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Identidad y trabajo: El proceso de construcción identitaria en los trabajadores subcontratados de la Gran Minería del Cobre en Chile
Identidad y trabajo: El proceso de construcción identitaria en los trabajadores subcontratados de la Gran Minería del Cobre en Chile
Identidad y trabajo: El proceso de construcción identitaria en los trabajadores subcontratados de la Gran Minería del Cobre en Chile
Libro electrónico459 páginas6 horas

Identidad y trabajo: El proceso de construcción identitaria en los trabajadores subcontratados de la Gran Minería del Cobre en Chile

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Información de este libro electrónico

Los cambios en la producción, el desplazamiento de la industria, el auge del sector de servicios y la flexibilidad laboral como paradigma de gestión y organización del mercado laboral han llevado a una parte de las Ciencias Sociales a afirmar que se ha arribado a las sociedades del “fin del trabajo”. nbsp; Se indica que, en la “era posindustrial”,
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento12 jul 2023
ISBN9786075644974
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    Identidad y trabajo - Mauricio Muñoz

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    Nombre: Muñoz Flores, Mauricio Esteban, autor.

    Título: Identidad y trabajo : el proceso de construcción identitaria en los trabajadores subcontratados de la Gran Minería del Cobre en Chile / Mauricio Muñoz.

    Descripción: Primera edición. | Ciudad de México : El Colegio de México, Centro de Estudios Sociológicos, 2023.

    Notas: Requisitos de sistema: programa lector de archivos ePub. | Versión en libro electrónico de la edición impresa.

    Identificadores: ISBN 978-607-564-382-3 (edición impresa). | ISBN 978-607-564-497-4 (ePub)

    Temas BDCV: Identidad colectiva – Chile. | Mineros del cobre – Identidad – Chile. | Mineros del cobre – Condiciones sociales – Chile. | Mineros – Empleo – Chile. | Industrias mineras – Política gubernamental – Chile. | Mineros – Sindicatos – Chile. Clasificación DDC: 305./0983 – dc23

    Primera edición impresa, 2022

    Primera edición electrónica, 2023

    D.R. © El Colegio de México, A. C.

    Carretera Picacho Ajusco, núm. 20

    Ampliación Fuentes del Pedregal

    Alcaldía Tlalpan

    14110, Ciudad de México, México

    www.colmex.mx

    ISBN impreso: 978-607-564-382-3

    ISBN electrónico: 978-607-564-497-4

    Conversión gestionada por:

    Sextil Online, S.A. de C.V./ Ink it ® 2023

    +52 (55) 52 54 38 52

    contacto@ink-it.ink

    www.ink-it.ink

    Este libro está dedicado con mucho amor a Emilia

    y a nuestras hijas, Milagros y Leonor

    ÍNDICE

    Prefacio

    Antonio Aravena Carrasco

    Introducción

    1. Hacia una definición de identidad

    2. La relación entre identidad, trabajo y conflicto

    3. El abordaje del tema en Chile

    4. El contexto económico, político, social y cultural de Chile

    Las transformaciones de la estructura económica

    La reconfiguración social y política de la población

    El Plan Laboral de 1979 y su herencia

    La Constitución política de 1980: despolitización de la población

    La política social del Estado: privatización de los derechos sociales

    Las orientaciones culturales dominantes

    5. La importancia de la Gran Minería del Cobre en Chile

    Codelco

    Productores privados e inversión extranjera

    Anglo American

    Antofagasta Minerals

    Barrick Gold

    bhp Billiton

    Collahuasi

    Freeport-McMoRan Copper & Gold Inc.

    Glencore

    kghm-Polska Miedź (kghm-pm)

    Minera Lumina Copper Chile

    Teck

    La subcontratación como forma dominantede contratación de personas en la gmc

    6. La Confederación de Trabajadores del Cobre: organización que agrupa federaciones y sindicatos de trabajadores subcontratados de la gmc

