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Colección El Juego de los Detectives: El Juego de los Detectives, #1
Colección El Juego de los Detectives: El Juego de los Detectives, #1
Colección El Juego de los Detectives: El Juego de los Detectives, #1
Libro electrónico549 páginas3 horas

Colección El Juego de los Detectives: El Juego de los Detectives, #1

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Pack que incluye la colección de 4 libros de 'El Juego de los detectives', inspirado en el programa de radio.

Recopilación de 125  casos de intriga que se pueden  resolver de forma individual o en grupo.

La forma más divertida de aprender a ser un experto investigador.  

Los docentes encontrarán en él un excelente material didáctico
Te propongo un juego que os atrapará a ti y a tus alumnos y alumnas, o chicos y chicas.

Todo empieza con la lectura de un enunciado como este: 
Un hombre se levanta de la cama. Está vestido con un traje muy elegante y también está calzado. Medio dormido, se observa en el espejo, se toca la ropa, ve una foto de toda su familia, y sale corriendo como loco y salta desde su balcón hasta la terraza del piso de enfrente.  
Solo sabemos esto. El final de la historia. ¿Qué ha ocurrido? 
A partir de ahí, llegarán las preguntas, se sucederán las dudas, las teorías, las conjeturas, los tropiezos con las paradojas, las hipótesis divertidas —y también las surrealistas—, el desespero, los argumentos de quienes no ven la salida… hasta que aparece, mágicamente, la solución. 
Todo esto es El Juego de los Detectives, un juego que se ha convertido durante el confinamiento en el entretenimiento favorito de miles de niños y niñas que lo han seguido junto a sus familias en la radio. 
Roberto Sánchez Ruiz, periodista y escritor, autor de El Juego de los Detectives, lleva décadas utilizando este juego de intrigas en sus programas de radio en la Cadena SER y ha comprobado que es un excelente material didáctico para desarrollar aéreas como la lógica, el razonamiento, la deducción y el pensamiento lateral y con el que se puede jugar tanto de forma presencial como de manera virtual (online).Con motivo del confinamiento, se puso en antena a unas horas en las que la audiencia era familiar y la sorpresa fue comprobar cómo niños y niñas desde los 6 años en adelante se erigían en portavoces de la familia con sus preguntas. Cada semana, eran ellos los que advertían en casa de que había que poner la radio porque empezaban "los detectives". Han participado niños y niñas de forma entusiasta y formulando preguntas muy agudas e interesantes. 
El juego consiste en poner en común el desenlace de una historia y los participantes deben hacer preguntas a la única persona que conoce la trama a desvelar. Deben ser preguntas que puedan ser contestadas con un 'sí', un 'no' o un 'carece de importancia'. 

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento29 feb 2024
ISBN9798224455287
Colección El Juego de los Detectives: El Juego de los Detectives, #1
Autor

Roberto Sánchez Ruiz

Escritor y periodista radiofónico español  Autor de las novelas Líneas cruzadas, Asesinos de Series, Salvarás a mis hijos, Quienes manejan los hilos, Noche en Vela, El Crítico, Sentada al borde de la cama, El Mundo sin cartas de amor, Solos o en compañía de otros y de la serie de librojuegos de historias de misterio, El Juego de los Detectives, surgidos en el programa Si amanece nos vamos que dirige la Cadena SER.

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    Vista previa del libro

    Colección El Juego de los Detectives - Roberto Sánchez Ruiz

    Guía Para Seguir El Libro

    Este volumen contiene las 125 historias que forman parte de los volúmenes I, II, III y IV de la colección de El Juego de los Detectives.

    Cada uno de ellos presenta las intrigas divididas en tres partes claramente diferenciadas: en la primera encontrarás los enunciados de las intrigas que te proponemos; en la segunda, algunas pistas ordenadas de forma progresiva, según si la información pudiera resultar más o menos relevante o valiosa para llegar a la solución; y una tercera parte donde se desvela de manera pormenorizada el misterio.  

    En la radio hemos jugado con ellas como tú puedes hacer con tus amigos o enemigos más cercanos. Empezamos en 1994 el programa Si Amanece, nos Vamos. Desde 2020 se emite en las tardes de La Ventana, también en la SER.

