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Tu perro tu y el zodiaco
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Libro electrónico117 páginas1 hora

Tu perro tu y el zodiaco

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Conocer a tu perro es clave para establecer una relación armoniosa donde el disfrute mutuo de la compañía, las actividades realizadas como equipo, la complicidad en momentos de silencio y tranquilidad, el amor incondicional e infinito que nos dan, bien merece una mayor comprensión de quienes son y cómo sacarles su máximo potencial para que puedan desarrollarse y ser felices a nuestro lado, mas allá de la información específica sobre su raza, tamaño y los grandes consejos de los adiestradores.Identifica a través de los 12 signos del zodiaco el comportamiento de de tu perro conoce las diferencias de cada signo teniendo en cuenta sus necesidades y sus formas de expresarse en diferentes situaciones como la euforia, el estrés, la soledad, con sus cachorros…etc. También interpreta cómo tu signo zodiacal se conjuga en esta relación de amor y respeto para favorecer la compatibilidad entre ambos o la necesidad de comprensión para el bienestar mutuo de convivencia.
IdiomaEspañol
EditorialArmosma
Fecha de lanzamiento28 dic 2023
ISBN9788409579129
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    Tu perro tu y el zodiaco - Margarita Arnal Moscardó

    TU PERRO, TÚ Y EL ZODÍACO

    INTRODUCCIÓN

    LOS ANIMALES Y LA ASTROLOGÍA

    Sumeria fue la cuna de la astronomía y la astrología. Si hablamos de astrología hay que comprender qué es y en qué se basa. Hubo un tiempo en que astronomía y astrología estaban unidas. La astronomía trataba sobre el movimiento de los astros y planetas alrededor de la Tierra y, la astrología estudiaba los efectos de estos sobre los seres vivos. Los sumerios descubrieron las constelaciones, los doce signos del zodiaco y el efecto de la Luna y el Sol en nuestro planeta, principalmente. De este modo ya expresaron el cambio de la posición planetaria en las estaciones y de cómo la Luna influía en el crecimiento de las plantas, los partos y las mareas, entre otras cosas. Fueron ampliando esos conocimientos y llegando a la conclusión de que la posición de los planetas, el día y hora de nacimiento y el lugar, influía en la personalidad y destino del individuo al igual que en el comportamiento y carácter de los animales.

    Pero hace 6.000 años a.C. lo que era una realidad para los sumerios, fue ensombrecido y casi olvidado en esa oscuridad de conocimiento en manos de unos pocos, que duró siglos y no fue hasta la invención de la imprenta por Gutenberg en el año 1.450, que la cultura pudo plasmarse para todos en papel y con ello fue ampliándose el número de personas que sabían leer y como consecuencia pensar. Aunque ha sido un largo recorrido y muchos murieron por intentar cambiar los pensamientos preestablecidos, la humanidad ha evolucionado y está más abierta a aceptar lo que parecía inaceptable.

    Así, la idea de que el sistema planetario es sólo un ingenio mecánico en el que los planetas se mueven de forma totalmente estéril para la conducta humana y que la vida es tan sólo un accidente de estructura molecular auto-organizada capaz de intercambiar energía y materia con la finalidad de mantenerse, renovarse y reproducirse, ha quedado obsoleta para la mayoría de los científicos del siglo XXI.

    Hoy en día se dice que los planetas están vivos, emiten radiación a la Tierra, energía electromagnética y en su movimiento crean una trama de energía sobre la Tierra única en cada lugar y momento, afectando a todos los seres vivos que vivimos en ella.

    Está naciendo la bioastrología, el primer paso para tomarse en serio la astrología. La bioastrología es el estudio de la influencia cósmica sobre la salud humana: física, mental y emocional, que conlleva la explicación de determinados comportamientos. Esta nueva ciencia utiliza como método principal la estadística. Un ejemplo: ¿puede la Luna determinar un mayor número de partos en Luna llena? La respuesta dependerá de a quién se pregunte; las comadronas le dirán que sí y los médicos en público le responderán que no tiene nada que ver.

    O pregunte a un hombre o mujer de campo cuando deben plantar según la luna para asegurarse una buena cosecha y le responderán sin ningún complejo: «Se siembra entre luna creciente y luna nueva para las plantas que fructifican sobre la tierra y se siembra entre cuarto menguante y luna nueva las plantas que crecen bajo la tierra. Nunca en luna en cuarto menguante pues la cosecha será mala y escasa y tardará en germinar».