    Antecedentes de la ctc: desde el Sinami hasta la cntc

    La huelga larga de 2007: fundación de la ctc

    Año 2008: un nuevo conflicto, ahora la derrota y el repliegue

    La reactivación organizacional: burocratización, reproducción y crecimiento

    Codelco cierra las puertas: la infructuosa renovación del Acuerdo Marco

    Las interpretaciones realizadas sobre la ctc

    Orientación analítica estructural

    Orientación analítica con enfoque en los actores

    Las particularidades de la ctc respecto del movimiento sindical chileno

    Análisis histórico del movimiento sindical chileno

    Continuidades y rupturas de la ctc respecto al sindicalismo clásico

    7. La identidad proteica de los trabajadores subcontratados de la Gran Minería del Cobre

    Dimensiones de análisis

    Historias de vida: una existencia precaria

    La relación de los subcontratados con los espacios productivos

    Conflicto: función, tipos y etapas

    La influencia de la ctc en los sindicatos de los trabajadores subcontratados de la gmc y su relación con las bases sindicales

    Los impactos del proceso de desenclavización de la producción minera en la vida cotidiana de los trabajadores subcontratados de la gmc

    Las configuraciones identitarias de los trabajadores subcontratados de la gmc

    Identidad de trabajador pobre

    Identidad de obrero discriminado

    Identidad contestataria

    Conclusiones: bifurcaciones conceptuales sobre el análisis empírico del proceso de configuración identitaria

    Anexo metodológico

    Bibliografía

    Hemerografía

    Sobre el autor

    Prefacio

    En el presente libro se examina el proceso de conformación de identidad en los trabajadores subcontratados de la Gran Minería del Cobre (gmc) en Chile. El resultado es una obra muy interesante que ofrece un completo marco teórico sobre el concepto de identidad vinculado al trabajo, brindando una lectura lúcida sobre un sector clave en la historia económica, política y social de Chile. El libro se inserta en una larga tradición de estudios sobre la minería, pero asume riesgos y avanza en un acercamiento original al introducirse en los ámbitos organizacionales y de la subjetividad laboral. Mauricio Muñoz demuestra un amplio conocimiento del campo investigado. De igual modo, destaca la claridad y agudeza en la presentación de los contenidos, alejada de cualquier simplificación o estridencia innecesaria.

    La caracterización de la gmc, particularmente lo referido a la estatal Codelco (Corporación Nacional del Cobre) y los productores privados, permite situar el estudio. Luego de revelar la fisonomía del sector, en la que aparecen las empresas más representativas, se puntualiza un elemento clave en el contexto de la investigación: la subcontratación es la principal forma de contratación de personas en la gmc. Así las cosas, se prepara el terreno para la presentación de los contenidos fundamentales del estudio: la constitución de la Confederación de Trabajadores del Cobre (ctc) y, sobre todo, la con­formación de la identidad colectiva de los trabajadores sub­contratados. No es el propósito central del estudio hacer una revisión histórica exhaustiva, sin embargo, se aportan antecedentes valiosos sobre el surgimiento y desarrollo de la organización de los trabajadores subcontratados y la fuerza de la organización sindical, así como los peligros de su burocratización y algunos episodios de conflicto, entre otros.

    Lo anterior es imprescindible para observar la configuración de la identidad laboral. En este punto el lector accederá a debates y propuestas analíticas muy sugerentes: la idea de existencia precaria, las dinámicas sociales en los espacios productivos, el lugar del conflicto en el sector minero, la relación de la ctc con los sindicatos, los impactos de la desenclavización de la producción minera y, por cierto, la noción de identidad proteica. La existencia precaria se entiende como una condición de inestabilidad, pobreza y privación de derechos que no remite sólo al espacio productivo, sino que invade otros mundos de vida. En cuanto a las dinámicas sociales en el trabajo el autor nos transporta a una sociología de la experiencia, centrada en las interrelaciones cotidianas de los sujetos y, por tanto, ligada al ámbito microsociológico. Apoyado en lecturas cercanas al interaccionismo simbólico, se complejiza la comprensión de estos procesos. Entre otras cosas, se registran formas de discriminación entre los propios trabajadores, lo que contribuye, según el autor, a pensar el conflicto laboral no sólo en la tensión capital-trabajo, sino también en términos del binomio trabajador-trabajador.

    La identidad de los trabajadores subcontratados está tensionada por los diferentes procesos que hemos mencionado, además de otros que se explican con detalle en el libro. La propuesta teórica conduce a visualizarla en permanente construcción, por lo que su comprensión requiere contemplar factores estructurales, organizacionales y microsociales (vinculados a las interacciones de los individuos); es decir, la identidad, en palabras del autor, puede ser concebida como un proceso dinámico, relacional y modificable que, a la vez, permite su propia producción, reproducción, comunicación y adaptación, y estructura su carácter contingente, cambiante y heterogéneo en una formación determinada.