    Se lanza el enunciado, los oyentes preguntan con el fin de alcanzar las pistas, pero, eso sí, con cuestiones que no obliguen a soltar más prenda que un sí, un no o un carece de importancia. Así se van atando cabos y desarrollando las pesquisas que esclarecerán la trama oculta en cada uno de los relatos. Son tan importantes las respuestas afirmativas como las de negación, ya que estas hacen que se descarten las primeras especulaciones que nos pueden hacer caer en la trampa o en una composición errónea.

    Te recomendamos tener un poco de paciencia y armarte de valor y fuerza de voluntad si no conoces la solución e intentar asistirte a través de las pistas. No tengas prisa. Es cuestión de sagacidad, pero también de grandes dosis de imaginación, intuición y algo de suerte. 

    También sería importante que si estos misterios los vas a utilizar —como te invitamos y te animamos a hacer— en un grupo de amigos que se presten a que los martirices un poquito, previamente te hayas empapado bien de todos los ingredientes que se refieren a los personajes, sus relaciones, lugares donde se desarrollan las acciones, causas o móviles (si los hay) o lo que sea menester. Para ello, con toda la información concentrada en las tres partes de cada historia, tendrás más que suficiente para que no te pillen en un renuncio y no muestres ninguna fisura. Mantente sólido e inflexible. No apuntes nada gratuitamente. Si han de convivir unas horas —o unos días— con el suspense, déjales sufrir. De eso se trata. Forma parte también del morbo añadido.

    1 Licor De Manzana De Postre

    Enunciado

    Juan Carlos y María Teresa son matrimonio. Trabajan en el centro de la ciudad. Sus oficinas están muy cerca la una de la otra y el horario de descanso a mediodía para comer coincide prácticamente. Sobre las 14:15 se encuentran todos los días en Casa Perico, un restaurante de comidas caseras.

    Ese día los vieron entrar juntos. Juan Carlos pidió por los dos: sopa de cocido de primero; y croquetas de la casa para después. Beben agua. Comen en silencio.

    A la hora de los postres, ella se decanta por las natillas y él elige fruta, una naranja.  

    —¿Algún licorcito para el final? —pregunta el camarero.

    —Sí, claro, licor de manzana, como siempre. —sentencia ella. Así suena a los oídos de Juan Carlos, quien palidece y masculla: «Ahora estoy seguro. Ella me engaña». 

    ¿Qué ha pasado?

    Pistas

    Era habitual que la mujer de Juan Carlos pidiera un licor de manzana.

    Para los camareros y propietarios de la casa de comidas, la acompañante de Juan Carlos es su mujer.

    Juan Carlos coincidía todos los días allí con María Teresa para comer juntos. Nunca había comido allí con otra mujer.

    En el momento en el que ocurren los hechos, Juan Carlos ya no está casado. Es viudo.

    A pesar de lo que puedan pensar los habituales del restaurante, la acompañante no es realmente María Teresa.

    La verdadera mujer de Juan Carlos y aquella acompañante no se diferencian físicamente en nada. 

    Él está comiendo con su amante, que es la hermana gemela de su mujer.

    Juan Carlos cree que está con su mujer.

    Su verdadera mujer ha sido asesinada.

    La hermana y amante había matado a la mujer e intenta suplantarla.

    Solución

    Hay un motivo por el que se alude a «ella» y no se recalca el nombre. Se dice también que es allí, en ese restaurante, donde se encuentran todos los días para comer, viniendo cada uno de su lugar de trabajo, pero no se explicita que ese día ocurra precisamente así. En realidad, aquel día llegaron juntos. Venían del entierro de la hermana de María Teresa; una hermana gemela que había fallecido en extrañas circunstancias en un accidente de carretera el fin de semana anterior.

    La hermana de María Teresa estaba locamente enamorada de su cuñado. No en vano, en más de una ocasión había intentado conquistarlo utilizando todo tipo de artimañas. Juan Carlos siempre dudaba de si estaba con su mujer o con su cuñada. Ahora ya descansaba de esa tensión. Al menos, eso pensaba él. Pero estaba equivocado.  

