Danza del rapto eterno

Por Garnet Schulhauser

ETERNO

“En su libro, Danza del rapto eterno, Garnet Schulhauser intriga, hechiza e imparte gran sabiduría a medida que revela profundas verdades espirituales. Con Alberto como su guía turístico de confianza, Garnet como su estudiante, y los lectores como los turistas afortunados, este increíble dúo se embarca en viajes al reino de los espíritus. Se encuentran con Mahoma, Buda, María Magdalena y Jesús, donde se revelan sorprendentes nuevas verdades sobre sus experiencias humanas. También se conectan con la conciencia de la Madre Tierra y, a través de un pliegue en el tiempo, un universo alterno donde no existe el prejuicio. Garnet también disfruta de conversaciones fascinantes con Elvis Presley, Robin Williams y muchos otros. Cada página trae intriga, ideas y epifanías. Garnet, a su manera única y provocadora, difunde el mensaje eterno y vital del amor, compasión, fe y esperanza. Las reflexiones de Garnet animan naturalmente a los lectores a abrir sus corazones, ya que afina el velo entre el cielo y la Tierra, y trae una sensación de alegría y paz “hogar para el alma”. Recomiendo este libro a cualquiera que quiera ser entretenido, iluminado, aceptando el amor como su verdadera naturaleza, y ascender con gracia a niveles más altos de conocimiento, vibración y conciencia.”

Tammi Baliszewski, Ph.D., antitriona de Journey to Center Radio

“El nuevo libro de Garnet, Danza del rapto eterno, está lleno de energía cautivadora transmitida directamente desde el reino espiritual. Con amor y detalles descriptivos de la increíble energía que existe a nuestro alrededor, Garnet te lleva en un viaje para traerte respuestas que nuestros espíritus necesitan saber. La sabiduría dentro de este texto no tiene precio, llenando tu alma con consuelo y el claro conocimiento de que nunca estamos solos. Es una lectura obligatoria.”

Lindsay Marino, médium psíquico internacional y anfitriona de Intuitive Guidance Radio

• Idioma: Español
• Editorial: Ozark Mountain Publishing, Inc.
• Fecha de lanzamiento: 21 dic 2023
• ISBN: 9798215292389

Garnet Schulhauser

Garnet Schulhauser is a retired lawyer who practiced corporate law for over thirty years with two blue-chip law firms until he retired in 2008. Since then, he has published four books in the spiritual/metaphysical genre: Dancing on a Stamp, Dancing Forever with Spirit, Dance of Heavenly Bliss, and Dance of Eternal Rapture, which recount his dialogue and astral travels with his spirit guide, Albert, who confronted him on the street one day disguised as a homeless man. After the release of his first book, Garnet has been active with book signing tours and speaking engagements and has been interviewed on over one hundred fifty radio talk shows broadcast from studios around the world. In addition, Garnet is a Level 2 Quantum Healing Hypnosis Technique (QHHT) Practitioner, a modality that guides clients to experience past lives and connect with their Higher Selves.

Vista previa del libro

¡Ha sido toda una aventura! Desde que conocí a mi guía espiritual, Alberto, disfrazado de un hombre sin hogar, ese fatídico día de 2007, mi vida nunca ha sido la misma. Pasé de ser un abogado corporativo conservador tradicional a un autor que ha publicado cuatro libros (incluido este) sobre mi diálogo y posteriores viajes astrales con Alberto.

Una vez que decidí salir del armario espiritual no hubo vuelta atrás, y no tengo ningún arrepentimiento. He perdido algunos amigos en el camino (algunos de los cuales probablemente piensan que estoy sufriendo de una aparición temprana de demencia), pero he ganado muchos nuevos amigos que me han animado a seguir escribiendo sobre las revelaciones de Alberto y las otras almas sabias que he conocido durante mis viajes.

Muchas personas me han preguntado sobre cómo es viajar en el plano astral. Me parece muy edificante sentir la libertad de dejar atrás mi cuerpo físico para elevarme en la oscuridad de la noche como un águila remontándose en una corriente termal ascendente. Y con los viajes astrales, no hay verificación de pasaporte, escrutinio de seguridad, aeropuertos abarrotados o asientos estrechos. Es realmente la mejor manera de viajar.

