Calentamiento global, codicia y necesidades humanas: Cambio climático, capitalismo y bienestar sostenible
Por Ian Gough
()
Información de este libro electrónico
* * *
«Ian Gough ha dado en el clavo. Nos ha mostrado cómo es posible reducir la desigualdad, satisfacer las necesidades humanas de formas culturalmente diversas y reducir los riesgos del peligroso cambio climático. Además, su compromiso crítico dominante y de amplio alcance con la teoría y la práctica de gestionar la transición hacia un clima más seguro demuestra que, lejos de ser una distracción de este proyecto, priorizar las necesidades humanas y reinventar el estado de bienestar son fundamentales para su éxito político» (Robyn Eckersley, Universidad de Melbourne, Australia).
* * *
«En este maravilloso libro, Ian Gough muestra cómo podemos enfrentar el cambio climático de manera sensata, mediante el desarrollo de una política ecosocial que promueva el bienestar humano. El resultado es un tour de force. Demostrando un conocimiento sofisticado de varios campos relevantes, Gough combina importantes conocimientos multidisciplinarios con su anterior investigación pionera sobre las necesidades humanas. El resultado es un marco coherente y práctico, que tiene un valor considerable para guiar los debates sobre políticas. Este impresionante trabajo se convertirá en una lectura esencial para cualquier persona que trabaje en políticas, cambio climático y bienestar humano sostenible» (Gillian Brock, International Dialogue).
Relacionado con Calentamiento global, codicia y necesidades humanas
Libros electrónicos relacionados
Libre de humo: Ensayo crítico sobre desarrollo, ambiente y emancipación Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPunto de inflexión: Crisis climática y ecológica Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPor qué nuestro hogar está en llamas: La física detrás del calentamiento global Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNeoliberalizando la naturaleza: El capitalismo y la crisis ecológica Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesDecrecimiento: Vocabulario para una nueva era Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La armonía que perdimos: El desafío educativo frente a la crisis climática Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAntropoceno obsceno: Sobrevivir a la nueva (i)lógica planetaria Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¿Qué hacer en caso de incendio? Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViraje hacia la vida: Debates y reflexiones en torno a la sustentabilidad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesConocimiento, ambiente y poder: Perspectivas desde la ecología política Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBiocivilización en marcha: Un nuevo paradigma de convivencia planetaria Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Un viaje por las alternativas al desarrollo: Perspectivas y propuestas teóricas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl socialismo puede llegar sólo en bicicleta: Ensayos ecosocialistas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCambio climático, cambio civilizatorio: aproximaciones teóricas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesFundamentos para una economía ecológica y social Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesOpacal Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Small is beautiful, lo grande está subvencionado: Cómo nuestros impuestos contribuyen a la destrucción social y ambiental Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPolíticas de felicidad: Un nuevo paradigma para un nuevo tiempo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos límites del crecimiento retomados Calificación: 1 de 5 estrellas1/5Antes del colapso: Una guía para el otro lado del crecimiento Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa crítica agotada: Claves para el cambio de civilización Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesContra el mito del colapso ecológico Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesExpectativas y espejos: Lo que es y lo que pudo ser la economía argentina Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVisiones y debates de la cooperación Sur-Sur y triangular: Actores gubernamentales, sociales y privados Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTodo Messi y más: Ejercicios de estilo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los preparados Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesArca e Ira: Con/versaciones en tiempos de deshumanización Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl camino chino y la razón china Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPara una comprensión de las creencias Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl hombre que tiembla Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Ciencia medioambiental para usted
