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Los diez mandamientos para que tu hijo no cometa un tiroteo (o sobre cómo criar a un ser humano): El libro que todo padre y madre necesita leer
Los diez mandamientos para que tu hijo no cometa un tiroteo (o sobre cómo criar a un ser humano): El libro que todo padre y madre necesita leer
Los diez mandamientos para que tu hijo no cometa un tiroteo (o sobre cómo criar a un ser humano): El libro que todo padre y madre necesita leer
Libro electrónico202 páginas3 horas

Los diez mandamientos para que tu hijo no cometa un tiroteo (o sobre cómo criar a un ser humano): El libro que todo padre y madre necesita leer

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Aprende los fundamentos necesarios para educar a tu hijo de manera integral.

La educación es la base necesaria para poder construir los pilares políticos y económicos que den sustento a un techo seguro y sostenible debajo del cual la sociedad pueda vivir en bienestar. Los diez mandamientos de la crianza que se presentan en este libro constituyen una propuesta educativa con la que se puede alcanzar tal objetivo desde lo individual y hasta lo social.

IdiomaEspañol
EditorialCaligrama
Fecha de lanzamiento4 dic 2020
ISBN9788418500893
Los diez mandamientos para que tu hijo no cometa un tiroteo (o sobre cómo criar a un ser humano): El libro que todo padre y madre necesita leer
Autor

Diego Russo Becker

Diego Russo Becker nace en la Ciudad de México en 1989. Habiéndose recibido como licenciado en Psicología y especialista en docencia por la Universidad Anáhuac y como maestro en Psicología por la Universidad Nacional Autónoma de México, el autor ha dedicado su vida profesional al trabajo clínico y educativo, procurando siempre el bienestar integral de todas las personas con las que trabaja.

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    Los diez mandamientos para que tu hijo no cometa un tiroteo (o sobre cómo criar a un ser humano)

    El libro que todo padre y madre necesita leer

    Diego Russo Becker

    Los diez mandamientos para que tu hijo no cometa un tiroteo (o sobre cómo criar a un ser humano)

    El libro que todo padre y madre necesita leer

    Primera edición: 2020

    ISBN: 9788418500350

    ISBN eBook: 9788418500893

    © del texto:

    Diego Russo Becker

    © del diseño de esta edición:

    Penguin Random House Grupo Editorial

    (Caligrama, 2020

    www.caligramaeditorial.com

    info@caligramaeditorial.com)

    Impreso en España – Printed in Spain

    Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a info@caligramaeditorial.com si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

    A los padres de mis pacientes,

    por la confianza y las enseñanzas.

    A todos los padres y maestros,

    por la valentía que requiere criar.

    A mi padre, a quien extrañaré por siempre.

    Introducción

    La necesidad de la buena crianza

    Llevo varios años dedicando mi vida profesional al trabajo clínico con personas que necesitan algún servicio o intervención psicológicos. A su vez, mi actividad clínica, junto con ciertos azares de mi vida, me llevaron a tener gratas experiencias como profesor de secundaria y preparatoria, de modo que descubrí que dar clases a adolescentes puede ser de lo más divertido que hay en este mundo, al igual que he podido observar que el trabajo desde el ámbito educativo puede ser tan poderoso como el trabajo en el escenario clínico. A lo largo de mi experiencia clínica y educativa, he tenido que lidiar con diversas situaciones en las que, por una u otra razón, las personas con las que trabajo viven altos niveles de frustración que ponen en riesgo su salud, su bienestar e, incluso a veces, su vida. Dentro de todas estas situaciones, me ha llamado la atención un aspecto en particular que se repite constantemente en muchos de los casos, si no es que en todos, con los que he convivido: la angustia de los padres por no saber cómo ayudar a sus hijos.

