EL CAPITALISMO HA MUERTO, VIVA EL CAPITALISMO
Es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo”, escribió el filósofo Fredric Jameson. Desde que, con la caída de la Unión Soviética, el mundo dejó de dividirse entre capitalismo y comunismo, vivimos, salvo pequeñas excepciones, en un planeta donde el sistema capitalista no tiene rival. Han quedado atrás las profecías de la izquierda que, desde Karl Marx, consideraban que el capitalismo estaba preñado del germen de su propia destrucción. La Revolución no va a llegar –o ya pasó– y la imaginación parece agotada para ofrecer alternativas. A pesar de todo, cada vez más voces empiezan a ver necesario, o inevitable, que el capitalismo evolucione hacia nuevas formas que superen los problemas que amenazan al modelo y a la propia civilización. ¿Qué viene después?
“Somos muchos los que hemos visto que esta forma de capitalismo ya no es sostenible”, afirmó director del Foro Económico Mundial de Davos, que en su edición de 2020 se centró, precisamente, en encontrar una salida realista al atolladero en el que se encuentra hoy el capitalismo, en busca de un modelo más justo y sostenible. Se habló, por ejemplo, del cumplimiento de los Acuerdos de París, de la Agenda 2030 y del stakeholder capitalism(capitalismo de las partes interesadas), donde esos stakeholders no son sólo los accionistas que se reparten los dividendos, sino los trabajadores, los
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