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Entre Menudos Y Cantinas
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Libro electrónico330 páginas4 horas

Entre Menudos Y Cantinas

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Es una obra de Filosofa.
No en la ya conocida escuela del existencialismo sino del realismo vivencial. La diferencia estriba en que en la primera de ella se atiende a la existencia mientras que en la segunda la vida misma. Aunque existencia y vida son complementarias ambas son distintas.
La filosofa del realismo vivencial describe, como su nombre lo dice, las vivencias mismas pero observadas, descritas segn el mtodo fenomenolgico. Por ello se expone a la realidad de una manera cruda, desnuda, rica, verdadera. Sin adorno alguno. Despojada de toda interpretacin.
Si el realismo sucio de Charles Bukowski impacta, el realismo vivencial destripa, por as decirlo, a la conciencia del lector. Pero, a su vez, lo llena de satisfaccin al percatarse de que ello es autntico.
Con esta obra se pretende crear el pensamiento filosfico vivencial y apartarse, un tanto, del eterno problema del existencialismo.
El mrito de esta obra es que es novedosa pues nunca antes se haba hecho una aproximacin a la filosofa de la realidad vivencial. Adems de que resulta interesante para el lector pues en ella se ve reflejada su propia vida.
Adems, es un libro fcil de leer porque consta de varios y pequeos captulos, a manera de reflexin, que pueden ser ledos entre pausas, que no requiere de especializada preparacin para entenderse y deja un rico sabor a yo mismo.
Atentamente.
Doctor en Derecho Miguel ngel Rodrguez Herrera.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento20 dic 2016
ISBN9781506518114
Entre Menudos Y Cantinas
Autor

Miguel Ángel Rodríguez

En el año de 1954, Puerto Vallarta, Jalisco, México; ve nacer al autor, el cual fue hijo de PORFIRIO y AMALIA. En la actualidad, está casado con Blanca y con dos hijos: Princesa y Miguel Ángel, médico y abogado respectivamente. Cursó sus estudios de Abogado y de Maestría en Derecho en la Universidad de Guadalajara. Es Doctor en Derecho por el Instituto de Estudios Jurídicos, dependiente de la Universidad Autónoma de México. Es Profesor en las cátedras de Derecho y de Filosofía en la Universidad de Guadalajara. Ha sido juez, presidente de una Corte Laboral, defensor público, Presidente de la Barra de Abogados y es socio de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Es autor de obras de Teoría Jurídica y columnista en Diarios. En 1978 fundó un bufete jurídico denominado “Rodríguez Herrera y Asociados” y desde entonces ha dedicado su vida al ejercicio de la abogacía, a la docencia universitaria y a escribir sobre filosofía vivencial. Adoptó como a su “santo patrono” al genio San Agustín. Inaugura un nuevo género literario: el realismo vivencial, que se aleja de todo estilo convencional pues se acerca, crudamente, a la realidad cotidiana del vivir y la expresa con palabras directas, tal y como es; no como se piensa. Al presente vive en Puerto Vallarta y continúa escribiendo.

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    Entre Menudos Y Cantinas - Miguel Ángel Rodríguez

    Copyright © 2016 por Miguel Ángel Rodríguez.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2016920549

    ISBN:   Tapa Dura                     978-1-5065-1810-7

                  Tapa Blanda                 978-1-5065-1809-1

                  Libro Electrónico        978-1-5065-1811-4

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia.

