El Toque De Los Ángeles - La Magia De La Curación Celestial

Por Ian Alforrez

¡Este libro le inspirará! Embárcate en un viaje trascendental de curación, espiritualidad y redescubrimiento. Andrew, un hombre corriente enfrentado a retos extraordinarios, se sumerge en las profundidades del dolor físico y emocional, sólo para emerger guiado por los misteriosos Arcturianos.

Bajo la guía de Zara y Arkron, seres celestiales, Andrew experimenta una serie de tratamientos angélicos que descorren los velos entre lo humano y lo divino. A cada paso, descubre el poder de la armonización cósmica, la magia de la elevación vibratoria y el toque sanador de los ángeles.

Acompaña a Andrew mientras reconstruye su vida, busca un sentido y se da cuenta de la verdadera naturaleza de su existencia. Los Arcturianos no son sólo guardianes distantes, sino catalizadores de una profunda transformación, que le conectan con la inmensidad del cosmos.

"El toque de los ángeles" es un relato apasionante que ahonda en las complejidades de la condición humana y ofrece una visión única de la curación, el amor incondicional y el viaje espiritual. Usted también puede lograr la curación que tanto desea. Esta historia trasciende lo ordinario, revelando que incluso en las sombras más densas, la luz de los ángeles puede iluminar el camino de vuelta a casa.

Prepárate para una experiencia literaria conmovedora e inspiradora, donde las alas de los ángeles se extienden más allá del cielo, tocando no sólo a la protagonista, sino también a cada corazón que se aventura en estas páginas. "El toque de los ángeles" es más que un libro; es un viaje celestial que te acompañará mucho después de pasar la última página.

• Idioma: Español
• Editorial: AHZURIA PUBLISHING
• Fecha de lanzamiento: 27 dic 2023
• ISBN: 9798223631132

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Este libro es una obra de ficción. Los personajes y diálogos han sido creados a partir de la imaginación del autor y no se basan en hechos reales.

Cualquier parecido con hechos o personas, vivas o no, es pura coincidencia.

Reseña

Virginia Moreira dos Santos

Diseño gráfico y maquetación

Arthur Mendes da Costa

Portada

Anderson Casagrande Neto

Catalogación Internacional en Datos de Publicación

Autor - Santos, Luiz Antonio dos

O toque dos Anjos / Luiz Antonio Dos Santos.

Edición del autor, 2023.

Índices del catálogo sistemático:

Ficción

Prólogo

Desde tiempos inmemoriales , seres altamente evolucionados de las profundidades de la galaxia observan atentamente la trayectoria de la humanidad terrestre. En su sabiduría y compasión, extienden gradualmente manos invisibles, guiando estratégicamente acontecimientos y personas para estimular el florecimiento espiritual del joven orbe azul.

Entre estos guardianes benévolos se encuentran los arcturianos, una raza cristalina procedente de Arcturus, una estrella situada a 37 años luz de la Tierra. Gracias a sus poderes multidimensionales, estos maestros de los planos angélicos pueden moverse libremente entre diferentes mundos y realidades.

Cuando identifican planetas necesitados de luz, como la Tierra, los Arcturianos envían regularmente emisarios para encarnarse físicamente o proporcionar ayuda sutil como mentores espirituales. Su objetivo es elevar la vibración colectiva a través de la sanación, la enseñanza y ejemplos vivos de servicio desinteresado.

Zara es una de estas almas angelicales altamente cualificadas. Tras siglos ayudando a los humanos en las funciones más diversas, fue asignada por los Consejos Arcturianos a una importante y delicada misión con un terrícola llamado Andrés.

Postrado en estado terminal debido a una grave enfermedad física y desconectado de su herencia cósmica, este humano clamaba silenciosamente por ayuda en frecuencias perceptibles sólo para los sensibles oídos arcturianos.

Este es el escenario en el que se desarrollará un profundo viaje de prueba, olvido, redención y renacimiento espiritual, bajo la sabia y amorosa tutela de los Hijos Estelares de Arcturus.

Capítulo 1

La Llamada

UNA DE LAS RAZAS MÁS evolucionadas que habitan el universo son los Arcturianos, seres humanoides de piel azulada que viven una media de 5.000 años terrestres, desarrollando su potencial físico, mental, vital y espiritual.

Tecnológicamente, dominan los viajes interdimensionales, el teletransporte, la replicación molecular y otras técnicas normalmente consideradas de ciencia ficción para los estándares humanos. Sin embargo, sólo utilizan estos poderes para ayudar a otros pueblos en su proceso evolutivo, nunca para la conquista o la dominación.

Culturalmente, se organizan en núcleos familiares llamados Mandala, donde cada individuo contribuye con su talento al florecimiento del grupo como organismo socioespiritual. No hay necesidad de gobierno ni de justicia formal en esta sociedad extremadamente armoniosa y autogestionada.

Los diferentes mandalas se especializan en áreas como la filosofía, las artes, la tecnología, la espiritualidad o la sanación, pero existe un gran intercambio de ideas y colaboración mutua entre todos a través de una especie de internet telepático planetario al que cualquier arcturiano adulto puede conectarse fácilmente en cualquier momento.

En esta cultura avanzada y utópica, la enfermedad física (dentro del concepto arcturiano de física en quinta dimensión) es extremadamente rara, gracias tanto al dominio técnico de las leyes físicas y energéticas que rigen la vida, como a la elevada conciencia colectiva que neutraliza las causas emocionales o mentales de cualquier manifestación patológica.

