Cumpliendo la voluntad de Dios: El asombroso viaje de fe de la familia Ameguin (Shelohvostoff) a través de parte del sur de Rusia, caminando a través del desierto de Gobi con ocho niños a travesando China y llegando a América.
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Dr. George Peter Amegin
El asombroso viaje de fe de la familia Ameguin (Shelohvostoff) a través de parte del sur de Rusia, caminando a través del desierto de Gobi con ocho niños a travesando China y llegando a América. DR. JOHN PETER AMEGIN
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Cumpliendo la voluntad de Dios - Dr. George Peter Amegin
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© 2023 Dr. George Peter Amegin. Todos los derechos reservados.
Ninguna página de este libro puede ser fotocopiada, reproducida o impresa por otra compañía o persona diferente a la autorizada.
Publicada por AuthorHouse 01/09/2024
ISBN: 979-8-8230-0902-7 (tapa blanda)
ISBN: 979-8-8230-0900-3 (tapa dura)
ISBN: 979-8-8230-0901-0 (libro electrónico)
Número de Control de la Biblioteca del Congreso: 2023918571
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Ciertas imágenes de archivo © Getty Images.
Las citas bíblicas son tomadas de la Versión King James de la Biblia.
Debido a la naturaleza dinámica de Internet, cualquier dirección web o enlace contenido en este libro puede haber cambiado desde su publicación y puede que ya no sea válido. Las opiniones expresadas en esta obra son exclusivamente del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor quien, por este medio, renuncia a cualquier responsabilidad sobre ellas.
Sra. Edith (Edie) Adrian (Porter) Amegin
En presencia de Dios desde el 18 de Enero de 2013.
Mi Esposa, Madre de mis hijos, Música, Maestra, Administradora y sobre todo mi amiga
Las ganancias del libro El 90 por ciento de las ganancias recibidas de las ventas del libro se destinarán a huérfanos, ancianos, viajes misioneros de verano patrocinadores y al Seminario Teológico de Edinburg distribuidos a través de nuestra fundación sin fines de lucro 501C-3 World Healthcare Foundation
www.WorldHealthcare-Foundation.org
Contenido
Listado de Ilustraciones
Prefacio
Prologo
Agradecimientos
Capítulo 1. Mis abuelos
Capítulo 2. La vida en el monasterio
Capítulo 3. Escape del monasterio
Capítulo 4. La invitación del agricultor
Capítulo 5. Aceptando a Cristo
Capítulo 6. Mi padre conoce al señor Kazakoff
Capítulo 7. Huyendo y sobreviviendo en el bosque
Capítulo 8. Nuevas perspectivas dentro del Ministerio de Dios
Capítulo 9. Ordenación dentro de la
Primera convención Bautista
Capítulo 10. Preparándose para predicar
Capítulo 11. Coopera y vivirás
Capítulo 12. Huyendo hacia el sur a través de China
Capítulo 13. Cruzando el rio de China en la oscuridad
Capítulo 14. La carretera a Kuldja
Capítulo 15. Kuldja
Capítulo 16. Tekes
Capítulo 17. Regresando a Kuldja
Capítulo 18. Casi Congelado hasta la muerte
Capítulo 19. La pared caída
Capítulo 20. Regreso a Kuldja
Capítulo 21. Fabricando peines.