    Fecha de revisión: 10/12/2016

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Contents

    ACERCA DEL AUTOR

    INTRODUCCIÓN

    YA DEJEN A LA PERRADA EN PAZ

    VIVE

    ARRIBA MÉXICO HIJOS…

    VETARRO

    VACUO

    URBANO

    SÓLO EXISTO

    UN DÍA CONTIGO

    UN BOBO EN LA VIDA

    TUS DEMONIOS

    TODOS TENEMOS UN HUERTO

    LOS SANTOS REYES

    TITINO

    TIRA LA TOALLA

    TEMPORADA DE TROMPOS

    TE INVITO A MI FIESTA

    TE INVITO A LA CÁRCEL

    SUEÑOS VISIONARIOS

    SOY VALEDOR

    SOLOS

    SÓLO TÚ

    SÓLO EXISTO

    SÓCRATES ESTÁ LLORANDO

    SIN TIEMPO

    SIN REGRESO

    MIÉNTALE LA MADRE AL ADIÓS

    SIÉNTATE

    SIENDO GALLINA

    SEPULCROS BLANQUEADOS

    SED DE ETERNIDAD

    SACA LA NAVAJA

    RESTURANT VERANO

    REBANADA DE PASTEL

    QUIERE

    QUEMA TUS FRIJOLES

    QUE NO TE VEAN LA CARA DE…

    QUE MUERA LA NAVIDAD

    PUNTO DE EQUILIBRIO

    PUERQUEANDO

    PROSTI

    PEREGRINO

    PERDÓNATE

    PASIÓN POR EL IMSS

    PAPEANDO

    PAPALOTEANDO

    PANZONAMENTE FELIZ

    PANZANDO

    ORO Y SANGRE

    ODA A JIM MORRISON

    ODA A HERBERT HUNCKE

    NOSTALGIA

    NO TEMAS COMO JUDAS TEMIÓ

    NO SOY

    NO ME DIGAS

    MÚSICA, MARTINIS Y RECUERDOS

    MUÑECO DE VENTRÍLOCUO

    MOTEL ARIZONA

    CASINO BABILONIA

    MISIONEROS DEL DIABLO

    MIÉNTALE LA MADRE AL VECINO

    MI NOMBRE ES BATO

    MI FELICIDAD

    MI ALUCINANTE VIAJE CON CUCA

    MERMELADA, PAN Y CREMA DE MANÍ

    MÁRCHATE

    MACUARRO

    MACHO

    LOS PROBLEMAS DE TU MENTE

    LOS IDÓLATRAS DE CÉSAR Y LUCIFER

    LOS CORCHOS DEL AMOR

    LOS AULLIDOS DEL SILENCIO

    LOS AMOS

    LODO

    LOA A CHARLES BUKOWSKY

    LIBERTAD EN LA PRISIÓN

    LIBERACIÓN

    LEJANÍA

    LAS ALEGRÍAS DE JESÚS

    LA SABIDURÍA DEL OSTIÓN

    LA ALEGRÍA DE VIVIR

    JESÚS CRISTO SÚPER GERENTE

    INVÉNTATE

    INMEMORIAL UNIVERSIDAD

    ÍDOLOS DE PASCUA

    HIPÓCRITA

    HELP ME

    HAZ DE TU VIDA LO QUE QUIERAS

    HARAGÁN

    GORRONES

    TE INVITO A LA CÁRCEL

    ESTAR EN EL MUNDO

    ESCOGE TU DÍA

    ESAS HERMOSAS TARDES EN EL CEMENTERIO

    ERES CHINGÓN

    EN EL INFIERNO NO HAY BETÚN

    EN EL BULE

    ELIGE A TU CONMOCIÓN

    EL ÚLTIMO PÉSAME

    EL PRIMADO DE LA ESPADA

    EL MÉXICO EXISTENCIALISTA

    EL ESPANTAPÁJAROS DE LA VIDA

    EL ENEMIGO TRABAJO

    EL AVE TRISTE

    DULCE MENTE

    DON PÁNFILO LUIS

    DON BUEY

    DISPÁRENME, COBARDES

    DESDE MI CORAZÓN

    ESTAR EN EL POZO

    DEJA DE SUFRIR

    CURSI NAVIDAD

    CUANDO LOS HÉROES SE CUBREN DE GLORIA

    CRISTIANOS SIN CRISTO

    CONSEJOS A MI SOBRINO EL MAMUT

    COME TU CHICHARRÓN

    COMANDANTE NERI

    COMANDANTE CHE GUEVARA

    CLASE DORADA

    CIUDAD SAÚDA

    CATÓLICO DOMINICAL

    CAMINAR

    CADENAS

    BURRO

    BORRACHO SIN CANTINA

    BOMBARDEEN A MÉXICO

    ME ENCANTAN LOS BASUREROS

    BARTIMEO

    ARRABAL

    AJENIDAD

    AFEMINADOS

    ¿QUIÉN DICEN QUE SOY YO?

    ¡FUERA PERROS!

