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Algunos borrones
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Libro electrónico142 páginas1 hora

Algunos borrones

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El volumen de poemas "Algunos borrones" del poeta salmatino Amable Sánchez Torres es una obra que refleja la vida y las emociones del autor a través de versos llenos de sensibilidad y profundidad. En sus poemas, Sánchez Torres explora temas como el amor, la soledad, la naturaleza y la nostalgia, creando un universo poético único y conmovedor.

El filósofo Moris Polanco, en sus comentarios sobre la obra, destaca la habilidad del poeta para plasmar sus sentimientos de una manera auténtica y sincera. Polanco elogia la forma en que Sánchez Torres juega con las palabras y las imágenes, creando metáforas y simbolismos que invitan al lector a reflexionar sobre la vida y el paso del tiempo.

Además, Polanco destaca la sensibilidad con la que el poeta aborda temas universales como el amor y la pérdida, conectando con la experiencia humana de una manera profunda y conmovedora. En definitiva, "Algunos borrones" es una obra que invita a la introspección y a la contemplación, y que deja una huella imborrable en aquellos que se sumergen en sus páginas.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento13 abr 2024
ISBN9798223787129
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    Algunos borrones - Amable Sánchez

    Presentación

    El dilema con el que me encontraba se debía a que no poseía la totalidad de los escritos, a los que cariñosamente llamaba 'borrones', del estimado Don Amable Sánchez. Este inconveniente me dificultaba la decisión de publicar los fragmentos que ya tenía en mi poder. No obstante, teniendo en cuenta que lo mejor es enemigo de lo bueno, he decidido publicar esta primera serie de 'borrones' con comentarios y anotaciones propias, con la esperanza de poder, en un futuro, publicar el compendio completo.

    Tuve la gran oportunidad de conocer a Don Amable Sánchez durante mis años en la Universidad Francisco Marroquín, aproximadamente entre 1998 y 1999. Desde aquel momento, una amistad sólida y profunda nos unió. Hemos compartido innumerables conversaciones a lo largo de los años, tanto en contextos de sobremesa como en otras circunstancias variadas. En todas estas instancias, Don Amable me transmitió su perspectiva única sobre el mundo y su visión particular de la poesía. Aprendí a apreciarlo como una persona con un temperamento que se podría describir como puramente castizo: profundo, filosófico y tremendamente introspectivo.

    Don Amable solía enviar sus 'borrones', o escritos, por correo electrónico a sus amigos. En algunas ocasiones, me encontraba entre los destinatarios. Desafortunadamente, no tengo en mi poder la totalidad de esos envíos. No obstante, conservo la esperanza de poder recopilar todos los 'borrones' en algún punto en el futuro. Una vez que cuente con la colección completa de escritos, estaré dispuesto a realizar una edición más adecuada y representativa de la obra de Don Amable Sánchez, una edición que verdaderamente haga justicia a su legado literario.

    MORIS POLANCO

    Asunción Mita, 13 de abril de 2024

    BORRÓN 6

    Me voy a disfrazar de mono sabio

    –no "monosabio–, quede claro esto.

    Pondré toda mi ciencia en cada gesto

    y toda mi emoción de labio a labio.

    Perdonaré sin más cualquier agravio,

    si me confunden con un palipmsesto,

    pero si apuesto por mi honor, apuesto

    por lo que soy, sin ira y sin resabio.

    Ser y estar, pero serlo dignamente,

    y estar tan dignamente como serlo,

    aunque la gente piense... ¿Qué es la gente?

    Siga y siga girando la veleta.

    La veleta es así sin entenderlo:

    ni se puede mover ni estarse quieta.

    UFM, 13/8/2021.

    EN LA CONTEMPLACIÓN de este poema, nos enfrentamos a una voz lírica que resuena con la cadencia de una introspección filosófica y un desafiante cuestionamiento hacia la autenticidad y la moralidad humana. El disfraz del mono sabio - y la insistencia en la separación de las palabras - revela una ironía profunda: la sapiencia se ve forzada a ocultarse tras una máscara sapiencial, tal vez en una socarrona referencia a aquellos tres monos que ven, oyen y callan.

    La ciencia en cada gesto y la emoción que viaja de labio a labio evocan una dicotomía intrínseca en la experiencia humana: la tensión entre lo cognitivo y lo afectivo, donde la ciencia y la emoción coexisten, se contradicen y a veces se complementan. El individuo parece reafirmarse en una convicción ética al perdonar sin más cualquier agravio - la magnanimidad de quien se alza sobre las pequeñeces de la ofensa personal.

    El palimpsesto, esa metáfora de existencia, sugiere una vida rebosante de capas de ser, borradas y reescritas en la constante evolución del yo. La apuesta del poeta por su honor semeja una apuesta por la esencia inalterable, por aquello que persiste a pesar de los cambiantes guiones de la existencia.

    Ser y estar - una dualidad verbal que en el español capta la esencia versus la condición temporal. Serlo dignamente, estar tan dignamente como serlo, nos hablan de una congruencia entre el ser inmutable y el estar efímero. El poeta aspira a una dignidad perpetua, entendiendo que se juega en el terreno movedizo de la percepción humana: aunque la gente piense... ¿Qué es la gente?