Especies en peligro de extinción Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPensando en sistemas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La casa común, la espiritualidad, el amor Calificación: 5 de 5 estrellas5/5De La Ecología A La Ecoteología Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Suelos: Guía de prácticas simplificadas en campo y laboratorio Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La gran transformación Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl gran libro de la Creación: Biblia y ecología Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTeología en movimiento: Ensayos eco-teológicos y feministas para tiempos de cambio Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesGuía práctica para la integración de sistemas de gestión: ISO 9001, ISO 14001 e ISO 45001 Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Planeta insostenible Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Ideas Para Una Casa Ambiental Calificación: 3 de 5 estrellas3/5La moda justa: Una invitación a vestir con ética Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Medicina con plantas sagradas: La sabiduría del herbalismo de los aborígenes norteamericanos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Espiritualidad Práctica & Energía Femenina para MANIFESTAR como Diosa en pleno Siglo XXi: Espiritualidad Practica, #1 Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUna trenza de hierba sagrada Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Caminar Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cosecha de agua y tierra: Diseño con permacultura y línea clave Calificación: 3 de 5 estrellas3/5El agua Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Liderazgo: antecedentes, tendencias y perspectivas de desarrollo: Implicaciones para la organización actual Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Manual de impacto ambiental Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Manual cría de la lombriz de tierra. Una alternativa ecológica rentable Calificación: 2 de 5 estrellas2/5Biohacking para Principiantes: Técnicas simples para mejorar la salud y el bienestar Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesResiliencia contra el desaliento: Investigación en educación ambiental Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuidado del planeta Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La huella de carbono y el análisis de ciclo de vida Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl cambio climático: Causas, efectos y soluciones Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los caminos del reciclaje: Todo lo que hay que saber Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl arte de caminar: Walking, un manifiesto inspirador Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Arraigados en la tierra: Propuestas para una agricultura regenerativa Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Comentarios para Calentamiento global, codicia y necesidades humanas
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Calentamiento global, codicia y necesidades humanas - Ian Gough
Título original: Heat, Greed and Human Need. Climate Change, Capitalism and Sustainable Wellbeing
Traducción: Martín Bertone
Diseño: Gerardo Miño
Composición: Eduardo Rosende
Imagen de cubierta: 123rf.com/profile_sarawuth702
Edición: Primera. Julio 2023
ISBN: 978-84-19830-08-1 (paperback)
e-ISBN: 978-84-19830-09-8 (ebook)
Depósito legal: M-23134-2023
Lugar de edición: Buenos Aires, Argentina
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.
© 2023, Miño y Dávila srl / Miño y Dávila sl
© 2017, Ian Gough (copyright de la edición inglesa)
Miño y Dávila srl
Tacuarí 540 (C1071AAL)
Buenos Aires, Argentina
Mail: administracion@minoydavila.com
web: www.minoydavila.com
instagram: @minoydavila
facebook: facebook.com/MinoyDavila
portadillaÍndice
Agradecimientos
Introducción
La razón de este libro
El marco conceptual
Plan del libro
PRIMERA PARTE: Conceptos y problemáticas globales
1 ~ Las dimensiones sociales del cambio climático
Cambio climático y bienestar humano
Los desafíos del cambio climático
Impactos humanos
Política climática
Condiciones sociales y desarrollo humano
¿Hacia el desarrollo sostenible?
Conclusión
2 ~ Necesidades humanas y bienestar sostenible
Entender el bienestar
Una teoría de las necesidades humanas
Los satisfactores de necesidades y la estrategia dual
Satisfactores materiales y bienestar sostenible
Mapeo del bienestar sostenible y su base social
El significado moral de las necesidades humanas
Conclusión
3 ~ Capitalismo climático: emisiones, desigualdad, crecimiento verde
Introducción
Capitalismo, crecimiento y emisiones
Crecimiento verde
Desigualdad y capitalismo
Desigualdad dentro del país y emisiones
Conclusiones
Anexo: Cálculo de la distribución de las emisiones globales
SEGUNDA PARTE: Hacia una política ecosocial en el mundo rico
4 ~ Bienestar sostenible, emisiones necesarias y cargas justas
Seguimiento del bienestar sostenible
Entre los ods y 2°C: conflictos y sinergias
De la ecoeficiencia al consumo sostenible
Asignación justa de las obligaciones climáticas
Conclusión
5 ~ ¿De Estados de bienestar a Estados de mitigación climática?
La política social y los impactos del cambio climático
Los Estados de bienestar y el reto del cambio climático
Variedades de régimen de bienestar y mitigación climática
Conclusión: De la cuestión social al reto climático
6 ~ Descarbonizar la economía y sus consecuencias sociales
Mitigación climática: un marco y tres pilares políticos
Impactos sociales y distributivos de la mitigación del carbono: energía doméstica y vivienda
Conclusión: ecoeficiencia equitativa
7 ~ Descarbonizar el consumo: necesidades, carencias y políticas ecosociales
El tamaño y la distribución de las emisiones basadas en el consumo
Necesidades, carencias y emisiones: trazando el corredor de consumo
Barreras al consumo sostenible en la práctica
Propuestas eco-sociales para la integración de políticas
Un Estado de bienestar precautorio: prevención aguas arriba para el bienestar
Conclusión
8 ~ Post-crecimiento, redistribución y bienestar
Introducción: el caso del post-crecimiento
Post-crecimiento por diseño: hacia una economía de estado estacionario
Repensar el bienestar en el post-crecimiento
Las ilusiones de la renta básica universal
Las ventajas de la reducción del tiempo de trabajo
Conclusión: post-crecimiento y bienestar sostenible
9 ~ Conclusión: una transición en tres etapas
El medio ambiente mundial
Hacia políticas ecosociales en el mundo opulento
La economía política de las tres transiciones
Referencias bibliográficas
Para Anna.
