Manifiesto(s) del (neo)barroco
Por Andrés Luna Jiménez, María José Rossi, Ángel Octavio Álvarez Solís (coord.) y Luz Ángela Martínez
()
Información de este libro electrónico
Andrés Luna Jiménez
Andrés Luna Jiménez. Licenciado y maestro en Historia por la UNAM. Actualmente cursa estudios de doctorado en la misma institución. Es profesor del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y del área de Historia e historiografía del 17, Instituto de Estudios Críticos. Forma parte del Seminario Universitario de la Modernidad: versiones y dimensiones (SDI-UNAM); de la red internacional de investigación “Cuerpo, diáspora y exclusión. Estética, política y violencia en la modernidad globalizada”; del Proyecto PAPIIT “Problemas heurísticos y hermenéuticos para la construcción de la prueba histórica” (FFyL-UNAM); y del Consejo de Redacción de la revista Fractal. Sus investigaciones se centran en las relaciones entre la Teoría Crítica y la teoría y filosofía de la historia. En particular, ha trabajado la obra de Bolívar Echeverría y de algunos autores de la primera generación de la Escuela de Frankfurt (T. W. Adorno, W. Benjamin, H. Marcuse); las genealogías de la crítica como investigación acerca de la formación de la subjetividad; y la relación entre historia y psicoanálisis. En la actualidad realiza una investigación sobre la producción y el (des)montaje de órdenes temporales y regímenes de historicidad en la cinematografía contemporánea. María José Rossi. Licenciada en Filosofía por la Universidad del Salvador. Máster en Educación Superior de la Universidad de Palermo. Doctora en Filosofía por la Università degli Studi di Torino, Italia. Profesora Adjunta Regular con dedicación simple. Proyecto: “Texto barroco y hermenéutica en América Latina: hacia una política de la textualidad”. Ángel Octavio Álvarez Solís. Doctor en Filosofía Moral y Política por la Universidad Autónoma Metropolitana. Ha sido galardonado con la Medalla al mérito universitario (2013, 2006) por la Rectoría de la Universidad Autónoma Metropolitana. Obtuvo el Premio Edmundo O´Gorman de investigación en Teoría de la Historia 2010 otorgado por el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, el Departamento de Historia de la Universidad Iberoamericana y el Fomento Cultural Banamex. Premio Nacional 2009 a la mejor Tesis de Maestría en Filosofía otorgado por la Asociación Filosófica de México. Luz Ángela Martínez. Doctora en Literatura con mención en Literatura chilena e hispanoamericana. Es profesora de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile.
Relacionado con Manifiesto(s) del (neo)barroco
Libros electrónicos relacionados
Paraíso: Ensayos sobre América Latina Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Pensar América desde sus colonias: Textos e imágenes de América colonial Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesÍconos y mitos culturales en la invención de la nación en Colombia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn asombro renovado: Vanguardias contemporáneas en América Latina Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesAvatares de la memoria cultural en Colombia: Formas simbólicas del Estado, museos y canon literario Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesA la sombra de Occidente: Identidad y colonialismo en el Mediterráneo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl archivo como gesto: Tres recorridos en torno a la modernidad brasileña Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesArcadia litoraleña: El malestar de lo contemporáneo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones(A)Cerca de Paisajes: Notas sobre arte chileno y pintura Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesHorizontes culturales de la historia del arte: aportes para una acción compartida en Colombia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEnsayos sobre Artes Visuales Volumen V: Visualidades de la transición. Debates y procesos artísticos de los años 80 y 90 en Chile. Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa modernidad de lo barroco Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl museo es el mundo (textos 1960-1969) Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLas artes de la ciudad: Ensayos sobre la cultura visual de la capital Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPiero Manzoni Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El montaje en Aby Warburg y en Walter Benjamin: Un método alternativo para la representación de la violencia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesRazia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesArte en la era digital Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesParís, capital de América Latina Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEnsayos sobre la forma: Tendencias para superar la dualidad entre forma y contenido Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEducación Estética o la Poesía de Cada Instante Estudio Crítico sobre Concepciones de Enseñanza de Artes Visuales en Brasil Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesPráctica curatorial, un campo de escritura Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesBocadillos de arte: Alimentando el alma, la mente y los sentidos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEspejos del tiempo: Obras maestras de la Colección Pictórica del Banco Nacional de México en Foro Valparaíso Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViajes por Europa Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn hilo de tinta recorre América Latina: Contribuciones para una historia del libro y la edición regional Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLogro, fracaso, aspiración:tres intentos de entender el arte contemporáneo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesIntroducción a la historia de las ideas estéticas: La antigüedad Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTú, que deliras Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMuseo de Copias: El principio imitativo como proyecto modernizador. Chile, siglos XIX y XX Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Filosofía para usted
El Arte de la Guerra - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Filosofía para principiantes: Introducción a la filosofía - historia y significado, direcciones filosóficas básicas y métodos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Libro de Enoc Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Las 48 Leyes Del Poder: Libro de Robert Greene (The 48 Laws of Power Spanish) - Guide de Estudio Calificación: 5 de 5 estrellas5/5LA REPUBLICA: Platón Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los Simpson y la filosofía: Cómo entender el mundo gracias a Homer y compañía Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Illuminati: los amos que controlan el mundo Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El arte de ser feliz: Explicado en cincuenta reglas para la vida Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El Arte de Ser Feliz: En 50 Reglas para la Vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Kybalion Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Príncipe Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Los 53 Sutras de Buda Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Kybalión de Hermes Trismegisto: Las 7 Leyes Universales Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Conócete a ti mismo. La Palabra de Sócrates Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Jesús y la mujer Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Política Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Bioneuroemoción: Un método para el bienestar emocional Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El arte de pensar: Cómo los grandes filósofos pueden estimular nuestro pensamiento crítico Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Filosofía del rey Salomón Calificación: 4 de 5 estrellas4/5De la brevedad de la vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Idiota Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Como Un Hombre Piensa: Así Es Su Vida Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Yo y el Ello Calificación: 4 de 5 estrellas4/5El arte de ser libre: Un manual de sabiduría clásica para una vida estoica y feliz Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cartas filosóficas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Ikigai: Los secretos orientales para la longevidad explicados con el cine y la cultura pop Calificación: 4 de 5 estrellas4/5
Categorías relacionadas
Comentarios para Manifiesto(s) del (neo)barroco
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Manifiesto(s) del (neo)barroco - Andrés Luna Jiménez
Manifiesto(s) del (neo)barroco
Andrés Luna Jiménez
María José Rossi
Ángel Octavio Álvarez Solís (coord.)
Luz Ángela Martínez
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO.
BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO
D.R. © 2022 Universidad Iberoamericana, A.C.
Prol. Paseo de la Reforma Número 880
Col. Lomas de Santa Fe
Ciudad de México
01219
publica@ibero.mx
Primera edición: noviembre 2022.
ISBN edición digital (ePub): 978-607-417-933-0
Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.
Hecho en México.
