Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Canaan: La respuesta a mis oraciones
Canaan: La respuesta a mis oraciones
Canaan: La respuesta a mis oraciones
Libro electrónico109 páginas1 hora

Canaan: La respuesta a mis oraciones

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

El ser humano se ve atrapado en muchas ocasiones por un sinnúmero de distracciones, infundidas por un mismo sistema para alejarnos de la realización armónica de nuestro ser. CANAAN ha sido creada por el mismo autor que ha trasladado su propio testimonio de vida, para así podernos dar la oportunidad de vernos reflejados en ciertos aspectos emocionales, espirituales y morales, con el fin de compartir su vivencia con el mensaje que le ha sido facultado a través de las respuestas a sus oraciones, las cuales realizó en episodios críticos de su vida. En estos escritos el autor nos muestra de qué manera hemos condicionado nuestro pensamiento para que creamos que existe una alta complejidad de salir de todo aquello erróneo que recibimos como consecuencia, al adoptar estas distracciones.

Las dependencias y desordenes emocionales son diagnósticos que en realidad se pueden visualizar de una manera más sencilla, al conectar los tres pilares fundamentales de nuestra propia existencia, que son: la fe, el amor y la disciplina, con los cuales el autor nos relata cómo logró romper una cadena de 20 años en abuso del consumo de sustancias.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento17 oct 2023
ISBN9788411815437
Canaan: La respuesta a mis oraciones

Relacionado con Canaan

Libros electrónicos relacionados

Ficción general para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Canaan

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Canaan - Javier Andrés Gómez Chacón

    1500.jpg

    © Derechos de edición reservados.

    Letrame Editorial.

    www.Letrame.com

    info@Letrame.com

    © Javier Andrés Gómez Chacón

    Diseño de edición: Letrame Editorial.

    Maquetación: Juan Muñoz Céspedes

    Diseño de portada: Juan Ospina

    Supervisión de corrección: Ana Castañeda

    ISBN: 978-84-1181-543-7

    Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación, en Internet o de fotocopia, sin permiso previo del editor o del autor.

    «Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)».

    PRÓLOGO

    Soy Andrés Chacón, escritor realista y me he sentido inspirado por el espíritu santo, para que a partir de mi testimonio de vida y de mi obra, pueda trasmitir un mensaje de esperanza y fe con el fin de que los lectores que puedan acceder a este texto encuentren un aporte significativo para sus vidas, ya que es un mensaje de superación y de la manera en que yo he logrado evolucionar y mantenerme en una nueva vida con armonía a partir de un cambio transformacional, que todos podemos lograr.

    «CUANDO UN HOMBRE ELEVA SU ESPÍRITU, EL UNIVERSO ENTERO CONSPIRA A SU FAVOR»

    .

    Siempre tuve en mi mente esa sensación de hacer cosas diferentes a lo que normalmente las personas hacen.

    Después de analizar muchas cosas, de observar los comportamientos de todo tipo de personas, he llegado a la conclusión, que solo se pueden conseguir metas y hallar el éxito a partir del momento en que se decide poner en acción, aquellos pensamientos que por mucho tiempo dejamos que divaguen por nuestra mente. Debido a esto, a este comportamiento mental, el ser humano invierte un gran porcentaje de su existencia, en pensamientos y propósitos que no pasan de ser solo eso, un mundo irreal, un mundo fantasioso. Ese mundo que hace que nuestra existencia sea detenida como ser evolutivo y nos estanca de manera en que no avanzamos en nuestros proyectos, porque la mayoría de tiempo lo gastamos en esta fantasía.

    A partir de esta conclusión, he tomado la decisión de llevar un mensaje a todas las personas que se puedan beneficiar del mismo, haciendo una mezcla entre la experiencia que adquirí a través de mis vivencias y el romper esa atadura que me ha definido como persona que piensa de una manera y actúa de otra. El propósito más grande es de encausar todas las situaciones que he vivido y de esta manera encontrar el punto positivo y la ganancia a una vida señalada por la sociedad.

    Con el mejor de los fines, quiero dedicar este libro a aquellas personas que han tenido que soportar el yugo o karma de vivir atado a laberintos sin salida o dependencias motivadas por desórdenes emocionales.

    CANAAN, el nombre de mi gran obra, allí encontré la respuesta a mis oraciones, debo confesar que me costó bastante atar cada paso de mi vida. Muchas veces hice cosas que no eran las que quería hacer, para después sentarme a pensar que nada tenía sentido y que había desperdiciado mi tiempo.