Aun así, los centros dedicados exclusivamente al tratamiento y la investigación de la salud y la expansión de la conciencia siguen prestando a menudo servicios asistenciales en otros mundos donde tales necesidades siguen siendo abundantes.

Zara pertenecía a uno de estos centros terapéuticos especializados, que desarrollan métodos multidimensionales para facilitar la curación, el aprendizaje evolutivo y la elevación de las civilizaciones menos avanzadas tecnológica o espiritualmente. De este modo, aunque la mayoría absoluta de los arcturianos se dedican principalmente a actividades introspectivas, artísticas o científicas en su propio mundo, algunos pequeños grupos mantienen la herencia ancestral de servir de cuidadosos guías a otras culturas en otros tiempos y dimensiones.

Zara siempre había sido una de esas almas que, por compasión e identificación, se dedicaban a comprender y apoyar a sus hermanos y hermanas encarnados en mundos de prueba como la Tierra. Desde muy joven, incluso antes de especializarse, ya mostraba un interés y una sensibilidad exacerbada por la naturaleza humana y sus paradojas.

Así que, en cuanto completó su formación básica en ciencias multidimensionales, no dudó en solicitar un viaje de estudios en profundidad sobre ese peculiar tipo humano y su psicodinámica, proponiéndose contribuir al progreso de esa raza tan necesitada de ayuda amorosa superior.

Experimentando sucesivas inmersiones en los registros akáshicos del planeta Tierra en los lugares y épocas más dispares, así como observando directamente encarnaciones de individuos representativos de todos sus matices socioculturales, el joven investigador pronto se convirtió en el mayor experto arcturiano en asuntos relacionados con la Tierra y la Humanidad.

Fascinada y entristecida por lo que había presenciado del comportamiento terrestre a lo largo de los tiempos, comenzó a trabajar intensamente en el desarrollo de enfoques y tratamientos optimizados para las dolencias y limitaciones a las que más comúnmente se enfrentan estos hermanos y hermanas menores en la escala cósmica de la consciencia.

De vuelta a Arcturus, se cualificó como terapeuta transdimensional, trabajando tanto por medios físicos directos como mediante intervenciones extracorpóreas en los vehículos sutiles que trascienden la parte material del ser. Su nombre se extendió rápidamente entre los guías y sanadores de los planos superiores que atendían regularmente a los seres terrestres encarnados y desencarnados.

Zara pasó entonces varios ciclos estelares, alternando periodos de estudio teórico y práctica clínica en el propio Arcturus o en bases de asistencia avanzada en otras dimensiones más próximas a la Tierra. Desarrolló una amplia experiencia en el tratamiento de enfermedades, trastornos de personalidad y adicciones de todo tipo, convirtiéndose en uno de los miembros más valorados del cuerpo sanador arcturiano. También fue miembro frecuente de misiones encarnacionales en el propio planeta Tierra, actuando a lo largo de los siglos como médico, psicóloga, consejera, sacerdotisa en templos de sanación e incluso hábil negociadora en situaciones de rehenes, buscando siempre aliviar el intenso sufrimiento que asolaba a aquellas personas debido a la ignorancia de sus propias posibilidades redentoras.

Actuando así, ya sea encarnada o en planos extrafísicos, observando a la humanidad tanto desde fuera como desde dentro, tal vez ningún otro arcturiano comprenda el alma terrenal tan profundamente como Zara.

A pesar de los inmensos progresos realizados gracias a su ayuda y a la de tantos hermanos y hermanas mayores, casi siempre invisibles, el panorama general sigue siendo bastante sombrío en términos de salud integral según los estándares cósmicos. El dolor físico, emocional y moral sigue afligiendo a innumerables encarnados.

Por eso, con infinita bondad e inquebrantable esperanza, los misioneros espirituales arcturianos y de muchos otros orígenes siguen acudiendo en ayuda de la Tierra. Aunque los resultados sean siempre lentos y parciales, son conscientes de que un día la humanidad en su conjunto despertará al Amor que todo lo redime.

El trabajo continúa. Sin descanso, las caravanas de ayuda recorren las vías lácteas de la tercera dimensión, llevando aliento, luz y bendiciones de la Fuente a los corazones humanos perdidos en el laberinto de apariencias e ilusiones que ellos mismos tejen al no escuchar su interior. En una de estas incursiones terapéuticas, hace poco más de una década en el tiempo lineal del plano físico terrenal, la infatigable Zara conocería por fin a su alma gemela. Este reencuentro marcaría el inicio de una nueva y gloriosa fase en su existencia solar, tal y como previó en una ocasión, cuando analizaba las líneas de probabilidad de su vida virtual durante las meditaciones en el lago de túnicas azules, en el bosque del templo donde había estudiado.

Sucede que todo arcturiano, sea cual sea su especialidad o foco de servicio, una vez que su esencia ha madurado hasta cierto punto clave, entra en resonancia vibracional con otra mitad complementaria de su llama única original. Esto se llama el Encuentro de Almas Gemelas, un evento de profundo significado en cualquier vida.

Cuando esto sucede, ambas partes se despiertan a un amor trascendental que les impulsa a abandonar cualquier otra ocupación anterior para dedicarse únicamente el uno al otro. Es un éxtasis total de la plenitud de los sentimientos en su expresión más desinteresada e inefable.

Normalmente este reencuentro con la llama gemela, perdida en encarnaciones pasadas, tiene lugar en el propio Arcturus, entre parejas de almas de la misma Matriz vibratoria que viajan juntas hacia su unificación final en el Absoluto. Otras veces, sin embargo, una de las partes está cumpliendo una misión en otro mundo, como fue el caso de Zara. En estas ocasiones, en