Desde que publiqué mi primer libro en 2012, he estado difundiendo activamente los mensajes de Alberto a través de giras de firmas de libros, presentaciones en conferencias y entrevistas de televisión, y como invitado en más de cien programas de radio. Me siento alentado por la cálida recepción que he recibido, ya que indica claramente que un número cada vez mayor de personas están expandiendo su conciencia y volviéndose espiritualmente conscientes. Soy optimista de que esta tendencia continuará creciendo a medida que más y más personas dejen de lado el lado oscuro de la humanidad a medida que siguen el camino hacia la iluminación espiritual.

Este libro es una secuela de mis primeros tres libros, Dancing on a Stamp [Danzando en una estampilla], Dancing Forever with Spirit [Danzando por siempre con el espíritu], y Dance of Heavenly Bliss [Danza de la bienaventuranza celestial], ya que narra mis más recientes aventuras astrales con Alberto. Al igual que con los primeros tres libros, Alberto tenía una agenda cuidadosamente planificada, todo trazado— diseñado para enseñarme (y a toda la humanidad) una lección o para proporcionarnos una gota de sabiduría para ayudarnos a entender quiénes somos y por qué estamos teniendo un viaje humano en este planeta.

Mis viajes astrales con Alberto me abrieron los ojos a la vasta diversidad de la vida en el universo (incluyendo formas de vida inteligente en nuestro planeta que evitan el contacto con los humanos), y ahora me doy cuenta de lo poco que sé sobre el cosmos ilimitado creado hace mucho tiempo por la Fuente. Cada nuevo fragmento de información que obtuve de mi diálogo con Alberto, y los viajes fuera del cuerpo que siguieron, son como piezas de un rompecabezas gigantesco que un día mostrará toda la imagen sobre la Fuente y el ciclo de la reencarnación en la Tierra.

Alberto ha sido una luz brillante para mí a seguir—un guía de sabiduría y amor que me ha inspirado a salir de mi zona de comodidad y difundir sus revelaciones a mis semejantes humanos. Sé que Alberto y yo hemos compartido vidas anteriores juntos en este planeta, y siento que ha sido un amigo fiel desde el principio de los tiempos. A pesar de que está verdaderamente comprometido a difundir el mensaje de amor y esperanza del espíritu, a veces puede ser descarado, poco serio y descabellado. Esta es su manera de decirnos que no debemos tomarnos la vida tan en serio, porque no importa lo que hagamos durante nuestras vidas, siempre regresaremos al reino espiritual cuando dejemos atrás nuestros cuerpos físicos.

Lo que sucede en la Tierra permanece en la Tierra, excepto por los recuerdos que conservamos de nuestras experiencias y las lecciones que aprendemos durante nuestra estancia en este planeta. Debemos considerar nuestras vidas en la Tierra como emocionantes aventuras diseñadas para ayudarnos a crecer y evolucionar como almas. Cada uno de nosotros tiene un viaje único que elegimos para nosotros mismos para avanzar en nuestra evolución espiritual, consolados por el conocimiento de que no hay un camino correcto o incorrecto a seguir. Todos los caminos conducen hacia adelante y hacia arriba, y nunca podemos perdernos.

Animo a todos a considerar cuidadosamente las verdades de Alberto y abrazarlas completamente si suenan verdaderas en su corazón. Por otro lado, si prefieren seguir con sus propias creencias, no hay inconveniente. Como Alberto me ha dicho muchas veces, no importa lo que las personas crean mientras están en la Tierra, porque al final del día todos terminaremos en el mismo lugar, y entonces la verdad será conocida por todos.

~Garnet Schulhauser

Capítulo uno

De nuevo en el camino

Algo me despertó de un sueño profundo, y me senté en la cama, buscando la causa. Los números rojos en el reloj digital marcaban las 2:30 a.m.—muy temprano para levantarme para el día. La luna llena brillaba a través de la ventana de mi dormitorio como un pequeño sol, bañando el patio trasero con un brillo platinado. Mi perrita, Abby, gimió y cambió de posición junto a mis piernas, pero no se despertó—ella estaba acostumbrada a mis frecuentes movimientos y vueltas en la cama.