    En definitiva, diversos aspectos permiten reconocer el valor del trabajo. En primer lugar, se presenta una revisión bibliográfica actualizada tanto del desarrollo productivo y sindical en la minería como respecto de los cambios en el trabajo y la estructuración de la identidad laboral. Los interesados en indagar en este sector encontrarán importantes referencias. Quizá sea más significativo que hallaran una propuesta analítica de gran rigor. El libro sigue la idea de collage utilizando esquemas conceptuales flexibles e incorporando las aportaciones de diferentes autores, sin restringirse a una tradición teórica en particular. Sería interesante que en una próxima publicación el autor pudiese ampliar estas reflexiones, refiriéndose a sus rendimientos y limitaciones.

    Mauricio Muñoz decide tensionar su marco teórico a partir del trabajo de campo, lo que puede ser entendido como una crítica a los procedimientos positivistas de investigación. Lejos de pensar dicho trabajo sólo como una etapa para corroborar las hipótesis, decide favorecer el desarrollo de nuevas conceptualizaciones. Destaca la facilidad que muestra para moverse en distintos niveles de análisis: desde los estructurales hasta los organizacionales o los vinculados a la subjetividad. Este modo de concebir la investigación le permite señalar que la identidad no es única y que su comprensión requiere la consideración (y coexistencia) de diferentes tradiciones teóricas. Por cierto, todas estas son materias que pueden ser objeto de un debate más amplio. De cualquier manera, estamos en presencia de un valioso análisis que procura conciliar el nivel estructural con el aspecto dinámico y relacional.

    Cabe consignar que el estudio se inserta en los debates de las ciencias sociales latinoamericanas y ciertamente hace aportes en ese plano. En este sentido, se suma a quienes reafirman la relevancia del trabajo como categoría analítica y se aleja de aquellos que se adhieren a la tesis del fin del trabajo. El planteamiento del libro es que, pese a las condiciones precarias en que se desenvuelven los trabajadores subcontratados, el trabajo se torna una actividad esencial, generadora de sentidos; es decir, el trabajo sigue siendo una categoría sociológica relevante, reconociendo que, como indica el autor, funciona como punto de anclaje para las demás experiencias vitales, muchas veces permitiéndolas, limitándolas y siempre estructurándolas.

    Asimismo, la investigación contribuye a pensar la agenda de investigación sindical en la región. En este marco, cabe recordar la exploración realizada sobre la democracia y la burocratización sindical, el conflicto (la incorporación de Simmel nos parece un acierto), las relaciones sociales de producción en términos de su conexión con el desarrollo de la identidad y fuerza sindical; la relación entre trabajo minero, sindicalismo y familia, que lleva a tener en cuenta asuntos como el desarraigo o los peligros de la desintegración familiar; la relación de las organizaciones sindicales (confederación de trabajadores en este caso) y las identidades individuales y colectivas en el trabajo; las estrategias sindicales, la banalización de la existencia precaria y sus efectos políticos; el impacto de la condición de trabajador pobre en los sindicatos; sólo por mencionar algunos ejes.

    El libro cierra una etapa de varios años de investigación del autor que encontró en el Programa de Doctorado en Ciencia Social con especialidad en Sociología, impartido por El Colegio de México, su punto de consolidación. Cabe reconocer el apoyo entregado por esta institución, en particular al Centro de Estudios Sociológicos (ces), que hizo posible la publicación para que este libro llegue a sus manos. Sabemos que estos apoyos institucionales resultan fundamentales para promover la investigación laboral en América Latina.

    Finalmente, dirijo a Mauricio Muñoz mis felicitaciones por el trabajo realizado. El libro que nos ofrece es una excelente oportunidad para pensar y ampliar los horizontes de la investigación sindical. Estoy seguro de que surgirán muchas reflexiones y nuevas preguntas de investigación a partir de sus hallazgos.

