Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Y seguiremos siendo nosotros: La familia hipermoderna
Y seguiremos siendo nosotros: La familia hipermoderna
Y seguiremos siendo nosotros: La familia hipermoderna
Libro electrónico129 páginas1 hora

Y seguiremos siendo nosotros: La familia hipermoderna

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

La familia hipermoderna, nuestro último jardín.

Y seguiremos siendo nosotros es una novela distópica sobre los contrastes y emociones humanas que se confrontan en una familia hipermoderna ante la enfermedad del padre, en la que hay miembros mejorados por las nuevas tecnologías y otros que se mantienen naturales.

La novela plantea los dilemas de la convivencia cotidiana entre personas con estas dos visiones sobre temas tan diversos como la programación genética, la enfermedad, la muerte, el amor, el desamor, el hiperconsumo, la amistad, la violencia de género y el cambio climático.

Sin embargo, a pesar de las diferencias, hay algo profundo que los hará mantenerse juntos y «seguir siendo nosotros».

IdiomaEspañol
EditorialCaligrama
Fecha de lanzamiento24 jul 2020
ISBN9788418238864
Y seguiremos siendo nosotros: La familia hipermoderna
Autor

Fernando Viveros

Fernando Viveros nació en la Ciudad de México en 1960. Lector permanente y viajero por los cinco continentes. Doctor en creación literaria, promotor cultural, melómano y percusionista; doctor en Derecho, educador, maestro rural en África y en India; caminante, grumete. Fue diplomático en la embajada de México en Washington D.C. y en el consulado general en Los Ángeles (California). Destacado analista y escritor de distopías. Publicó la novela distópica Candidez y la presentó con éxito en Madrid, Lima, Bogotá, Medellín y en las Ferias Internacionales del Libro en Guadalajara, Monterrey, Chihuahua, Panamá y Guatemala. Continúa con su narrativa distópica con su novela Y seguiremos siendo nosotros.

Relacionado con Y seguiremos siendo nosotros

Libros electrónicos relacionados

Ficción general para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Y seguiremos siendo nosotros

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Y seguiremos siendo nosotros - Fernando Viveros

    Y seguiremos

    siendo nosotros

    La familia hipermoderna

    Fernando Viveros

    Prólogo de Agustín Monsreal

    Y seguiremos siendo nosotros

    La familia hipermoderna

    Primera edición: 2020

    ISBN: 9788418238383

    ISBN eBook: 9788418238383

    INDAUTOR. Registro Público del Derecho de Autor: 03-2019-121012182300-01

    © del texto:

    Fernando Viveros

    © de esta edición:

    CALIGRAMA, 2020

    www.caligramaeditorial.com

    info@caligramaeditorial.com

    Impreso en España – Printed in Spain

    Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la ley y bajo los apercibimientos legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. Diríjase a info@caligramaeditorial.com si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

    Para mis hijos, Jimena y Valente.

    Para mi hermano, José Luis.

    Para María Dolores Loizaga, mujer tierra, mujer río.

    «En la vida, todo es una metáfora».

    HARUKI MURAKAMI, Kafka en la orilla

    «En medio del odio, descubrí que había, dentro de mí, un amor invencible. En medio de lágrimas, descubrí que había, dentro de mí, una sonrisa invencible.

    En medio del caos, descubrí que había, dentro de mí, una calma invencible. Me di cuenta, a pesar de todo eso…

    En medio del invierno, descubrí que había, dentro de mí, un verano invencible. Y eso me hace feliz.

    Porque esto dice que no importa lo duro que el mundo empuje contra mí; dentro de mí hay algo más fuerte, mejor y más bello, empujando de vuelta».

    ALBERT CAMUS, El verano

    El único futuro es hoy

    por Agustín Monsreal

    Somos. Hemos sido. Seguiremos siendo.

