La huella de carbono y el análisis de ciclo de vida

Por Sergio Álvarez Gallego

El análisis de ciclo de vida (ACV) es la metodología más extendida para la cuantificación de la huella de carbono y del resto de impactos ambientales que pueden derivarse de una actividad.

El objetivo de este libro es dotar al lector de las capacidades y habilidades necesarias para el desarrollo de estudios básicos y sólidos de ACV. Para ello, en su contenido se abordan los conceptos esenciales, cada una de las fases necesarias para realizar su implantación, utilizando como ejemplo un caso práctico, e información sobre herramientas y bases de datos para la ejecución de estudios.

• Idioma: Español
• Editorial: AENORediciones
• Fecha de lanzamiento: 13 sept 2017
• ISBN: 9788481439526

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Créditos

Título: La huella de carbono y el análisis de ciclo de vida. ePUB

Serie Huella de carbono. Volumen 5

Autor: Sergio Álvarez Gallego

© AENOR Internacional, S.A.U., 2017

Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial en cualquier soporte, sin la previa autorización escrita de AENOR Internacional, S.A.U.

ISBN: 978-84-8143-952-6

Impreso en España – Printed in Spain

Edita: AENOR Internacional, S.A.U.

Maqueta y diseño de cubierta: AENOR Internacional, S.A.U.

Nota: AENOR Internacional, S.A.U. no se hace responsable de las opiniones expresadas por el autor en esta obra.

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Prólogo

A continuación se presenta de manera didáctica la metodología de análisis de ciclo de vida (ACV). El ACV es, sin lugar a duda, la metodología más extendida para la cuantificación de la huella de carbono y del resto de impactos ambientales que puedan derivarse de la actividad objeto de estudio. Es por ello por lo que el contenido del presente libro trasciende lo relativo a la huella de carbono, y su difusión puede realizarse para comprender el futuro de los avances en campos tan promisorios como el ACV de organizaciones o el concepto de huella ambiental impulsado por la Unión Europea para el mercado único de productos verdes.

El volumen está dividido en tres capítulos con el objetivo de dotar al lector de las capacidades y habilidades necesarias para el desarrollo de estudios básicos, pero sólidos, de ACV. El primer capítulo versa sobre los conceptos del ACV, el segundo sobre la implementación del ACV y el último contiene información de bases de datos y herramientas para la ejecución de estudios de ACV. Mediante la lectura comprensiva, se aprenderán todas las directrices que deben ser seguidas para cada estudio. En todo momento se pretende desarrollar un contenido práctico, donde la teoría es acompañada de casos de estudios que facilitan la asimilación y la replicabilidad. A continuación se presentan con más detalle los contenidos y la motivación de cada capítulo.

El capítulo 1 presenta los conceptos básicos del ACV. Tal y como se mencionó en el volumen 3 de la serie, la huella de carbono con enfoque a producto deriva del desarrollo científico y normativo del análisis de ciclo de vida. Los primeros estudios basados en el ACV comenzaron a realizarse en los años 60, siendo uno de los más referenciados el desarrollado por el Midwest Research Institute para la empresa Coca-Cola® en 1969. Dicho estudio dio a conocer la importante repercusión ambiental que tenía la fase de refrigeración del producto en el punto de venta al cliente. Gracias a sus conclusiones, Coca-Cola® elaboró un programa de ayudas para conseguir que sus intermediarios y distribuidores finales dispusieran de equipos de refrigeración eficientes. De esta manera, los puntos de venta cambiaron sus neveras por las proporcionadas por la marca. En la actualidad, sorprende el elevado número de refrigeradores que Coca-Cola® ha cedido dando a conocer su marca y su responsabilidad por un futuro más sostenible.

El capítulo 2 pretende describir en detalle cada una de las fases que deben ser superadas en un ACV. A través de su lectura, se irá resolviendo un caso práctico a fin de facilitar al lector la comprensión y puesta en práctica del procedimiento. En este capítulo es importante entender que las fases de análisis a menudo se realizan de manera paralela e iterativa. Por ejemplo, la fase de evaluación de impacto a menudo puede indicar la necesidad de volver y refinar datos en la fase del inventario. A su vez, es posible que en la fase de inventario nos demos cuenta de que no disponemos de los datos que inicialmente habíamos considerado, por lo que será necesario volver y reescribir el objetivo y alcance del ACV.