Y para Amy, George, Oliver, Ted, Esther y Will.
Agradecimientos
Agradezco, en primer lugar, a Graham Room, de la Universidad de Bath, con quien debatí sobre la relación entre el cambio climático y la política social hace una década y quien me animó a formular un debate sobre el tema que apareció en el Journal of European Social Policy que estaba coeditando. John Hills y David Held apoyaron mi cátedra visitante en la London School of Economics (LSE), y John y sus colegas del Centro para el Análisis de la Exclusión Social (CASE) me dieron la bienvenida cuando me mudé a Londres en 2009. Al mismo tiempo, el Economic and Social Research Council (ESRC) me otorgó una pequeña beca de dos años para la investigación Cambio climático y política social: repensar la economía política del Estado del bienestar
(ES/H00520X/1). Posteriormente, Simon Dietz y el Instituto de Investigación Grantham sobre el Cambio Climático y el Medio Ambiente de la LSE han financiado una generosa asistencia para la investigación. Esto me brindó las excelentes habilidades de investigación y virtudes bibliográficas de Sam Marden, Cindy Smith, Alex Stark, Erin Nash y Geraldine Satre Buisson. James Angel de la New Economics Foundation y Mario Battaglini de CASE también brindaron ayuda oportuna en la investigación. Gracias también a Alex Pettifer de Edward Elgar por su entusiasta apoyo a este libro.
Estoy profundamente agradecido y en deuda con John Barry, Kate Pickett, Graham Room y Robin Stott por leer y comentar todo el primer borrador. Otros colegas y amigos que me asesoraron sobre capítulos o partes sustanciales del manuscrito incluyen a Tania Burchardt, Simon Dietz, Fergus Green, Geoff Hodgson, Giorgos Kallis, Tim Kasser, Max Koch, Stephan Leibfried, Jane Millar, John O’Neill, Narasimha Rao, Julia Steinberger y Marko Ulvila. Estoy agradecido con todos ellos. Dado que todos discrepan entre sí en muchos aspectos, quizás no sea necesario afirmar que solo yo soy responsable del producto final.
Este libro se basa en más de una docena de artículos y capítulos escritos durante la última década, y estos también fueron guiados y asistidos por otros colegas y amigos, así como por una colección de árbitros anónimos. Incluyen a Alex Bowen, Sarah Cook, Michael Dover, Len Doyal, Robert Falkner, Kevin Farnsworth, Des Gasper, Howard Glennerster, Monica Guillen-Royo, John Hills, Michael Jacobs, Alexandra Kaasch, James Meadowcroft, Paul Ormerod, Guy Standing, Paul Stubbs, Peter Taylor-Gooby, Göran Therborn, Karen Turner y Polly Vizard. Peter Taylor-Gooby también contribuyó con el título.
Google y Mac Finder reemplazaron progresivamente mi memoria menguante. Sin ellos, escribir este libro habría llevado mucho más tiempo. Finalmente, este libro no existiría en absoluto si no fuera por Anna Coote. Ella fue quien me convenció de que el cambio climático debe tomarse en serio. Tras lograr eso, ella estuvo conmigo desde el comienzo del proyecto hasta este final. Su trabajo en la Comisión de Desarrollo Sutentable y posteriormente en la New Economics Foundation fue una inspiración para mí. Me proporcionó ideas y argumentos, mantuvo mi optimismo, me mantuvo enfocado en futuros radicales a más largo plazo, pero insistió en vincular las ideas con la política y la implementación, y me engatusó para que escribiera en un inglés razonablemente accesible. Este libro no existiría sin su amor y colaboración, y se lo dedico a ella.
Introducción
La razón de este libro
El cambio climático –el calentamiento
del título– es el más abarcador y amenazador de todos los límites planetarios que caracterizan esta nueva era del Antropoceno. Está sujeto a una amplia gama de investigaciones y análisis. Mi esperanza es que este libro agregue cinco cosas a la literatura actual sobre el tema.