Miré a la puerta de mi habitación esperando ver a mi viejo amigo Alberto, que había desaparecido de mi vida unas semanas antes. Todo lo que vi fue la oscuridad de la noche atravesada por el suave resplandor de la luz de la luna que descendía a través del tragaluz del vestíbulo.

Llamé silenciosamente a Alberto, pero fue en vano. Solo escuché el sonido del viento susurrando a través de los árboles fuera de mi ventana. Después de unos momentos me di por vencido e intenté volver a dormir, anhelando el regreso de Alberto.

A la mañana siguiente me desperté con el trino de los pájaros cantores chirriando su alabanza al sol naciente. Me di cuenta con cierta consternación de que había pasado otra noche sin ningún signo de Alberto. Puse mis pies en el suelo, con cuidado de no molestar a Abby, quien estaba estirada sobre el edredón, roncando suavemente. Fui al baño y me eché agua en la cara mientras miraba mi imagen en el espejo. El hombre maduro que se reflejaba se veía un poco demacrado, y parecía que tenía más cabello gris que el día anterior.

Me vestí rápidamente y me dirigí a la cocina para preparar una taza de té y leer el periódico de la mañana. Tal vez Alberto aparezca esta noche, reflexioné mientras sorbía mi té de desayuno irlandés. Y más tarde, cuando llevé a Abby a dar su paseo matutino, recordé mis encuentros anteriores con Alberto.

Él es un alma muy especial, un espíritu encantador que emana gran sabiduría y compasión, junto con un agudo ingenio y un gran sentido del humor. Es una alegría tenerlo cerca, y nunca deja de sorprenderme con sus revelaciones sobre el significado de la vida en este planeta.

Alberto es uno de mis guías espirituales, un sabio emisario del reino de los espíritus—que apareció abruptamente en mi vida varios años antes sin previo aviso o fanfarria. Recordé aquel día de 2007 cuando Alberto, disfrazado de un hombre sin hogar, saltó de las sombras para detenerme en un concurrido centro comercial peatonal. Sus resplandecientes ojos azules brillaban como dos pequeñas estrellas azules, y yo fui hipnotizado por su mirada, que penetraba en las profundidades de mi alma mientras me enviaba una ola de amor incondicional que infundió todo mi cuerpo con una extraordinaria sensación de paz y seguridad.

Este fue el comienzo de un diálogo que tuve con Alberto que duró varios meses después de nuestra reunión inicial. Alberto respondió a todas las preguntas eternas de la vida—quién soy, por qué estoy aquí, cuál es mi propósito en la vida y qué me sucede después de morir—con revelaciones que iban en contra de lo que los clérigos cristianos habían estado predicando durante siglos. A petición de Alberto, conté su mensaje a la humanidad en mi primer libro, Danzando en una estampilla.

Alberto reveló que somos almas eternas cuyo hogar natural es el lado del espíritu, un lugar maravilloso lleno de amor, paz y alegría, y el lugar al que regresaremos después de que nuestros cuerpos físicos mueran. Fuimos creados por la Fuente (conocidos por algunos como el Creador o Dios) como un aspecto individual de la Fuente, y estamos íntimamente conectados unos con otros y con todo lo demás en el universo.

Encarnamos como humanos por nuestra propia elección de aprender y experimentar cosas que no existen en el lado del espíritu para que podamos crecer y evolucionar como almas. Antes de comenzar nuestras encarnaciones humanas, cada uno prepara un plan de vida que establece los detalles y eventos significativos de nuestras vidas propuestas, incluyendo nuestros nombres y lugares de nacimiento, y las identidades de nuestros padres, hermanos, cónyuges, hijos y amigos. Diseñamos nuestros planes de vida con el fin de experimentar los acontecimientos y aprender las lecciones que necesitamos para avanzar en nuestra evolución, excepto nuestros planes de vida (cuyos detalles no se nos permite recordar mientras estamos en la Tierra) no dictan todo lo que nos sucede porque tenemos libre albedrío para actuar y tomar decisiones durante nuestro tiempo en este planeta.