El capítulo 3 pretende dar las claves para facilitar la implementación de estudios de ACV. Para ello, se presentan las herramientas y las bases de datos más extendidas. En todo momento se ha buscado aportar el máximo nivel de detalle y acompañar el mismo con la mayor didáctica posible que facilite la comprensión.

Por último, agradecerle el interés que ya está mostrando en la lectura de estas líneas. Espero de verdad que lo disfrute y la lectura sea didáctica y motivante.

Sergio Álvarez Gallego

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1. Conceptos básicos del análisis de ciclo de vida

1.1. La huella de carbono y el análisis de ciclo de vida

Tal y como se verá en la lectura del volumen, la huella de carbono es una versión simplificada del análisis de ciclo de vida (ACV) en el que, en lugar de considerar varias categorías de impacto ambiental, se considera únicamente una de ellas, la relativa a calentamiento global (véase la figura 1.1 para entender mejor esta relación).

Es cierto que el calentamiento global es uno de los grandes retos de este siglo XXI, un reto considerado por muchos como la única esperanza de esta generación para salvar al planeta, la nueva conquista de la Luna. Sin embargo, la actividad humana genera importantes impactos sobre el medio ambiente en otras áreas que no deben dejarse de lado. El ejemplo más claro que se puede aportar es el relacionado con la generación de energía eléctrica con las centrales nucleares. La fisión de uranio enriquecido no genera emisiones directas de gases de efecto invernadero, sin embargo, sí tiene importantes impactos y riesgos en lo que a radiación ionizante se refiere.

De acuerdo con diferentes estudios, las decisiones basadas únicamente en la huella de carbono contradicen en un 20% a las decisiones basadas en el ACV (Weidema et al., 2008). Esto es debido a que hay categorías de impacto ambiental que no mantienen una correlación. Es decir, un descenso en la huella de carbono no significa siempre un descenso en otras categorías de impacto ambiental. En este sentido, se puede citar al estudio elaborado por Laurent y otros autores en 2012. En el mismo, tras estudiar los impactos ambientales sobre 4.000 productos, demostraron que las categorías de impacto con menor correlación eran la huella de carbono y la toxicidad.

Por lo tanto, una reducción en la huella de carbono no siempre es sinónimo de una reducción en el comportamiento ambiental global. La huella de carbono debe ser tenida en cuenta con sus debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades (Álvarez et al., 2016). Siempre va a ser recomendable complementar el uso de la huella de carbono con un ACV que integre otras categorías de impacto ambiental.

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Fuente: Ihobe, sociedad pública de gestión ambiental. Gobierno Vasco. Análisis de ciclo de vida y huella de carbono. Dos maneras de medir el impacto ambiental de un producto. 2009.

Figura 1.1. Relación gráfica entre la huella de carbono y el análisis de ciclo de vida

1.2. Concepto y fases

1.2.1. Concepto

El concepto de ACV se ha venido construyendo desde los primeros estudios desarrollados en los años 60 del siglo pasado por el Instituto de Investigación del Medio Oeste de los Estados Unidos. Posteriormente, dichos estudios fueron avalados por la Sociedad de Toxicología y Química Ambiental (en inglés, Society of Environmental Toxicology and Chemistry). Dicha sociedad empezó a utilizar el concepto en 1989, debiendo esperar hasta 1993 para que el ACV fuera definido oficialmente como: Procedimiento objetivo de evaluación de cargas energéticas y ambientales correspondientes a un proceso o a una actividad, que se efectúa identificando los materiales y la energía utilizada y los vertidos al entorno. La evaluación se realiza sobre el ciclo de vida completo del proceso o actividad, incluyendo la extracción y tratamiento de la materia prima, la fabricación, el transporte, la distribución, el uso, el reciclado, la reutilización