Cuando emprender es un quebradero de cabeza
No desvelamos misterio alguno si afirmamos que emprender es muy complicado, excesivamente complicado.
Aunque suene a broma, emprender no es solo cuestión de gestionar recursos humanos y financieros, de asumir riesgos y tomar decisiones –que ya es harto complejo–, sino que, además hay que saber gestionar las emociones, tanto las propias como las del equipo.
Para el primer reto, porque esto va de retos, podemos –y debemos– estar preparados, pero, para el segundo, ¿cómo nos preparamos para afrontar esa montaña rusa de emociones a las que se enfrentará –sí o sí– cualquier emprendedor en su aventura? [Antes de continuar con este reportaje, te recomendamos que leas la entrevista que le hemos hecho a Mario Alonso Puig, el mayor especialista en desarrollo personal, página 16].
“Es importante construir un ecosistema donde cada persona tenga voz propia. Estará más motivada, más implicada y será más creativa”
“Los emprendedores nos enfrentamos a una gran cantidad de cambios emocionales, que un día te llevan a creerte el rey del mambo y, al siguiente, estás en el suelo y quieres dejarlo todo. Emprender implica una gran carga emocional. Además de las emociones propias de cada uno, el emprendedor se enfrenta también a las relacionadas con la gestión de personas, que, tal vez, son las más complejas, porque no solo afectan a empleados, sino también a socios, inversores, colaboradores, clientes… Sin olvidar también la gestión de las emociones relacionadas con la vida en pareja, familiares, amigos… que van muy unidas a la vida del emprendedor”, enumera Ángel María Herrera, fundador de Bubok, Iniciador, Samastah y LeemurApp (https:// angelmaria.com).
Este emprendedor en serie considera, no solo necesario, sino obligatorio –por una cuestión de supervivencia– formarse en la gestión de las emociones. “No dejaría que nadie emprendiera sin antes conocer este tipo de situaciones y saber gestionar las emociones que surgen en torno a ellas, porque puedes destrozar la vida de muchas personas”.
EMOCIONES POSITIVAS
Sin duda alguna, la situación que vive un emprendedor es muy particular porque constantemente se está moviendo en un entorno de cambio y de incertidumbre: mercado, facturación, competencia, clientes…
“El cerebro percibe ese contexto como un peligro de la misma manera que, socia fundadora de Execoach ( ).
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