    Antonio Aravena Carrasco

    Introducción

    La definición, los alcances y la aplicación del concepto de identidad son todas problemáticas tratadas en este libro y desprendidas de la investigación titulada Identidad en movimiento. El proceso de construcción identitaria en los trabajadores subcontratados de la Gran Minería del Cobre en Chile, realizada en el marco del Programa de Doctorado en Ciencia Social con especialidad en Sociología, del Centro de Estudios Sociológicos (ces) en El Colegio de México, entre los años 2012 y 2016, bajo la tutela de Francisco Zapata.1 Con base en ese estudio, surgió la necesidad de abordar la noción de identidad a partir de su aplicabilidad en las ciencias sociales y, particularmente, en las relaciones y el uso de este concepto para comprender a los actores colectivos que se configuran en torno al trabajo. La presente publicación es un esfuerzo por sintetizar el material empírico y la discusión teórica, para, a partir de la experiencia investigativa, ofrecer algunos elementos que permiten complejizar el concepto de identidad, así como también determinar sus alcances analíticos en el ámbito de las ciencias sociales y la posibilidad de su aplicación sobre un actor social determinado.

    El trabajo, después de la infancia, es uno de los ámbitos más relevantes en el que se desenvuelve la dinámica de construcción de la identidad. Existe todo un campo intelectual que sin demasiados anclajes empíricos se ha referido al fin del trabajo como fenómeno propio y hasta constitutivo del actual capitalismo, cuestión que a todas luces resulta inverosímil si consideramos que la especie humana ha sostenido su existencia —también la posibilidad de su destrucción a partir de la sobreexplotación de los recursos naturales— en la condición productiva y transformadora que emana del trabajo humano. No hace falta más que mirar por nuestra ventana y ver cómo se muestra la producción humana. Es más, no es necesario ir tan lejos. Podemos sentir, en nuestro cuerpo, las ropas que nos abrigan; ver los útiles, toda aquella materialidad que nos acompaña de manera inmediata y que conforma el artificio generado para soportar la vida. Todo lo anterior es producto del trabajo humano. Esta acción transformadora no lo es sólo en relación con nuestro entorno. No se vincula únicamente a la explotación de recursos naturales que sirvan de materias primas para la elaboración de cosas, productos o medios de producción, los cuales, entre otros usos, generan nuestra realidad material mediatizando e incluso, hoy en día, virtualizando la existencia. Al mismo tiempo, el trabajo transforma a los sujetos que, de manera individual, pero sobre todo colectiva, producen. Los espacios laborales son escenarios donde la interacción entre compañeros de trabajo: superiores, subordinados, clientes internos y externos, etcétera, así como entre éstos y los medios (tecnología, herramientas) u objetos (materias primas) de su trabajo, genera sentidos que pueblan los espacios de significación común de los individuos y, al mismo tiempo, produce sentidos comunes en los colectivos laborales e incluso sociales.

    Por las características que adquiere el trabajo en el capitalismo, al ser una relación de explotación, la situación de los trabajadores, así como el proceso de construcción identitaria, no pueden ser definidos por referencia exclusiva a determinantes económicos o técnicos. Es necesario, por lo tanto, introducir al análisis otros elementos que den cuenta de las relaciones de poder que se constituyen en torno al trabajo. En este sentido, las organizaciones sindicales son colectivos insoslayables a la hora de abordar la relación existente entre identidad y trabajo, ya que en la asociatividad generada entre aquellos sujetos que comparten condiciones y realidades configuradas a partir del ejercicio de la actividad productiva común, al igual que sus condiciones laborales y su interacción cotidiana, en estas organizaciones y sus acciones se fragua parte importante del material que aporta elementos simbólicos para la conformación de las identidades individuales y colectivas.

    La posibilidad de comprender determinados fenómenos está dada por la construcción de conceptos que encuentran su materialidad en las realidades de las acciones de los sujetos. Así, buscando enriquecer la definición del concepto identidad vinculado al trabajo y a los actores individuales y colectivos que se relacionan y constituyen en torno a esta actividad, se busca —a partir de aquello— determinar sus alcances analíticos en el ámbito de las ciencias sociales. Para lograrlo, a continuación, en el primer capítulo de este libro se realizará un recorrido por los distintos aportes teóricos que, desde las humanidades, principalmente desde las ciencias sociales, permiten conformar un concepto complejo de identidad, tanto en su dimensión individual como colectiva.

