Los Azules Prados del Tiempo: (Antología poética)
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Así crecí, persiguiendo mariposas azules, nubes azules, vestidos azules, libros azules, sobre todo; libros. Me conmovían los niños de una "población callampa" que acudían a solicitar comida a mi barrio ñuñoíno, entonces yo les regalaba mis azules zapatos y les escribía poemas.
Esa niña creció, cambió, amó, estudió mucho, y aunque al parecer la humanidad seguía siendo azul, -kalfü, en idioma mapuche-, vinieron largos años de oscuridad y el azul intentó desaparecer, ocultarse, pero siempre volvían versos azules a mi encuentro, a mi alma, a mi esencia.
Estos poemas pertenecen a una época de luzy sombra, en los que la esencia de mi ser derrotaro la adversidad y un cielo, y sus azules prados, cubrieron, para siempre, mi existencia y mi creación.
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Los Azules Prados del Tiempo - Mariela Isabel Ríos Ruiz-Tagle
Los Azules
Prados
del
Tiempo
(Antología poética)
Mariela Isabel Ríos Ruiz-Tagle
Editorial Segismundo
Logo SegismundoAgradecimientos
A la musa de todos los tiempos.
Dedicatoria
A mi amada madre,
Adelita Ruiz-Tagle Parga
(17 de Octubre 1913 - 22 de Febrero 2001),
a quien debo todo lo que soy,
lo que he sido
y
lo que seré.
Prólogo de la primera edición
Desde el vientre del sueño
mataron
surcando mar, al cielo.
Brillante mar azul, infinito cielo azul, invocación terrenal de lo divino, invitación a viajar por el frío tiempo espiritual del sueño de paz. Kalfü llaman en el sur del mundo al azul, símbolo sagrado de sus ancestros.
Lejos se encuentran los azules placeres,
el despertar de Venus
entre los pájaros:
cada mañana abrazado al arcoíris,
sin documentos.
Preciado azul, lapislázuli, color distintivo del Sumo Sacerdote del antiguo Egipto, color de Huitzilopochtli, el Tezcatlipoca Azul, rey del sur, color del manto de Zeus y de la Virgen María, color de reyes Capétiens, color de banderas de guerreras naciones modernas.
Reflejan la marejada invisible y etérea
Que todo lo arrastra entre las sombras
Cobijando la valija eterna de una dama azul
Etérea dama azul nos trae estos poemas, escritos en algún lugar de los prados del tiempo entre 1980 y 2013, como una invitación al viaje entre versos que van desde el azur hasta al azul de Prusia pasando por el azul cobalto.
Entre mis cejas
brillaban luciérnagas:
un ángel cantó.
Juan Carlos Barroux R.
Al Sur del Mundo, 22 de enero 2014
Prólogo de la segunda edición
Las arenas tibias de un desierto azul
Piadosas acogerán mi pequeño tiempo
Limpiando de vicio y basura la vida
La segunda edición de un libro suele ser el heraldo del pausado paso del tiempo, con sus sigilosas pisadas marcadas en nuestras horas. Pero, cuando éste impreso se llama " Los azules prados del tiempo , pasamos a mirar al tiempo mediante los etéreos lentes de estos poemas escritos por una dama azul sobre las fértiles estepas de la eternidad, cada uno señalando los linderos de una vida, pues
Soy niña, anciana, joven, muero ".
El tiempo disfraza al enemigo oculto
Sus horas son medusas encendidas
En fogatas espasmódicas y ligeras
Contra la corriente, sin retorno.
En estas estrofas el tiempo es polimorfo o, mejor dicho, trimorfo. Primero es un gran actor; disfraza, desnuda, corona, derrota, etc. ejerciendo su implacable poder en concomitancia con la blanca muerte.
Las blancas redes del tiempo me desnudan
Entre sábanas de alcohol y fuegos
Sonrío en la ventana, abro la puerta inclinada
Pero, también es un flujo, un río, un sendero en el cual bañarnos en el andar de los días, en esa sempiterna paz que solemos hallar en la cotidianidad.
Hoy esa flor,
deshoja
uno a uno sus pétalos.
Ya vistieron
a otra flor,
ayer
Para terminar, lo verdaderamente terrible del