    Este fenómeno no sólo es recurrente, sino que es de los temas más importantes a abordar para efectos de salud y bienestar. Estamos hablando sobre la crianza. Es decir, la manera como se educa a una persona para que ésta aprenda a hacerle frente a la vida. Y este tema tan importante, resulta ser uno sobre el cual padres y maestros, en general, no están instruidos al respecto. Si bien habrá personas que logren criar bastante bien a sus hijos o alumnos, el incremento actual en la incidencia de enfermedades mentales hace evidente que existe un problema a nivel social sobre el abordaje de la crianza, situación con la que interactúo periódicamente en el consultorio. Ahora bien, no estoy planteando que todas las enfermedades mentales se originan por la ignorancia en el tema de crianza, pero sí me parece fundamentalmente importante resolver este problema para poder mejorar el escenario social en cuanto a salud mental y educación. Ya que, aunque existen varios factores que influyen en el desarrollo de una enfermedad mental, si una persona recibe una crianza adecuada, será un elemento muy importante para poder prevenir psicopatologías, así como para poder desarrollar diversas herramientas con las cuales se puedan afrontar de manera favorable los distintos obstáculos que van apareciendo en la vida de cualquier persona.

    Cuando trabajo con padres de familia, muchísimas veces me hacen preguntas o comentarios como: ¿qué puedo hacer con mi hijo? o mi hijo anda muy rebelde, no sé qué hacer. En todas estas pláticas encuentro ciertos elementos en común: 1) los padres reconocen su ignorancia en cuanto a la crianza de sus hijos, 2) dicha situación les genera una angustia apremiante, y 3) tienen el deseo de hacer algo para remediar tales problemas, pero, como ellos mismos lo dicen, no saben qué hacer. Mediante las entrevistas que tengo con ellos, procuro educar a los padres para que aprendan distintas estrategias que puedan aplicar en sus vidas y que éstas les permitan mejorar las situaciones que están experimentando, a la vez que puedan resolver los distintos conflictos familiares con los que se enfrentan de manera constante. Sin embargo, a pesar de la mejor disposición y el deseo de los padres por mejorar sus habilidades en cuanto a la crianza de sus hijos, y debido a varios factores, el trabajo que puedo hacer con ellos en el consultorio es insuficiente para abordar exitosamente esta cuestión. Por lo mismo, muchas veces he pensado en escribir un libro que pueda servir de apoyo a los padres de familia para que tengan una guía básica en la que se expliquen los elementos fundamentales a considerar para criar a sus hijos, al igual que puedan identificar los errores más comunes que suelen ocurrir en el tema. Este texto pretende cubrir dicha función.

    Si bien este libro lo escribo pensando en todas las intervenciones que he tenido con los padres de mis pacientes o mis mismos pacientes que son padres, cabe señalar que los mandamientos explicados en los capítulos siguientes no aplican exclusivamente a las relaciones paterno-filiales, sino que son principios que se pueden aplicar a cualquier relación de tipo educador-educando, de modo que cualquier persona que se vea en la necesidad de educar a alguien más, o que tenga el deseo de educarse a sí mismo, podrá beneficiarse en la aplicación de los mandamientos que se explican a lo largo de esta obra.

    Quisiera hacer énfasis en esto último: la aplicación. La mera lectura de este libro, por sí misma, no servirá de mucho. El conocimiento con el que el lector está a punto de interactuar, es un conocimiento útil. Es decir, que necesita ser utilizado. Este libro no presenta información teórica para que se tome en consideración por cualquier persona. Este libro aborda conocimiento útil que debe ser aplicado en la vida de la persona que se disponga a leerlo, para que el lector experimente los beneficios de los que estaremos hablando durante las páginas posteriores. Esto significa que quien lea este libro, además de leerlo, deberá efectuar un esfuerzo considerable en la implementación de los mandamientos a su vida para poder percibir una mejora significativa en su calidad de vida y en la de su familia. Dicho esfuerzo no será fácil, pero sí que valdrá la pena, y tú y tus hijos lo agradecerán.

    Antes de seguir avanzando, quisiera hacer un comentario sobre el título del libro. Muchas personas podrán pensar que lo que van a leer a lo largo del texto poco tiene que ver con los tiroteos que han estado ocurriendo y aumentando en los últimos años. Si bien al final del libro hablaré un poco más sobre este fenómeno social tan terrible, es importante que el lector considere que en todo momento se está abordando dicha problemática. Aunque los tiroteos no han ocurrido exclusivamente en las escuelas estadounidenses, sí son éstos los lugares en los que más han llamado la atención. Esto implica que los tiroteos tienen una lamentable relación con la educación o con fallas en ésta, y si hablamos de educación, tenemos que hablar de las escuelas, los hogares y las familias, lo cual será el tema que nos ocupe durante toda esta obra.