    Luego, en el segundo capítulo, de manera específica se abordará la relación entre identidad y trabajo, en tanto lugar privilegiado de construcción de una de las representaciones dominantes de las personas en nuestra sociedad, la cual permite la conformación de actores sociales que, a través de sus acciones, producen y dan forma a determinadas identidades colectivas, aunque, como se verá, la identidad en ningún caso puede definirse de manera unívoca, el peso específico del trabajo en la construcción de las identidades no puede ser subestimado. También se examinará la relevancia de los sindicatos y el conflicto o la huelga como espacios de configuración de la identidad colectiva de los trabajadores.

    En el tercer capítulo que complementa el punto anterior, se revisará el abordaje que desde las ciencias sociales se ha realizado en torno al tema de la identidad. Nos centraremos particularmente en Chile, rescatando algunos rasgos definitorios de la identidad nacional y las dimensiones de ésta que se imbrican con ciertas orientaciones culturales dominantes altamente influidas por el proceso de neoliberalización ocurrido en el país durante los últimos cuarenta años. Además, de forma complementaria, se ofrece una síntesis acerca del campo de investigación sobre las transformaciones del trabajo, las identidades y la subjetividad.

    La idea central de estos tres primeros capítulos es entregar las bases conceptuales para luego analizar el proceso de construcción de la identidad colectiva en el trabajo, concretamente en el caso de los trabajadores subcontratados de la Gran Minería del Cobre (gmc) en Chile que, por sus características, como se verá a partir del análisis empírico, proporcionará mayores niveles de densidad al concepto de identidad, permitiendo un mejor acercamiento a la complejidad del fenómeno.

    Pero antes, con el objetivo de conformar un marco general que ayude a situar a los actores y con la intención de que esta estructura bosqueje un contexto de sentido para comprender cuál es la identidad colectiva que se configura en los subcontratados de la gmc, cómo se construye y cuáles son los principales elementos que influyen en esta construcción, en el cuarto capítulo, primero se realizará una exposición analítica para caracterizar el escenario económico, político, social y cultural chileno.

    En el quinto capítulo, se expondrá en detalle la importancia de la actividad minera para Chile, tanto en términos productivos, vincu­lado al desarrollo nacional, como en términos culturales y simbólicos, por su potencialidad de modelar espacios sociales, culturales y sindicales marcados por las particularidades del trabajo minero. Aquí se entregarán antecedentes históricos de la actividad minera y de la gmc en particular, también se aportará información en torno a la estructura jurídica, económica y productiva que, por su importancia local y mundial, se ha generado alrededor de la minería chilena. En este capítulo, por un lado, se describirán en detalle las operaciones realizadas tanto por la Corporación Nacional del Cobre (Codelco) como por la minería privada, donde destaca la alta presencia de capitales transnacionales. Por otro lado, se demostrará cómo, siguiendo la tendencia del mercado del trabajo nacional, la subcontratación a comienzos del siglo xxi se transformó en la forma dominante de contratación de personal en la gmc, en la que destaca la presencia de contratistas en la totalidad de la cadena productiva de esta industria.

    En el sexto capítulo, se presentará el contexto de emergencia de las organizaciones sindicales de los trabajadores subcontratados de la gmc, en general, y de la Confederación de Trabajadores del Cobre (ctc), en particular, subrayando las condiciones que posibilitaron su conformación, sus antecedentes organizacionales, su propensión al conflicto, sus huelgas más importantes, las principales consecuencias de éstas para la ctc, sus diferencias y similitudes a nivel estatutario con la Federación de Trabajadores del Cobre (ftc) —organización que agrupa a los sindicatos de los trabajadores de planta de la Codelco— y, finalmente, se describirá la estructura organizacional de la ctc. Después, para acercarnos a una caracterización general de los subcontratados de la gmc, se examinarán los principales estudios que han dado cuenta de su contexto de emergencia y de las acciones que, en tanto actor sindical, han realizado, destacando los principales abordajes y rescatando aquellos elementos que aportarán en su aplicación a nuestro esfuerzo investigativo. En este punto, con el objetivo de identificar las particularidades de la ctc y determinar las continuidades, tensiones y rupturas con respecto al movimiento sindical chileno en general, se realizará una comparación basada en su caracterización sociohistórica, definiendo etapas, subetapas, relaciones con el marco institucional vigente en el país, las principales características, acciones y objetivos del movimiento sindical nacional, así como las características específicas de las organizaciones sindicales de la minería.

