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El amor en las estrellas
El amor en las estrellas
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Libro electrónico165 páginas1 hora

El amor en las estrellas

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Este es un libro para tener éxito en el amor, pensado para todos aquellos que no quieren estar solos. Con ayuda de la astrología, pero sin necesidad de tener conocimientos sobre esta materia, pues está ideado y escrito para todos los públicos. Hay muchos libros con un título parecido, y con una temática e intención similar. Y todos ellos se parecen por dentro… pero esta obra es diferente. Porque no se limita a esbozar un cuadro previsible de los diferentes signos ante el amor, más otras obviedades de la astrología popular. Es mucho más que eso: nos ayuda a entendernos a nosotros mismos, que somos la mitad de una relación, y a los demás, con sus pros y contras. Nos dice cómo es un Géminis ante el amor o un Sagitario con el sexo. Desvela también las afinidades zodiacales, que permiten un mejor emparejamiento, sugiriendo cómo interactuar para facilitar una relación de pareja con cualquier signo. Más aún, y esto sí que es realmente nuevo: aprenderemos a programar nuestra vida sentimental a partir de la Luna y los ciclos planetarios: citas, cenas, fiestas, viajes o bodas… todo en el momento más oportuno, astrológicamente hablando. Y mucho más, pues además podrán aplicar este saber ancestral para mejorar todas sus relaciones en general. Les invito a que lo lean.
¡Atrévanse a cambiar su vida sentimental para siempre!
IdiomaEspañol
EditorialLid Editorial
Fecha de lanzamiento27 ene 2022
ISBN9788418648960
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    El amor en las estrellas - Juan Estadella Ferrater

    Un poco de astrología

    La astrología estudia la relación entre las posiciones y movimientos de los cuerpos celestes y la realidad pasada, presente y futura aquí en la Tierra. La palabra astrología procede del griego astros (estrellas) y logos (estudio); es decir: el estudio de los astros. Es una ciencia-arte milenaria, con diferentes ramas o apartados: la astrología natal, centrada en el individuo, la astrología médica, la astrología meteorológica o la astrología mundial, referida a los sucesos de orden mundano, entre otras ramas. Además, podemos decir que en la consulta de un astrólogo² se tratan desde cuestiones meramente personales a encargos profesionales o empresariales. Y por supuesto, problemáticas de tipo sentimental. Pero en esta obra no hablaremos de este tipo de astrología, mucho más completa y elaborada, sino que expondremos para todos los públicos una aplicación más sencilla centrada en el amor, en las relaciones sentimentales.

    ¿Cuándo y cómo nació la astrología? Hace miles de años, en una época prehistórica en la que no existían los teléfonos móviles ni la televisión. Sin contaminación lumínica y mucho tiempo para pensar, las mujeres y hombres de entonces relacionaron acertadamente de manera natural los fenómenos celestes con los sucesos terrestres. Comprobaron que las señales del cielo se correspondían con el comportamiento y las reacciones de sus congéneres y de los animales, en la respuesta de las plantas e incluso con los fenómenos atmosféricos. Hoy, descubrir —que no inventar, que es muy diferente— la astrología sería más difícil. El hombre y la mujer actuales han perdido el contacto directo con el cielo, el medio ambiente y la naturaleza. Vivimos una vida artificial. Es largo de explicar y argumentar, pero podemos decir que hace miles y miles de años el hombre utilizaba ya las fases lunares y otros ciclos planetarios para organizar su prehistórica agenda, por decirlo así: cazaba, pescaba y, tiempo después, cultivaba la tierra guiándose por el cielo. Ese fue el inicio de lo que entendemos por astrología.