Primero, propongo un nuevo concepto con el que comprender el impacto social del cambio climático: el de la necesidad humana. El cambio climático amenaza el bienestar humano en todo el mundo hoy y en el futuro. Para abordar esto se requiere una medida que sea constante tanto en el espacio como en el tiempo. Sostengo que el único candidato son las necesidades humanas básicas y la medida en que se satisfacen. Las preferencias del consumidor no servirán, ni tampoco la felicidad
: dado que ambas se ven afectadas por las circunstancias e instituciones presentes, nos llevan a un proceso circular que no puede escapar a las fuerzas motrices del pasado ni abarcar el futuro. Se desarrolla una teoría de la necesidad humana que proporciona un marco universalista y al mismo tiempo permite identificar lo que yo llamo satisfactores de necesidades
en una miríada de circunstancias específicas, a través de diferentes contextos y culturas. Esto proporciona la base normativa y ética para evaluar la dimensión social del cambio climático.
En segundo lugar, trato de superar el abismo demasiado frecuente entre las visiones idealistas de un mundo diferente y la apreciación obstinada del sistema global actual. Este libro proporciona un análisis económico, social y político de los impulsores del cambio climático. En el centro se encuentra el capitalismo, la codicia
del título, y los implacables procesos de acumulación, crecimiento y desigualdad que reproduce. Junto a esto está el sistema global de estados nacionales. Juntos movilizan los intereses y las instituciones del mundo moderno y dan forma a nuestras ideas dominantes. Cualquier intento de detener y revertir el calentamiento global tendrá que comenzar dentro de este encierro. El libro aboga por una apreciación lúcida de la economía política actual.
En tercer lugar, mi enfoque es multidisciplinario. La erudición sobre el cambio climático estuvo dominada por científicos naturales y economistas, que estudian el medio ambiente y la economía
y sus interacciones. La dimensión social está mucho menos desarrollada. Abarca temas vitales como la equidad, la justicia, la desigualdad, la pobreza y el empoderamiento, pero a menudo con poca coherencia. Es esencial incorporar otras ciencias sociales para dar crédito a la verdad de que vivimos vidas sociales dentro de estructuras de poder, tanto abiertas como ocultas. La investigación multidisciplinaria proporciona un antídoto esencial para el predominio continuo de la economía neoclásica y los supuestos del neoliberalismo. Pero inevitablemente extiende la red a lo ancho en lugar de a lo profundo: mi esperanza es que las sinergias derivadas de un alcance amplio compensen con creces la ausencia de un enfoque disciplinario.
En cuarto lugar, este libro surge de un interés de toda la vida por la política social: la movilización de la acción colectiva y el poder estatal para mejorar el bienestar humano. Sin embargo, con algunas excepciones, el estudio de la política social ignoró (a ciegas o deliberadamente) el medio ambiente y los límites planetarios dentro de los que necesariamente debe tener lugar la búsqueda de las necesidades y el bienestar humanos. La segunda parte de este libro intenta cerrar esa brecha con cierto detalle. Analiza los Estados de bienestar
del mundo desarrollado: en qué medida dependen de la economía del carbono y cómo se pueden reformar para perseguir simultáneamente la mitigación del carbono y el bienestar humano. Esto conduce a un análisis de la formulación de políticas bajo diferentes escenarios de producción, consumo y crecimiento y propone ciertas políticas ecosociales
que podrían combinar medios de vida sostenibles con el bienestar humano.
Finalmente, el libro concluye que la estrategia de crecimiento verde
, que subyace en el Acuerdo de París 2015 y dominará en los próximos años, solo funcionará si se trata como un trampolín hacia una economía política basada en las necesidades, la suficiencia y la redistribución, no en el crecimiento económico continuo. El crecimiento verde por sí solo no será suficiente, sin embargo, el decrecimiento
parece poco posible y desalentador en términos políticos. Se necesitan estrategias de transición para pasar de lo primero a lo segundo. El libro desarrolla una etapa intermedia en la que el consumo en los países ricos se recompone
alejándose de los lujos con alto contenido de carbono hacia las necesidades con bajo contenido de carbono. Este proceso de tres etapas, desde el crecimiento verde, pasando por el consumo recompuesto hasta el decrecimiento, me parece la única forma de progresar desde la codicia
obstinada y el poder tecnológico del capitalismo contemporáneo hacia un futuro ético, justo y sostenible.
El marco conceptual
Para usar una antigua distinción, este libro se involucra, quizás de manera imprudente, con cuestiones tanto normativas como positivas. Los enunciados normativos afirman cómo deberían ser las cosas y cómo valorarlas; implican una norma, regla o principio utilizado para juzgar o dirigir la conducta humana. Las declaraciones positivas pretenden describir y/o interpretar eventos en el mundo real
.