    YO PROSTITUTA

    YO LO QUIERO CON PATA

    YA LES DIJE

    ACERCA DEL AUTOR

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    En el año de 1954, Puerto Vallarta, Jalisco, México; ve nacer al autor, el cual fue hijo de PORFIRIO y AMALIA. En la actualidad, está casado con Blanca y con dos hijos: Princesa y Miguel Ángel, médico y abogado respectivamente. Cursó sus estudios de Abogado y de Maestría en Derecho en la Universidad de Guadalajara. Es Doctor en Derecho por el Instituto de Estudios Jurídicos, dependiente de la Universidad Autónoma de México. Es Profesor en las cátedras de Derecho y de Filosofía en la Universidad de Guadalajara. Ha sido juez, presidente de una Corte Laboral, defensor público, Presidente de la Barra de Abogados y es socio de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Es autor de obras de Teoría Jurídica y columnista en Diarios. En 1978 fundó un bufete jurídico denominado Rodríguez Herrera y Asociados y desde entonces ha dedicado su vida al ejercicio de la abogacía, a la docencia universitaria y a escribir sobre filosofía vivencial. Adoptó como a su santo patrono al genio San Agustín. Inaugura un nuevo género literario: el realismo vivencial, que se aleja de todo estilo convencional pues se acerca, crudamente, a la realidad cotidiana del vivir y la expresa con palabras directas, tal y como es; no como se piensa.

    Al presente vive en Puerto Vallarta y continúa escribiendo.

    INTRODUCCIÓN

    Desde que nacemos estamos bajo el yugo opresivo de estructuras creadas por el hombre en cuya elaboración no participamos. Armazones fabricados para diferentes aspectos de la vida social y que cumplen con una función: encauzar la vida privada y social de los seres humanos y lograr un orden común.

    Ese estado en que nace y se desarrolla el hombre es, según Heidegger, un estado de caída en el cual se encuentra sin habérselo propuesto. Ese estado es el de la banalidad, de lo impersonal, de la dictadura del se. Vivo como se vive, estudio como se estudia, etc. en donde no somos nosotros, sino los demás.

    Un estado donde impera la inautenticidad frente a una autenticidad de lo que podemos ser nosotros mismos. En ese mundo permanecemos angustiados y absortos en lo que hacen los demás para hacer lo correspondiente y ser como los demás, so pena de sanciones dolorosas.

    Por lo que romper con ese estado es indispensable liberar nuestro espíritu de esa formidable prisión invisible y de la que no tenemos conciencia de ella. Aquellos que logran evadirse del sitio común, de lo impersonal viven un estado de alto peligro pero necesario para elevar sus alas hacia la libertad de ser uno mismo.

    A esos seres humanos, el orden común les llama herejes o excepcionales o malditos, como un estigma de castigo por haber evadido la seguridad animal del rebaño, la seguridad social de las masas y el bienestar social. Son los rebeldes, los que se atreven pero los que real y auténticamente existen y viven.

    Pero el apodo más humillante que lanza el mundo a los prófugos de lo cotidiano y de lo banal, como un cepo de cuello y brazos, es el de IDIOTAS. Es el resultante del odio que le provoca al dragón social el escape de los valientes para formar la comunidad de espíritus libres donde son como ellos mismos y no como los demás.

    Estos comentarios, escritos a manera de breves, pero intensas reflexiones, fueron dirigidos, desde un principio, para los IDIOTAS, como tú y como yo, que nos atrevimos a ejecutar la más emocionante aventura de nuestra vida: escaparnos del mundo, en busca de nuestra propia existencia.

    El nombre reflexiones para idiotas indica el combate fiero que sostiene, y debe hacerlo, el evasor del mundo, para alcanzar las lejanas esferas donde habitan los cóndores. Esas batallas se llevan a cabo cuando ellos bajan al mundo para enseñar a los demás a volar y guiarlos a sus regiones etéreas.

    Su lenguaje no es para hombres de bien, de familia, de burgueses, de limpias conciencias. Es el lenguaje vivencial, duro pero veraz, que retrata la realidad en su vil crudeza y destroza a la inteligencia.

    Te juro, que fue el día más feliz de mi vida, cuando deserté de la cueva de Platón para trascender de los cerrojos y fantasmas de lo banal, del no ser yo, del se, hacia el yo soy. Eso me llevó cuarenta años de estudio.

    Si tienes el valor, léelos y, si no, puedes seguir en la comodidad de tu celda.

    Me consideraré recompensado, totalmente, si una sola alma arriba a la libertad.

    En Puerto Vallarta, una tarde de verano del 2014, desde mi cuarto de estudio.

    EL AUTOR

    Doctor en Derecho Miguel Ángel Rodríguez Herrera

    YA DEJEN A LA PERRADA EN PAZ

    A ti te digo, sí a ti mismo, a ese que anda por ahí ganándose la vida caminando por las sucias banquetas y calles, ese que va cansado, triste y desesperado por no poder de comer llevar a sus hijos y esposa. O a ese que, hoy, hace un rato, lo despidieron de su trabajo cortándole todo ingreso y que ya no sabe qué comerá, mañana, su familia. Aquel hombre, o mujer, angustiados que yacen olvidados dentro de una cama de dolor en cualquier hospital público.