Contrariamente a lo que predican la mayoría de las religiones organizadas, la Fuente no controla los eventos en nuestras vidas, y no hace reglas para que sigamos. Nada de lo que hacemos es correcto o incorrecto en un sentido absoluto, y no podemos ofender o decepcionar a la Fuente, que quiere experimentar el universo que creó en todas sus facetas a través de nuestras muchas diferentes encarnaciones.

Se deduce que la Fuente no nos juzgará ni castigará por nada que hicimos durante nuestras encarnaciones humanas. Todas las almas regresan al lado del espíritu después de que sus cuerpos físicos mueren sin importar lo que hicieron en la Tierra, lo que significa que los asesinos y terroristas regresan al lado del espíritu al igual que todas las personas buenas. Y podemos encarnar en la Tierra una y otra vez hasta que estemos satisfechos de que hemos evolucionado en la medida necesaria para graduarnos de esta escuela.

Alberto describió nuestro verdadero hogar, el lado del espíritu, como un lugar maravilloso impregnado de amor incondicional y libre de dolor, sufrimiento y todas las emociones negativas. Es como el cielo descrito por muchas religiones—un lugar maravilloso donde podemos disfrutar de aventuras vivificantes en la búsqueda gozosa de la sabiduría. Las almas que regresan al lado del espíritu pueden elegir permanecer allí indefinidamente, regresar a la Tierra para otra encarnación, o encarnar en una de las innumerables otras formas de vida en el universo. Nuestras almas están en una travesía interminable de exploración y evolución, un viaje maravilloso sin meta final.

En general, las revelaciones de Alberto me parecieron reconfortantes e inspiradoras, y me sentí honrado de que me hubiera pedido que las contara en Danzando en una estampilla. Pronto descubrí que mi trabajo como mensajero de Alberto no había concluido cuando terminé mi primer libro, cuando me dijo que estaba destinado a escribir al menos tres libros más. Me queje un poco cuando me delineó sus planes, aunque sabía que la resistencia era inútil.

Danzando para siempre con el espíritu describe mi segundo encuentro con Alberto cuando apareció en mi dormitorio una noche como un espíritu etéreo para acompañarme en una serie de aventuras astrales. Alberto cree que una imagen vale más que mil palabras, y me llevó a explorar una deslumbrante ciudad blanca en el lado de los espíritus, otros planetas en la galaxia con formas de vida intrigante, y algunas de las regiones más lejanas de nuestro planeta.

Estos fascinantes viajes fuera del cuerpo incluyen una visita a un planeta acuático donde los residentes cetáceos imploran a los humanos que detengan la carnicería de sus parientes en la Tierra, un encuentro con una raza benévola de seres extraterrestres que han estado observando la Tierra durante eones, y un viaje a otra dimensión para ver el idílico mundo de los humanos que han hecho el cambio a la Nueva Tierra. Con la guía de Alberto, obtuve acceso a los registros Akáshicos (que contienen la historia de cada vida en el universo) para ver algunos episodios apasionantes de algunas de mis vidas anteriores que siempre fueron cautivadoras y a menudo trágicas, y para echar un vistazo a la vida secreta de Jesús.

Alberto me enseñó a como escuchar mejor los mensajes sutiles de mis guías espirituales y el secreto para encontrar mi propósito de vida. Y, como un regalo especial, Alberto me llevó a visitar uno de los puntos focales de la Fuente—el Sol Central, donde me encontré inmerso en la profundidad del amor incondicional donde me sentí totalmente en armonía con el universo, el último sentido de unidad.

Alberto advirtió que debemos estar extra vigilantes en esta etapa del desarrollo humano, para que no permitamos que nuestras emociones negativas se vuelvan locas y destruyan toda la vida en nuestro planeta. Alberto dijo que podemos evitar esta catástrofe (con un poco de ayuda de nuestros amigos extraterrestres y de los buenos espíritus que cuidan de nosotros) por un esfuerzo concertado de nuestra parte para descartar nuestro miedo (y todas las otras emociones destructivas que plagan a la humanidad) y abrazar el amor y la compasión por todos y todo lo que nos rodea. Si avanzamos por este camino, elevaremos nuestras vibraciones y expandiremos nuestra conciencia para hacer la transición a la Nueva Tierra, donde disfrutaremos de una vida llena de amor, paz y armonía.