    Siendo esto así, y para terminar este segmento, quisiera advertir sobre cierto material con el que el lector se topará en los párrafos siguientes. Si bien este es un libro centrado en la crianza, es decir, en la relación educador-educando, es importante señalar que hablaremos constantemente sobre dos escenarios principales en los que se lleva a cabo el proceso de educación y que recién mencionábamos: el hogar y la escuela. Comúnmente se hace una división sobre los aprendizajes o la educación que se recibe en un lugar y en el otro. Los diez mandamientos de la crianza que se explican en este libro no consideran dicha división. Al contrario, los diez mandamientos de la crianza plantean un modelo educativo que requiere implementarse tanto en la escuela como en el hogar e, incluso, en la sociedad en general. El fenómeno del proceso de la educación, es algo que puede ocurrir en cualquier lugar, siempre y cuando existan las condiciones necesarias para que éste ocurra adecuadamente. De este modo, prepárate para pensar e implementar el aprendizaje de este libro desde escenarios hogareños, escenarios escolares y escenarios sociales.

    Las 10 necesidades humanas básicas

    Antes de iniciar con los 10 mandamientos de la crianza, es imprescindible abordar las 10 necesidades humanas básicas para alcanzar una alta calidad de vida. Todo proceso de crianza debe estar dirigido a este objetivo, conseguir una alta calidad de vida, el cual explicaré ahora qué significa y cómo obtenerlo.

    Para que un ser humano tenga una alta calidad de vida debe ser capaz de satisfacer 10 necesidades básicas. Es importante resaltar que el término básicas no se está planteando como lo mínimo indispensable para vivir, sino que se entiende como lo mínimo indispensable para vivir bien, con buena calidad, lo cual, como comentaba anteriormente, implica un esfuerzo considerable que no es fácil realizar, pero que es posible y que lo vale mucho. Estas 10 necesidades básicas deben ser satisfechas por cada ser humano de manera autónoma y, hasta cierto punto, independiente, de modo que empezamos a abordar uno de los principios básicos que se tienen que considerar en la crianza y que lo estaremos mencionando en repetidas ocasiones a lo largo de este libro: no le corresponde a ningún educador satisfacer las necesidades de su educando, sino enseñarle a éste a satisfacer dichas necesidades por sí mismo. Este principio tan importante de la educación es justo el que aborda el popular proverbio oriental que dice: Dale un pescado a un hombre y lo habrás alimentado un día. Enséñale a pescar y lo habrás alimentado toda su vida. Por supuesto, para considerar este principio, también será muy relevante pensar en la etapa de desarrollo en la que se encuentre la persona a criar, pues no es lo mismo criar a un bebé, que a un niño o que a un adolescente.

    Empecemos, pues, con las 10 necesidades humanas básicas a cubrir para conseguir una alta calidad de vida. Éstas son:

    1.Alimentación.

    2.Salud.

    3.Seguridad.

    4.Vivienda.

    5.Abrigo.

    6.Educación.

    7.Trabajo.

    8.Esparcimiento.

    9.Descanso.

    10.Bienestar emocional.

    Revisaremos, ahora, brevemente cada una de ellas para después pasar a los 10 mandamientos de la crianza con los cuales una persona puede satisfacer estas necesidades. Cabe aclarar que la relación entre las 10 necesidades humanas básicas y los 10 mandamientos de la crianza no es de tipo bidireccional, en términos de que cada uno de los mandamientos no satisface cada una de las necesidades. En cambio, la relación que existe entre éstos es mucho más dinámica y compleja, de modo que se tienen que abordar todos de manera holística e integral para poder conseguir los resultados deseados, entre los cuales se encuentra la felicidad, la cual se consigue mediante el logro de una vida equilibrada y balanceada.

