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Cartas a una revista pornográfica viuda
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Cartas a una revista pornográfica viuda
Libro electrónico80 páginas13 minutos

Cartas a una revista pornográfica viuda

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Información de este libro electrónico

Según el autor: Éste es mi quinto libro, oficial, de poesía. Está escrito entre noviembre de 2007 y enero de 2009, en un periodo de cambios notables en mi vida. Empecé en Almería, después continué en México D.F., más tarde en Madrid y, finalmente, lo concluí en Bilbao. La mayoría de los poemas están compuestos en cafeterías, aviones, trenes, autobuses y parques. Es una colección de disparos desesperados, arrogantes y humildes por igual, de dolores afectivos y de iluminaciones del alma, que se cierra con el descubrimiento del amor puro. Abundan los poemas cortos, algunos de un solo verso, y asertos configurando una especie de manifiesto de la soledad que se refleja fielmente en el título. Construcción y destrucción; muerte y vida; tristeza y felicidad. En definitiva, poesía simplemente.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 sept 2009
ISBN9788419753076
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    Cartas a una revista pornográfica viuda - Javier Corcobado

    Día de sol

    Hace tan buen día,

    que hasta el Diablo en el infierno

    se enamora

    repasando mentalmente

    su catálogo de oscuridades.

    Desnudez

    Por mucho que te vistas,

    siempre estarás desnuda para mí.

    Milagros de

    la comunicación

    Transmite algo

    que yo pueda recibir

    en mi receptor estropeado.

    Comestibles

    Detesto los cuerpos de las mujeres.

    Detesto los cuerpos de los hombres.

    Prefiero sus sombras,

    que no son comestibles.

    Caprichos

    Caprichos,

    lámparas de titanio rotas

    vomitan lágrimas de mercurio

    sobre el silencio férreo

    que mancha tu corazón.

    Negras son mis reflexiones

    y mis anhelos

    geométricos de mujer.

    Las melenas de los sauces,

    que jamás lloran,

    acarician el vello púbico del río.

    Y yo observo dentro de mí

    relucir las balas

    dentro del cargador

    de mi desconfianza.

    Un futuro

    En cada vagabundo veo mi futuro,

    y la poca hombría que me queda

    se pliega hasta desaparecer.

    Enfermo en

    el escenario

    Me he

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