Danzando por siempre con el espíritu fue un llamado a la acción para la humanidad—una súplica del espíritu para que los seres humanos despierten y detengan el abuso causado por sus acciones y negligencia y enfoquen su energía en ayudar a todos a hacer el cambio a una dimensión superior. Alberto nos advirtió que si no actuamos rápidamente y con firme determinación podríamos autodestruirnos como varias civilizaciones anteriores en nuestro planeta.

Después de mi primera serie de viajes astrales con Alberto, regresó a mi vida cuando apareció en mi habitación una vez más para llevarme a una nueva serie de aventuras fuera del cuerpo para conocer a un número de almas distinguidas en el lado del espíritu, incluyendo a Moisés, Jesús y su madre, María, Lucifer y la diosa Atenas. En los registros Akáshicos, pude ver una antigua civilización humana que vivía entre los dinosaurios, la construcción de Stonehenge con la ayuda de los visitantes de las estrellas, y el incidente de la nave espacial alienígena cerca de Roswell en 1947.

De vuelta en la Tierra, tuve una reunión con Gaia, la conciencia de la Madre Tierra, quien expresó consternación por el abuso que los humanos le infligen a ella y a sus amadas criaturas. Y me encantó conocer a dos criaturas legendarias de la Tierra, un Sasquatch y una hada irlandesa, seres inteligentes y amantes de la paz, que lamentaron que tenían que evitar todo contacto con los humanos debido a nuestra tendencia a la violencia.

Estos viajes astrales, que se describen en mi tercer libro, Danza de la bienaventuranza celestial, incluye visitas a otros planetas con civilizaciones humanas muy diferentes a la nuestra, incluyendo uno con una sociedad matriarcal gobernada por mujeres, así como un aterrador viaje a un agujero negro que me abrió una puerta para entrar en un fascinante mundo subatómico.

En Danza de la bienaventuranza celestial confirma que todos somos almas eternas recorriendo viajes únicos en la Tierra diseñados para ayudarnos a crecer y evolucionar como almas, lo que significa que nunca debemos juzgar a otras personas porque no sabemos los desafíos que han enfrentado en el pasado o lo que habían anhelado experimentar en esta vida.

Alberto inspira a los humanos a buscar la iluminación espiritual recordándonos que todos somos parte de la Fuente y estamos íntimamente conectados unos con otros y con todo lo demás en nuestro vasto universo. Y cuando nuestros cuerpos físicos perezcan, todos regresaremos al lado del espíritu, donde seremos recibidos de nuevo con amor incondicional, mientras planificamos con entusiasmo los próximos pasos en nuestra evolución.

Y cuando Alberto me dejó por unos meses para darme tiempo a escribir mi tercer libro, dijo que regresaría cuando fuera el momento adecuado para llevarme a una nueva ronda de viajes astrales. Así que cuando terminé el manuscrito de mi tercer libro anhelé su regreso, ansioso por comenzar la siguiente fase de mis escapadas con mi guía espiritual.

Para mi deleite, Alberto regresó a mi habitación más tarde esa noche, una aparición resplandeciente con ojos azules brillantes y una sonrisa traviesa.

Bienvenido de nuevo, Alberto, le dije. ¿Dónde has estado durante las últimas semanas?

He estado aquí todo el tiempo observando cada uno de tus movimientos, pero elegí ser indetectable para que puedas concentrarte en tu manuscrito. Todos sabemos que tienes la capacidad de atención de un mosquito, y no quería que te distrajeras de la tarea que tienes en mano.

Ahora eso es un poco injusto, Alberto. Mi capacidad de atención está bien, aunque a veces soy un poco olvidadizo. El problema, tú ves, no es solo que mi memoria a corto plazo a veces es irregular, sino que también lo es mi memoria a corto plazo.

Nunca he tenido ese problema, Jorge, porque mi memoria siempre esta afilada como una tachuela. De hecho, tengo una memoria fotográfica, pero a menudo me quedo sin rollo de película, respondió con una cara seria, una vez más Alberto consiguió quedarse con la última carcajada con su peculiar humor.

En lugar de tratar de pasarme de listo con mi guía en una batalla de ingenio, giré los ojos y esperé su próximo movimiento. Sin más preámbulos, Alberto se