    Por último, en el séptimo capítulo, se abordará el tema de la identidad colectiva de los trabajadores subcontratados de la gmc. Para ello, se describirá y analizará el proceso de construcción identitaria en estos trabajadores, en el que, a partir de la articulación con los conceptos recogidos para construir los capítulos iniciales de este libro y los elementos empíricos aportados por el análisis de las entrevistas aplicadas en el trabajo de campo y las observaciones realizadas en el marco de la investigación, se destacarán las historias de vida de estos trabajadores, en su mayoría marcadas por lo que se definió como existencia precaria; la relación de estos individuos con su trabajo en los espacios productivos donde se desempeñan, como también las relaciones sociales que generan allí, marcadas por víncu­los de solidaridad y discriminación; los conflictos, a nivel individual y colectivo, de los que son parte; la influencia y relación que tienen los trabajadores subcontratados de la gmc con los sindicatos del sector; finalmente, los impactos de la transformación de la producción minera, a través de la desenclavización, en la vida cotidiana de estos trabajadores. En último lugar, se realizará una síntesis que articulará estas dimensiones y los elementos que influyen en el proceso de construcción identitaria de estos actores, por un lado, para conocer cuál es la identidad colectiva que en ellos se configura y, por otro lado, a partir del análisis de este proceso extraer elementos conceptuales que aportarán al desarrollo teórico que desde las ciencias sociales se ha hecho en torno a la identidad individual y colectiva, contribuyendo, con esto, a enriquecer su comprensión.

    * * *

    Este libro no habría sido posible sin el apoyo y la confianza de instituciones y personas que creyeron en el proyecto de investigación que fue la base de lo que aquí se presenta. En primer lugar, el ces en El Colegio de México y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) mexicano, con su beca de financiamiento del Programa Nacional de Posgrados de Calidad, fueron el paraguas institucional que posibilitó, académica y materialmente, la realización del estudio en el marco del doctorado. También es necesario agradecer a los miembros del Comité Editorial del ces, por sus lecturas y recomendaciones sobre el manuscrito, las cuales, sin duda, mejoraron la versión final que aquí se publica.

    Gracias a mis residencias laborales, partiendo por la empresa Creasys, donde con ayuda de su gerente general Juan Carlos Opazo, en este inusual espacio, dedicado al desarrollo de software y la consultoría, desde finales del año 2016 he podido dar forma a su área de estudios y proyectos, promoviendo, diseñando y ejecutando, desde las ciencias sociales, investigaciones que han abordado el apasionante tema del trabajo en sus diferentes dimensiones. Al Observatorio Laboral de la Universidad Estatal de O’Higgins, en donde me desem­peño como analista; a las instituciones académicas en donde he ejercido como profesor desde 2018: la Escuela de Psicología de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile (usach), la Escuela de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Alberto Hurtado (uah), las Escuelas de Trabajo Social y Psicología de la Facultad de Ciencias Sociales y Comunicaciones de la Universidad Santo Tomás (ust) y la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Estatal de O’Higgins; en todos estos espacios encontré personas con quienes reflexionar y crecer profesionalmente.

    Quisiera reconocer y agradecer también, enormemente, al doctor Francisco Zapata, por su generosidad académica, intelectual y personal. En esta misma línea quisiera agradecer a la doctora María Luisa Tarrés sus consejos, aliento, guía y motivación que fueron fundamentales durante mi formación doctoral. Sin la preocupación y el apoyo constante de ambos, esta publicación tampoco hubiera sido posible.

    Igualmente agradezco a Sergio Naranjo y su familia, quienes, sin conocerme, me abrieron las puertas de su hogar en México. Su apoyo inicial, en esa inmensa y siempre desconocida ciudad, fue esencial. Su amistad y cariño, a la distancia, según él, otoñal, para mí, primaveral, se renueva ahora en cada visita. Allá o acá.

    A los académicos y compañeros del doctorado, particularmente a quienes fueron parte del Seminario de Tesis, ya que gracias a ellos, a sus lecturas atentas y comentarios siempre pertinentes, pude formular preguntas sociológicamente significativas para abrirme paso en el proceso investigativo. Agradezco igualmente a los amigos que me dejó el paso por El Colegio de México: a Libertad, Zulema, Irene, Iulisca, Carolina, Lencho, Santiago, Said, David, Mariana, Manchinelly, Ariadna, Velvet, Gabriel, Vivian y Carlos Fausto. Mención aparte, por el cariño que le guardo, al imprescindible Eduardo Paz, mi hermano del sur.