    María Teresa, su mujer, se había encontrado mal en las últimas semanas. Había ido al médico y le habían hecho una analítica completa. El viernes, Juan Carlos la había acompañado y el dictamen médico fue contundente: una enfermedad hepática que debía tratarse de forma radical le impedía a María Teresa probar ni una gota de alcohol; podría ser mortal para ella. Su hermana gemela no conocía esa circunstancia. Había estudiado en las últimas fechas hasta el más mínimo detalle de su hermana para suplantarla y poder vivir con Juan Carlos.  

    Si no hubiera pedido el licor de manzana, si no hubiera sido por la ley seca a la que obligaba el organismo de su hermana, quién sabe cuánto tiempo podría haber mantenido el engaño. Tal vez nunca se hubiera sabido que ella aniquiló a María Teresa.

    2  Sorpresa Matinal

    Enunciado

    Es domingo, pero en casa de los Abraira, Anabel, madruga como todos los días. A las ocho suena su despertador. Después de asearse, sale a la calle, compra el pan, un ejemplar del periódico, y se percata de que el coche de uno de sus hijos, que está aparcado en la calle, presenta un pequeño golpe en la carrocería.

    Al entrar en casa, Anabel pone todo su empeño en no hacer mucho ruido. Sus dos hijos —José, el más pequeño, e Israel, el mayor—, duermen a pierna suelta tras haber estado toda la noche del sábado de fiesta en fiesta. Anabel se acerca hasta sus habitaciones, entreabre la puerta, y le tranquiliza verlos allí. Segundos después, decide ir a la terraza a desayunar. En esas estaba Anabel, con el café y el periódico sobre la mesa, cuando de pronto se lleva una de las peores sorpresas de su vida: en aquel instante descubre que tiene un delincuente en casa.

    Pistas

    El coche que presenta un golpe en la carrocería es el de José.

    El delincuente que duerme en casa no es José.

    El delito cometido es un robo.

    Anabel no abre el periódico en ningún momento.

    Anabel sabe que es Israel quien ha cometido los delitos y lo descubre a través del diario.

    El robo no ha sido cometido en la noche del sábado al domingo.

    Nadie en casa de los Abraira, hasta aquella mañana, conocía la vida oculta de Israel.

    Israel ha robado unos objetos de valor.

    Los objetos robados no están en el interior de la casa familiar.

    Para Anabel es decisivo un anuncio publicado en el periódico en el que no se vende ni se compra nada.

    Solución

    Anabel se entera de lo que ocurre echando un primer vistazo a la contraportada del periódico de aquel domingo. Ve un pequeño recuadro en el que se anuncia una empresa que se dedica a recuperar coches recientemente robados. Con ese motivo, la empresa publica un listado con la relación de las matrículas de los vehículos desaparecidos propiedad de sus clientes. Anabel descubre, atónita, que figuran las de tres coches que le resultan familiares: las de su coche, el de José y el de su hijo mayor. Todos estos vehículos eran coches que Israel decía haber conseguido a un «precio muy especial».  

    Anabel siempre había desconfiado de los negocios de su hijo, que para ella siempre fueron un enigma. Ahora lo entendía todo: Israel se dedicaba al robo de coches y de ahí aquellos suculentos regalos. Ni más ni menos que tres vehículos prácticamente nuevos. Anabel tenía a su hijo, un delincuente, durmiendo en casa... ¡Ah! por cierto, como ya habréis podido comprobar, el hecho de que el coche de José presentara algún daño en la carrocería, resulta totalmente intranscendente en este caso.

    3 Contestador Chivato

    Enunciado

    Ha habido un asesinato . La policía se encuentra al señor Gonzálvez tendido en el suelo, víctima de un disparo. Tras una primera inspección del despacho, no encuentra ninguna pista.

    En el contestador automático hay tres llamadas:

    Una de Ana, la exmujer, reclamándole la pensión de los tres últimos meses;

    Una segunda de la tintorería, en la que le informan de que ya puede pasar a recoger la ropa que les había dejado;

    Y una tercera del socio del señor Gonzálvez, comentándole que los negocios en Colombia van viento en popa.

    Escuchan de nuevo el contestador detenidamente, y ya tienen claro el veredicto: «El asesino ha sido el actual marido de Ana».

    Pistas

    Ni la secretaria ni el resto de personal del despacho vieron entrar a nadie puesto que el crimen se produce a una hora que no es de trabajo.

