"¿Y quién eres tú para ir dando consejos por ahí?", pensará alguien. Si no me conoces, no sabes cuál ha sido mi trayectoria y teniendo en cuenta que no soy mundialmente famosa, es lógico que te hagas esta pregunta.

Soy una emprendedora, que arrancó hace dos años y medio con su negocio y está a punto de cumplir su tercer año en unos meses. Soy una empresaria que se equivocó, cambió de negocio, pivotó, no escuchó consejos, siguió sus sueños, la cagó, aprendió y volvió a empezar en un nuevo nicho, con una nueva línea de productos.

Mira, un consejo que te doy. Las redes sociales son una de las primeras tareas que debes delegar si quieres avanzar en tu proyecto. Te cuento por qué.

Si algo me enseñaron los hoteles y, el liderazgo y gestión de equipos, era que si tú quieres hacer crecer un negocio, debes hacer crecer un equipo. Aquí hay dos tipos de personas: las que tienen miedo de hacerlo, porque son muy perfeccionistas y viven con el pensamiento de "como lo hago yo no lo va a hacer nadie" o, las que sí quieren delegar, pero económicamente no pueden.

Si tú eres de los perfeccionistas y necesitas delegar tus redes, te toca trabajarte este perfeccionismo. Cuando delegas tareas, te conviertes en un líder. Y te toca ejercer el liderazgo. ¿Qué clase de líder quieres ser para tu equipo? ¿El típico jefe que ahoga a su gente con el excesivo control enmascarado por el perfeccionismo, o un líder que permite a su equipo tener ideas, que crezcan como personas y profesionales y se sientan que aportan al negocio?

Por ejemplo, te toca delegar tus redes sociales. Hay formas en las que puedes crear procesos de trabajo para supervisar el trabajo.

Por el otro lado, los que sí quieren delegar porque tienen claro que para crecer tienen que delegar, pero no tienen los recursos. Ya lo he dicho varias veces en el pódcast: el emprendimiento es tiempo, dinero y suerte. Si no tienes dinero, invierte tiempo. "Oh, Diana, pero el tiempo es limitado". Pues claro que sí, por eso es tan importante la productividad, planificación y organización en los negocios. Porque cuando tenemos que pagar con nuestro tiempo como moneda de cambio, debemos aprender a priorizar aquellas acciones que más nos acercan a nuestros objetivos. Y aquí es donde la mayoría fallamos.

Cometemos el error de mirar a los referentes y querer replicar lo que hacen para ser como ellos. Pero se nos olvida mirar su trayectoria. Porque alguien que lleva 7 o 10 años con su negocio, ha tenido tiempo de implementar su email marketing, sus redes, estrategias, de masterizar sus lanzamientos porque ha hecho miles y ha aprendido de cada uno de ellos. Nosotros, que estamos todavía en los primeros años de negocio, queremos tener todo lo que ellos tienen, pero además, sin equipo. Es totalmente imposible.

Cuando tengas que empezar a delegar, mi recomendación es que siempre empieces por la parte táctica. Por ejemplo, con las redes sociales:

1. Primero delega que alguien te haga los diseños y los textos y te programe las publicaciones.
2. Más adelante, delega los calendarios y la estrategia.

Ahora bien, lo importante de delegar es hacerlo desde el control. Cuando vas a delegar una parte de tu negocio, debes supervisarla. Esto significa que, como mínimo, debes entenderla. No que seas experto, pero sí entenderla. Porque es imposible que puedas supervisar, dar directrices y gestionar una parte de tu negocio que no entiendes. Y por dios santo, permítete tiempo.

Si te apetece hablar más y puedes formar parte de mi grupo privado de Telegram donde hablamos sobre redes sociales o Marca Personal, también sobre emprendimiento y productividad, te dejo el enlace por aquí en las notas del programa: https://bit.ly/3Pradmt para que puedas acceder.

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