Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Manifiesto(s) del (neo)barroco
Manifiesto(s) del (neo)barroco
Manifiesto(s) del (neo)barroco
Libro electrónico127 páginas1 hora

Manifiesto(s) del (neo)barroco

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Manifiesto(s) del (neo)barroco es un conjunto de discursos y escrituras que, desde los bordes de la cultura dominante, busca devorar los cánones occidentales europeos y redefinir las culturas americanas desde su propia concepción.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento18 nov 2022
ISBN9786074179330
Manifiesto(s) del (neo)barroco
Autor

Andrés Luna Jiménez

Andrés Luna Jiménez. Licenciado y maestro en Historia por la UNAM. Actualmente cursa estudios de doctorado en la misma institución. Es profesor del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y del área de Historia e historiografía del 17, Instituto de Estudios Críticos. Forma parte del Seminario Universitario de la Modernidad: versiones y dimensiones (SDI-UNAM); de la red internacional de investigación “Cuerpo, diáspora y exclusión. Estética, política y violencia en la modernidad globalizada”; del Proyecto PAPIIT “Problemas heurísticos y hermenéuticos para la construcción de la prueba histórica” (FFyL-UNAM); y del Consejo de Redacción de la revista Fractal. Sus investigaciones se centran en las relaciones entre la Teoría Crítica y la teoría y filosofía de la historia. En particular, ha trabajado la obra de Bolívar Echeverría y de algunos autores de la primera generación de la Escuela de Frankfurt (T. W. Adorno, W. Benjamin, H. Marcuse); las genealogías de la crítica como investigación acerca de la formación de la subjetividad; y la relación entre historia y psicoanálisis. En la actualidad realiza una investigación sobre la producción y el (des)montaje de órdenes temporales y regímenes de historicidad en la cinematografía contemporánea. María José Rossi. Licenciada en Filosofía por la Universidad del Salvador. Máster en Educación Superior de la Universidad de Palermo. Doctora en Filosofía por la Università degli Studi di Torino, Italia. Profesora Adjunta Regular con dedicación simple. Proyecto: “Texto barroco y hermenéutica en América Latina: hacia una política de la textualidad”. Ángel Octavio Álvarez Solís. Doctor en Filosofía Moral y Política por la Universidad Autónoma Metropolitana. Ha sido galardonado con la Medalla al mérito universitario (2013, 2006) por la Rectoría de la Universidad Autónoma Metropolitana. Obtuvo el Premio Edmundo O´Gorman de investigación en Teoría de la Historia 2010 otorgado por el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, el Departamento de Historia de la Universidad Iberoamericana y el Fomento Cultural Banamex. Premio Nacional 2009 a la mejor Tesis de Maestría en Filosofía otorgado por la Asociación Filosófica de México. Luz Ángela Martínez. Doctora en Literatura con mención en Literatura chilena e hispanoamericana. Es profesora de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile.

Relacionado con Manifiesto(s) del (neo)barroco

Libros electrónicos relacionados

Filosofía para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Manifiesto(s) del (neo)barroco

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Manifiesto(s) del (neo)barroco - Andrés Luna Jiménez

    Portadaimagen

    Manifiesto(s) del (neo)barroco

    Andrés Luna Jiménez

    María José Rossi

    Ángel Octavio Álvarez Solís (coord.)

    Luz Ángela Martínez

    UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO.

    BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO

    D.R. © 2022 Universidad Iberoamericana, A.C.

    Prol. Paseo de la Reforma Número 880

    Col. Lomas de Santa Fe

    Ciudad de México

    01219

    publica@ibero.mx

    Primera edición: noviembre 2022.

    ISBN edición digital (ePub): 978-607-417-933-0

    Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.

    Hecho en México.