Digitalización: Proyecto451
Índice de contenidos
Portadilla
Legales
Presentación
Tiempos de interregno y voluntad de forma. El siglo barroco de Bolívar Echeverría
Esa rara perla irregular. El neobarroco en la cartografía estético-política nuestroamericana
Los glifos ingobernables. Para una política del neobarroco
Exergo. La violencia aurificada
Referencias
PRESENTACIÓN
imagenLa imagen que antecede estas palabras fue diseñada por Theodor de Bry, un grabador belga conocido por editar una de las obras iconográficas más importantes para la divulgación de la leyenda negra: Grandes Viajes o América (Peregrinationes in Indiam Occidentalem, 1590). El grabado retrata, con furibundo realismo, un acontecimiento que formará parte del inconsciente colectivo occidental: el cuerpo americano devorado por los conquistadores españoles. Precisamente, el grabado lleva por título Los perros de Vasco Núñez de Balboa atacando a los indios
y cuenta la historia de cómo, en 1513, el primer europeo en divisar el océano Pacífico desde un acantilado oriental mató a seiscientos indígenas y alimentó con cuarenta de ellos a sus perros. Para legitimar la atroz hazaña, estos cuarenta indígenas devorados por los perros de Balboa fueron tipificados, previamente, como sodomitas
. El grabado elabora una imagen, común al imaginario europeo del siglo XVI, de una América poblada por sodomitas, idolatras y caníbales que, además de comerse entre sí, son capaces de comer cualquier cosa que aparezca a su paso: cuerpos, imágenes, almas y signos. Está imagen de la América antropófaga
no se alejará más. La América nefanda formará un tropo, un motivo iconográfico, una representación colonizada, que constituirá el arcano profundo de las poéticas americanas.
El conjunto de ensayos reunidos en este pequeño volumen —las escrituras sodomitas
que tiene el lector en las manos— intenta dar cuenta de la singularidad antropófaga de las poéticas americanas y decide llamarlas con el esquivo nombre de barroco
. Estas tres escrituras barrocas con un exergo, también barroco, son como los perros
de Balboa: bestias hambrientas que devoran sin cuidar las diferencias poéticas. Las formas tienen hambre. Las escrituras aquí reunidas devoran signos y excretan sentidos. Por esta razón, y a diferencia del grabado de Theodor de Bry, en esta cosecha de representaciones, el europeo no aparece más como el conquistador que destruye a los indígenas acusados de travestismo y pecado nefando; por el contrario, lo que emerge en esta constelación es el cuerpo americano, el cuerpo indígena, el cuerpo sodomita que se levanta y, junto con los mastines de Balboa, decide devorar las infames manos blancas del peninsular. Esta intervención argumentativa, tal operación dietética, recibe el nombre de (neo)barroco.
En las próximas líneas, el lector o lectora no encontrará un libro articulado por una teoría clásica
del barroco, si acaso vislumbrará una esteganografía del barroco americano. Manifiesto(s) del (neo)barroco es así una máquina antropofágica que lo primero que intenta devorar es el código neoliberal del consumo académico: el paper. La segunda vianda, deglutida con voluntad de forma, es el festín irredento de los signos para poder maridar el apetito de la poesía con la energética del concepto. Finalmente, estas escrituras, que no buscan circunscribirse a ninguna ley del género, apuestan por sodomizar el presente y postular al neobarroco como un problema político y un horizonte filosófico digno para pensar el presente. Cuatro ensayos, cuatro poéticas, cuatro intervenciones de ejercicio libre de la práctica escrituraria.
Manifiesto(s) del (neo)barroco apuesta por mostrar el modo americano del barroco. Como consigna o como diégesis, ya sea en la discusión de la manera en que la codigofagia americana es, inevitablemente, una disputa por la temporalidad histórica (Andrés Luna Jiménez), o en las formas del barroco como una extensión del regionalismo crítico: el barroso trasplantino (María José Rossi), el neobarroco con tono post-hispánico (Ángel Octavio Álvarez Solís) o el barrocho pensado con la zona más austral de aquel país de poetas (Luz Ángela Martínez). Cuatro formas barrocas o cuatro poéticas neobarrocas circunscritas por tres ríos fundacionales —ríos-madre donde una vez hubo fauna silvestre y, otra, donde flotaron los cuerpos de los desaparecidos—: el Río Bravo, el Río de la Plata y el Rio Mapocho.