    A todos aquellos que, durante muchos días, han rezado a Dios pidiendo auxilio y no han tenido respuesta alguna. Sino que, al contrario, se han intensificado sus males. A los desahuciados, privados de afecto, privados de su libertad, privados de sus facultades mentales, abandonados, enfermos, marginados por el mundo, los que sufren en silencio penas vergonzosas.

    A todos aquellos que habitan en un mundo doloroso en extremo, oprimidos por una sociedad inclemente. Esos que tú ves parados en las esquinas pidiendo una limosna o el dibujo de una sonrisa. Los que tocan las mil puertas de las oportunidades y nunca las ven abrir. Ese mundo de sufrientes, de muertos vivos que vagan como almas perdidas en busca de una fugaz pizca de felicidad.

    Esa es tu realidad única, eso es lo que existe y no ese mundo que te hacen aparentar o ese lugar que tú quieres imaginar. No.

    Pero, también, hay otros que no sufren, sino, que hacen sufrir. Esos que a la humanidad cargan con duras leyes, graves amenazas a la conciencia y dirigen intensas ofensas. Que no les importa la cadavérica situación de sus semejantes como para dejar de imponer severas obligaciones a unos humanos hartos de padecer.

    La gente quiere vivir, vivir con un, al menos, poco de calidad; con una, aunque fuese, tenue esperanza. Quiere amar y ser amada. Creer en un Dios de misericordia y no vengativo, en un gobierno humano y no burocrático, en una justicia y no en la frialdad de la ley, en un deseo de real bienestar común y no en el ilegítimo placer de unos cuantos, en una sociedad de vivos y no en una de asesinos, quiere engendrar hijos y no que se los maten, quiere comer sin pedir limosna.

    No esperes respuesta alguna del mundo. En este momento, sí en este, inicia el cambio en tu propia vida. Piensa y ejecuta todo aquello que les guste a los demás, entrégate a tus más cercanos, procura la bienandanza de aquellos que tienes más próximos: tu familia. No robes, no te emborraches, no forniques, no mientas, no le hagas a la mota o a otra droga. Vive bien y haz que los demás también.

    Ya basta, carajo, ya dejen en paz a la perrada que está hasta la madre, harta de tanto sufrir. No abusen de ella, déjela vivir a su manera, tal y como es.

    Si esto no les cabe en la cabeza, hay otro lugar donde sí les va a caber.

    VIVE

    Vivir significa transcurrir, nuestras personas, en el mundo. El mundo es todo lo que hay con excepción de yo mismo. El mundo es lo que no soy yo, es lo otro. Sin embargo no sólo es preciso vivir sino la manera en que se vive. Tú y yo, todos, vivimos una vida pensando y sintiendo todo aquello que ya pasó o todo lo demás que imaginariamente pasará.

    Fuertemente atrapados entre las cosas del mundo cuya naturaleza es estar pasando, ser efímeras, nos perturba los recuerdos y nos hacen zozobrar las expectativas de un futuro ilusorio. Si bien es cierto que tanto el pasado como el futuro no existen, son nuestros enemigos más tenaces y mayormente peligrosos.

    El pasar fugaz de las cosas en nuestras vidas nos dejan profundísimas huellas que muchas de las veces se convierten en heridas de tal magnitud que nos causan serios males en el alma. Esas heridas son avivadas, reabiertas constantemente, por la evocación que hacemos de los hechos que las provocaron.

    Es tanto el conmemorar los hechos que nos laceraron la psique, que nos pone al borde de la locura. La mejor solución a tan peligrosa actitud es dominar el recuerdo, de tal manera que desde el momento que pretenda aparecer se le reprima de inmediato. De esa única manera la remembranza muere de inanición. Con el tiempo, aun cuando la reminiscencia persista, ésta carecerá de fuerza emotiva y ya no te afectará.

    El futuro, que tampoco existe, es hijo de la fantasía y apegarse a él también resulta dañino porque al suceder las cosas si no fueron como tú las imaginaste entonces ello te generará frustración y como siguiente paso el suicidio por sentirte como un fracasado, un perdedor, un olvidado de Dios, etc. etc.

    En ambos casos se produce el dolor y ante eso buscarás la solución más fácil: las adicciones, que no hacen otra cosa que agravar ese dolor y se hará un círculo diabólico del cual no podrán nunca de él salir. Entonces ¿qué hacer?