    Digitalización: Proyecto451

    Índice de contenidos

    Portadilla

    Legales

    Presentación

    Tiempos de interregno y voluntad de forma. El siglo barroco de Bolívar Echeverría

    Esa rara perla irregular. El neobarroco en la cartografía estético-política nuestroamericana

    Los glifos ingobernables. Para una política del neobarroco

    Exergo. La violencia aurificada

    Referencias

    PRESENTACIÓN

    imagen

    La imagen que antecede estas palabras fue diseñada por Theodor de Bry, un grabador belga conocido por editar una de las obras iconográficas más importantes para la divulgación de la leyenda negra: Grandes Viajes o América (Peregrinationes in Indiam Occidentalem, 1590). El grabado retrata, con furibundo realismo, un acontecimiento que formará parte del inconsciente colectivo occidental: el cuerpo americano devorado por los conquistadores españoles. Precisamente, el grabado lleva por título Los perros de Vasco Núñez de Balboa atacando a los indios y cuenta la historia de cómo, en 1513, el primer europeo en divisar el océano Pacífico desde un acantilado oriental mató a seiscientos indígenas y alimentó con cuarenta de ellos a sus perros. Para legitimar la atroz hazaña, estos cuarenta indígenas devorados por los perros de Balboa fueron tipificados, previamente, como sodomitas. El grabado elabora una imagen, común al imaginario europeo del siglo XVI, de una América poblada por sodomitas, idolatras y caníbales que, además de comerse entre sí, son capaces de comer cualquier cosa que aparezca a su paso: cuerpos, imágenes, almas y signos. Está imagen de la América antropófaga no se alejará más. La América nefanda formará un tropo, un motivo iconográfico, una representación colonizada, que constituirá el arcano profundo de las poéticas americanas.

    El conjunto de ensayos reunidos en este pequeño volumen —las escrituras sodomitas que tiene el lector en las manos— intenta dar cuenta de la singularidad antropófaga de las poéticas americanas y decide llamarlas con el esquivo nombre de barroco. Estas tres escrituras barrocas con un exergo, también barroco, son como los perros de Balboa: bestias hambrientas que devoran sin cuidar las diferencias poéticas. Las formas tienen hambre. Las escrituras aquí reunidas devoran signos y excretan sentidos. Por esta razón, y a diferencia del grabado de Theodor de Bry, en esta cosecha de representaciones, el europeo no aparece más como el conquistador que destruye a los indígenas acusados de travestismo y pecado nefando; por el contrario, lo que emerge en esta constelación es el cuerpo americano, el cuerpo indígena, el cuerpo sodomita que se levanta y, junto con los mastines de Balboa, decide devorar las infames manos blancas del peninsular. Esta intervención argumentativa, tal operación dietética, recibe el nombre de (neo)barroco.

    En las próximas líneas, el lector o lectora no encontrará un libro articulado por una teoría clásica del barroco, si acaso vislumbrará una esteganografía del barroco americano. Manifiesto(s) del (neo)barroco es así una máquina antropofágica que lo primero que intenta devorar es el código neoliberal del consumo académico: el paper. La segunda vianda, deglutida con voluntad de forma, es el festín irredento de los signos para poder maridar el apetito de la poesía con la energética del concepto. Finalmente, estas escrituras, que no buscan circunscribirse a ninguna ley del género, apuestan por sodomizar el presente y postular al neobarroco como un problema político y un horizonte filosófico digno para pensar el presente. Cuatro ensayos, cuatro poéticas, cuatro intervenciones de ejercicio libre de la práctica escrituraria.

    Manifiesto(s) del (neo)barroco apuesta por mostrar el modo americano del barroco. Como consigna o como diégesis, ya sea en la discusión de la manera en que la codigofagia americana es, inevitablemente, una disputa por la temporalidad histórica (Andrés Luna Jiménez), o en las formas del barroco como una extensión del regionalismo crítico: el barroso trasplantino (María José Rossi), el neobarroco con tono post-hispánico (Ángel Octavio Álvarez Solís) o el barrocho pensado con la zona más austral de aquel país de poetas (Luz Ángela Martínez). Cuatro formas barrocas o cuatro poéticas neobarrocas circunscritas por tres ríos fundacionales —ríos-madre donde una vez hubo fauna silvestre y, otra, donde flotaron los cuerpos de los desaparecidos—: el Río Bravo, el Río de la Plata y el Rio Mapocho.