Capítulo 22. George Hunter y el pueblo ruso en Kuldja
Capítulo 23. Renuncia a Dios, abraza al comunismo y vive
Capítulo 24. Los comunistas son enviados de regreso a Rusia
Capítulo 25. La Provincia de Xinjian (Sinkxang) ahora bajo el dominio Comunista
Capítulo 26. Preparándose para huir
Capítulo 27. Huida de Kuldja
Capítulo 28. Retén comunista
Capítulo 29. La Villa de Turpan
Capítulo 30. La Villa de Hami (Kamul)
Capítulo 31. El Señor Chiu y su hijo se unen a nosotros
Capítulo 32. Confrontación a control Charlie
Capítulo 33. En la ruta de la seda
Capítulo 34. Una rueda rota
Capítulo 35. Hacia la montaña
Capítulo 36. Oasis en el Gobi
Capítulo 37. Una Villa extraña
Capítulo 38. Misionero Católico
Capítulo 39. Buscando al hombre santo en el desierto
Capítulo 40. El viaje por la Gran Muralla
Capítulo 41. Peligro en la muralla de la Villa Jiayuquan
Capítulo 42. Problemas con el camión.
Capítulo 43. Nuestro hermano bebe muere
Capítulo 44. Baños públicos
Capítulo 45. Hospital William Borden Memorial, Lanchow, China
Capítulo 46. Destino a Shanghái
Capítulo 47. Campo de refugio en Shanghái
Capítulo 48. Boleto a la tierra que fluye leche y miel
Capítulo 49. Ultimo barco para escapar del comunismo del Puerto de Shanghái.
Capítulo 50. Llegada a San Francisco, California
Capítulo 51. Visitación
Capítulo 52. Apertura de la nueva iglesia bautista en Bryte
Capítulo 53. Pruebas del Diablo
Capítulo 54. Comienzo de la misión
bautista rusa en Sacramento
Capítulo 55. Acerca de la familia Amegin en estos días
Palabras personales de George Peter Amegin D.O., P.A.
Biografia del Autor
Listado de Ilustraciones
1. Fotografía de mis abuelos
2. Fotografía de mi abuela al lado de mi madre, muchos años después
3. Fotografía de los ministros que fueron ordenados en Siberia en 1926 y que estuvieron presentes en la Convención Siberiana en 1927
4. Mi padre nació 1897 en la Villa de Zakavrashemoi en la provincia de Siberia en Rusia….
5. Fotos de mis padres después de casarse……..
6. De Alex 3 y George 5 y en Kuldja.
7. De Tava, Ana, Tony y Mi Madre en el Campo de Papas.
8. De Su Certificado en la Siguiente Pagina….
9. Certificado en English
10. Foto de Una Mujer Cocinando Frente a Su Casa.
11. Foto de samovar
12. con George Hunter
13. Calle de Urunqui
14. Dunas de Arena
15. Tipo de Terreno que Encontramos
16. Típica tormenta de arena en esta región del mundo.
17. Camellos a través del muro cerca de Jiayuquan.
18. Fotos de las Monedas Dadas a Mi Pequeño Hermano Alex por los Soldados en Enero de 1947
19. Rio Amarillo Lanzhou
20. Famlia Schorner Tomada en Frente de su Casa
21. Mi Hermanita Lydia Cargando al Pequeño Schorner Hijo de Ellos Abril de 1947
22. Familia Shelohvostoff en Lanchow China después de que habíamos sido limpiados de la ropa, gracias a la familia Schorner
23. De la Carta Escrita a la Iglesia Bautista,
24. Carta que Necesitaban para Moverse a Shangai.
25. Tomada en 1954 en Bryte, California en la banda de la iglesia en bautista.
26. En una foto actual a la edad e 100años, la señorita Vera Sheenovaya, quien viajó con nosotros en el barco de Shanghái A Estados Unidos.
27. De Shelohvostoff (Amegin familia en 1947)
28. Carta que Mi Padre Andubo Guardando por Algunas Semanas Pensando en Tirarla Porque no Entendia el Ingles.
29. Famili Amegin, Todos Vestidos y Listos para Abordar el Barco. Destino a Estados Unidos
30. Boleto
31. Iglesia Butista Rusa en Bryte California. En 1948 Esta la Misma Iglesia en 2016 el Mismo Templo.
32. Fachada de la Iglesia Donde el Pastor y su Familia Permanecieron al Frente de la Iglesia Que los Patrocino.
33. Del USS General Border para Dejar China Libre Antes que los Comunistas Cerraran Todas las Dalidas de China.
34. Photo of USS General Gordon, el ultimo baco que parti libre de China de Shanghai Habor antes comunista cerrado todo salidas de China. Tava’s primera y ultima oportunidad a huir de Communista China!
