Mosca vas a morir
Por Pablo Barral
()
Información de este libro electrónico
Autores relacionados
Relacionado con Mosca vas a morir
Libros electrónicos relacionados
Pasar el Infiernillo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCortito el cuento: Historias mínimas desde el fin del mundo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesInsomnios de la memoria: Cuentos póstumos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl ciervo y la sombra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa vida privada de los héroes Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl viajero perfecto Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa balsa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRelicario: Con poesía lunfarda de Evangelina Wagner Corredera Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTuyo es mi corazón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCaravana para cuervos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesManchas de frío Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Habana, una máquina de escribir, un abogado Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSolo hay espacio para lo inolvidable Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCeguera de rostros Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVudú urbano Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDesenjaulados Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl viaje del tiburón Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa vida a medias Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl taller literario Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSoy también la memoria Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPerdidos en Frog Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDelante de un prado una vaca Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMirarse de frente Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Yo soy aquel Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuando aprendí a pensar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna casa en Bleturge Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas cosas menores Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSolamente muero los domingos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos elefantes saben olvidar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl manuscrito perdido Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Relatos cortos para usted
Los peligros de fumar en la cama Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El reino de los cielos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un lugar soleado para gente sombría Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las cosas que perdimos en el fuego Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Vamos a tener sexo juntos - Historias de sexo: Historias eróticas Novela erótica Romance erótico sin censura español Calificación: 3 de 5 estrellas3/5100 Cuentos infantiles con moraleja para niños pequeños Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Alguien que te quiera con todas tus heridas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El huésped y otros relatos siniestros Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El césped Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Mejores Cuentos de Isaac Asimov Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Buscando sexo? - novela erótica: Historias de sexo español sin censura erotismo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Me encanta el sexo - mujeres hermosas y eroticas calientes: Kinky historias eróticas Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Las campanas no doblan por nadie Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Desayuno en Tiffany's Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Dime que me deseas: Relatos eróticos para leer con una sola mano Calificación: 2 de 5 estrellas2/5Cuentos completos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Periferia Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El ruiseñor y la rosa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los mejores cuentos de Fiódor Dostoievski: Selección de cuentos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos Mejores Cuentos de Pirandello Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos divagantes Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El matrimonio de los peces rojos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Horror de Dunwich Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Hombres duros y sexo duro - Romance gay: Historias-gay sin censura español Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las mujeres malas tienen mejor sexo - historias de sexo calientes: Sexo y erotismo para mujeres y hombres. Calificación: 3 de 5 estrellas3/5No todo el mundo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cuentos mitológicos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSu cuerpo y otras fiestas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La sal de la tierra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Categorías relacionadas
Comentarios para Mosca vas a morir
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Mosca vas a morir - Pablo Barral
Pablo Barral
Mosca vas a morir
Mosca vas a morir
Pablo Barral, 2024
1a edición por este sello, 2024
ISBN: 978-987-8907-19-2
La imagen de tapa fue generada con inteligencia artificial
Villa Los Aromos
www.edicionesacapela.wordpress.com
edicionesacapela@gmail.com
Licencia de Creative CommonsEste obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial 4.0 Internacional.
Barral, Pablo
Mosca vas a morir / Pablo Barral. - 1a ed. - Villa Los Aromos : Ediciones A capela, 2024.
Libro digital, EPUB
Archivo digital: descarga
ISBN: 978-987-8907-19-2
1. Cuentos. Título.
CDD A863
A mis hijos Ángeles y Francisco
Mosca vas a morir
Ahora la señora no tiene casi nada que me guste. Antes siempre había alguna barrita de chocolate empezada. Y se podía sacar un cachito más y no se notaba. Ahora lo único que encuentro a veces es algún licorcito. O fruta seca. A veces le saco un huevo, por llevarme algo nomás. Pero muy de vez en cuando, porque casi siempre lo pienso y me digo no, mejor un huevo no. Porque tiene que ser algo para picar ahí. Nada más. Pero no hay gran cosa ahora. Cereales integrales, legumbres o verduras. Ningún salamín empezado y raramente fiambre. Ni tampoco maní salado, que eso sí ella come, pero no sé, me parece que lo escondió.
Nosotros, los inquilinos precarios, los caseros, el personal doméstico, todos nosotros estamos normalmente bajo sospecha. ¿No te habrás llevado sin darte cuenta el colador verde? De manera que tenemos nuestra diaria venganza hormiga. Todos los días una pequeñez inadvertida. (Y ahora esta mosca que zumba constantemente mientras escribo. Y a la que le prometo una muerte aplastante y reventada. Vas a morir, mosca, te lo prometo, se lo digo en voz bien alta como para que escuche, parado en medio de la cocina con el matamoscas en la mano, con la determinación de un samurai. Te está persiguiendo la muerte, mosca. Vas a morir)..
Cada tanto llegan los bolsones con verdura. Esta vez vinieron también cajones de morrones, bolsas de zanahorias y otras cosas que no están en el bolsón y que la gente elige aparte. Generalmente van pasando durante el día a buscar lo que encargaron y se van llevando todo. A veces quedan dos o tres para el día siguiente. Si ando por afuera, puede ser que yo reconozca a alguno que viene a retirar y que a su vez alguien me reconozca a mí, entonces en ese caso nos acercamos y nos saludamos. Siempre que no esté la señora, porque si bien ella no me lo dice, se nota que le fastidia un poco que yo ande por ahí cuando hay gente. Creo que es porque no combino estéticamente con la galería y la disposición de los bolsones, que realmente está muy bien pensado, muy bien exhibido todo. Yo no me doy cuenta y a veces ando en panza y supongo que a ella no le gusta. Algunos puede ser que me confundan con el marido, pero el marido, Artemio, ya hace un tiempo que se fue, es uno que andaba con unos banderines por el cerro Ceferino enviando mensajes.
Cuando ella tiene que salir, a veces me pide a mí que entregue algún maple de huevos, o si no directamente le dice a la persona que pase a la galería y que se lleve el maple porque ya está pago y no es necesario que esté yo. Pero igual me avisa, no sé por qué, supuestamente para que yo sepa que va a entrar gente y que puede ser gente conocida o desconocida. Igual a mí me gusta saludar a la gente, caminar hasta el portón, hacerla pasar, ser cordial, etcétera. La mayoría del tiempo estoy metido acá atrás escribiendo o sin escribir, que también es escribir, pero eso no quiere decir que no me guste cruzarme con gente. Me pregunto qué sabrán de mí. Y también, para qué negarlo, a veces busco encontrarme con alguna persona que haya leído mi libro y me quiera hacer algún comentario.
Mientras uno escribe es una persona libre. Lo mejor que tiene escribir es la libertad. La libertad de inventar cosas, la libertad de pensar cualquier cosa, sobre todo la libertad de evadirse de este feo mundo y también la libertad de evadirse de uno mismo. La libertad de encarnar cualquier pensamiento o actitud sin pensar si está bien o está mal. Los lectores perdonan a los escritores. Les perdonan casi todo. Hasta que escriban mal. Menos que repitan lo que sucede en el mundo. Que la escritura sea una repetición de lo que pasa en el mundo.
Un día de viento
Viento caliente, como un fantasma gigante con una enorme sábana invisible que sobrevuela
