El nuevo DERECHO ADMINISTRATIVO
El resurgimiento reciente del derecho administrativo1 debería permitirnos volver a pensar sobre el lugar y el papel que tienen las agencias administrativas dentro del sistema jurídico mexicano. Entidades como Cofepris, Conamed, Condusef, Cofece o Ifetel, entre otras, ejercen atribuciones que afectan la vida de millones de personas, pero a veces lo que resuelven queda un tanto al margen del debate público. Asimismo, la mayor parte de la gente no sabe cómo se integran dichos órganos, cuánto tiempo duran en el cargo sus integrantes, cómo rinden cuentas o sobre la base de qué criterios van tomando sus decisiones.2
La pandemia nos ha venido a recordar que necesitamos administraciones públicas fuertes, que sean capaces de hacer frente a problemas enormes que hoy debemos enfrentar. No solamente tenemos grandes desafíos en materia de salud, sino en muchos otros ámbitos como el medio ambiente, la seguridad en el trabajo, la regulación financiera, la seguridad alimentaria, la dotación de agua y el saneamiento básico de las comunidades, la supervisión del transporte de personas y mercancías, la regulación del sector financiero, la protección de los consumidores, etcétera. Nadie puede estar sensatamente en contra de contar con administraciones públicas que trabajen en todos estos sectores para proteger a las personas y ofrecerles una calidad de vida que sea acorde con las expectativas que permite el avance del conocimiento científico que ha alcanzado en los años recientes la humanidad.
Capacidades administrativas
Las autoridades administrativas deben tener suficientes capacidades para: a) crear normas a través de una pluralidad de ámbitos regulatorios3 (nos detendremos en tan relevante tema en el siguiente apartado de este artículo), b) ejercer suficientes dotaciones presupuestales, c) contar con recursos materiales necesarios para su trabajo y d) tener recursos humanos indispensables para el desarrollo de sus tareas.
Para ello se requieren cualidades de distinto tipo. Por ejemplo, las siguientes:
1) Analíticas, para recabar información, entenderla, procesarla y saber utilizarla.4
2) De coordinación, para alinear los esfuerzos de distintos niveles de gobierno y de diversos actores dentro de cada nivel de gobierno; se debe trabajar mediante acciones conjuntas, desarrollando tareas multinivel e interagencias.
3) De implementación, para materializar las políticas públicas de tal forma que tengan un impacto en la calidad de vida de las personas.5
El primer paso: una buena regulación administrativa
Vale la pena que nos detengamos con algún detalle en el tema de la adecuada regulación, que supone un área de interés en la cual tenemos muchas oportunidades de mejora. Para entender mejor el tema conviene realizar una aproximación general, a partir de la cual podamos iniciar una aplicación más específica para el derecho administrativo.
La regulación es un ámbito de análisis que se ha desarrollado en los últimos 40 años desde distintos sectores de las ciencias sociales (aunque hay antecedentes remotos en la Inglaterra de los Tudores y de los Estuardos,
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