulo III, se analiza la conformación de Libres del Sur, Movimiento Evita y Movimiento de Unidad Popular. En el capítulo IV, se presenta la constitución de la identidad y la tradición política; así como el posicionamiento político que tuvieron las organizaciones desde finales de los años 90.

    Luego, se desarrollan cuatro capítulos ordenados cronológicamente desde el acercamiento de las organizaciones al kirchnerismo, su inserción y la dinámica de las mismas en el gobierno de Cristina Fernández. En el capítulo V, se analiza la fase previa de acercamiento, que va desde la crisis de 2001 hasta la inserción de las organizaciones en el gobierno de Kirchner.

    En el capítulo VI, se presenta la inserción de las organizaciones en el gobierno de Kirchner. Luego, en el capítulo VII, analizaremos la reconfiguración de las identidades y exploraremos los límites y fronteras de la identidad política que construyeron las organizaciones en la etapa posterior a 2003. En tanto, el capítulo VIII, desarrolla la dinámica de las organizaciones durante la presidencia de Cristina Fernández y los distintos caminos que tomarán en el espacio kirchnerista. Como cierre, se expondrán las conclusiones del trabajo.

    1 Los cuestionarios apuntaron a recabar información sobre las distintas interpretaciones y posicionamientos que las organizaciones analizadas tuvieron desde su conformación hasta el presente; así como también sobre las trayectorias y tradiciones de la militancia que las compone. Cabe destacar que, para la reconstrucción histórica del proceso de formación y de las acciones de los años 90, nos basamos en el análisis de documentos y publicaciones de las organizaciones. En este punto, existían y existen diferencias entre las organizaciones. En algunos casos, se pudo reconstruir las trayectorias y posicionamientos a partir de los documentos emitidos por las organizaciones en cada etapa y, en otros, se debió apelar a las entrevistas a partir de la falta de documentos y fuentes escritas en el propio momento.

    Los procesos de conformación y las discusiones en cada coyuntura eran elementos que sólo podían recuperarse a través de la entrevista, puesto que los documentos o publicaciones de prensa dan la visión oficial de cada una de las organizaciones y no permite visualizar las tomas de decisión y los elementos que allí se ponen en juego. Además, se realizaron observaciones de movilizaciones, actos y plenarios con el objeto de reconstruir las discusiones en el marco de cada organización.

    1. Los estudios sobre los movimientos y organizaciones de trabajadores desocupados en la Argentina contemporánea

    La conformación del campo de estudios

    Este libro se inscribe dentro del campo de investigaciones centrado en las organizaciones populares, los movimientos de trabajadores desocupados y sus dinámicas políticas en la Argentina reciente. Dicho campo tiene múltiples desarrollos y enfoques que intentaremos poner en diálogo para encuadrar las preguntas y perspectivas que nutren este trabajo.

    Al respecto, puede indicarse que los primeros estudios sobre estos agrupamientos se focalizaron sobre las transformaciones de la acción colectiva en los años posteriores a la última dictadura militar y tematizaron, especialmente, la relación entre Estado y sociedad desde una perspectiva macro. Estas investigaciones posaron su mirada en los denominados movimientos sociales a partir del estudio de las organizaciones de derechos humanos, junto con la aparición de otros sujetos que se diferenciaban de los sindicatos o partidos. De esta manera, el mundo académico depositó sus expectativas positivas en el nuevo conjunto de actores que se pensaba eran portadores del proceso de democratización que se estaba dando en el conjunto de la sociedad.¹

    Luego, la mirada se corrió hacia el progresivo despliegue de políticas de ajuste y reestructuración económica neoliberal y en cómo ello modificó la forma de intervención del Estado en lo social, afectando a los sectores más vulnerables que anteriormente gozaban de cierta protección. Una serie de estudios, en efecto, asociaban el surgimiento de las formas de protesta y los nuevos repertorios de acción colectiva a los cambios en la estructura económica.² En

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