    La veleta, con su volubilidad característica, constituye una metáfora de la opinión pública, siempre mutante y poco fiable. Sin embargo, la veleta no comprende su naturaleza camaleónica; está atrapada en su propia paradoja: ni se puede mover ni estarse quieta. Aquí yace la crítica velada a la inconsistencia de los juicios humanos y la vulnerabilidad de la identidad frente a estos.

    El soneto, con su estructura meticulosa, refleja una búsqueda de orden en medio del caos, una aspiración al equilibrio sublime entre la emoción y la razón, el ser y el parecer. La rima, con un eco de los clásicos, enfrenta al lector con el eterno diálogo entre la tradición y la modernidad.

    Tal poesía, amparada en estas líneas, no pretende entregar respuestas. Al contrario, invita a la reflexión sobre la máscara que cada cual elige portar, sobre la integridad en tiempos de simulacro, y sobre la dignidad como estandarte en el vendaval de los días. Es un canto a la autenticidad en un mundo de veletas, una incitación a ser verdaderos en un escenario de apariencias. Nos interpela: ¿Qué máscaras portamos nosotros? ¿Podemos, acaso, hallar nuestra verdad más allá de las vestimentas del alma?

    BORRÓN 9

    ¿"Sabrán las nubes si el cielo tiene

    orillas?". (Agustín Zamarrón).

    A todos los amigos de Tasso, que

    lo son también míos. (UFM, 18/8/2021).

    Si supieran si el cielo tiene orillas,

    las nubes, tan ligeras y viajeras,

    se habrían ido más lejos, pajareras

    como son, en silencio y a hurtadillas.

    Harían de las orillas barandillas

    de un vacío de estrellas y banderas,

    cardenales, políticos, horteras,

    bribones, pesadillos, pesadillas...

    ¡Qué bien así! Que el cielo es para todos

    y el infierno también. De todos modos

    quede muy firme y claro que no acuso.

    Lo digo por si acaso... Por si acaso...

    O porque Tasso me llamó poetasso

    sin aclararme bien cómo lo uso.

    SUMERGIÉNDONOS EN LAS profundidades de este poema, somos inmediatamente interpelados por una interrogante cósmica que cobra vida en su primer verso: ¿Sabrán las nubes si el cielo tiene orillas?. Esta cuestión, a primera vista inocente, carga en realidad con el peso de la eternidad, invocando la antigua querella entre el ser y el límite, entre lo infinito y las fronteras que pretende imponerle nuestra comprensión.

    El poema, vestigio de la sutil ironía de Agustín Zamarrón, se despliega en forma de soneto, un recipiente clásico para la contemplación filosófica. Con su estructura de catorce versos, repartidos en dos cuartetos y dos tercetos, se nos ofrece una arquitectura donde cada espacio está destinado a explorar la vastedad intrínseca del cielo y, metafóricamente, la existencia misma.

    Las nubes, analogía de la ligereza del ser y su incansable búsqueda, se tornan aquí metáforas de los pensadores, los espíritus errantes en silencio, evocando la tradición platónica de la anámnesis, el recuerdo del conocimiento tras ascender desde la caverna de la ignorancia. ¿No es acaso la vida una travesía en pos de las orillas del conocimiento, aun sabiendo que podrían ser inalcanzables?

    Al segundo cuarteto nos confronta con una visión más terrenal, donde se entremezclan figuras de poder y de lo cotidiano, cardenales, políticos, horteras, quizá quiera revelarnos que, frente a la magnanimidad del cielo, todas las divisiones humanas se tornan insignificantes. En la mención de bribones, pesadillos, pesadillas..., se intuye una crítica a la condición social que se ancla en menesteres ajenos a la sublimidad del firmamento.

    A medida que avanzamos hacia los tercetos, el poema toma una tonalidad más introspectiva, donde el cielo es para todos / y el infierno también despliega ante nosotros la idea de igualdad en la destinación última. Mas, ¿no nos advierte acaso que en este periplo vital estamos todos condenados a compartir tanto la majestuosidad como el abismo?

    El último verso concluye con la referencia a Tasso —un guiño a la camaradería y al diálogo intelectual—, proyectándonos hacia la introspección sobre nuestra propia capacidad y forma de ejercer la poesía. O porque Tasso me llamó poetasso / sin aclararme bien cómo lo uso. Aquí, hay un reconocimiento del poder y al mismo tiempo de la incertidumbre del quehacer poético.

    En su conjunto, este soneto —en el cual cada verso es un paso a través de un puente suspendido entre lo finito y lo infinito— se escribe con un tono que es a la vez desenfadado y profundo. La métrica tradicional se combina con un juego de palabras contemporáneo, y las figuras retóricas nos incitan a ir más allá de la simpleza del texto para enfrentarnos a preguntas esenciales de la humanidad.

    En este juego de espejos y sombras, el poema de Zamarrón se nos presenta no solo como un acto de reflexión personal, sino como un faro que ilumina la dialéctica constante entre lo terrenal y lo divino, entre la certeza y la duda, entre lo que somos y lo que anhelamos llegar a ser.

    BORRÓN 15

    El agua se mete al río

    con la blusa remangada,

    solo porque tiene miedo

    que se le

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