VELÁZQUEZ ¿QUÉ ESCONDE EL CUADRO DE LAS MENINAS?
¿DÓNDE ESTÁ EL CUADRO?”. FUE LO QUE SE PREGUNTÓ EL POETA THÉOPHILE GAUTIER EN SIGLO XIX CUANDO VIO POR PRIMERA VEZ LAS MENINAS. En la Sala 12 del Museo del Prado de Madrid, ocupando una posición privilegiada, descansa el mural de un óleo sobre lienzo de 3,18 metros de alto por 2,76 metros de ancho. Aunque titulada La familia de Felipe IV (1656), a esta pintura, que el genio de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660) firma con su propio autorretrato, se la conoce popularmente desde el siglo XIX como Las Meninas.
Descrito como “teología de la pintura” por el pintor italiano Luca Giordano (1634-1705), Las Meninas describe una escena doméstica: en el taller del maestro sevillano, la infanta Margarita, que entonces cuenta cinco años, se muestra sedienta y la menina Agustina Sarmiento le entrega una pequeña vasija de agua. La otra dama de compañía (Isabel de Velasco) hace una ligera reverencia cuando en la estancia irrumpen Felipe IV y Mariana de Austria, que se reflejan en el espejo que cuelga detrás del artista. Tal vez para cederles el paso, el pequeño Nicolasito Pertusato da un puntapié al mastín aletargado que descansa a los pies de la enana María Bárbola. Sumergiéndose en las sombras del fondo encontramos a la señora de honor (la viuda Marcela de Ulloa) acompañada de su guardadamas; mientras en el fondo del cuadro, el aposentador José Nieto Velázquez parece estar esperando la salida de los reyes.
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