35. Carta del Abogado
36. De las Flores que Florean en la Noche y que Mueren Cuando el Sol Brilla Sobre Ellas.
37. Gente Rusa en Filipinas Queriendo Venir a Estados Unidos
38. Grupo de Filipinas Que Querian Venir a Estados Unidos.
39. Del Salon VFW Donde Nos Reunimos
40. Nueva Iglesia Construida por el Rev. Peter Amegin, Tony Amegin, Pedro Granchukoff, Familia Podary, Basil y (Bill Lokeef) y la Familia Ashanbrenoff.
41. La celebración con mucha gente, asistiendo
42. Dr. Posey, president de Southern Baptist Association de California felicitaron a mi padre en el abrierto la nueva iglesia en West Sacramento (Bryte)
43. De la Mision Evangelica Rusa en Sacramento
44. De la Carta Que Mi Padre le Escribio a Lidia y Foto
45. Del Rev. Peter y Luba Shelovostoff.
46. De la Nave, Una Foto del Artista ed Garin en la Iglesia Frankilin
47. El Dr. George P. Amegin Autor de Este Libro
48. Obra de Arte del Dr. Amegin Pintura
49. Miembros Originales en Frente de la Iglesia Despues de Haber Terminado el Edificio
50. De la Familia Granchukoff
51. De la Familia Amegin
Prefacio
S e dice que un viaje de miles de kilémetros inicia con un paso, y esto es verdad, al igual que el movimiento de la Rueda del Ham ster.
Muchos de los humanos somos muy parecidos a los hamsters, paso tras paso, millones de pasos, vuelta tras vuelta en la rechinante rueda, cada vez més rapido, sin llegar a ninglin lado, hasta que nos caemos y otro hamster toma nuestro lugar. Vanidad de Vanidades, dice el Predicador, todo es vanidad
. Este no es un dicho moderno.
Nuestro corazon anhela un verdadero viaje — uno que transforme nuestra alma- y asi leemos y escribimos historias: La Odisea de Homero, el inolvidable viaje de Dante hacia las profundidades pasando por los siete circulos del Infierno, y adelante hasta el Paraiso, Los Viajes De Gulliver, La Travesia Del Explorador Del Amanecer de Narnia hasta la orilla del mundo, el horroroso viaje de Frodo en Mordor en El Sefior De Los Anillos. {Los héroes en estas historias siempre terminan transformados y los autores tratan de llevarnos a experimentar ese mismo cambio! Algunos lo consiguen. La mayoria continuamos corriendo en nuestras ruedas y solamente sofiando.
Sin embargo, ocasionalmente un hamster (Iéase un humano) recibe una vision, un llamado y realmente es transformado. Sus pasos lo guian hacia algtin lugar. Su Creador toma su corazon y le guia — a veces a través de la alegria, en ocasiones a través del sufrimiento — a encontrar direccién y proposito. Al final estas personas son transformadas y el mundo cambia con ellos.
Ellos dejan su huella en el paisaje de la historia, como catalizadores, esos que son llamados y responden. Ellos son pequefios e imperfectos, pero son importantes.
Vemos a Abram, llamado por Dios de la tierra en donde se adoraba la luna para ir a donde él no sabia. Moisés dejo el desierto para rescatar a una nacién de esclavos y — durante 40 afios- llevandolos a la libertad. Los sabios de oriente siguiendo la Estrella para adorar al Eterno Rey. Pablo viajando por todo el Imperio Romano para proclamar al Salvador a quien antes el mismo perseguia. Los peregrinos del Mayflower enfrentando peligros en el mar y en una tierra extrafia (en donde muchos de ellos moririan) para servir a Dios, a quien amaban.