La primera forma, Tiempos de interregno y voluntad de forma
, es un ensayo sobre la concepción del ethos barroco en Bolívar Echeverría. Este ensayo inicial interroga el modo conflictivo con el que el historiador puede enfrentarse a las anomias incorruptibles del siglo barroco americano, sin ceder a la acumulación simbólica del capital. La segunda forma, Esa rara perla irregular
, mapea el recorrido del neobarroco en la cartografía estético-política nuestroamericana. La tercera forma, Los glifos ingobernables
, traza las condiciones simbólicas para preguntar por la existencia de una política neobarroca. La última forma presentada a modo de exergo, La violencia aurificada
, navega sobre el monstruo barroco chileno para llegar alpuerto donde lo poético y lo político se disputan los avatares de la historia.
Finalmente, sirvan estas últimas palabras para agradecer a todas las personas que hicieron posible este libro: material, espiritual y editorialmente. Al Departamento de Filosofía de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y su honroso Consejo Editorial. Al editor en jefe de la colección Las lecturas de Sileno, el doctor José Luis Barrios Lara, por las oportunas sugerencias para mejorar el texto final. Especialmente, un agradecimiento a las amigas barrocas
con las que empezamos a tramar, ya hace algunos años, el circuito México-Buenos Aires-Santiago
(María José Rossi, Alejandra González, Luz Ángela Martínez), cuyo destino final apenas está por definirse, pero que ha tomado con este ejercicio su primera ruta de navegación.
Ángel Octavio Álvarez Solís
Santiago de Chile, septiembre de 2021
TIEMPOS DE INTERREGNO Y VOLUNTAD DE FORMA. EL SIGLO BARROCO DE BOLÍVAR ECHEVERRÍA
ANDRÉS LUNA JIMÉNEZ
¿Qué implica pensar un proceso histórico como una transición? Quizá el elemento más problemático en esta noción, antes incluso que el tránsito, sea ese un; es decir, la unidad temporal espacializada que presupone. Sin embargo, resulta complicado para el historiador habérselas con la consistencia polimorfa de un tiempo histórico que, si bien se resiste al aplanado de las periodizaciones, tampoco se deja asir conceptualmente en su proliferación y plasticidad. Se dirá que, en efecto, hay épocas donde la irrupción pulsional y anómica de lo social, el pathos, en sus manifestaciones más notorias, muestra regularidades que esbozan una coherencia de conjunto, una cierta figura que puede incluso devenir una imagen en la que una cultura cree reconocerse a sí misma —así sea en términos negativos— en un tiempo determinado. En otros momentos, por el contrario, esta especularidad es obstruida por la apariencia errática de la somatización, por lo que se percibe como el carácter irregular e inestable de una sustancia social que se resiste a ser formada. Históricamente, una sociedad hace inteligible de muchas maneras una circunstancia como la anterior.
Allí donde el tiempo histórico se concibe como progreso, esa rebeldía de la sustancia se percibe como expresión de un momento de inmadurez, como un déficit de forma o condición de una insuficiencia retrospectivamente proyectada desde el telos del presente o el futuro esperado. Puede, por el contrario, tenerse por decadencia, por momento de de-formación o de erosión del nomos que otrora se erigió como coherencia y legalidad de lo heterogéneo y continuidad de lo discontinuo. En ambos casos, no obstante, se entiende como un tránsito, como el ir o venir de un proyecto, de una voluntad o intención objetivada en la materia ideal y orgánica de la historia.
Lo anterior se desprende de las reflexiones que Bolívar Echeverría elabora en su conocida inmersión en el siglo barroco
americano. (1) Sabido es también el especial interés que mostró este autor por las épocas de crisis civilizatoria signadas por una cualidad de suspenso
o indefinición de sentido histórico. Son dos en particular: la etapa que inicia con el fin del corto siglo XX
—la que va de la caída del muro de Berlín a la crisis financiera de 2008 (Echeverría fallece en 2010)— y el largo siglo XVII
; dos épocas que, desde la perspectiva del filósofo ecuatoriano, arrojan luz una sobre la otra.
La estrategia de lectura que habilita esta mutua iluminación parte