Estas son definiciones simplificadas¹, pero ayudan a trazar los enfoques distintivos de la teoría de la necesidad y la economía política en este libro.
El marco normativo: necesidad humana
Los términos welfare y wellbeing² plantean una serie de preguntas. La concepción dominante hoy en día es la de la economía del bienestar, que se ocupa principalmente de la utilidad o la satisfacción de las preferencias del consumidor (ahora seguida de cerca por una escuela que insiste en los reclamos de felicidad
). Esto se basa en dos fundamentos normativos: que los individuos son los mejores jueces de sus propias preferencias o deseos, y que lo que se consume debe estar determinado por las preferencias de consumo privado de los individuos. Esto impide cuestionar la naturaleza y el contenido de las preferencias de los consumidores, excepto dentro de límites estrechos. Sin embargo, esta visión siempre estuvo sujeta a numerosos desafíos, por motivos de subjetividad, irracionalidad epistémica, preferencias endógenas y adaptativas, lo ilimitado de los deseos, la ausencia de evaluación moral y la falta de especificidad de las preferencias futuras (Gough 2015a).
Se requiere una visión alternativa, y el Capítulo 2 resume A Theory of Human Need (Doyal y Gough 1991) y marcos relacionados. La premisa esencial es que todos los individuos, en cualquier parte del mundo, en todo momento presente y futuro, tienen ciertas necesidades básicas. Estas necesidades deben ser satisfechas para que las personas eviten daños, participen en la sociedad y reflexionen críticamente sobre las condiciones en las que se encuentran. Solo si entendemos las necesidades de esta manera, en términos universales, aplicados a través del tiempo y el lugar, podemos planificar y medir el progreso hacia nuestras metas sociales y ambientales, tanto a nivel mundial como en el futuro. Tras haber identificado este objetivo central, continúo abordando la inmensa variedad cultural en las formas de satisfacer las necesidades y establezco una metodología para identificar los satisfactores de necesidades en entornos sociales particulares.
Según esta y otras teorías afines, las necesidades humanas son objetivas, plurales, insustituibles y saciables. Esto significa que las necesidades también son intergeneracionales, un punto crucial ya que el calentamiento global impondrá progresivamente dilemas de equidad intergeneracional. Podemos afirmar con mucha confianza que las necesidades básicas de las futuras generaciones de seres humanos serán las mismas que las de las generaciones presentes. Además, las necesidades humanas, a diferencia de las preferencias, tienen una sólida base ética: van acompañadas de demandas de justicia y equidad. Las necesidades universales implican obligaciones éticas por parte de los individuos, así como demandas de justicia –derechos y obligaciones universales– sobre las instituciones sociales. Un corolario importante es que se debe dar prioridad a la satisfacción de las necesidades humanas sobre la satisfacción de los deseos si los dos entran en conflicto o si los recursos son escasos. Las necesidades humanas, presentes y futuras, triunfan sobre las preferencias presentes (y futuras) de los consumidores.
El marco positivo: economía política
Una parte importante del libro aborda cuestiones positivas
, al describir y explicar las características de lo que podemos llamar vagamente capitalismo climático
. Utiliza la economía política pero también se basa en la ecología y la teoría social para desarrollar lo que podría llamarse un enfoque de economía política ecosocial (ESPE, por sus siglas en inglés). Esto tiene como objetivo llevar a un marco más amplio los siguientes elementos: la economía (ganancias y el impulso para acumular capital), la ecología (ecosistemas y organismos, incluidos los seres humanos), el ámbito social (trabajo remunerado y no remunerado, recursos humanos y relaciones sociales, y desigualdad) y lo político (Estados, gobernabilidad y poder). La intención es brindar un marco realista para analizar los impulsores contemporáneos y las consecuencias del cambio climático. A su vez, discuto la relación entre medio ambiente, sociedad y economía; el capitalismo como sistema; los ámbitos ecológico y social; y la era neoliberal.
Medio ambiente-sociedad-economía
El ámbito de la economía, que es fundamental tanto para el ámbito ambiental como para el social, se refiere a la economía de productos básicos monetizados que se hizo casi universal en la última fase de la globalización. Es uno de los tres ámbitos interrelacionados del desarrollo sostenible, junto con la sociedad y el medio ambiente. El Capítulo 1 presenta la rosquilla
o cinturón salvavidas
de Kate Raworth, que entiende que el entorno biofísico enmarca las sociedades y las economías, y que la dimensión social establece los valores y componentes de la satisfacción de necesidades o el bienestar sostenible. Implica que la economía es un medio para estos fines.