    La primera forma, Tiempos de interregno y voluntad de forma, es un ensayo sobre la concepción del ethos barroco en Bolívar Echeverría. Este ensayo inicial interroga el modo conflictivo con el que el historiador puede enfrentarse a las anomias incorruptibles del siglo barroco americano, sin ceder a la acumulación simbólica del capital. La segunda forma, Esa rara perla irregular, mapea el recorrido del neobarroco en la cartografía estético-política nuestroamericana. La tercera forma, Los glifos ingobernables, traza las condiciones simbólicas para preguntar por la existencia de una política neobarroca. La última forma presentada a modo de exergo, La violencia aurificada, navega sobre el monstruo barroco chileno para llegar alpuerto donde lo poético y lo político se disputan los avatares de la historia.

    Finalmente, sirvan estas últimas palabras para agradecer a todas las personas que hicieron posible este libro: material, espiritual y editorialmente. Al Departamento de Filosofía de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y su honroso Consejo Editorial. Al editor en jefe de la colección Las lecturas de Sileno, el doctor José Luis Barrios Lara, por las oportunas sugerencias para mejorar el texto final. Especialmente, un agradecimiento a las amigas barrocas con las que empezamos a tramar, ya hace algunos años, el circuito México-Buenos Aires-Santiago (María José Rossi, Alejandra González, Luz Ángela Martínez), cuyo destino final apenas está por definirse, pero que ha tomado con este ejercicio su primera ruta de navegación.

    Ángel Octavio Álvarez Solís

    Santiago de Chile, septiembre de 2021

    TIEMPOS DE INTERREGNO Y VOLUNTAD DE FORMA. EL SIGLO BARROCO DE BOLÍVAR ECHEVERRÍA

    ANDRÉS LUNA JIMÉNEZ

    ¿Qué implica pensar un proceso histórico como una transición? Quizá el elemento más problemático en esta noción, antes incluso que el tránsito, sea ese un; es decir, la unidad temporal espacializada que presupone. Sin embargo, resulta complicado para el historiador habérselas con la consistencia polimorfa de un tiempo histórico que, si bien se resiste al aplanado de las periodizaciones, tampoco se deja asir conceptualmente en su proliferación y plasticidad. Se dirá que, en efecto, hay épocas donde la irrupción pulsional y anómica de lo social, el pathos, en sus manifestaciones más notorias, muestra regularidades que esbozan una coherencia de conjunto, una cierta figura que puede incluso devenir una imagen en la que una cultura cree reconocerse a sí misma —así sea en términos negativos— en un tiempo determinado. En otros momentos, por el contrario, esta especularidad es obstruida por la apariencia errática de la somatización, por lo que se percibe como el carácter irregular e inestable de una sustancia social que se resiste a ser formada. Históricamente, una sociedad hace inteligible de muchas maneras una circunstancia como la anterior.

    Allí donde el tiempo histórico se concibe como progreso, esa rebeldía de la sustancia se percibe como expresión de un momento de inmadurez, como un déficit de forma o condición de una insuficiencia retrospectivamente proyectada desde el telos del presente o el futuro esperado. Puede, por el contrario, tenerse por decadencia, por momento de de-formación o de erosión del nomos que otrora se erigió como coherencia y legalidad de lo heterogéneo y continuidad de lo discontinuo. En ambos casos, no obstante, se entiende como un tránsito, como el ir o venir de un proyecto, de una voluntad o intención objetivada en la materia ideal y orgánica de la historia.

    Lo anterior se desprende de las reflexiones que Bolívar Echeverría elabora en su conocida inmersión en el siglo barroco americano. (1) Sabido es también el especial interés que mostró este autor por las épocas de crisis civilizatoria signadas por una cualidad de suspenso o indefinición de sentido histórico. Son dos en particular: la etapa que inicia con el fin del corto siglo XX —la que va de la caída del muro de Berlín a la crisis financiera de 2008 (Echeverría fallece en 2010)— y el largo siglo XVII; dos épocas que, desde la perspectiva del filósofo ecuatoriano, arrojan luz una sobre la otra.

    La estrategia de lectura que habilita esta mutua iluminación parte

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1