Como pastor en la Iglesia Viviendo Por Fe
en Mcallen, TX, ha sido para mi un privilegio conocer a uno de esta clase de hombres en su gran viaje, es también un gran honor que se me haya pedido escribir el prefacio para este libro. El Dr. Amegin no es un hombre imponente a primera vista. Los verdaderos viajeros con frecuencia no lo son. Ellos son mas como hobbits que como superhéroes, gente sencilla, que probablemente pase desapercibida en la calle. Pero, una vez que les conoces, mas profundamente, encuentras la profundidad de quien ha sido llamado a cumplir con algo importante, alguien quien no esta viviendo dando vueltas en la rueda del hamster.
El viaje acerca del cual escribe en este libro abarca varias generaciones. Comienza con una familia desgarrada por la separacién, en medio de la pobreza, hambre y el frio mortal de Siberia en Rusia en su camino a través de China y finalmente a través de los mares turbulentos a Estados Unidos. En un trayecto de crecimiento en la fe, formada en el fuego intenso del crisol de un mundo destrozado por dos guerras mundiales, turbulencia financiera y el avance de la hoz y el martillo del comunismo.
En ese crisol, la mano de Dios se mueve vez tras vez, tocando corazones en el momento justo, causando esas coincidencias
que aquellos que oran ven con tanta frecuencia.
Mientras voy leyendo a través de las paginas del libro, No pude evitar ser conmovido profundamente mientras miraba la mano de Dios pacientemente, afio tras afio, prueba tras prueba, y dando forma a una familia, transformando a estas personas en gente que ahora amo y respeto.
El Dr. Amegin me ha bendecido inmensamente, profesionalmente — como el excelente oftalmélogo que es, él ha tomado bajo su cuidado mi pobre visién- y en el ministerio, con el apoyo que ha dado a Edinburg Theological Seminary en donde doy clases. También, el llena nuestras tardes de Adoracién con el hermoso sonido de su trompeta. Su hija Natasha ha sido también una gran alegtia y de gran inspiracion para toda la iglesia. Es mi esperanza y oracién que tome su tiempo mientras viaja a través de este libro. Que Dios toque su corazén, con esa llama que te mueve a dejar atras la Rueda del Hamster y a realizar tu propio viaje, el trayecto mas importante de tu vida.
Thomas Whitehouse, Ph.D.
Prologo
L a historia de este libro, no es acerca de cémo un hombre, con todas las probabilidades en contra, lleva a su familia a través de medio mundo desde Siberia hasta América. Esta historia es acerca de c6mo Dios muestra su Sabiduria, Poder y Conocimiento {En nuestra vida di aria!
Dios planeo una ruta para este hombre sencillo y su familia desde Siberia hacia un destino desconocido. jDios les guio a través del valle de sombras y de muerte! jLos llevo a través de una tierra en donde habia guerra, hambre, enfermedad, persecucion, tortura y muerte! jTodo esto por haber rechazado negar a Cristo y por no aceptar al comunismo como el Dios de la humanidad!
Dios acomodo a Sus siervos elegidos, creyentes y no creyentes a lo largo de su viaje para guiarlos a través de la tierra de guerra, enfermedad, hambre y muerte.
Posteriormente, {El los llevo a su destino! ;A la tierra en donde fluye leche y miel, América!
jFue hasta que llegamos a América que Dios le revelo a mi padre el destino final de su viaje!