    El protagonista de esta historia, Eloy Paz, lo sabe, quizá lo ha sabido siempre; pero es ahora, cuando enfrenta la inminencia de la muerte, que lo recuerda y toma conciencia de ello. Él, como todos los hombres, es irremisiblemente mortal; la humanidad, desde sus orígenes y no obstante las más crueles catástrofes, permanece. Cambian las circunstancias. Las maneras de ser y habitar este mundo se renuevan, se modifican; lo inamovible se mueve vertiginosamente, el transcurso de los siglos, de los años, de los días trae aparejados asombros, realidades, escenarios de vida impensados: lo que ayer era vislumbrado por la imaginación, hoy empuja al ser humano, al hombre hipermoderno al encuentro de otras fascinaciones, al hallazgo de otros cielos, de otros abismos.

    Y seguiremos siendo nosotros, de Fernando Viveros, es una novela poderosa, sobria, perturbadoramente apasionada, una metáfora bella y deslumbrante de la condición humana en tiempos de hipermodernidad, única en su género, de reconocible actualidad y, a la vez, de ambicioso salto vital hacia el futuro. Nos revela y pone ante los ojos de nuestra percepción más alerta una serie de verdades e inquietudes que conforman —y cuestionan— nuestros caminos individuales, así como el destino humano en el planeta.

    Eloy Paz, un hombre de atributos que ha luchado por hacer de su vida una obra de bien, y que en alguna medida lo ha conseguido, se encuentra súbita y atrozmente ante el desconcierto irreconocible de la proximidad de la muerte. En un principio, frente a la brutalidad de la noticia, se resiste a creerlo, se rebela, se niega por completo a aceptar el hecho como algo que tenga que ver con él, algo que de veras pueda llegar a sucederle. A partir de ese momento y en un lapso muy reducido, conoceremos a Eloy Paz: los pormenores significativos de su existencia, su familia, sus amores, sus sueños, lo más profundo de su intimidad; su tiempo, la época en que le ha tocado vivir, cómo ha sido vivirla; las decisiones que ha debido tomar y que lo han conformado; la suma total de sus aciertos y sus errores; los contrastes de su vida, como la de cualquiera de nosotros.

    Hombre inscrito con verdad en las inviolables reciedumbres de la tradición, se halla precipitadamente cara a cara con las insidias y las colisiones que trae consigo el fenómeno llamado hipermodernidad, que él no acaba de entender del todo y que, sin embargo, tiene que enfrentar con determinación.

    Apegado incuestionablemente a la tierra, su tierra, la tierra hermosa y fértil que lo vio crecer, lo adentró en los secretos de la vida, lo acompañó en el descubrimiento del primer amor, lo fortaleció en sus costumbres, lo hizo sabio en el trato entrañable con esos sus viñedos que son su orgullo y han sido su pasión incanjeable. Ese pedazo de tierra lo recibió de su padre junto con los principios y valores que lo han hecho el hombre de amplia nobleza que es. El Cariño, denominaron sus antepasados a esta porción de paraíso que vio nacer a Eloy Paz y donde tuvo la fortuna de ver nacer a sus hijos.

    Nada más que los tiempos han cambiado, ahora el mundo se dirige hacia otros rumbos, el destino del planeta se encuentra envuelto en una vorágine insospechada que arrasa con todo, es ya imparable y pone en riesgo, entre otras muchas cosas, la supervivencia de El Cariño. Y trae de vuelta a la conciencia la incógnita que ha acompañado al hombre a lo largo de su ya extendido estar sobre la tierra: ¿Quiénes somos, de dónde venimos, adónde vamos?

    Un día, el porvenir toca a la puerta, anuncia que ha llegado, pide que le abran paso ya que su presencia es inevitable. Eloy Paz, en un abrir y cerrar de ojos, se ve inmerso en una realidad que ha empezado a modificar implacablemente sus creencias desde la raíz. Tras un enamoramiento y un matrimonio idílicos, el arribo de un primer descendiente lo coloca en la severa disyuntiva de tener que elegir entre un hijo «natural» y uno «mejorado» mediante los avances científicos. Eloy Paz y su esposa, Lidia, no sin sufrir una fractura en su relación, optan por el hijo mejorado, quien habrá de tener cualidades y características humanas superiores a las condiciones naturales. Esta diferencia desarrollará una brecha sustantiva entre este hijo, Roberto, sus padres, y la segunda hija de la pareja, Vita, que será «natural». El conflicto familiar ha sido planteado y es a partir de este que se desenvuelve y revela un intenso mosaico de acontecimientos que muestran y tocan las fibras más sensibles de la naturaleza humana, de este o de cualquier tiempo. El conflicto en todos los órdenes de la vida humana en el orbe se evidencia también a través de una espléndida gama de personajes con sus íntimos contrastes, en los que todos podemos reconocernos y de cuyas vicisitudes todos podemos formar parte.