    Simplemente vive viviendo, esto es, vive en el sencillo transcurrir de las cosas en el mundo, sin recordar el mal pasado ni anticipar el dizque maravilloso futuro. Vivir es ser siendo en el mundo, sin rememorar el pasado ni adivinar lo que según tu va a pasar.

    Si vives una mala experiencia de inmediato déjala pasar y deja de pensar en las causas que la produjeron. Si piensas que mañana te ganarás la lotería mayor, sencillamente sonríe y búrlate de ti mismo. Vive sin perpetuar, vive sin pronosticar. Solamente, vive viviendo. Gozando, o no, de las cosas que van transcurriendo.

    Porque el mundo es para olvidarse y para no imaginarlo. Lo único que no puedes olvidar ni imaginar es a Dios, porque Él no pasó ni pasará, ni está pasando sino que verdaderamente es y solamente en Él podemos descansar de navegar en el vertiginoso y apurado correr del río de la vida.

    Vive, por Dios, vive.

    ARRIBA MÉXICO HIJOS…

    Muchas historias, alabanzas, cuentos, chistes, chascarrillos, anécdotas, corridos y canciones se han compuesto para describir a ese país extraño llamado México. Unos dicen una cosa y otros otra, que los niños héroes eran ninis, que Huerta fue un traidor, que Porfirio Díaz un dictador, que Miguel Hidalgo era masón, que Morelos tenía varias viejas, que Santa Ana vendió a México, que Juárez fue benemérito, que Madero era un apóstol, que Villa era ratero y asesino, que Carranza era el Varón de Cuatro Ciénagas, que Lázaro Cárdenas era el Tata de los mexicanos, que Miguel Alemán fue el primer presidente cleptómano, que Ordaz fue el asesino del 68, Echeverría un demagogo, Portillo el perro, que Salinas era asesino, etc. etc.

    Bajo el foco de 60 watts de la cenaduría le entramos macizo al pozole, a las gorditas, los tamales, los sopes, las tostadas de pata, las enchiladas, los tamales y el atole, no sin antes arrempujarle a unos tequilas rasposos con limón y sal. Entre risas y gritos aventamos cuetes y mentamos madres, sin faltar el clásico ¡Viva México Cab…! ¡Como México no hay dos! Ya a medios chiles le empezamos a faltar al respeto a la vieja del camarada de la mesa de al lado.

    De inmediato y como si fuera un pulpo, el sujeto ofendido se lanza a la defensa de su vieja que solamente él tiene derecho a golpearla e injuriarla, de esa manera se hacen de guamazos dos vales cuyo único deseo era darse en la madre bajo cualquier pretexto. Cansados, sangrados y sudorosos van a pasar la noche en los separos entre pedos, malandros y gays. Al día siguiente la cruda moral y la física los hace prometer, ante el santo de su devoción, no volver a pelear ni a agarrar jarra ¡nunca más! Al rato a curarla.

    En el grito, los políticos rivalizan para salir en la foto y que el pueblo los vea. Agotado el ceremonial de los vivas a todos los héroes patrios, los gobernantes se retiran a sus elegantes salones para intercambiar saludos, tejer intrigas y dejarse ver. El champan, el coñac y el whisky son los acompañantes agraciados para homenajear la independencia; mientras, abajo, en las calles, en la plaza, en lodo y la mugre, la perrada vocifera en singular alborozo con el castillo, el torito, los espanta suegras y cornetillas de tres colores, todo en un mar de banderas rojas, blancas y verdes. Las bandas municipales le agregan pimienta a la alegría desbordante y el taconazo popular resuena por los pasillos del Palacio de Gobierno.

    Los ricos, los poderosos, aquellos que roban al pueblo con ofertas, outlets, venta de saldos, todo incluido coma todo por… y toda clase de engañifas, se refugian en sus palacetes o asisten a las mal llamadas fiestas mexicanas y ahí le sambuten a sus lustrosos vientres cantidades ingentes de suculentos comestibles y espumeantes bebidas. Ahí discuten las nuevas tácticas de mercadotecnia, que no es otra cosa que perfeccionar el fraude, y las formas actualizadas de evasión fiscal.

    Más allá, las cárceles dejan pasar alcohol y toda clase de sustancias adictivas en cantidades fabriles, destinadas a los confinados para celebrar, también, con gran energía, el grito de dolores la tan alejada, cada vez más, independencia de México. Los pobres postergados añoran sus plazas de armas que antaño de niños jugaban en ellas, las aguas frescas, las paletas y las nieves, las loterías y los cacahuates, como piñatas por doquier.

