LIBROS SALVAJES
EL GRAN LIBRO DE LA NATURALEZA
Galileo Galilei era partidario de buscar la sabiduría más allá de las estanterías de las bibliotecas, entregándose a la contemplación directa del «libro de la naturaleza». En uno de sus ensayos, recogido por Italo Calvino en Por qué leer los clásicos (Siruela, 2009), advierte de los riesgos de tratar de comprender el funcionamiento de la vida exclusivamente a través de fuentes indirectas: «Los que todavía me contradicen son algunos defensores severos de todas las minucias peripatéticas» que se niegan a alzar las ojos de las páginas de los libros de filosofía, «como si el gran libro del mundo no hubiera sido escrito por la naturaleza para que lo lean otras personas además de Aristóteles». Esta voluntad de ir más allá de lo ya sabido es la que parecen tener hoy científicos heterodoxos como Rupert Sheldrake, que en el ensayo El renacimiento de la naturaleza (Paidós, 2017), propone una visión holística del mundo natural, que combina el conocimiento biológico con ideas procedentes de la mitología, la historia y la psicología.
«LA CIENCIA CONVIRTIÓ A LOS HOMBRES EN UNA SUERTE DE “NUEVOS DIOSES” Y LOS ALEJÓ CADA VEZ MÁS DE LA VERDADERA COMPRENSIÓN DEL MUNDO NATURAL. EL PUJANTE ESCENARIO DE LA URBE PERMITIÓ DISFRUTAR DE COMODIDADES Y
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