    El lector se preguntará qué une al cielo y la Tierra desde un punto de vista causal, pero a día de hoy no se conoce a ciencia cierta el mecanismo físico o de otra naturaleza que justifique que la astrología exista y funcione. Sin embargo, esto no disminuye su valor, porque la influencia es real y muy poderosa, y se puede constatar fácilmente si uno estudia la materia de manera seria y objetiva. A mi juicio, la astrología es como la medicina: una ciencia-arte. Dejando de lado que se basa en posiciones y datos astronómicamente correctos, que parte de una realidad físico-astronómica incuestionable, determinados principios establecidos a lo largo de los siglos han podido ser verificados por la estadística en las últimas décadas. Pero aquí, nos olvidaremos de la ciencia, de hipótesis y de otras complejidades, dando por probada la influencia de los astros. De hecho, incluso a nivel superficial, popular, todos podemos convencernos de esta realidad a diario. Además, muchos desconocen que la astrología estuvo en la universidad hasta el siglo xvii en Francia y hasta el siglo xviii en España. Personajes de la talla de Santo Tomás de Aquino, Dante Alighieri, Felipe II, Tycho Brahe, Miguel de Cervantes, Johannes Kepler, Benjamin Franklin, J. W. von Goethe, Arthur Schopenhauer, J. P. Morgan, C. G. Jung o François Mitterrand se han posicionado del lado de la astrología. A los que dudan y la niegan sin haber profundizado en ella, les podemos recordar lo que el gran Isaac Newton le contestó a Halley, astrónomo contemporáneo suyo, que le reprochaba su interés en la Astrología: «Yo estudié esta materia, Mr. Halley, usted no». O en otras palabras: para opinar sobre un tema debe conocerse a fondo y haberse estudiado antes. Y no hace falta decir más. En los siguientes capítulos mostraré cómo utilizar este valioso conocimiento ancestral para tener éxito en el amor, así de sencillo.


    ²Para ello es necesario elaborar una carta natal, cuya información astrológica particularizada permite ahondar y profundizar en estos y en otros muchos temas, incluyendo pronósticos de futuro. Se necesita la hora, el día, el mes, el año y el lugar de nacimiento para calcular la llamada carta astral.

    tú, yo y los signos zodiacales

    La astrología nos permite abordar de diferentes maneras todo lo relacionado con el amor, el sexo o las relaciones en general. Podemos empezar por conocernos mejor a nosotros mismos, que al fin y al cabo somos la mitad de esa posible relación. Después, podemos saber más del otro, que es la otra mitad, algo que seguro nos atrae más, pese a ser igual de importante que lo primero. Profundizar en el apartado sentimental e íntimo es una necesidad, como veremos dentro de este mismo capítulo, pues aquí estamos especialmente interesados en esta faceta de la naturaleza humana. También nos adentraremos en esa complicación de relojero que es la afinidad o compatibilidad sentimental… y alguna cosa más.

    Los signos zodiacales

    ¿Quién no conoce su signo? Según algunas encuestas realizadas en países occidentales, solo 1 de cada 100 personas no sabe cuál es su signo zodiacal. Prácticamente todos conocemos nuestro signo, y la mayoría sabemos decir las características que lo definen. Más aún: conocemos el de la gente de nuestro entorno, ya sea nuestra pareja, nuestro hermano o un compañero de la oficina. Pero lo más importante es que hemos comprobado que ese Aries que conocemos se ajusta perfectamente, a nivel caracterológico, al perfil ariano que hemos leído en una revista o en un libro de astrología popular. No hace falta ser astrólogo o hacer un curso de astrología para ello. Y en este libro, mi propuesta gira alrededor de esa idea: aprovechar este conocimiento para tener más éxito en nuestras relaciones personales. Sin necesidad de estudiar astrología. Todo está en estas páginas, como veremos a continuación.

    Primero, expondré las características principales, las más básicas, de los doce signos del Zodiaco. Esto nos permitirá conocer mejor cómo es cada uno de los doce signos, empezando por nosotros mismos y acabando con todos los demás: nuestra pareja, nuestra nueva amiga o amigo especial, nuestro vecino o nuestro jefe en la oficina. De momento, esa primera capa de información nos indicará cómo es el núcleo duro, por decirlo así, de cada uno: yo y los demás, en definitiva. Más adelante, en otro apartado, ya conoceremos como son los doce signos en clave sentimental, cómo se muestran en el amor y en el sexo. Recordemos que para determinar el signo de una persona solo necesitamos saber el día y el mes en que nació, nada más.

