¡Desempolva tu Biblia! Guía práctica para empezar a leer y disfrutar la Biblia

Por Alejandra María Sosa Elízaga

Esta obra responde a las preguntas: ¿Qué es la Biblia?, ¿quién puede leerla?, cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?, ¿por qué? y ¿para qué? Con un lenguaje sencillo, lleva a sus lectores de la mano para que puedan desempolvar su Biblia, comenzar a leerla y disfrutarla, y descubrir lo mucho que Dios quiere decirle y permitir que Su Palabra les ilumine el corazón.

• Idioma: Español
• Editorial: Alejandra María Sosa Elízaga
• Fecha de lanzamiento: 26 sept 2016
• ISBN: 9781370898954

Alejandra María Sosa Elízaga

Alejandra María Sosa Elízaga, es mexicana, licenciada en Comunicación Social, pintora y escritora, católica, autora de 22 libros que reflejan su gran amor por la Palabra de Dios, su apego al Magisterio de la Iglesia, presentan temas profundos escritos en un lenguaje muy accesible, no exento de humor, y tienen siempre como objetivo ayudar a los lectores a vivir y disfrutar su fe. Entre sus obras más gustadas están ‘Para orar el Padrenuestro’, ‘Por los caminos del perdón’, ‘Ir a Misa ¿para qué? Guía práctica para disfrutar la Misa’, ‘Desempolva tu Biblia’, ‘¿Qué hacen los que hacen oración?’ y ‘Docenario de la infinita misericordia del Sagrado Corazón de Jesús’. Todos sus libros cuentan con Nihil Obstat e Imprimatur concedidos por la Cancillería de la Arquidiócesis de México.Desde 1990 se dedica a escribir, a dar cursos de Biblia (dos de los cuales ofrece gratuitamente en www.ediciones72.com), charlas y retiros.Desde 2003 escribe cada semana en ‘Desde la Fe’ Semanario de la Arquidiócesis de México.

Vista previa del libro

La Biblia es el libro más leído en toda la historia, pero no todos sus lectores la han leído por las mismas razones. De hecho, podría hacerse una especie de 'menú de lectores bíblicos' tomando en cuenta sus motivaciones, pues de éstas depende lo que obtienen.

Los curiosos inconstantes

De vez en cuando, debido a alguna duda que les surgió por algo que leyeron u oyeron, o simplemente por no tener nada qué hacer, la abren y hojean, así, por encimita,, sin querer comprometerse ni entrarle a fondo, simplemente para pasar el rato. Si suena el teléfono, empieza su programa de tele o es hora de comer, vuelven a dejarla donde estaba y se olvidan de ella otra temporadita (o temporadota).

¿Qué obtienen? Puro 'retazo sin hueso', ideas vagas, de aquí y de allá, porque nunca se dan el tiempo de empezar y seguir lo que empezaron. Sucede como cuando lees un libro y te interrumpen. Vuelves a empezar y te vuelven a interrumpir, y así, hasta que cierras el libro sin enterarte de nada porque jamás pasaste del primer renglón.

Los que confunden Biblia con Enciclopedia

La leen buscando encontrar en ella una especie de 'compendio' de todas las ciencias: astronomía, geología, antropología, historia, geografía.

¿Qué obtienen? Decepción, pues la Biblia no es enciclopedia ni pretende dar explicaciones científicas a los problemas de la humanidad. Ello no significa que lo que ahí dice nunca haya sucedido o esté fuera de la realidad o de la ciencia; significa simplemente que su enfoque, su intención fundamental no es la de dar conocimientos científicos, sino teológicos, es decir, hablarnos, con verdad y sin error, de la relación entre Dios y el ser humano.

Los estudiosos que se quedan en la forma

Se dedican solamente a estudiar la Biblia como si fuera un libro cualquiera; analizan géneros, lenguaje, estructura, pero sin pasar de ahí, sin dejar que el contenido les mueva el corazón, sin permitir que la Palabra penetre "hasta las fronteras entre el alma y el espíritu, hasta las junturas y médulas, y escrute los sentimientos del corazón" (Heb 4,12).

¿Qué obtienen? Un conocimiento teórico de la Palabra; pero nunca aterrizan en la vida lo que ella ofrece.

Los que creen que hay que entrarle a un maratón...

Se ponen a leerla como si fuera 'manda', desde el principio, de corrido, hasta el final, sin entender nada, atorándose en muchos textos que les suenan rarísimos, pero siguiendo adelante como por cumplir una molesta obligación o quizá para poder decir: 'yo ya leí completa la Biblia...y ¡varias veces!'.

¿Qué obtienen? Cansarse y vacunarse contra su lectura, pues como es mucho lo que no entendieron se quedan con la equivocada idea de que su lectura es pesadísima y demasiado complicada.

Los apantalladores

La leen para darse una especie de 'barniz de cultura bíblica' porque en su medio es bien visto saber algo de la Biblia. La hojean un poquito, se aprenden alguna cita aquí y allá, y la mencionan cuando pueden para dar la impresión de que saben mucho.

¿Qué obtienen? Caer en la mediocridad espiritual al conformarse con un conocimiento vago y superficial.

Los sermoneadores

Cuando en una discusión sienten que no tienen suficientes argumentos para convencer a otros, sacan a relucir alguna cita bíblica para regañar, amenazar o asustar a otros.

¿Qué obtienen? Provocar que otros se aparten de Dios creyendo que es colérico y castigador; y al final acabar apartándose de Él ellos también.

Los que quieren justificar lo injustificable

Parecidos en cierto modo a los anteriores, leen la Biblia sólo para buscar citas que según ellos respalden sus actitudes de egoísmo, deshonestidad, ira, rencor, venganza, injusticia, discriminación... Pretenden manipular la Biblia para que se amolde a sus intereses.

¿Qué obtienen? Oscuridad. Como en el caso anterior, se cierran al mensaje de amor, paz y perdón que se halla en toda la Sagrada Escritura.

Los del 'tin marín de do pingüé'

Gustan de practicar la 'ruleta bíblica', es decir, abrirla de golpe, donde sea, poner el dedo en donde caiga y leer lo que ahí dice como si fuera un mensaje que en ese mismísimo momento Dios les envía ¡especial y directamente a ellos!

¿Qué obtienen? Un riesgo muy grande, pues como se dice popularmente, 'el diablo puede meter la cola', y