    Entre tanto, y en medio de la nacional batahola; las universidades, los centros de trabajo, los campos de cultivo, los litorales y su pesca, así como los templos, se erigen en camposantos donde ni un alma se ve. Sólo las cantinas, las cárceles, los burdeles, y los hospitales permanecen activos al ciento por ciento, manojos de billetes se forjan para unos cuantos y la miseria para una gran mayoría.

    Por último, los excluidos de esa gozosa sociedad, permanecen mudos en su silencio, aferrados a una esperanza sin fin, víctimas del olvido del ayer, forjadores de futuros felices y de lágrimas sin sal. Siluetas en los corrales de enflaquecidos animales, reproductores incansables del odio gubernamental. Son aquellos a cuyos oídos nunca tocó el himno nacional, el tañer de la campana independentista, ni el alarido del emancipador. Son los privados del federalismo, de la democracia y de la república. Son los deportados de la Constitución del 17.

    Ellos son los verdaderos mexicanos.

    Hagamos buches con mezcal y atragantémonos de tacos y menudo. ¡Que viva México hijos…!

    VETARRO

    "MUY APRECIADO DR. HERRERA

    Me da mucho gusto comunicarme con usté pa que sepa su gran público la méndiga vida miserable que cargo desde hace ya noventa años. Soy un viejo insano, olvidado y payaso. Desde que nací empecé a trabajar como un burro y a ser tratado como un perro. Mejor me salí de mi casa por las golpizas que me daban mis padres. No tuve ningún estudio y mi hogar era la calle.

    Como pude, empecé a trabajar y así duré ochenta años trabajando para el méndigo gobierno. Nunca hice ningún cinco y diario me la pasaba pedo o fumando mota. Apenas me casé y a los pocos años me abandonaron mi vieja y mis hijos porque según decían ellos yo valía madre, que era un viejillo maníaco y pendejo.

    Del trabajo me iba a mi casa que era un mugrero. Mis únicos amigos eran los del escuadrón y unos batos que los habían corrido del manicomio porque ya no los aguantaban. De ahí me aventaron a la cárcel donde me la pasé diez años de mi vida. Recién salido de la cárcel y me dieron de puñaladas una bola de malandrines. Me contaron quince cuchillazos en todo el cuerpo. Ahí en el hospital me la pasé dos años entre la vida y la muerte, hasta que mejor me corrieron.

    Como no tenía dinero le hice a la mayateada, de albañil, vendía chicles y lavaba los baños de las cantinas donde hacían sus necesidades los borrachos y las pirujas. Luego me agarró la chota y me mandaron al manicomio donde estuve tres años para luego dejarme salir porque llegaron a la conclusión de que no estaba loco.

    Me dediqué a la brujería e hice un pacto con el diablo y me fue como en feria pues el méndigo ñaco no me dejaba en paz ni de día ni de noche. Pero luego me abandonó, porque me dijo que mi alma no le interesaba, que en el infierno no me querían porque valía madre. Yo le menté la madre al diablo y nunca más lo volví a ver.

    Nomás fíjese lo jodido que estoy que hasta el carajo diablo me abandonó.

    Fui al infonavit, al imss para que me jubilaran, pero todos me corrieron a patadas y a mentadas de madre. Me dijeron que me fuera a mi casa a morir y que no estuviera molestando. La verdad ya no sé qué hacer mi doc. Me corrieron de la cárcel, del manicomio, del hospital, me acuchillaron, me sacaron a patadas de las cantinas, me dejó mi familia, no me quisieron los gays y hasta el méndigo diablo me abandonó porque no quiso comprar mi alma. Estoy jodidísimo, súper acabado; qué hago doc.?"

    RESPUESTA

    Amigo vetarro: el único que no te abandona nunca, es Dios, acércate a Él.

    VACUO

    Andando con las manos en los bolsillos por las calles derrumbadas, por las ventanas cerradas, con luces apagadas y mucho frío en el corazón. Somnoliento por las baldosas mohosas con el antiguo paraguas de la difunta abuela. Viento helado, tardes sin fin y un café sin azúcar con música que no se recuerda haber oído.

    El vaivén de la mirada, el rostro pintado de gris barro, de suciedad pueril, de juventud inane con ese padecer inescrutable. Son los días de la vida mala, de la existencia inocua, de un buscar sin saber, de un ir sin meta y de una ofensa sin respuesta ni venganza, simplemente inerme.

    La dulce churrería

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