    Alimentación

    Para que una persona tenga un buen desarrollo a lo largo de su vida, la manera en que se alimenta será fundamental. El entendimiento de esta necesidad va más allá de si se cuenta con comida o no, pues en el mundo existen problemas alimenticios de distinta índole, así como lo son la hambruna y la obesidad, siendo ambas problemáticas muy severas y relacionadas con la alimentación, pero una de ellas está directamente vinculada con la pobreza, mientras que la otra tiene mayor relación con la ignorancia, entre otros factores. Es decir, el hambre es una situación común en zonas marginadas, mientras que la obesidad se genera, principalmente, por el desconocimiento de los hábitos correctos de alimentación, y las dos provocan desnutrición.

    Para conocer dichos hábitos correctos de alimentación tenemos que tomar como base los datos científicos que nos brinda la nutrición. Dependiendo del país, las guías alimentarias suelen variar en la presentación de sus esquemas y en algunos datos sobre las clasificaciones y proporciones de los alimentos, sin embargo todos siguen, en lo general, las directrices presentadas por la Organización Mundial de la Salud. Para fines pedagógicos, aquí hablaremos un poco sobre el plato del bien comer, el cual es un esquema muy sencillo de entender para llevar a cabo una buena alimentación humana. Aunque el plato del bien comer brinda indicaciones generales de alimentación que se pueden seguir en todo el mundo, para llevar una alimentación individual correcta valdría mucho la pena que cada persona y familia pudiesen tener acceso a una consulta nutricional en donde algún profesional pueda orientar sobre su dieta de manera más específica a cada individuo según sus necesidades, las cuales pueden variar debido a la edad y la actividad diaria, entre otros factores personales. Considerando esta necesidad humana, sería necesario pensar en la pertinencia de que en cada escuela hubiese un departamento de nutrición que pueda educar y atender al alumnado en esta materia. Mientras esto no sea así, habremos de pensar en la necesidad de que cualquier educador, padres o maestros, tenga la mínima instrucción adecuada sobre nutrición, lo cual, entre otras cosas, incluye la idea de tener un contacto constante con algún profesional de la nutrición, así como se busca tener contacto con un médico cuando aparece alguna enfermedad. Dicho contacto debe pensarse en dos sentidos. En primer lugar, tener la orientación de un profesional sobre un tema que nos compete de manera diaria, pues el ser humano necesita comer todos los días, y, en segundo lugar, para obtener una educación adecuada sobre el mismo. Quisiera recordar aquí una frase de tremenda importancia que le debemos a Platón: La ignorancia es el origen de todos los males. Una persona que desconoce o que ignora cómo debe nutrir su cuerpo, será una persona con muchas probabilidades de estar mal nutrida y que consecuentemente estará descuidando su salud.

    El plato del buen comer plantea 3 grandes grupos de alimentos:

    1.Frutas y verduras.

    2.Cereales.

    3.Leguminosas y productos de origen animal.

    De modo en que todas las comidas habrían de incluir estos 3 grupos alimenticios para que el cuerpo esté bien nutrido. Si bien el esquema está dividido en 3 partes iguales, cabe recalcar que la división específica de los productos de origen animal es la más pequeña de todas, indicando así que estos alimentos son los que cada persona habría de consumir en menor proporción. Cuando se aborde el área de conocimiento básico de nutrición, que es el primer mandamiento de la crianza, revisaremos más información de este tema, sin embargo si se quiere revisar esto con mayor profundidad, cabe mencionar que el plato del bien comer se puede revisar en miles de sitios de internet sobre nutrición.

    Salud

    Comentábamos que la alimentación es fundamental para determinar la manera en que se desarrollará una persona, pues los hábitos alimenticios que tenga influyen directamente en la salud. Sin embargo, la alimentación, si bien es muy importante, necesita estar acompañada de otros componentes para optimizar la promoción de una salud física adecuada para el ser humano. Puntualmente, para que una persona cuide de su salud física, tiene que atender 4 aspectos principales: alimentación, ejercicio, higiene y descanso.

    Para que estos componentes funcionen correctamente, es necesario adoptar buenos hábitos en cada materia, lo cual implica que la salud no se logra mediante actos aislados, sino a partir de la repetición constante de ciertas conductas que cuidan al cuerpo. Es decir que todos los días se tiene que hacer, al menos, una hora de ejercicio, que todos los días se tienen que cumplir correctamente las ingestas de alimentos, que todos los días se tiene que asear el cuerpo y que todos los días se

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