    De esa manera, Y seguiremos siendo nosotros, la inteligente y estremecedora novela distópica de Fernando Viveros, es una bella metáfora de la disyuntiva de la humanidad como familia en una realidad hipermoderna y tecnológica que tiende a separarnos. Con singular conocimiento de causa sobre el futuro, que en muchos de sus aspectos ya estamos viviendo, nos deja con la asfixiante e inolvidable sensación de haber formado parte de sus escenarios más que posibles, y de haber conocido personajes hondamente memorables.

    I. El diagnóstico

    «¿Qué le pasa? ¿Cómo me escupe su diagnóstico así, de esa manera tan indiferente? No le importa lo que siento. Tiene prisa, como todo el mundo. Solo soy un expediente digital más para él, y encima me regaña. No puede ser, necesito una segunda opinión. No me importa que él sea un médico mejorado con su chip de memoria. No es infalible. No tengo tiempo, quiere operarme ya el lunes. ¿Qué pasará en la operación? ¿Y si no la libro? No. No. Ahora no. No quiero dejar lo que tengo: El Cariño, a mis hijos. Tengo demasiados asuntos pendientes», piensa Eloy Paz al escuchar a su médico esta oscura tarde.

    Son las siete y la noche anuncia su llegada. Llega nervioso a su cita. El consultorio es frío. Las paredes tienen un tono gris, los asientos de los sillones son de acrílico, y los respaldos son totalmente verticales s. Ve vídeos relajantes de montañas nevadas y olas que llegan a la playa en pantallas que rodean el espacio y que contrastan con el vértigo que se vive en las calles de la ciudad. Transcurren cuarenta minutos. Está incómodo, le duele el abdomen.

    Por fin, la voz programada y chillona del asistente robótico le pide que, después de que un sensor le lea el iris de los ojos, pase al fondo del pasillo hasta llegar a la última puerta a la derecha. Ahí está el cubículo del médico biotecnológico Franco Inciso Nolasco.

    Su bata blanca de mangas cortas lleva bordadas sus iniciales F. I. N. en color rojo sangre —al cabo, es médico—, y por debajo de la piel del antebrazo se proyecta la imagen de su MI (móvil interno) lo que hace décadas se le conocía como teléfono inteligente y ahora es de uso común. Se peina con brillantina, lleva la raya en el lado derecho y un copete retro hacia atrás. No tiene arrugas en el rostro. En la pared se visualiza un carrusel de imágenes virtuales de él, con sonrisa fingida, recibiendo sus certificaciones.

    Con el semblante sombrío y distante, sin levantarse de su sillón y como si fuera empleado de una funeraria, le pide a Eloy que se siente. Sobre su escritorio tiene los resultados de sus DCC (datos completos del cuerpo), que aparecen en una pantalla de realidad aumentada. Sin cambiar de tono, con una voz aguda y muy baja, comienza a hablar y a mover los dedos para ampliar la imagen.

    —Señor Paz, los resultados de los análisis clínicos de su DCC confirman la existencia de un tumor con células cancerosas de grado cuatro en la próstata, que se ha propagado a los ganglios linfáticos, al pulmón derecho y al hueso ilíaco —dice sin apenas respirar—. El pronóstico es pesimista si no lo intervengo y empezamos cuanto antes un tratamiento especializado. Es necesario que entienda que su condición es precaria y que debo intervenirlo a la brevedad. El

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1