    ¡Vaya! En esto los científicos no se pronuncian en contra, será porque el alimento no es algo para jugar y, al fin y al cabo, se lleva haciendo así desde el origen de los tiempos. Nadie puede negar la certeza de estas afirmaciones de la gente del campo.

    Se ha escrito mucho por parte de los científicos acerca de la influencia astrológica en los seres humanos y son numerosas las estadísticas —la mayoría secretas—, para poder corroborar o rechazar las afirmaciones de los astrólogos, pero son muy pocos los estudios que nos han llegado sobre la influencia de los astros en el temperamento y personalidad de los animales. Por eso quizá, debamos comenzar por el principio.

    Hagamos un recorrido por la historia.

    La fisiognomía fue muy popular a lo largo de los siglos. La cultura egipcia en sus orígenes ya la utilizaba, los árabes escribieron los primeros tratados, pero fueron los clásicos griegos quienes, traduciendo sobre todo los tratados árabes, como el Secretum secretorum que se atribuyó a Aristóteles, quienes comenzaron a comparar a las personas con animales prestando especial atención al perro. Fue en este estudio en el que muchos autores de la Edad Media se inspiraron para seguir con sus investigaciones. En una obra de un discípulo suyo que expone a la perfección la llamada Fisiognomía zoológica en la obra llamada physiognomonia (S.III a.C.) Galeno sostenía que el verdadero fundador de esta metodología era Hipócrates quien supo explicar a través de los rasgos de la cara y las líneas de la mano muchas enfermedades.

    En aquella época la fisiognomía también era utilizada como método de adivinación y se apoyaba en la astrología, basándose en la creencia de los animales que componen el zodiaco para representar los signos.

    La cabra, se relaciona con Aries, el Toro para Tauro, Géminis no posee animal, pero los dos niños esotéricamente representan el animal interior que todos llevamos dentro que debe ser entendido y a la vez dominado, es el bien simbolizado en sí mismo como el centauro y su animal es el caballo y el mal, la eterna lucha. Cáncer es el Cangrejo, Leo el León, para Virgo es una Virgen que significa esotéricamente el Oso y se relaciona con la Diosa Astrea, hija de Zeus. Libra es el símbolo de la Balanza y su animal esotérico es el Águila y se relaciona con la diosa Themis. Escorpio, su animal es el Escorpio y se relaciona con la reina Perséfone. Sagitario. Está Capricornio, la Cabra y se relaciona con el dios Pan. Acuario está simbolizado por un ser bello y su animal es el Perro. Piscis está simbolizado por dos peces y su animal son todos los animales marinos sin excepción, del más pequeño al más grande y es Poseidón quien lo gobierna.

    Y así es el fundamento por el que la fisiognomía establece una comparativa y similitud del hombre con los animales. La astrología que explica la influencia de los planetas en todos los seres vivos de la Tierra, nos da una pauta para estudiar y profundizar en la personalidad de nuestra mascota, para muchos la preferida, los perros.

    CAPÍTULO I

    El perro, el mejor amigo o la peor pesadilla

    Todo aquel que ha pasado por la experiencia de tener como mascota un perro, sabe que la conexión con él es fundamental, es esa química que hace que te entregues a sus cuidados y mimos, pero luego vienen esos momentos donde su nerviosismo, ansiedad o interpretación de juegos pueden hacernos la vida, literalmente imposible.

    Has de enseñarle que no tire de ti cuando lo llevas a pasear para que el paseo sea un relax o divertimento para ambos, no una tortura para el dueño o la dueña. No debes empezar a plantearte regresar a casa rápidamente y terminar tu paseo porque se acerca algún otro perro con su amo y temes que se enzarce en ladridos sin fin y muestras de agresividad. Por supuesto, enseñarle dónde debe hacer sus necesidades, debes dejar de soñar que algún día cuando se te escape te obedezca al grito de tu voz pidiendo que vuelva. Debe aprender a obedecerte de lo contrario no será posible conseguir que aprenda cuándo debe ladrar y cómo socializar con la gente y otros animales, y lo más importante, debe aprender a obedecerte en todos los sentidos. Todo ello sin contar con su personalidad, que la tiene, y de eso dependerá que tu comunicación sea la más acertada para llegar a tu mascota y esa relación se convierta en una comunión perfecta.

    Los adiestradores de perros pueden orientarnos, sin duda, ellos saben comunicarse con ellos y nos darán con gran acierto, una serie de reglas que debemos cumplir si queremos tener éxito con el adiestramiento de nuestras mascotas para que no nos hagan

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