    La llamada de la tintorería sólo nos va a servir, igual que a la policía en su momento, para perder tiempo tras una pista falsa.

    Los negocios colombianos del señor Gonzálvez son totalmente lícitos y no cabe encontrar por esa vía ninguna sospecha que nos lleve al móvil del crimen.

    El cadáver lo encuentran en el despacho. Fue asesinado allí. Nadie traslada su cuerpo.

    No encontrarás ningún cruce de líneas ni ningún sonido de fondo al analizar la cinta de los mensajes de las llamadas recibidas.

    La exmujer se encontraba en una difícil situación financiera. Ella es la principal sospechosa.

    Pero, Ana no estuvo en el despacho aquella tarde.

    No se encuentran huellas dactilares de nadie que no sea el señor Gonzálvez. Ni sobre el contestador ni sobre ningún mueble del despacho.

    El contestador estaba en el suelo ya que, producto de un forcejeo previo, el aparato pudo ser golpeado por alguien.

    Es un modelo de contestador antiguo, con dos cintas. La policía sólo había escuchado la que graba los mensajes entrantes. La otra estaba bajo una estantería.  

    Solución

    Es clave saber que ocurre en los noventa y que estamos hablando de un contestador automático físico. Esos aparatos tenían dos cintas: una que grababa el propietario del teléfono para personalizar su mensaje; y otra donde se registraban las llamadas entrantes.

    Lo que se oculta a los detectives que compartan el juego contigo es que los primeros mensajes que oye la Policía son sólo los de las llamadas. Por casualidad, a un investigador se les ocurre escuchar también cómo era el mensaje saliente del contestador del señor Gonzálvez. Sorprendentemente, allí está grabado el testimonio más esclarecedor: está registrado el forcejeo entre la víctima y su agresor. La grabación permite reconocer que es el actual marido de la exmujer de Gonzálvez quien llega al despacho y acaba con su vida. No era un profesional y las circunstancias hicieron que en la pelea previa al homicidio, uno de los dos contendientes diera con su cuerpo en el botón de «Rec» (grabación) del contestador. Fue tan fácil como eso.

    4 Demasiado Tarde Para Arrepentirse

    Enunciado

    Los platos apilados en el fregadero esperarían a mañana. Estaba muerto, agotado. Total, a esas horas no iba a llegar ninguna visita. Miró el reloj. Eran las doce y media pasadas. No eran horas ni para poner la lavadora ni para que el ruido del agua y los cacharros molestara a los vecinos. Un rato más de televisión y a la cama, pensó Enrique.

    Pero, mientras caminaba por el pasillo, algo le hizo frenar en seco. Volvió a encender la luz de la cocina para cerciorarse de que era cierto lo que había creído ver. Desde el umbral de la puerta y con la mano en el interruptor, miró hacia el interior de la cocina. Se quedó helado. La angustia casi le provoca el vómito.

    Enrique salió como una exhalación hacia la puerta de la calle. Con los ojos inundados en lágrimas, con la mirada perdida y el gesto enloquecido, se encaramó a la barandilla y se lanzó al vacío.

    Un alarido de desesperación recorrió el hueco de la escalera. Cayendo al vacío, Enrique todavía tiene tiempo de observar la silueta de María, que yace dos pisos más abajo. En aquel instante, se da cuenta de que ha cometido un grave error suicidándose. Pero el arrepentimiento ha llegado demasiado tarde.

    Pistas

    Enrique no ve a nadie en la cocina.

    Tampoco ve un arma, ni una nota escrita, ni manchas de sangre.

    Enrique ve un objeto que perfectamente puede estar en la cocina de cualquier casa.

    Él, minutos antes de lanzarse al vacío, jamás había pensado en suicidarse.

    Enrique quiere mantener una relación amorosa con una mujer llamada María, pero ella se opone a esta relación. Ella simplemente quiere ser su amiga, sin ir más allá.

    María no se ha caído por las escaleras.

    María había estado esa misma noche en el interior de la casa de Enrique, cenando con él.

    María yace muerta en el rellano de la escalera.

    María no se ha suicidado.

    Enrique, minutos antes de lanzarse al vacío, está convencido de que María no está muerta.

