Docenario de la infinita misericordia del Sagrado Corazón de Jesús

Por Alejandra María Sosa Elízaga

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús y la devoción a la Divina Misericordia, son dos expresiones de una misma verdad cantada por el salmista: “la misericordia del Señor es eterna” (Sal 103,17). Meditar en ella es sumergirse en un mar de consuelo y de esperanza como no hay otro. Buscando la manera de ordenar esta meditación, darle un sustento bíblico y emplearla como base para que cada uno la relacione con su propia vida y la aproveche para acercarse más al Señor, surgió este Docenario de la Infinita Misericordia del Sagrado Corazón de Jesús.

Escrito como una especie de ‘rosario’ o ‘coronilla’ (que, sin embargo, no requiere el uso de cuentas), plantea doce Misterios (de ahí su nombre) tomados de la Biblia, doce evidencias de la infinita misericordia del Señor que nos animan a entablar con Él un diálogo rico, personal e íntimo.

El Docenario de la Infinita Misericordia del Sagrado Corazón de Jesús se aprende fácilmente, se reza en diez minutos, en cualquier lugar o momento, cumple una de las obras espirituales de misericordia y deja el alma llena de gozosa paz.

En esta nueva obra de Alejandra María Sosa Elízaga (colaboradora de ‘Desde la Fe’, Semanario de la Arquidiócesis de México, y autora de más de veinte libros sobre temas de fe), se conjuga lo mejor del estilo de esta autora: su sencillez y profundidad.

Los lectores encontrarán en este Docenario un medio sin duda eficaz para poder decir como el salmista:

“Alabad al Señor todas las naciones, aclamadlo todos los pueblos, porque es firme Su misericordia para con nosotros y Su fidelidad dura por siempre”. (Sal 117)

• Idioma: Español
• Editorial: Alejandra María Sosa Elízaga
• Fecha de lanzamiento: 11 ago 2015
• ISBN: 9781310982866

Alejandra María Sosa Elízaga

Alejandra María Sosa Elízaga, es mexicana, licenciada en Comunicación Social, pintora y escritora, católica, autora de 22 libros que reflejan su gran amor por la Palabra de Dios, su apego al Magisterio de la Iglesia, presentan temas profundos escritos en un lenguaje muy accesible, no exento de humor, y tienen siempre como objetivo ayudar a los lectores a vivir y disfrutar su fe. Entre sus obras más gustadas están ‘Para orar el Padrenuestro’, ‘Por los caminos del perdón’, ‘Ir a Misa ¿para qué? Guía práctica para disfrutar la Misa’, ‘Desempolva tu Biblia’, ‘¿Qué hacen los que hacen oración?’ y ‘Docenario de la infinita misericordia del Sagrado Corazón de Jesús’. Todos sus libros cuentan con Nihil Obstat e Imprimatur concedidos por la Cancillería de la Arquidiócesis de México.Desde 1990 se dedica a escribir, a dar cursos de Biblia (dos de los cuales ofrece gratuitamente en www.ediciones72.com), charlas y retiros.Desde 2003 escribe cada semana en ‘Desde la Fe’ Semanario de la Arquidiócesis de México.

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Dedicatoria

y agradecimientos

Doy gracias al Señor, por todos los dones con que nos ha colmado por Su infinita misericordia.,

Doy gracias a María, Madre de misericordia que intercede siempre por nosotros.

Agradezco a Santa Margarita María Alacoque que nos ayudó a descubrir la inmensidad del amor del Sagrado Corazón de Jesús, y a Santa Faustina Kowalzka, apóstol de la Divina Misericordia.

A mi mamá, gran devota del Sagrado Corazón de Jesús, y con quien solía rezar la Coronilla de la Divina Misericordia.

A mi papá que siempre me apoyó en mis proyectos.

Confío en que ambos intercedan por mí desde el cielo.

A René, vivo ejemplo de misericordia.

Y a todos mis hermanos y amigos, con quienes comparto la alegría de saber que el Señor nos ama desde siempre y para siempre.

Dedico este Docenario a todos los que se reconocen necesitados de la misericordia divina y ruego que rezarlo les ayude a descubrir que es eterna, gratuita y sólo se necesita abrir el corazón para recibirla.

Prólogo

«El Señor es Bueno, Su misericordia es eterna...» (Sal 100, 5)

Ser amados incondicionalmente, que nos amen para siempre, a pesar de nuestros defectos, por grandes que éstos sean, es el anhelo y la esperanza que todos tenemos.

Lo malo es que si esperamos semejante amor de los demás podemos quedar defraudados, porque los seres humanos no solemos amar