La economía es, en primera instancia, un subsistema de la sociedad humana... el cual es en sí mismo, en segunda instancia, un subsistema de la totalidad de la vida en la Tierra (la biosfera). Y ningún subsistema puede expandirse más allá de la capacidad del sistema total del que forma parte. (Porritt 2006: 46)
Esta idea de ámbitos anidados puede representarse como una serie de círculos concéntricos, con la biosfera que abarca la sociedad, que a su vez abarca la economía.
Sin embargo, la economía capitalista global es un sistema poderoso con una dinámica incorporada que es impulsada por actores con un poder inmenso, tanto que ya sobrepasa los límites planetarios. En la práctica, lejos de ser el ámbito menor, es el más dominante. Para visualizar las interrelaciones entre los tres ámbitos también puede ser útil un diagrama de Venn o un triángulo (Figura 0.1).
15Los tres ámbitos o puntos del triángulo se asocian tradicionalmente con grupos de diferentes valores, objetivos y ámbitos de políticas:
La desventaja de esta metáfora visual es que los grupos económicos, ambientales y sociales parecen separados e iguales. No lo son, como deja claro este libro.
El enfoque ESPE es multidisciplinario y se basa selectivamente en las perspectivas analíticas de las ciencias sociales, en particular la economía ambiental, la economía ecológica, el marxismo, la sociología, la ciencia política, el institucionalismo histórico y la política social. No tomo al ESPE como una teoría, sino simplemente como un marco útil para tener en cuenta los dobles revestimientos de la economía
: lo social y lo biofísico. Sin embargo, hablar y escribir hoy en día para las ciencias sociales
es una tarea abrumadora. Las disciplinas académicas gobiernan, y la investigación que cruza sus fronteras, aunque se defiende constantemente, es una lucha para llevarla a cabo en la práctica. En particular, existe un abismo de incomprensión y malentendidos entre la economía y otras disciplinas de las ciencias sociales.
El paradigma dominante que enmarca el análisis de la economía durante las últimas cuatro décadas fue la economía neoclásica. Diría que, como enfoque analítico positivo, este paradigma tiene, al menos, tres puntos ciegos. Primero, equipara la incertidumbre (no asegurable) con el riesgo (asegurable), a pesar de los peligros inminentes de los puntos de inflexión climáticos y los resultados catastróficos y, por lo tanto, de muchas formas de análisis de costo-beneficio de los impactos futuros de la mitigación del cambio climático. En segundo lugar, asume que el progreso técnico es exógeno
, determinado fuera del modelo del sistema económico, lo que perjudica la capacidad de analizar los grandes cambios no marginales que requiere la rápida transformación económica y la descarbonización y así hace que todos los modelos económicos actuales sean inviables según algunos economistas. En tercer lugar, la economía estándar ignora o subestima el papel de las barreras históricas e institucionales en la implementación de políticas climáticas efectivas (Dietz 2011; Hodgson 2013; Scrieciu et al. 2013; Grubb et al. 2014; Farmer et al. 2015).
Una encuesta realizada en 2011 concluyó que la economía neoclásica defendía una tasa óptima de reducción de emisiones modesta
, muy por debajo de la recomendada por los científicos del clima (Dietz 2011). Las razones económicas para reducciones más profundas de las emisiones se pueden justificar, y se justificaron, utilizando una tasa de descuento más baja para estimar los costos climáticos futuros (Stern 2007), o reconociendo la existencia de escenarios de baja probabilidad y alto impacto (Weitzman 2009). Probablemente sea cierto decir que los economistas climáticos neoclásicos están cambiando hacia un enfoque más precautorio, pero todavía están muy por detrás de las advertencias aceleradas de los científicos del clima. En contraste, una variedad de conceptos económicos tiene valor y se utiliza en otros lugares, por ejemplo, en el Capítulo 6.
La economía política brinda un marco más amplio y fructífero. Abarca dos suposiciones centrales (Caporaso y Levine 1992; Gamble 1995). La primera es que los procesos políticos y económicos, aunque analíticamente distintos bajo el capitalismo, están interconectados y deben estudiarse como un todo complejo e interrelacionado. La segunda es que la economía, la esfera del abastecimiento material
, tiene un peso especial para explicar y comprender adecuadamente la forma de gobierno y la política³. Los gobiernos no son percibidos como árbitros neutrales que corrigen disfunciones en la economía de mercado, sino como instituciones centrales que reflejan y le dan forma a la distribución del poder y los recursos en la sociedad. El enfoque de la economía política se puede encontrar tanto en formas marxistas como no marxistas, estas últimas, por ejemplo, en Lindblom (1977), Strange (1988), Dahl (1998) y Hacker y Pierson (2002).