    Solución

    La escena se sitúa minutos después de que Enrique hubiera tenido una una cena íntima con una mujer a la que Enrique quiere liquidar. Unas gotas de veneno servidas en una copa larga serían más que suficientes para acabar con María, quien solo quería ser su amiga y que lo rechazaba una y otra vez. Pero, algo parece no haber funcionado como debiera. Tras la cena, la compañera de velada se fue sin que los efectos del veneno hubieran hecho. Cogió el camino de la puerta más fresca que una rosa. ¿Qué había podido pasar? ¿En qué se había equivocado? ¿En la dosis? ¿En el frasco? Al final, acabó pensando que la persona que le había suministrado el veneno le había tomado el pelo. Él lo había dispuesto todo siguiendo el manual del perfecto criminal: tras la copiosa cena, había elaborado un cóctel final. En copa ancha y chata para él, y en copa larga para ella; así evitaría posibles confusiones.

    Pero el plan no le funcionó a Enrique, o eso es lo que él piensa cuando se queda solo en casa. Pasa junto a la cocina y observa una imagen que le hiela la sangre: en la copa pequeña quedaba una marca de un par de labios femeninos impregnados de carmín. ¡Qué horror! No comprendía cómo pudo haber ocurrido, pero estaba claro que entonces él se había bebido el contenido del cóctel cargado de veneno. Preso de la locura y el pánico que le provoca creer que los estragos del veneno van a empezar a hacerle efecto, Enrique se lanza al vacío por el hueco de la escalera. Sin embargo, cuando está cayendo, ve un cuerpo sin vida que descansa sobre el rellano de unos pisos más abajo. Se trata de María, la que tenía que haber sido su víctima aquella noche, y que efectivamente acabó siéndolo. Desde luego, fue precipitada la idea de suicidarse. Enrique tendría que haber pensado en la posibilidad de que ella hubiera probado de su copa en un momento de ausencia de él, pero eso no quería decir que María no hubiera tomado en trago largo el veneno que él le había servido aquella noche. Una velada trágica, sin duda. Para ambos.

    5 El Pasajero De La Fila 22

    Enunciado

    Jonathan llegó, como era costumbre en él, con el tiempo justo al aeropuerto. Estaban cerrando la lista de embarque, pero aun así le sobró un instante para comprar lotería camino de la salida de internacional. El hecho de no tener que facturar ningún equipaje aligeró el trámite para hacerse con la tarjeta, aunque ya no pudo elegir asiento. Le tocó en el centro de la fila 22. Ni ventanilla, ni pasillo. Seguramente ya estarían ocupados hasta los topes los compartimentos de arriba de los asientos y no habría un hueco para la bolsa de mano de viaje que llevaba como único equipaje. La tendría que llevar sobre su falda durante el vuelo de Madrid a Roma.  

    El avión aguarda en la pista del aeropuerto con los motores en marcha. Espera a que le den permiso para despegar desde la torre de control. En el momento en el que empieza a rodar el avión, el pasajero de la fila 22 se levanta como un poseso y empieza a gritar que ese vuelo no debe salir por nada del mundo. El personal de la compañía aérea trata de calmarlo, pero no hay manera de deponer su actitud. Mientras, el avión ya está tomando altura.

    A los cinco minutos de vuelo: ¿Qué ocurre? ¿Por qué?

    Pistas

    Ningún objeto de los que pueden estar a la vista del protagonista es fundamental.

    Jonathan no conoce a nadie de entre quienes lo rodean, ya sean pasaje o tripulación.

    La información que le puede hacer reaccionar de esa manera no la oye de boca de los que están a su lado. Tampoco lo lee en la prensa.

    En cuanto el avión se eleva, explota en el aire.

    El protagonista de esta historia no es un terrorista.

    La voz que reconoce es la del comandante, cuando habla por la megafonía del avión.

    El comandante no es famoso, ni familiar, ni amigo del protagonista.

    La explosión fue provocada por el comandante, al que Jonathan conoce debido a su profesión.

    Jonathan no es médico, ni abogado, ni psicólogo. Tampoco psiquiatra.

    El protagonista es sacerdote. Iba a Roma, al Vaticano.

    Solución

    Jonathan, el pasajero de la fila 22, es un sacerdote. Ese fin de semana va a Roma a un congreso que se celebra en El Vaticano. Es un dato intrascendente el número de la fila y el asiento que se le asigna como consecuencia de

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