    Las fechas aproximadas³ en las que el Sol se halla en los doce signos zodiacales son estas:

    Aries a: del 21 de marzo al 20 de abril.

    Tauro b: del 21 de abril al 20 de mayo.

    Géminis c: del 21 de mayo al 21 de junio.

    Cáncer d: del 22 de junio al 22 de julio.

    Leo e: del 23 de julio al 22 de agosto.

    Virgo f: del 23 de agosto al 22 de septiembre.

    Libra g: del 23 de septiembre al 22 de octubre.

    Escorpio h: del 23 de octubre al 21 de noviembre.

    Sagitario i: del 22 de noviembre al 21 de diciembre.

    Capricornio j: del 22 de diciembre al 19 de enero.

    Acuario k: del 20 de enero al 18 de febrero.

    Piscis l: del 19 de febrero al 20 de marzo.

    Y las características básicas de cada signo, junto con algunas asignaciones tradicionales de diferente orden y ejemplos de personajes conocidos, son éstas:

    ARIES a

    Del 21 de marzo al 20 de abril.

    Signo de Fuego.

    Planeta regente: Marte.

    Símbolo: el carnero.

    Características generales: fuerte y resistente física y mentalmente, valiente, con coraje, activo y dinámico, con una energía desbordante. Le gusta mandar e ir a la cabeza en todo, ser pionero, siempre con audacia y ambición. Le gusta dominar la conversación y, en ocasiones, muestra un cierto afán de protagonismo, con una actitud caprichosa e ingenua. Impulsivo, arrebatado, algo dominante, emprendedor, de iniciar cosas pero no de acabarlas, pues no tiene paciencia. Ardiente, impetuoso, acelerado, atolondrado e inquieto. Un poco agresivo, egocéntrico y de un egoísmo infantil, inocente y sin malicia, pues en el fondo es generoso. Tiene un espíritu juvenil, es optimista, entusiasta y con gran confianza en sí mismo, pero a menudo se cansa de lo que tanto anhelaba y lo abandona. Es luchador y combativo, pero no es perseverante. Individualista, aventurero, extrovertido, abierto, franco. Es el signo más masculino y viril, hasta el punto de que una mujer ariana se vuelve algo masculina con este signo. Es un ser cerebral, listo y rápido, pero irreflexivo. Apasionado, brusco, sensual, con poco tacto. Precipitado, colérico, de reacción fuerte pero breve, ya que se enfada con rapidez pero no guarda rencor. Es un ser primario, puro, visceral, radical, poco sutil y nada delicado, directo, de ir al grano. Para él solo cuenta el presente, el ahora. Independiente, autónomo y autosuficiente, no sabe cooperar ni trabajar en equipo y evita pedir la colaboración de los demás. Es orgulloso y ante cualquier fracaso o desgracia prefiere permanecer impasible, sin mostrar lo que siente. No es materialista, sino más bien un idealista y no es raro que defienda a los débiles o que se apunte a una causa perdida. Temerario hasta la inconsciencia, de mantenerse firme y de no aceptar la derrota. Decidido, con arrojo, con espíritu de empresa y capacidad ejecutiva, siendo muy creativo e ingenioso. Es una persona positiva, alegre, amistosa, siempre despierta y alerta, fervorosa, fresca y espontánea.

    Cualidades: valiente, con coraje, entusiasta, fe en sí mismo, emprendedor, con iniciativa, ejecutivo, enérgico, rápido, independiente, pionero, decidido, con espíritu constructivo, luchador, audaz, fuerte, sincero, directo, franco, activo, con don de mando, generoso, competitivo, apasionado.

    Defectos: precipitado, dominador, individualista, impulsivo, insensible, temerario, con mal genio, poco perseverante, confiado, egoísta, irreflexivo, rebelde, intolerante, poco realista, brusco, agresivo, violento, aventurero, imprudente, inconstante, terco, impaciente, discutidor, rudo, desafiante.

    Profesionalmente: empleos donde la iniciativa sea parte importante y puestos

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