Todos los creyentes en la Iglesia Bautista Rusa en el Noroeste de Rusia, en la frontera China, en la ciudad de Kuldja, jestaban convencidos de que la familia
Amegin (Shelohvostoff) habia muerto en su huida de Kuldja a través de la zona de guerra! Si no hubiesen muerto en la guerra mientras hufan del comunismo, seguramente moririan intentando a travesar el desierto de Gobi a pie con ocho nifios! Por lo pronto, todo mundo se habia olvidado de la familia Amegin (Shelohvostoft). {Todos en la comunidad daban por cierto que todos habian muerto!
jAlrededor de diez meses después de que la familia parti6, la noticia de que la familia Amegin estaba viva y bien, llego a Kuldja! jLa familia habia alcanzado a llegar a la ciudad costera de Shanghdi- atravesando toda China
Los miembros de la iglesia de Kuldja, dijeron, ";Si ellos pudieron hacerlo sin recursos y a pie, seguramente también nosotros podriamos con todos los recursos con que contamos! Ellos comenzaron a huir hacia Shanghai para liberarse del comunismo. jLa ventana de oportunidad se estaba cerrando rapidamente! Muchos de ellos no lo lograron. Aquellos que sobrevivieron, llegaron a Shanghai casi un afio después. Para ese entonces, todas las vias para escapar del comunismo a la libertad fueron cerradas por los comunistas. A través de abogados de inmigracién en Shanghai el grupo hizo muchos intentos infructuosos para trasladarse a América! Ya para entonces los comunistas habian cerrado toda posible via para escapar de China. jAl grupo no se le permitié trasladarse a América, en lugar de ellos fueron enviados a Filipinas!
iMi padre no se daria por vencido! {El insisti6 con las autoridades de inmigracién en que el grupo debia de venir a América! Este es mi rebafio de Kuldja en el Noroeste de China y yo era su pastor. {Estos son mis hermanos y hermanas en Cristo! jDebo ayudarles a venir a América! jMi padre busco apoyo entre las iglesias Rusas en el area de California para conseguir patrocinadores y ayudar a traer al grupo de Filipinas a California! A donde quiera que él iba le decian que eran demasiadas las personas que habia que traer y que ellos eran muy pocos. No habia manera de poder patrocinar a un grupo tan grande. Mi padre no se rindié. El dijo: que puede hacerse!
Con la ayuda del hermano Niedens en San Francisco, y el Hermano Wolin de la Iglesia Bautista Rusa en Bryte, mi padre inicio esta monumental para traer al grupo. Con la ayuda de mi hermana mayor y de mi mismo viajamos mensual y bimensualmente a San Francisco, a una distancia de alrededor de 140 Km para trabajar con las autoridades de migracién para preparar el papeleo legal necesario jPara traer al grupo de Filipinas a América! iCuando y en donde es imposible para el hombre, Dios lo hace posible!
Agradecimientos
M i mayor agradecimiento es a Dios por permitirme el maravilloso privilegio de escribir este libro y poder capturar al menos una pequefia fraccién en el tiempo del poder, sabiduria y conocimiento del Todopoderoso, el tnico y verdadero Dios viviente en todo el univ erso.
Para Edith (Edie) Adrian Porter Amegin, mi esposa, quien murio el 18 de Enero de 2013. Después de haber escuchado mi testimonio, ella inmediatamente me dijo que era imprescindible escribir un libro acerca de la persecucién que sufrimos de parte de los comunistas porque éramos cristianos y como huimos de ellos.
Para nuestros hijos: Natasha, Daniel, John Marc and Peter Guy y para sus esposas, hijos y nietos, por darme su firme apoyo, por sus oraciones y animo para escribir el presente libro Para Bill y Jim Schoerner, Anna Schoerner Loss por darme la informacién precisa de las fechas y hechos de nuestra asociacién en Lanzhou, China Para Tava Granchukoff (Shelohvostoff Amegin), quien falleció recientemente, por comprobar la veracidad de cada situacién expuesta en este libro.
Para la familia Granchukoff por ayudarme en la recopilacién de las fotografias y documentos existentes.
Para Zena Kotko (Granchukoff) por abrirme las puertas de su hogar numerosas veces en Sacramento, California, mientras reunia informacion de ella y de muchos otros.