    Agradezco a los trabajadores subcontratados de la gmc, en particular a quienes conforman la ctc, especialmente: a Manuel Ahumada, Ana Lamas, Jedry Velis, José Irarrázabal, Rubén Miranda y, sobre todo, al compañero Miguel Santana, quienes me abrieron las puertas de la organización y del mundo contratista minero.

    A los investigadores del Centro de Pensamiento Crítico Sociedad y Trabajo, Katia Molina y Felipe Valenzuela, por el diálogo permanente sostenido en torno a las problemáticas laborales, en particular, frente a los hallazgos obtenidos durante el trabajo de campo llevado a cabo para esta investigación, así como los comentarios compartidos en el proceso de escritura de los resultados.

    Corresponde aquí, también, agradecer a Antonio Aravena, quien, como profesor del Taller Integrado de Precariedad Laboral, realizado en la licenciatura de Sociología de la Universidad de Arte y Ciencias Sociales (Arcis), hace ya quince años, y hoy, como colega y amigo, ha acompañado y alentado mi formación en las ciencias sociales, particularmente en la sociología del trabajo, así como en la investigación y la docencia universitaria.

    No puede faltar Alejandro Osorio y María Magdalena Márquez, con quienes comparto la formación y el esfuerzo constante por hacer sociología desde una perspectiva crítica. También, y cómo no, tengo que agradecer aquí a mi amigo Cristian García, quien estuvo antes que Comte, Durkheim, Weber, Marx y Simmel; y después de los clásicos, por cinco lustros de gratas coincidencias y necesarios contrapuntos, continúa ahí.

    Reconocer aquí el apoyo permanente de mi mamá Eloísa Flores (1940-2014) y mi papá Juan Muñoz (1930-2019) es necesario, fueron ellos quienes me entregaron condiciones de libertad, espacio para la necesaria equivocación y ejemplo de ascetismo y dedi­cación al trabajo. A mi hermana Maru, por tener que asumir antes de tiempo responsabilidades de cuidado en mi niñez, y a mis hermanos Juan, Marco y Miguel, quienes, cada cual a su manera y según sus posibilidades, han estado siempre presentes. Especial referencia es para mi cuñada Elsa Acuña, por su apoyo constante en el cuidado de Milagros, mi hija mayor. El trabajo de campo, así como gran parte de la escritura de los resultados de esta investigación, sin su soporte, no hubiera sido posible.

    Finalmente, por su importancia vital, agradezco a mi mujer, Emilia, quien acompañó y apoyó todo este proceso con sabiduría y cuidadoso cariño.

    ¹ Véase anexo metodológico al final del libro.

    1. Hacia una definición de identidad

    La construcción del concepto de identidad es un intento por encapsular teóricamente, para explicarlas, aquellas características propias de un individuo o colectivo. Es justamente allí donde radica su complejidad; quizá por lo mismo, su abordaje se ha realizado desde diversas disciplinas, articulando múltiples ideas, interpretaciones, énfasis y referentes empíricos. Tal como se puede apreciar en los trabajos de Luis Várguez (1999) y Geyser Margel (2010), la identidad es un concepto transdisciplinario que manifiesta, articu­lando, múltiples ideas, fenómenos y referentes empíricos, los cuales son constituyentes de la realidad social en la que está inserto el individuo que la construye.

    Desde la filosofía, por un lado, destacan autores como René Descartes, Immanuel Kant y David Hume, quienes conciben a la identidad como procesos mentales que ocurren en la persona; por otro lado, están Friedrich Nietzsche y Martin Heidegger, quienes entregan las bases para interpretar la identidad ya no como unidad ni mismidad, sino que, más bien, desde la multiplicidad. Nietzsche (2015: 47), moralmente, es decir, en el terreno de las relaciones de dominación en que surge el fenómeno de la vida humana, concibe al ser humano no como un individuum sino, más bien, como un dividuum. Tal distinción nos permite pensar al sujeto desde sus fracturas, a partir de lo complejo, compuesto, diverso, polimorfo y heterogéneo; saltar desde lo indivisible al abismo de lo fragmentario, de lo plural, de lo múltiple. Nuestro cuerpo, dirá Nietzsche (2008: 43), no es más que una estructura social de muchas almas, en donde el efecto es el yo. Por lo tanto, a partir de este autor podemos hablar de una estructuración producto de una multiplicidad, constructo de fragmentos, de relaciones sociales que permiten llegar a ser, en cada momento, lo que se es, es decir, la contingencia de la singularidad del individuo, propiamente su yo, responde a un determinado intento de ordenamiento, siempre inacabado, de lo plural; a un conjunto de piezas que se disponen contingente y permanentemente a partir de una constante socialización.