El capitalismo como sistema
La economía política está dispuesta a referirse al capitalismo y al sistema capitalista, un sistema ahora global que impulsa la relación entre la economía, el cambio climático y las necesidades humanas. Aunque se discute la definición exacta de capitalismo, hay acuerdo sobre algunas características clave. La primera es la producción de mercancías con fines de lucro. Como señaló por primera vez Karl Marx, el capitalismo subordina la producción de valores de uso
para satisfacer los deseos y necesidades humanos⁴ a un impulso para acumular valor de cambio
mediante la producción de mercancías para la venta:
La circulación simple de mercancías –vender para comprar– es un medio para realizar un fin ajeno a la circulación, a saber, la apropiación de valores de uso, la satisfacción de necesidades. La circulación del dinero como capital es, por el contrario, un fin en sí mismo, ya que la expansión del valor solo tiene lugar dentro de este movimiento constantemente renovado. La circulación de capitales, por lo tanto, no tiene límites. Así, el representante consciente de este movimiento se convierte en capitalista. Su persona, o más bien su bolsillo, es el punto de donde parte el dinero y al que vuelve. Lo único a lo que aspira es al inquieto proceso interminable de obtención de beneficios. (Marx 1926: 169, 171)
Esto se aplica ya sea que esa cosa llamada capital se invierta en energía, industria, agricultura, servicios, distribución, finanzas o el mundo digital inmaterial. Esta es la fuerza impulsora central de la economía mundial capitalista.
Otra característica clave del capitalismo es la propiedad privada de los medios de producción o del capital (o al menos de un sustancial sector de propiedad privada). Por lo tanto, las empresas privadas controlan la inversión en medios de producción y desempeñan un papel importante en la determinación de las vías económicas de desarrollo. Otra característica es la existencia de una clase de personas que venden su fuerza de trabajo a cambio de salarios; no tienen bienes propios, o al menos no tienen bienes suficientes para mantenerse a sí mismos y a sus familias durante su vida. Ambas características enfatizan el papel de los derechos de propiedad, o su falta, y los institucionalistas legales argumentarían que un sistema legal que reconoce los derechos legales sobre muchos tipos de activos es otro componente fundamental del capitalismo (Hodgson 2016).
El capitalismo es un sistema que evolucionó en el tiempo histórico, desde los comienzos mercantiles en el noroeste de Europa en el siglo XVI, pasando por el capitalismo industrial en Gran Bretaña en el siglo XVIII, y se extendió a Europa, América del Norte y otros países colonos en el siglo XIX. En el siglo XX, nuevas formas sociotécnicas de fordismo
(producción integrada y consumo masivo) surgieron inicialmente en los EE.UU. y se extendieron por todo el mundo capitalista avanzado. Desde la década de 1970, esto se transformó en el sistema global y financiarizado que caracteriza el nuevo milenio. Como predijo Marx, el sistema se extendió tanto intensamente, mercantilizando muchas de nuestras actividades y relaciones, como extensivamente, llenando
el mundo entero. La búsqueda de ganancias da forma e impulsa el progreso tecnológico. El resultado son las transformaciones aceleradas de nuestras economías y vidas, y del mundo. El objetivo del crecimiento económico sin fin es un corolario necesario del capitalismo.
La coevolución del capitalismo en torno a los hidrocarburos fósiles tuvo una importancia trascendental. Desde fines del siglo XVIII, los combustibles fósiles brindaron la base energética indispensable para este proceso de acumulación. Con la quema de carbón, la energía se liberó del viento, el agua, los biocombustibles y la tracción animal, y de repente se dispuso de millones de años de energía de luz solar almacenada
. La explotación posterior del petróleo proporcionó fuentes de energía aun más concentradas. El impulsor fundamental del calentamiento global fue una combinación de industrialización basada en fósiles y capitalismo global: capitalismo carbonífero (Newell y Paterson 2010).