Para la Dra. Vera Sawicki Granchukoff, por proveerme el nombre y la fotografia de la Gltima embarcacién a la libertad salida del puerto comunista de Shanghai.
Para la familia Armenta (Simon, mi hija Natasha (Amegin) y nuestro nieto Tony Lopez), por su apoyo computacional y tecnolégico.
Para Natasha, mi hija, por ayudarme con la correccion y edicion del libro.
Para Alex y Donna Amegin, por la investigacién exhaustiva que realizaron, la cual proporciono informacion muy valiosa para el libro.
Para Mike y Nida Lokteff, por su informacién y fotografias de gran valor para el libro.
Para la familia de Tony Amegin (Larisa, Danny, Ruthy y Rita), por su apoyo y por proveer informacion muy necesaria.
Para Lydia (Amegin) Juedas y para la familia de Dale Imhoff (Nida, Kathy, Washbun, Leanne Hickman), por proporcionar fotos para el libro.
Para el Centro de Oftalmologfa: University Eye Center
, en sus cuatro localidades- un gran aprecio a todo el personal por su paciencia para conmigo y por atender con paciencia, compasién y profesionalismo a todos mis pacientes.
Para la Dra. Mae Wesson gracias por sus consejos y ayuda para poder administrar las clinicas.
Para Diana Mata, Natasha Armenta Amegin, mis administradores, gracias por hacer que las oficinas funciones perfectamente, lo que me permitio trabajar en el libro. Gracias por programar mis vuelos y horarios de trabajo. Diana, gracias por ayudarme a recolectarla informacion, fotos y todos los correos electrénicos necesarios para este libro.
Para Kenneth y Helen Sak, por verificar informacién y proporcionar fotografias.
Para Annie y Rick Loncarovich por proveer fotografias e informacién para el libro.
Para Avijit Mukherjee (Obee) Gracias por su ayuda desinteresada al ayudarme con el cuidado de los pacientes.
Para Sandra Saldana su ayuda durante este tiempo es grandemente apreciada.
Para Rigo Serna, gracias por su apoyo para obtener las fotografias necesarias junto con los permisos necesarios para su publicacion.
Para Dr. Thomas Whitehouse, Phd. Gracias por escribir el prefacio y por sus consejos.
Para Dr. J.P Roberts Haine, Thd, Phd. Gracias por su guia e invaluables concejos.
Mis disculpas para aquellos a quienes pueda haber olvidado, de manera involuntaria, y que fueron de gran ayuda para la realizacion de este libro.
Capítulo 1
Mis abuelos
M i abuelo se había ido a trabajar para el ferrocarril durante el invierno siberiano en la región de Rusia. Un día un hombre del departamento de ferrocarriles vino a la casa, y le dijo a mi abuela que su esposo había muerto en un accidente. El no de le dio detalles del accidente o qué fue lo que había pa sado.
Debido a que ella no recibía beneficios de los ferrocarriles, tuvo que enfrentar la trágica realidad de tener que sostenerse ella misma y tratar de sobrevivir de la mejor manera posible junto con sus dos hijos. Como el abuelo apenas había comenzado a trabajar para los ferrocarriles ellos no tenían ningún dinero ahorrado. Esto, aunado al hecho de que no tuviera beneficios de la compañía de ferrocarriles, dio como resultado que la abuela se quedara sin un centavo y con dos bocas hambrientas que alimentar.
El rentero fue muy generoso en dejarlos estar en su casa de renta sin pagar renta hasta el verano, una vez terminado el verano, ella tenía que empezar a pagar renta o dejar el lugar. Por supuesto que no había manera en la que ella pudiera continuar manteniendo a los dos muchachos y a sí misma a través del crudo invierno siberiano; así que habló con sus amigas y los oficiales de la iglesia para ver que le sugerían, que ideas podían darle para que ella y sus niños pudieran sobrevivir.