    En esta misma línea argumentativa, Heidegger (1971: 131-133) indica que la esencia del ser-ahí está en su existencia, es decir, su qué es está definido y, podríamos decir, por el carácter de lo social, redefinido permanentemente, ya no desde una unidad nuclear esencial, sino desde un devenir existencial a partir de una multiplicidad de elementos constitutivos. Sin embargo, la complejidad del planteamiento de Heidegger radica en que, atendiendo a lo anterior, al mismo tiempo, el ser-ahí es un ente que en cada caso soy yo mismo, el sujeto, el sí mismo que se mantiene como algo idéntico a través del cambio de las maneras de conducirse y de las vivencias, refiriéndose o remitiendo a esta multiplicidad. Este sujeto es el intento de ser el mismo en medio de sus múltiples alteraciones y tiene, por lo tanto, el carácter del sí mismo. Su hilo conductor ontológico es su sustancialidad. Podríamos decir también su contingencia. Es el propio filósofo quien plantea una pregunta que permite abrir el concepto de identidad, a saber: "¿Y si aquella estructura del ‘ser-ahí’ consistente en ser éste en cada caso el mío fuese el fundamento de que el ‘ser-ahí’ no sea él mismo inmediata y regularmente? A partir de esta cuestión se puede afirmar que la esencia del ser-ahí" se funda en su existencia.

    Por lo tanto, de acuerdo con estos autores, es posible proyectar la comprensión de la identidad en un contexto y en el marco o, más precisamente, como producto de interacciones sociales. Son Nietzs­che y Heidegger quienes permiten elaborar un concepto de identidad situado, relacional y al mismo tiempo en movimiento, que, posteriormente, como veremos, favorecerá el desarrollo en las ciencias sociales de la corriente del interaccionismo simbólico, aunque enfatizando lo interaccionista, el carácter reflexivo del proceso.

    En la psicología es Sigmund Freud quien utiliza por primera vez la categoría identidad para referirse a las características subjetivas por las cuales los integrantes de un pueblo se reconocían entre sí y eran reconocidos por aquellos que no pertenecían al grupo (Freud, 1996). Incluso, a nivel individual, podemos decir que este autor concibe, en un primer momento, al yo como algo independiente, unitario, bien demarcado frente a todo lo demás, pero también a partir del psicoanálisis, por el contrario, en un segundo momento, plantea que ese yo "continúa hacia dentro, sin límites precisos, como una entidad psíquica inconsciente que denominamos ello y a la cual viene a servir como fachada" (2011: 59-60). Por lo tanto, desde aquí es posible derivar una concepción contradictoria, paradojal si se quiere, de identidad, la cual integra elementos coherentes e incoherentes, en la que los primeros funcionan como una especie de máscara que al mismo tiempo muestra, ocultando, los materiales del yo que configuran su estructura. Para complementar lo anterior, en otra de sus obras, posicionando a este yo, Freud indica que un individuo forma parte de varios colectivos, con las implicancias identitarias que de aquello resulta. En específico el autor señala que "cada individuo forma parte de varias masas; se halla ligado, por identificación, en muy diversos sentidos, y ha construido su ideal del yo conforme a los más diferentes modelos. Participa así de muchas almas colectivas: la de su raza, su clase social, su comunidad confesional, su Estado, etc., y puede, además, elevarse hasta cierto grado de originalidad e independencia" (Freud, 1985: 65). Así, al igual que con Nietzsche y Heidegger, desde el psicoanálisis freudiano también es posible comprender la identidad como una producción contextual, situada, que se genera por interacciones sociales. Es más, es aquí donde explícitamente se contempla la incoherencia, por lo tanto, la irracionalidad, como uno de los elementos constitutivos del yo, cuestión que permitirá, posteriormente, matizar las definiciones que desde

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