Los ámbitos ecológico y social
Las sociedades siempre desarrollaron mecanismos para proteger y reproducir el trabajo y la naturaleza. Las actividades para cuidar y socializar a niños y niñas, construir y mantener comunidades y crear significados compartidos siempre existieron por fuera de la economía de mercado y principalmente fueron realizadas por mujeres, como subrayan los análisis feministas (Elson 1988; Mellor 1997; Barry 2012; Fraser 2014). De manera similar, las formas de acción colectiva evolucionaron a lo largo de la historia para contrarrestar la sobreexplotación de los recursos de uso común
ambientales en contextos locales, como la pesca excesiva o el uso excesivo de los suministros de agua, tal como lo documentó Elinor Ostrom (1990). Éstos adoptan numerosas formas, como la tenencia comunal o los derechos a los servicios ambientales, con control y cumplimiento voluntarios y comunales.
La reproducción de las capacidades humanas y los servicios ambientales en los contextos locales dependió durante mucho tiempo de arreglos precapitalistas, no mercantilizados y colectivos. Pero el suministro de recursos naturales y humanos no puede garantizarse desde dentro de la dinámica capitalista. Ambos conjuntos de recursos requieren protección brindada por instituciones con valores distintivos y fuerzas motrices: lo que Nancy Fraser (2014) llama las moradas ocultas del capitalismo
. Si el valor dominante del sistema capitalista es la codicia legítima
, los valores de las moradas ocultas
son costumbres sociales como la solidaridad, el apoyo mutuo y la responsabilidad comunal y colectiva, que con el tiempo mutaron en ideas y movimientos de ciudadanía social y sustentabilidad ecológica (cf. Streeck 2014). Tanto la naturaleza como las necesidades humanas son complejas, desordenadas y multidimensionales, pero una economía capitalista depende en última instancia de la reproducción de ambas (Koch 2012).
El capitalismo, como modo de producción impulsado por la acumulación, siempre está encerrado dentro de formaciones sociales particulares, que comprenden instituciones sociales y políticas. El concepto de Karl Polanyi del doble movimiento
en La gran transformación brinda una perspectiva histórica útil. A medida que la economía de mercado en la Gran Bretaña del siglo XIX se volvió autorreguladora y se desvinculó
de las instituciones sociales y los patrones sociales de comportamiento, surgió una contradicción en el ámbito social. Dejando de lado la esclavitud, el trabajo en sí mismo no puede ser mercantilizado: es una mercancía ficticia
porque no se produce para la venta y no puede separarse del resto de la vida
(Polanyi 1944). Su mercantilización de facto resultó en una profunda inseguridad y amenazas al bienestar, lo que condujo a contramovilizaciones de trabajadores, comunidades y reformadores sociales y al surgimiento político de la cuestión social
. Surgieron nuevas formas de regulación e instituciones protectoras, incluidas las políticas sociales, de manera fragmentaria y en una amplia variedad de formas, para hacer frente a los efectos no planificados, dañinos y que amenazan el sistema de la mercantilización del trabajo. Después de la Segunda Guerra Mundial, esta reacción social se institucionalizó en forma de Estados de bienestar
.
La perspectiva polanyiana también se puede aplicar para comprender las intervenciones estatales en el ámbito ambiental y en la política climática. La naturaleza es, como el trabajo, una mercancía ficticia
. La industrialización temprana puso en marcha el aumento inexorable de las emisiones de CO2 y aceleró la mercantilización de los recursos naturales y el despojo del medio ambiente. Esto, a su vez, estimuló los primeros movimientos opositores en el siglo XIX, como las regulaciones municipales sobre el suministro de agua. Situación que se renovó a fines del siglo XX, cuando las amenazas de un crecimiento industrial y de consumo no regulado motivaron movimientos ambientales y políticas verdes. Una vez más, esto presionó gradualmente las intervenciones estatales y la gobernanza ambiental, que incluyeron, con el tiempo, las primeras medidas para restringir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Algunos politólogos interpretaron el surgimiento de eco-Estados
como un paralelismo con el surgimiento anterior de Estados de bienestar (Barry y Eckersley 2005; Meadowcroft 2005; Gough et al. 2008a; Duit 2014; Duit et al. 2016: 3; cf. Mol 2016).
Pero la compatibilidad del capitalismo con las restricciones ecológicas es aun más problemática. La economía ecológica reconoce la prioridad ontológica y normativa de una biosfera sostenible, pero pasa a analizar las numerosas interacciones que surgen. Los temas clave incluyen escala, coevolución, incertidumbre y complejidad (Özkaynak et al. 2012). Los ecosistemas pueden verse perturbados cuando la escala de la economía humana crece de manera anormal en relación con su entorno. Una cuestión central es la de los límites, que llamó la atención internacional con la publicación