Sus amigos y los sacerdotes de la iglesia le dijeron, que debería llevar a sus hijos al monasterio donde ellos podrían ser bien cuidados. Allí, le aseguraron, los niños podrían tener techo, ropa, alimento y aún más importante...educación.
Llegado el invierno mi abuela regresó a la iglesia una vez más para hablar con los sacerdotes, solo para estar segura de que llevar a sus hijos al monasterio sería la mejor decisión. El sacerdote de la iglesia ortodoxa, le aseguró que realmente sería el mejor paso que podría tomar. Él le dijo que ellos podrían recibir educación cristiana e incluso podrían convertirse en sacerdotes de la iglesia de la Villa, En verdad que serían de mucha utilidad para la iglesia.
La abuela, siendo una devota cristiana ortodoxa, hizo lo que los sacerdotes le aconsejaron y decidió llevarse a los niños al monasterio. En lo más profundo de su corazón, ella sabía que la vida en el monasterio sería lo mejor, en lugar de una muerte lenta por hambre o por frío; los niños tendrían un techo para cubrir sus cabezas, ropa que ponerse, comida y posiblemente educación. Sin embargo, después de haber pasado muchas noches exhausta y sin dormir, y muchos días pensando esta decisión importante en la vida, ella ya no estaba muy segura. El problema estaba aún sin resolver, era muy difícil, daba miedo y le rompía el corazón. Mientras ella trabajaba con sus pensamientos, se convenció así misma de que ella podría proveer para ellos, de que ellos tres podrían sobrevivir. Entonces, apareció en sus pensamientos, una vez más, la cruda realidad, en ella pudo verse a sí misma y a los niños muriendo de hambre y de frío. Ella no podía soportar la idea de perder a sus muchachos de esa manera.
En ese torbellino emocional, en que se encontraba, en ese estrés físico y mental, esa fatiga, ella se dio cuenta de que el tiempo había llegado para desprenderse de sus hijos, cortar el cordón umbilical y orar para que Dios los guiara para el resto de sus días. Ella no quería separarse de sus muchachos, pero tuvo que hacerlo; fue una decisión terriblemente dolorosa. Por supuesto ella era como todas las madres. Ella quería lo mejor para sus hijos, ella sabía que no podría sostenerlos más. Ella sabía que no podría proveer lo que ellos necesitaban; sin embargo, el monasterio podría proveerles casi todo lo que ellos podrían necesitar. Le rompió el corazón tomar esta difícil decisión, pero era cuestión de vida o de muerte. Si ella tomaba la decisión equivocada, podría significar la muerte de los tres. Una decisión correcta, podría significar la vida para los muchachos, pero le dejaría el corazón roto. Con el tiempo, Dios sanaría su quebrantado corazón, y ¡sus muchachos vivirían. Su decisión era definitiva: ¡Al monasterio! ¡Eso es! -se dijo así misma- ¡El nuevo hogar para mis hijos!
Temprano a la mañana siguiente, ella levantó a los muchachos, juntó un poco de la ropa que ellos tenían, hizo un liacho con las ropas y entonces les puso a sus hijos los abrigos y las gorras de esas que cubren las orejas; ellos se pusieron los zapatos para nieve hechos en casa encima de sus propios zapatos y salieron a caminar a través de la nieve. Salieron en un viaje de dos días en la congelante Siberia hacia el monasterio… ¡Su nuevo hogar!
Su madre sabía que primero tenían que llegar a la casa de su amiga, la cual estaba a mitad del camino entre la Villa y el monasterio. Tenía planeado pasar la noche allí con su amiga y así el día siguiente podrían salir temprano por la mañana rumbo al monasterio para poder llegar antes de que anocheciera. Caminaron todo el día, siguiendo las huellas en el camino. No vieron ni cercas ni casas, solamente veían árboles cubiertos con nieve. Ella le agradeció a Dios que