    Es necesario darle la gloria a Dios, ya que él ha sido el principal artífice para que este mensaje pueda ser transmitido a cada uno de nosotros, ha sido el ser maravilloso que siempre me acompañó y de quien nunca quise soltar su mano. Muchas personas cuestionan mi creencia en Dios, afirmando que no se puede creer en Dios, mientras se actúa de una manera negativa, pero entiendo sobre esto, que el ser humano por su afán de demostrar conocimiento, generalmente, ocupa mucho espacio de su tiempo (sin generalizar) en la opinión y el señalamiento a sus semejantes, pues esta es una manera de ubicarse en una balanza a nivel comparativo con las demás personas, o quizá es la manera más apropiada de no hacerse cargo de su propia existencia, siempre será más fácil ver hacia lo externo, pero en verdad cuesta revisar nuestra parte interior, porque es allí donde realmente podemos encontrarnos, con lo que verdaderamente somos y eso en cierta manera nos causa temor. La parte externa de nuestro ser, no son más que cosas, objetos que vienen y van, que cobran importancia para nuestra vida cuando empezamos a crear sentimientos hacia todo lo que nos rodea, podemos explorar diversos temas que derivan de lo anterior, pero quiero hacer énfasis, en lo determinante que ha sido la parte espiritual para mi vida y lo fundamental que se hace en este momento. Cuando el lápiz se desliza sobre el papel como si ya hubiera tenido una información antecedida, pero en realidad, no existe una preparación previa para realizar estos escritos.

    CANAAN, así como otros muchos mensajes que Dios me ha enviado por medio de sucesos y personas a las cuales he calificado a término propio como «ángeles terrenales».

    Creo que ha sido la forma que Dios utilizó para hacer un contacto físico con el hombre. Consiste en hacer uso de seres humanos para que en ciertas etapas de su vida, o con su vida en general, cumplan una misión específica en la vida de otros seres o sean portadores de mensajes oportunos. Mensajes que a diario podemos encontrar en cualquier parte, ya sea en nuestro sitio de trabajo, en nuestro hogar, al caminar por alguna calle y en un sinnúmero de situaciones cotidianas.

    Quiero aclarar que esta es la forma en que yo concibo mi parte espiritual, ya que puedo dar testimonios, con los cuales puedo argumentar, que Dios es el ser que gobierna mi vida, con el respeto que profeso por la diversidad de cultos y creencias de nuestros lectores a aquellas personas les pido que acoplen el mensaje de acuerdo con ese ser superior que cada uno de ustedes profesa o en caso de que su ser superior sea su propio (yo) interior.

    El hombre, como un ser natural, se encuentra en ocasiones en acontecimientos que para nosotros resultan ser inexplicables, uno de esos acontecimientos experimenté a la edad de 24 años. Me encontraba en una etapa de mi vida la cual se tornaba ingobernable, atropellado por el ostentoso flagelo de las drogas y actos delictivos. A esto le sumaba la perdida de una relación sentimental, en uno de esos días de amanecer y no tener un solo centavo en el bolsillo, de dirigirme al tocador y ver en el espejo un rostro demacrado y golpeado por una noche de esas que quisiéramos no recordar jamás. Dirigí una plegaria a DIOS, recuerdo mis palabras:

    «Señor ayúdame, estoy cansado, no quiero más esta vida», recordé que un hombre alguna vez me había aconsejado: cuando ores y pidas a DIOS algo, pídele con abundancia, porque Dios no es un ser pobre y así como los hijos exigen a sus padres, de la misma manera Dios concede a sus hijos en abundancia, así que continué... «Si tú puedes ayudarme, quiero pedirte que me concedas un hijo, quiero que sea de cabello claro, que sea lindo y que exprese ser un hombre sabio, que sus ojos sean claros y que pueda ver en su mirada tu obra, señor».

    Durante esos días, conocí a una mujer 7 años menor que yo, nos hicimos amigos y de un momento a otro teníamos ya una relación sentimental. Un día cansado de repetir muchas ocasiones de consumo y viendo como mi vida se tornaba, en un viaje sin regreso, decidí dar por terminada esta relación, porque no quería hacerle daño, con la sorpresa de que ese día me confesó que posiblemente iba a ser padre.

    Así fue como CANAAN dio su primer paso en mi vida, después de 9 meses llegó el momento tan esperado, aguarde toda la noche sentado en sala del hospital, ansioso de que todo saliera bien. Hora tras hora preguntaba si ya había nacido. Por un momento me quedé dormido, fue cuando algo después de las 2 a. m., desperté como si me hubiesen llamado, pero no había nadie. Llamé ala puerta para preguntar nuevamente, me atendió una enfermera que me dijo que fuera a casa y que descansara para que regresara temprano por la mañana, ya que aún no había nacido, sin más que hacer me dirigí

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1