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La casa hechizada
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Libro electrónico46 páginas43 minutos

La casa hechizada

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"La casa que es el tema de esta obra de Navidad no la conocí bajo ningunade las circunstancias fantasmales acreditadas ni rodeada por ninguno de los entornos fantasmagóricos convencionales. La vi a la luz del día, con el sol encima. No había viento, lluvia ni rayos, no había truenos ni circunstancia alguna, horrible o indeseable, que potenciaran su efecto."Esta es la casa escenario de la novela de Dickens en la que los amigos se reúnen para probar la existencia de lo sobrenatural. El periodo del año es la Navidad. Así pues, estamos ante una novela de fantasmas, es lo que uno podríapensar, pero estos fantasmas no son los fantasmas habituales de las novelas de misterio. En estas historias no tienen siquiera relación con la casa en la que aparecen, y sus historias son relatos de injusticias, arrepentimientos, terror...De la misma forma que no es tampoco una novela de un solo autor.Publicada por primera vez en el semanario que Dickens dirigía para laNavidad de 1858, es una novela colectiva en la que Dickens escribe juntocon otros 5 autores (entre ellos sus habituales W.Collins y E.Gaskell), un relato de misterio en el que no decepciona con la maestría de su pluma y habilidad para narrar. La historia que abre el relato, escrita por él mismo, "Los mortales de la casa", es el relato más sólido de todos. Además de éste, el maestro Dickens se encarga también de escribir los nexos de unión entre el resto de historias, a veces a modo de introducción, para que el total sea una pieza acabada y entera a la altura de su talento narrador.-
IdiomaEspañol
EditorialSAGA Egmont
Fecha de lanzamiento19 oct 2021
ISBN9788726672824
La casa hechizada
Autor

Charles Dickens

Charles Dickens (1812-1870) was an English writer and social critic. Regarded as the greatest novelist of the Victorian era, Dickens had a prolific collection of works including fifteen novels, five novellas, and hundreds of short stories and articles. The term “cliffhanger endings” was created because of his practice of ending his serial short stories with drama and suspense. Dickens’ political and social beliefs heavily shaped his literary work. He argued against capitalist beliefs, and advocated for children’s rights, education, and other social reforms. Dickens advocacy for such causes is apparent in his empathetic portrayal of lower classes in his famous works, such as The Christmas Carol and Hard Times.

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    La casa hechizada - Charles Dickens

    La casa hechizada

    Original title: The Haunted Man and the Ghost's Bargain

    Original language: English

    Copyright © 1848, 2021 SAGA Egmont

    All rights reserved

    ISBN: 9788726672824

    1st ebook edition

    Format: EPUB 3.0

    No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

    This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.

    www.sagaegmont.com

    Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

    La casa de cual esta obra de Navidad se trata, no la conocí́ bajo ninguna de las circunstancias fantasmales acreditadas ni rodeada por ninguno de los entornos fantasmagóricos convencionales. La vi a la luz del día, con el sol encima. No había viento, lluvia ni rayos, no había truenos ni circunstancia alguna, horrible o indeseable, que potenciaran su efecto. Más todavía: había llegado hasta ella directamente desde una estación de ferrocarril; no estaba a más de dos kilómetros de distancia de la estación, y en cuanto estuve fuera de la casa, mirando hacia atrás el camino que había recorrido, pude ver perfectamente los trenes que recorrían tranquilamente el terraplén del valle. No diré que todo era absolutamente común porque dudo que exista tal cosa, salvo personas absolutamente comunes, y ahí entra mi vanidad; pero asumo afirmar que cualquiera podría haber visto la casa tal como yo la vi en una hermosa mañana otoñal.  

    La forma en que yo la vi fue la siguiente.  

    *

    Viajaba hacia Londres desde el norte con la intención de detenerme en el camino para ver la casa.  

    Mi salud requería una residencia temporal en el campo, y un amigo mío que lo sabía y que había pasado junto a ella, me escribió sugiriéndomela como un lugar probable. Había subido al tren a medianoche, me había quedado dormido y luego desperté y permanecí sentado mirando por la ventanilla en el cielo las estrellas del norte, y me había vuelto a dormir para despertar otra vez y ver que la noche había pasado, con esa convicción desagradable, habitual en mí, de que no había dormido en absoluto; a este respecto, y en los primeros momentos de estupor de esa condición, me avergüenza creer que me habría dispuesto a pelearme con el hombre que se sentaba frente a mí si hubiera dicho lo contrario. Ese hombre que se sentaba frente a mí había tenido durante toda la noche, tal como tienen siempre los hombres de enfrente, demasiadas piernas y todas ellas muy largas. Además de esta conducta irrazonable (que sólo cabía esperar de él), llevaba un lápiz y un cuaderno y había estado todo el tiempo escuchando y tomando notas. Me habría parecido que esas irritantes notas se referían a los traqueteos y sacudidas del coche, y me habría resignado a que las tomara bajo la suposición general de que era un ingeniero, si no hubiera estado mirando fijamente por encima de mi cabeza siempre que escuchaba. Era un caballero de ojos saltones y aspecto perplejo, y su proceder resultaba intolerable.  

    La mañana era fría y desoladora (el sol todavía no estaba alto), y cuando miré hacia fuera y vi la pálida luz de los fuegos de aquella comarca del hierro,  

    así como la pesada cortina de humo que había estado suspendida entre las estrellas y yo, y ahora lo estaba entre yo y el día, me dirigí hacia mi compañero de viaje y le dije:  

    -Le

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